El Alminar en noviembre


Melilla desde el otro lado

      El arroyo de Farhana y el Río de Oro juntan sus cauces en la llamada avenida de Barcelona. Esto es una ladera del monte de Reina Regente y al abrirse paso entre las nubes, el Sol nos sorprendió detrás del alminar de la mezquita del califa Abu Bakr as-Siddiq, primer sucesor del profeta Mahoma y primero de los califas del Islam. Nadie viene por aquí. Esto es la Melilla oculta, la que está más allá de esa frontera no visible que divide los dos realidades principales de la ciudad. Esto es el Distrito V.  Sin embargo, la vida se abre paso de cualquier forma y en cualquier lugar, aunque sea una vida sin opciones de futuro.

    Desde la calle Canteras de Reina Regente la vista de la ciudad es muy hermosa. Las moderadas temperaturas de noviembre y la ausencia de lluvias, hacían soportable estar en este lugar. La calle está sobre la descuidada y peligrosa ladera del monte, que está siendo saneada y asegurada, ante el peligro de desprendimientos. Toda la zona es bastante inaccesible, lleno de escaleras muy estrechas, calles no asfaltadas y con grandes pendientes.

        El final del mes de noviembre, el de los días más cortos, nos sorprende en un lugar distinto. Por San Clemente (día 23), alza la tierra y tapa la simiente. Es mes de siembra y de cubrir bien la semilla para que no la echen a perder los tiempos fríos de diciembre y de enero, del que también dice el refrán que la climatología es similar a la de este mes que acaba. Noviembre y enero tienen un mismo tempero.

         No hay comentarios o visitas,  si no hay entradas. Para que otra realidad  pueda ser conocida, debe ser mostrada y puesta por escrito. Los hechos existen y seguirán sucediendo, aunque no cuenten con un observador que los relate. Desde este lugar iniciamos un tiempo de descanso.

 

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La parroquia de La Medalla Milagrosa


             Hoy se conmemora la advocación de la Virgen de la Medalla Milagrosa, culto procedente de la católica, revolucionaria y también laica Francia. Según refleja Blasco Ibañez en su novela «La Catedral», el catolicismo francés siempre fue respetuoso con los avances científicos y se adaptó a ellos, mientras que el español fue siempre más tradicionalista y apegado a Roma. Francia fue sede Papal.

                        La iglesia en la frontera

           Hace siete años, cuando escribí la historia heterodoxa de las iglesias melillenses, denominé a esta iglesia como la de la frontera, porque el territorio de la fe de Cristo se ha reducido mucho en Melilla, dominando ya solo en el llano. A partir de aquí, se extiende, sin solución de continuidad,  la otra confesión religiosa mayoritaria en la ciudad, la musulmana.

              Esta iglesia, cuyo origen se remonta a 1922, nació como las escuelas del Ave María, inspiradas en la visión pedagógica del Padre Manjón. La inauguración del conjunto, escuelas y capilla, se llevó a cabo el 2 de diciembre de 1923. Aquí ofició misa el sacerdote melillense y vecino del barrio Diego Jaén Botella, que se secularizó durante La República y que luego fue martirizado y fusilado por las autoproclamadas  autoridades nacionales. Esta parroquia ejercía su administración sobre los barrios de Batería Jota, Cabrerizas y el del Príncipe. Es conocida en la ciudad como la parroquia de Batería Jota o la de La Medalla Milagrosa, advocación extendida en la ciudad bajo la influencia de los Padres Paúles, y que puede encontrarse en casi todas las iglesias de Melilla.

                             El día de La Medalla Milagrosa

       El 27 de noviembre de 1830, La Virgen se apareció por 2ª vez a Santa Catalina Labouré, y el oficio religioso del día conmemora ese hecho. Durante tres días a partir de hoy, desde  las 18h 30´ de la tarde, la asociación de La Medalla Milagrosa, celebra un Triduo en su honor, con rezo del Santo Rosario, exposición del Santísimo y celebración Eucarística. No es usual ver abierta esta iglesia, salvo los sábados y domingos, en los que se celebran las misas de precepto. El resto de la semana no tiene actividad y sus puertas están cerradas. Apenas queda ya población de confesión cristiana en el barrio, sin embargo, muchos de los antiguos residentes de Batería Jota y Cabrerizas, siguen acudiendo a esta capilla, para la celebración de los oficios religiosos.

            Muchos recuerdan también lo diferente que era esta iglesia, en dónde se originaron las célebres «peregrinaciones de San Nicolas», tras abatirse sobre ella el rigor de los iconoclastas (1974-1982). Desaparecieron imágenes y los pasos tradicionales del barrio. La iconoclasia acabó también con los exornos donados a la parroquia durante décadas, y algunas de sus imágenes más emblemáticas, como la Virgen del Mayor Dolor, ya no pueden verse en el templo. El Resucitado original se encuentra en la capilla de San Francisco Javier.

          La imagen de San Nicolás se veneraba en un altar que fue tapiado, y redescubierto en las obras de remodelación del templo en la década de 1990.

Una imagen del Distrito V


             El Distrito V, el que están desarrollando a base de rotondas, ludotecas y campos de fútbol, presenta aspectos que solo conoce el que vive, pasa o trabaja allí. Cuando cae la noche la presencia humana desaparece de las calles, que suelen ser ya inhóspitas durante el día. Aquí no ha inversiones, presencia de las administraciones, ni casi de la ciudad de Melilla. Solo la red clientelar de los Planes de Empleo se pasa por aquí, sobre todo cuando pueden coincidir con épocas electorales. Entre un periodo de votaciones y otro, solo queda el vacío y la nada.

           Esto debió ser en su día un coche, víctima quizá de un incendio. Ahora no es tan siquiera un coche abandonado. Parece un símbolo de arte urbano antisistema, un aviso a navegantes, o cualquier otra cosa. Se encuentra situado en la prolongación de la calle Juan Sebastián Elcano, puro Distrito V. Esta es la imagen del día. La composición de ropa de colores y bolsas de leña seca merecerían estar en un museo de Arte Contemporáneo, quizá en el de Melilla La Vieja. Algún día el Distrito 5º melillense será tan legendario como Harlem o el Bronx.

Vivir en la Edad Media melillense


             Conocíamos la existencia de esta vivienda desde hace mucho. El Gobierno de la Ciudad se enterará ahora. Melilla es la ciudad de los contrastes, de la reiteradas y repetidas inversiones en los mismo barrios y la del abandono absoluto en otros, de las desigualdades abismales. Hoy damos a conocer la realidad de una vivienda de la Edad Media, sin agua ni luz eléctrica, con una sola habitación, letrina dentro del habitáculo que sirve como residencia y cocina integrada. Aquí dentro viven dos mujeres mayores, una de ellas desde hace décadas. La puerta del fondo es la «vivienda» que ocupaba su hija hasta que se marchó de Melilla, imaginamos que para avanzar varios siglos en cuanto a calidad de vida. Con que haya llegado al siglo XX será suficiente. Esta realidad supone un  regreso al pasado y demuestra que los viajes en el tiempo sí son posibles. Las mujeres ancianas que aquí residen no pueden tener agua ni luz eléctrica, no ya porque no disponga de cédula de habitabilidad, es que ni siquiera disponen de habitabilidad.

            Damos a conocer esta situación el mismo día en que se inicia una nueva inversión millonaria en un barrio de Melilla, el del Real, que no responde a las necesidades de la zona. Se ha utilizado a una asociación pantalla, para suplantar la voz de todo el barrio y justificar una  inversión de tintes electoralistas.  Esta no es la única casa en condiciones parecidas en el afamado Distrito V. Quizá esta sea la más extrema, pero hay otras similares, en muchos otros lugares de la ciudad. En este distrito el paro azota con crudeza, sin embargo ya tienen ludoteca, rotondas y campo de fútbol.

      Los cabezas de familia (hombres y mujeres), no disponen de un trabajo y de un salario con el que sostener su «modus vivendi». Ese sería el verdadero desarrollo de la ciudad y del distrito. En Melilla no hay equilibrio ninguno. La Edad Media está solo a la vuelta de la esquina, pero muchos siguen sin querer verla. Prefieren creerse su propia propaganda.

Las mismas luces de Navidad


El desangelado azul y blanco vuelve a la Avenida

       No habrá sorpresas en la iluminación navideña de 2014. Los mismos adornos, los mismos colores, el mismo iluminador, el mismo negocio y el mismo montante de dinero para las mismas empresas. Melilla es el territorio del monocultivo. Mantendrán esta iluminación hasta que se caiga de vieja, igual que cuando sustituyeron las desvencijadas bombillas. No hay espacio para sorpresas en esta ciudad. Hoy estaban realizando las pruebas y hemos podido fotografiarlas. Es lo mismo de siempre, imaginamos que al mismo precio de siempre. Es una iluminación acultural, con los símbolos propios de la navidad cristiana difuminados o recluidos en las calles menos visibles.  Es algo que no se entiende porque cada comunidad melillense, tanto las dos mayoritarias como las otras, tienen sus propias señas de identidad y no tienen porqué desprenderse de ellas o esconderlas dentro de un magma aconfesional, pero ese no el debate. Una cosa que es que lo religioso no se imponga sobre lo social y otra es que La Navidad tiene unos símbolos específicos que parecen no aparecer por casi ningún lado. La falta de ideas es absoluta.

        El asunto explicado en esta entrada es que no hay ideas o participación de otras empresas que le den un color distinto a La Navidad melillense, al Ramadán, a la fiesta del Diwali o a la Januká. Aquí siempre es lo mismo, todo hecho por los mismos. No hay opciones.

                

El gran eucalipto del arroyo Farhana


         Los eucaliptos proceden de Australia y su presencia en nuestra ciudad debe remontarse a los años de la expansión y décadas posteriores. Los ejemplares más antiguos existentes son centenarios o próximos a cumplir el siglo de vida. Si hacemos caso a los pocos libros existentes sobre la flora y el arbolado de Melilla, podemos descubrir que  la carretera de Farhana estuvo llena de este tipo de árboles, pero que fueron talados sin más por las nuevas políticas estéticas imperantes en la ciudad. Un árbol centenario no debería ser talado nunca, porque es parte del patrimonio ecológico de los melillenses. Sin embargo sí fueron talados eucaliptos centenarios, en esta carretera en fecha no determinada, y junto al tanatorio municipal, hace apenas un año.

        Con los datos recopilados se puede afirmar que estos dos grandes y  casi centenarios eucaliptos, son el único resto de una pasado arbóreo que ya nadie recuerda. No parece que exista mucho interés por conservarlos. Uno tiene la rama completamente partida y cae hasta el lecho seco del arroyo. El estado de la zona es bastante lamentable. Esto es suelo rústico pero será urbanizado dentro de no mucho tiempo. Dejamos constancia de que estos dos árboles existen y son testigos de un pasado más esplendoroso y verde, de antes de que llegara el imperio gris del cemento. No sabemos si esto servirá para su conservación o para que sean talados hasta las mismas raíces.

          Hay varios tipos de eucaliptos en nuestra ciudad. Los más grandes y altos son los colorados y los de cabezuela mazuda. El primer grupo, los colorados,  se encuentran sobre el Río de Oro, detrás de la tapia del Instituto Leopoldo Queipo y en la espalda de la calle Juan Ríos. El segundo grupo concentra sus ejemplares en la plaza de Daoíz y Velarde en el Tesorillo, y en la calle Mar Chica. Estos dos ejemplares, de los más altos y antiguos son eucaliptos colorados.

Parada de autobús en Melilla


Parada de autobús

Parada de autobús

       ¿Es esto una parada de autobús o es un resto antiguo?. No hay bordillo señalizado con el preceptivo color amarillo y tampoco existe banco para los usuarios. No sabemos si alguien coge el autobús aquí, en la carretera de Farhana. No hay señal de parada. El lugar da miedo. Allí había existe una arqueta de la que robaron la tapa, señalizada por la valla de los bomberos de Melilla, pero hay que fijarse mucho. La realidad es que da la impresión de que la señal afecta incluso a la propia parada, en un mal estado evidente y notorio. Todo parece estar a punto de caerse. Lleva así meses. Enfrente se encuentra el colegio del Buen Consejo. Melilla solo tiene 12 kms². Es una superficie pequeña. Las cosas no pueden estar en este estado durante tanto tiempo, hasta que algún ciudadano compasivo lo denuncia, y le hace el trabajo gratis al gobierno de la ciudad.