


«Si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe». San Pablo, Carta a los Corintios
Desde Sevilla llega una obra que ha ocultado cualquier otro cartel oficial de las semanas santas de todo el país. Si una de las intenciones de cualquier artista es que su obra destaque y se distinga por encima de cualquier otra, Salustiano García lo ha conseguido de pleno. Su nombre es ahora conocido, incluso para aquellos que no habíamos oído hablar de él. Es sevillano, artista, licenciado en Bellas Artes en la Universidad de Sevilla. Conoce pues a su ciudad y a la Semana Santa. Suponemos que fue designado por el Consejo de Hermandades y Cofradías de la capital hispalense como autor del cartel oficial para el presente año 2024. Curiosamente, la cuenta de X del Consejo no pèrmite comentario alguno, imaginamos que para evitar un debate en mil direcciones, que den lugar a todo tipo de opiniones, herejías e incluso de blasmefias, porque de todo eso hay en cualquier semana santa, Hay mucha fe, mucha devoción, y también otras cosas, menos piadosas. Por algo es una semana de pasión, de sentimientos encontrados.
Cartel de carteles, es la obra de Pablo Córdoba para la semana santa de Granada 2024. En Málaga, el artista antequerano Ángel Sarmiento, en un trabajo tridimensional, le da protagonismo a los monaguillos, que casi ajenos a lo que les rodea, se entretienen en lo que pueden. Sin embargo, hay cosas que solo son posibles en Sevilla, y esto es lo que ha sucedido este año con el resucitado de Salustiano García. Hay igualmente vida y fe en los caminos tradicionales (Granada), en la exploración de nuevas sendas artísticas (Málaga), con una obra en madera y terracota; o incluso en los límites de la fe y del arte, que es lo que representa el cartel de Sevilla. La resurrección es el límite de la fe, más allá no hay nada, y su resucitado (su propio hijo), está en el límite de lo que puede ser representando en un cartel religioso. Más allá tampoco hay nada.
Es el límite de lo representable, porque su resucitado, como en casi todas las obras de imaginería, está solo cubierto por «el paño de pudor». Se trata de un cuerpo joven, sin signos de sufrimiento, tal y como ha explicado el propio autor. No hay impudicia ninguna, más bien todo lo contrario. ¿Por qué no se reconoce al Cristo resucitado? Pues porque nadie lo reconoció, como se afirma en los evangelios. El cuerpo resucitado es algo que no se reconoce y como nadie lo ha visto, no tenemos otra manera de representarlo que a través de un cuerpo mortal, lo más desposeido de cualquier veleidad corporea. Un cuerpo resucitado no tiene vello, por eso su aspecto barbilampiño. No hay nada más allá, no busquen. ¿Por qué buscáis entre los muertos a aquel que está vivo?
Así pues, volvemos a la obra de arte, a la creación artística. Es hipnótica, atrapa la mirada en cuanto se le echa la vista encima. Ese rojo salustiano, como denominan en Sevilla tiene una fuerza tremenda. «Es rompedor, muy aniñado, muy limpio», nos comenta una mujer devota en las escaleras de la iglesia arciprestal melillense. Otra feligresa, poco creyente, nos dice que lo que le inspira la figura representada «es belleza y ternura».
Es el Cristo de Salustiano, así se le puede buscar ya en Google, Edge, Bing. Si te ofrecen una oportunidad así, la de elaborar el carte ofical de la semana santa de Sevilla, no se puede desaprovechar. Es arte, todo es opinable. Y para el que quiera otra respuesta esquiva y sublime, la de un sevillano, también en redes: «juega en el Betis».
El manierismo, incluso el barroco…tantos estilos en la iconografía (por una vez, algo sé de algún tema) que han hecho una aportación en relación con este ¿polémico? cartel.
Al autor le ha salido más que redondo pero lo de la feligresía, contribuyendo a todo el odio que riega y emana en las redes sobre cualquier tema, es evidencia de la enfermedad que palidece a la sociedad…