Los números de 2014 en El Alminar


Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2014 de este blog.

Aquí hay un extracto:

El Museo del Louvre tiene 8.5 millones de visitantes por año. Este blog fue visto cerca de 270.000 veces en 2014. Si fuese una exposición en el Museo del Louvre, se precisarían alrededor de 12 días para que toda esa gente la visitase.

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El aniversario de la rendición de Almería


Tabernas, La Alcazaba de la rendición de Almería

Enrique Delgado

                       El 3 de diciembre de 1489, en la alcazaba de Tabernas, frente a Los Reyes Católicos, Muhammad XII Al Zagal, hizo efectiva la rendición de la ciudad de Almería y de toda su comarca. El cerrojo sobre la ciudad de Granada estaba ya echado. Dos años antes, en 1487, había caído tras un durísimo asedio la ciudad de Málaga.  En aquella época el mensaje era este. La conquista garantizaba la explanación y asolamiento de la ciudad, la muerte de la mayor parte de los varones y la venta como esclavos de las mujeres y de los niños. Solo la rendición pactada permitía salvar las vidas, conservar los edificios y mantener las pertenencias. El mensaje se entendió  perfectamente en la Taifa de Almería.

              En 1488, Alabez, último alcaide musulmán de Mojacar solicita enviar este mensaje a Los Reyes Católicos a través del comendador Garcilaso: «Cristiano, di a tus Reyes que no tomen a insulto nuestro modo de proceder. Yo soy tan español como tú. Cuando llevamos los de mi raza más de 700 años de vivir en España nos decís: Sois extranjeros, volver al mar. En África nos aguarda una costa inhospitalaria, que, de fijo, nos dirá como vosotros*». Alabez consiguió el respeto a la vida y haciendas de la población musulmana por parte de Sus Majestades Católicas.

            Muhammad XII Al Gazal, estaba atrapado tras la conquista al asalto de Málaga y de Guadix,  y por el durísimo trato que recibieron. En los primeros días de diciembre, Al Zagal inicia el parlamento y conversaciones con los enviados y con el propio Rey Fernando. Las capitulaciones se firman en la alcazaba de Tabernas el 3 de diciembre, lugar en el que permanecen alojados Los Reyes Fernando e Isabel. La entrega de Almería se pacta para el día 23 de diciembre, a los veinte días de la firma del documento. En la ciudad se llevan a cabo los preparativos, el principal el adaptar la mezquita aljama al culto cristiano, bajo la advocación de San Juan Bautista. Sin embargo, se establecían tres días de excepción, entre la fecha de entrega de la ciudad, y la entrada en ella de Los Reyes Católicos, que se produjo el día 26, festividad de San Estaban. Un día antes habían recibido la ciudad de Guadix.

       Todo esto lo hemos podido aclarar gracias a un documento publicado y traducido por Raúl González Arévalo, y sacado de los archivos de Los Sforza en Milán. Teníamos pendiente una visita a la alcazaba de Tabernas, prácticamente desaparecida. La hemos llevado a cabo en los mismos días en los que se produjo la rendición de Almería, pero 525 años después. Las luces son las mismas. La alcazaba de Tabernas se encuentra a 25 kms. de la ciudad de Almería.

       Un día de diciembre de 1489, Al Zagal, Alcaide de Almería, vio por última vez estas luces desde el castillo de Tabernas, como muchos otros que entregaron sus ciudades a los cristianos, permanecieron apenas unos meses en estas tierras que después de 7 siglos, habían dejado de pertenecerles, a ellos y a sus gentes, para luego viajar hacia Marruecos y desaparecer de la historia en lo más profundo de la Berbería.

         Son las mismas luces, las mismas imágenes y los mismos lugares que vieron ellos, musulmanes y cristianos, un día de diciembre de 1489, y que hoy mostramos y compartimos  desde El Alminar de Melilla. La belleza del lugar es inmensa. 5 siglos de historia nos contemplan y contemplamos 5 siglos de historia.

Nota: * Mojacar, Carlos Almendros

Imágenes de Navidad


                   Las comparaciones suelen ser odiosas, sobre todos si se hacen entre elementos muy dispares. Melilla no es Málaga, Sevilla o Córdoba, por eso no intentamos compararla con ninguna de esas capitales. Nuestra ciudad es muy similar en tamaño y presupuesto a Almería, y con esta ciudad hacemos la comparación con toda su intención. Mucha gente de Melilla viaja, pero otra parte no puede hacerlo y no es capaz de ver, ni comparar, la calidad de la  gestión a la que está sometida nuestra ciudad. Es una gestión anquilosada, de un gobierno mastodóntico, «cargado de cargos«, en todas sus acepciones y en su doble sentido. Razones familiares hacen que viva las dos navidades, las dos gestiones, y como se van separando las realidades de la ciudad peninsular, de la norteafricana (ambas gobernadas por el mismo partido, el Popular), en beneficio de la primera y en detrimento de la segunda, la nuestra.

                    El mal de Melilla es la de la hipersubvención. Todo está subvencionado, todo se paga, tanto lo creativo y dinámico, como lo estéril y anquilosado.  Así no hay desarrollo ni evolución posible. La tradición de los  se extingue porque siempre lo ganan los mismos, alternándose solo en los años. Cae el Carnaval, las carrozas de los Reyes Magos o la de Los Carnavales. Por no existir no existe ni renovación en las cofradías de Semana Santa. En toda época y ocasión siempre tenemos los mismos rostros y los mismos nombres, premiados y premiándose entre ellos, en la endogamia de recompensas más grande del mundo.

         En Almería existe un concurso de Belenes tradicionales que va a más cada año. No lo patrocina El Ayuntamiento, sino una entidad financiera. Entidades particulares, privadas y familias compiten en el concurso. Este año hemos visitado el de La Cofradía de Estudiantes de Almería. Un Nacimiento precioso que reproduce las principales monumentos de la capital almeriense, como La Alcazaba o La Catedral. En Melilla solo tenemos a la vista el Belén de Playmobil, con escasas variaciones en los cinco últimos años, y anacronismos de La Guerra de las Galaxias. Siempre lo mismo, todo previsible, incluida la iluminación navideña o el deslucido árbol de Navidad de la Plaza de España. Proporcionalmente y cuantitativamente, es menos onerosa la celebración de Navidad en Almería que en Melilla, y a la vez es mucha más vistosa, más alegre, más llena de contenida.

         Es una pena que no todo el mundo pueda viajar, comparar y ver todo lo que en Melilla no tenemos con respecto a ciudades similares, pese a que proporcionalmente tenemos más del doble de dinero que capitales y ciudades mucho más grandes. Para aquel  que no pueda viajar y ver, sus ojos y ventanas está o tiene El Alminar. Escribimos de esto en los inicios del Alminar y la situación, cuatro años después, es peor.

  Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/12/25/la-tradicion-del-belen/

El misterio de La Navidad


 Acerca del hijo de María

     Jesús, el hijo de María, nació en la localidad de Belén, en unos establos, pero esto no lo cuentan los evangelios canónicos, redactados ya bajo la doctrina, sino los denominados como apócrifos, que sí recogen leyendas y tradiciones orales sobre el niño nacido en Belén, el hijo de María. En el evangelio del pseudo Mateo, en el apartado XIV, sí hay establo, buey y asno, entre otras cosas, porque estaba predicho por Isaías: «El buey conoció a su amo, y el asno el pesebre de su señor». Un poco más adelante se lee otro dicho del profeta Habacuc: «Te darás a conocer en medio de dos animales». Todos los apócrifos sitúan claramente los lugares establecidos por una tradición que les precedía.

         En aquella época los viajes duraban meses y las noticias viajaban lentamente. A la antigua Persia llegó la noticia del nacimiento de Belén y cuando Los Reyes Magos la conocieron, se pusieron en camino hacia el lugar de donde procedía la noticia. Llegaron a Belén al cabo de dos años y hallaron al niño sentado en el regazo de su madre y le hicieron objeto de los presentes conocidos: oro, incienso y mirra; objetos propios de la realeza. En estos evangelios conocemos detalles de la infancia de Jesús, de sus juegos de niño, de las relaciones con su madre, de la huida a Egipto, incluso de la situación temporal del nacimiento de Jesús, el hijo de María. En ellos también conocemos los nombres de las parteras que asistieron a María, La Virgen. Incluso existe un evangelio árabe de la infancia de Jesús.

           Con el paso del tiempo, el rabí Jesús sería conocido como el nazareno, gentilicio de la localidad en la que pasó los años previos a su aparición pública. Es un hecho histórico indudable su existencia, como que también afirmó haber venido a:  hacer cumplir La Ley (mosaica) y no a abolirla.  En cualquier caso su aparición y predicación pública cambió el mundo conocido y luego el futuro.

         La magia del espíritu de la navidad reside en que la gente, llena de problemas y de angustias, olvida todo por unos días u horas, y conmemora un nacimiento muy lejano en el tiempo. Es el triunfo de la deidad solar, la de Mitra, la creencia  más popular entre la ciudadanía y el ejército de Roma. Las personas siempre han preferido la luz frente a a las tinieblas que casi siempre han ofrecido las élites que han gobernado el mundo, incluso ahora en estos tiempos .

       Al menos un día al año se conmemora y celebra el triunfo de la luz. Dijo el propio Jesús que «quién me ve a mí, ve al Padre», a lo que añadimos:  aquel que  quiera conocerlo,  que busque a la madre.

El Barranco del Lobo


        El Barranco del Lobo hizo resonar  el nombre de Melilla en el mundo entero,  y provocó la primera gran crisis de las tres que sacudieron España en el corto plazo de un cuarto de siglo (1909-1921-1936), y que tuvieron un mismo foco, la ciudad norteafricana. Los acontecimientos que marcaron esos años, alterarían para siempre la historia de España en el siglo XX.

           A lo largo de 1909 el General Marina, el conquistador de Los altos del Real,  llevó a cabo una serie de operaciones militares destinadas a hacer penetrar al ejército español en el territorio del Protectorado marroquí, con el fin de alcanzar las explotaciones de mineral de los montes de Beni Bu Ifrur y de Uixan. Durante todo ese año, el incremento de la presencia militar en Melilla fue constante. A cada incursión del ejército español seguía una respuesta de los rifeños y la consiguiente respuesta española, lo que iba elevando gradualmente la tensión bélica.

              Una máxima no siempre tenida en cuenta es la de «no subestimar la capacidad de respuesta del enemigo». El General Marina no la secundó y creyó llegada la hora de marchar tras las míticas riquezas minerales del Rif. Entre el 12 y el 17 de julio las fuerzas españolas fueron duramente atacadas, el día 22 los combates llegaron hasta la Posada del Cabo Moreno, Los Lavaderos y el Hipódromo. En aquel momento existían 17.000  militares desplegados en Melilla. En la tarde noche del 26 al 27 de julio el Monte Gurugú aparecía iluminada por hogueras (almenaras)*, señales para comunicar un levantamiento de las cábilas. A lo largo del 27 de julio el general Marina ordena un despliegue de fuerzas y el Batallón de Cazadores de Madrid, al mando del general Pintos se interna bajo los desfiladeros y cañones conocidos como Barranco del Lobo. Los cazadores fueron cazados. La orden de repliegue llegó tarde para los 17 jefes y oficiales, entre los que se incluye el propio general Pintos, que  mueren allí mismo junto a 136 soldados. El total de bajas, incluidos los heridos asciende a casi el millar. La conmoción nacional fue inmensa. El Gobierno de Maura ordenó una nueva leva de reclutas y la ciudad de Barcelona se sublevó, dando origen a lo que se conocería como La Semana Trágica. La mecha que iba a incendiar España en los siguientes 25 años se inició un día de julio en las cercanías de Melilla. El Ejército de héroes forzados había iniciado su leyenda.

              Nada señala ya la presencia de la Pensión del Cabo Moreno, de la que apenas queda un muro todavía en pie. Sin embargo, el Barranco del Lobo sí es un nombre legendario. En los días claro de poniente se puede apreciar su orografía con total nitidez. Todos los ecos y voces están ya apagados. Los héroes anónimos y forzados del Barranco del Lobo reposan tras una pequeña lápida en el cementerio de Melilla. Al menos tiene eso. Los otros héroes, los que defendieron la legalidad de La II República, siguen sin tener la más mínima placa en la ciudad en la que murieron: nadie les ofrece una conmemoración, nadie les enciende velas o les rinde honores. Estas son las historias de nuestra muy querida y también desmemoriada ciudad de Melilla.

Nota: * En el Barranco del Lobo, Mª Rosa de Madariaga

Feliz Navidad desde El Alminar de Melilla


        Desde un lugar especial, como es la capilla del Centro Asistencial de Melilla, en el que se instala todos los años un tradicional Belén, queremos desear a todos los lectores y lectoras del Alminar unas Felices Navidades del año 2014. Nuestra intención y deseo es que  reine la luz en todos los corazones y en todos los espíritus, y prometemos seguir dedicando todos nuestros esfuerzos a que la tiniebla, en la que se sumergen muchas personas y en la que caen muchos espíritus, sigan teniendo un coto en nuestro entorno. Son cuatro años de dura lucha por mantener encendida esta pequeña luz, este pequeño faro, en medio de la oscuridad imperante y que sigue intentando ganar cada día más terreno.

             En todo este esfuerzo y camino, ha sido y es fundamental la presencia y actividad de los comentaristas que nos han acompañado en todo este tiempo. Son más de 12.00 comentarios registrados en El Alminar y su comunidad. Agradecemos a todos aquellos que han dejado aquí parte de sus ideas, de sus opiniones y que nos han mostrado su apoyo a lo largo de todo este tiempo. Muchos han cambiado, algunos permanecen y otros ya no están, pero sabemos e intuimos que siguen acudiendo a visitarnos diariamente, aunque ya no dejen comentarios.  A todos/as, tanto aquellos que se dejan ver como a los que prefieren la intimidad de la visita anónima, muchas gracias, les deseamos una Feliz Navidad en compañía de la familia y también un próspero Año Nuevo.

El doble aniversario del sacerdote Buxarrais


                                  Padre Ramón Buxarrais, 59 años como sacerdote

         El mes de diciembre significa para el párroco del Centro Asistencial de Melilla desde 1991, monseñor Ramón Buxarais Ventura, una ocasión de doble conmemoración. Por un lado celebra su cumpleaños el 12 de diciembre (este año ha cumplido ya su 85 aniversario), y por otro conmemora su ordenación sacerdotal, de la que ya han pasado 59 años, pues fue ordenado sacerdote un 17 de diciembre de 1955 por el entonces arzobispo de Barcelona monseñor Gregorio Modrego Casaus.

                   Todos los años solía celebrar esta fecha en la ciudad Condal, con sus antiguos compañeros del Seminario Mayor de Barcelona. Los 23 jóvenes que fueron ordenados como sacerdotes en aquel año, y de los 6 ya han fallecido, se reúnen anualmente y celebran un almuerzo, en el que uno de ellos lee una homilía al resto. Vicisitudes personales le han impedido acudir este año a la cita, pero ha seguido oficiando misa en su capilla del Centro Asistencial, para su pequeña comunidad de feligresas, la mayor mujeres ya ancianas, residentes en esta Institución melillense de caridad.

                Monseñor Buxarrais siempre insiste en la necesidad de predicar con el ejemplo, algo más importante que cualquier cosa que se diga, en cualquier profesión y no solo en la sacerdotal. Las hechos deben siempre acompañar, o incluso anteceder a las palabras. Para él, en la España de la posguerra y del hambre, fue muy importante la figura del párroco del entonces pequeño pueblo de Santa Perpetua de La Moguda, Don José, al que él ayudaba como monaguillo. Aquel hombre recibía en ocasiones pequeños regalos de la gente, e inmediatamente los repartía entre otras personas más necesitadas. Aquellos pequeños gesto le decidieron a seguir esa vocación y ese ejemplo para su vida como sacerdote, que llegó a lo más alto con el paso del tiempo, pues fue obispo de Zamora y Málaga.

       Además de la misa diaria que oficia en el Centro Asistencial, monseñor Buxarrais también asiste las necesidades de otras parroquias, como la castrense, en la que recientemente cubrió la ausencia del párroco titular, el padre Francisco.