La alerta climática llega a Melilla


 

             Los sonidos de los tambores del grupo de batucada de Cañada Viva inundaron con sus rítmicos y vibrantes sonidos toda la plaza de Menéndez Pelayo, y animaron a todos los allí congregados por el movimiento de «alerta mundial ante el cambio climático«. El calentamiento global provocado por los gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metanos, óxidos nitrosos y fluorocarburos) es ya un hecho, y esta es ya la principal causa del calentamiento global, cuyos efectos ya se están dejando sentir sobre el planeta y sobre el tiempo meteorológico.

             El cambio climático son los efectos y cambios producidos por el calentamiento global en la atmósfera, como el transporte de calor desde los trópicos hacia los polos. Estos hecho ya no son negados casi por nadie. El desacuerdo científico estriba en el tipo de cambios  que producirán y su lapso temporal. Si se verán efectos permanentes y casi inmediatos, o si por el contrario el plazo será algo más largo y todavía hay tiempo para revertir la situación ya desencadenada por la acción humana en La Tierra, el planeta que nos acoge.

            La alerta climática está ya iniciada. Los movimientos sociales se suceden y renuevan y los partidos políticos empiezan a incorporar medidas de matiz ecológico en sus programas. Es un tema del que ya se habla en las reuniones políticas de los mandatarios mundiales, aunque los países más contaminantes sean los más reacios a tomar medidas que ralenticen y disminuyan la producción de gases de efecto invernadero.

                                           El clima de Melilla

                Melilla tiene tres grandes problemas de contaminación y salud ambiental(planta incineradora, fábrica de electricidad de ENDESA y el problema del amianto). Los tres afectan a toda la ciudad y continuarán a lo largo de los próximos años. En los últimos 20 años no se han tomado medida alguna frente a estos problemas.

                    En cuanto al clima político el grado de contaminación es máxima. Continúa el boicot y censura mediática por parte de los propietarios de medios de comunicación, que tienen totalmente invisibilizado al Gobierno de Melilla. Salvo pequeñas excepciones (RNE, Onda Cero o el Faro TV) con informaciones muy puntuales. Es una lástima que los profesionales y trabajadores de los Medios locales tengan que trabajar en estas condiciones de incertidumbre y bajo estas directrices.

                    La presencia de Dunia Almansouri, Vicepresidenta 1ª de la Asamblea de Melilla, es siempre saludable y digna de mención, aunque mañana no aparecerá en medio de comunicación alguno. Su cordialidad y sentido político, mantenidas a lo largo de los años, y en los peores momentos de las etapas  de las mayorías omnímodas, la convierten en uno de los grandes valores de la política local. Es por ello que siempre será una presencia destacada en El Alminar.

 

 

 

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Medios, libertad de expresión y censura


                         Sin noticias del gobierno de Melilla

           Hemos revisado todos los medios de comunicación escritos e impresos desde el día 1 de septiembre, y no hemos encontrado noticia alguna, ni referencias al gobierno de Melilla, ni de modo colectivo o individual. No hay noticias ni fotografías de los consejeros, ni de las consejerías, ni de entidad alguna del organigrama institucional de la administración local melillense. Es una situación de censura de la que no podemos dar cuenta de en qué estamento se ha decidido, pero que confirmamos enteramente.

              Tampoco hay noticias de las posibles respuestas por parte del Gobierno de Melilla, de la que se desconoce la composición del área de prensa y comunicación, y de su situación física. Si hay una entidad o estamento que tiene capacidad de defensa es el gobierno de una ciudad, provincia o autonomía. No vamos pues a salir en su defensa, ni tampoco nos lo ha pedido nadie. Estamos dando cuenta de una situación inverosimil.

                El Derecho  a la información veraz y libre difusión de ideas

            En su artículo 20, la Constitución Española consagra el derecho a la expresión y libre difusión de ideas, pensamientos y opiniones. También a la recepción de información veraz por cualquier medio de difusión.  Cualquier tipo de censura previa es inconstitucional. No informar de las actividades de un gobierno, omitir los nombres de los consejeros y de las fotografías en donde aparecen, es una forma encubierta de censura.

            El artículo 20 también regula las relaciones del gobierno con los medios de comunicación, en las que debe primar la pluralidad informativa, que debe ser un reflejo de la sociedad, garantizando el acceso de todos los grupos a dichos medios de comunicación. Dicho de otro modo esto quiere decir, que aquellos medios que reciban ayudas, subvenciones o inserciones de publicidad institucional, deben respetar el pluralismo social, y garantizar el acceso a los mismo de todos los grupos y sectores sociales, y de expresiones contrarias a las acciones de los gobiernos. Esto dejó de existir en Melilla allá por el año 2010, y esa fue una de las variadas razones de la creación del Alminar, porque había contenidos que ya era imposible colocar en los medios de comunicación sometidos al «dirigismo informativo».

               Un periódico, un semanario, un diario digital pueden tener su tendencia política, pero no pueden ocultar información, sucesos, nombre o entidades. No se puede ocultar a un gobierno entero, sin que se resienta toda la deontología profesional. Noticias sobre el malestar ciudadano que se han ocultado en el último decenio aparecen ahora a diário.

       Medios de comunicación y subvenciones

          En todas las ciudades que hemos consultado, se inserta publicidad institucional y todas tienen al menos dos periódicos escritos, más las cadenas de radiofrecuencia. En cada una de ellas los diferentes medios de comunicación tiene su propia tendencias, pero en ninguna ocultan las fotografías del alcalde o eluden escribir su nombre. En Melilla desde 2010 se estaba viviendo una situación de dirigismo informativo, en la que toda la información era monocorde, salvo excepciones personales. El rigor en la labor de propaganda del gobierno ha sido distinto en cada medio, y destacaba alguno que buscaba y ofrece todavía una mayor amplitud informativa. En todos era común la ausencia de crítica editorial a la acción del gobierno anterior.

           Los críticos como Cablemel, La Luz o El Telegrama en su último años directamente se dejaban de subvencionar. Salvando siempre al colectivo de trabajadores de la información, aunque algunos nombres de muy buenas periodistas, desaparecieran para siempre del panorama informativo local. Toda esta situación se viene produciendo desde que el actual Gobierno ha decidido dejar de insertar publicidad a mansalva en los diversos medios de comunicación melillenses. A razón de 1,2 millones de euros al año, los diversos medios han recibido en su conjunto 12 millones en el último decenio (2.000 millones de las antiguas pesetas), de los que solo 1/4  ha ido destinado al mantenimiento de los puestos de trabajo. En todo este decenio, el número de trabajadores de los medios de prensa o radio difusión se ha reducido en un 20%, mientras que se reducían costes de explotación y aumentaban o se mantenían los beneficios empresariales.

                                                El dirigismo informativo

            El dirigismo informativo es una tentación totalitaria en las democracias. Se subvenciona para controlar la información y no para que exista la pluralidad informativa, la libertad de expresión o la veracidad informativa. Esto es lo que ha sucedido en nuestra ciudad, en donde se vive una situación inverosímil. Como ejemplo máximo basta con repasar los dos medios impresos que informaban sobre el Día de Melilla, en las ediciones del 18 de diciembre. En uno de ellos no sale ni una sola fotografía del gobierno local ni de su presidente, evitando las tomas generales. En el otro sí hay tomas generales pero no en detalle, por lo que resulta imposible identificar a casi nadie, pero al menos en una de las fotografías sí sale el presidente de Melilla Eduardo de Castro, aunque sea para resaltar al anterior presidente, que está justo detrás. Es la única vez que se ve a un miembro del actual ejecutivo, desde el día 1 de septiembre, en los 25 días estudiados.

              Ahora resulta que solo en El Alminar de Melilla, y  sin pretenderlo,  publicamos las fotografías de los miembros del Ejecutivo Local, asistentes al acto del 17 de septiembre. La inserción de publicidad en los medios de comunicación debe ir orientada a tres conceptos: Mantener la pluralidad informativa, la obligación de emitir una información veraz y objetiva, y sobre todo, mantener los puestos de trabajo.

Notas:https://elalminardemelilla.com/2011/05/31/el-dirigismo-informativo/; https://elalminardemelilla.com/2012/06/06/prensa-subvenciones-y-hemerotecas/

 

 

Memoria e Historia en Melilla


                                  Virgilio Leret sigue esperando

          La Ley de Memoria Histórica fue aprobada por el Gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero el 26 de diciembre de 2007. Desde entonces, y han pasado 12 años, los avances en Melilla han sido nulos, y ya no es cuestión de seguir esperando más tiempo. En nuestra ciudad, bajo el gobierno del Partido Popular no solo no se realizó ningún avance, sino que se produjeron tres clarísimos fraudes, como fueron la sustitución de la placa de homenaje a Franco en el pabellón militar de la calle Castillejos, el entierro subrepticio de los restos del golpista Sanjurjo en Melilla, y el traslado del espadón de la Cruz de los Caídos al cementerio público de la Purísima Concepción. Los dos primeros fraudes a la Ley fueron autorizados por el hoy diputado por Melilla Díaz de Otazu, el segundo por el anterior gobierno municipal. Es hora de corregir ya estos errores.

          Sanjurjo no puede ser exhumado de nuevo, pero tanto la placa falsa plaza de Franco como el espaldón de los Caídos sí pueden ser retirados de forma inmediata, a ser posible antes del próximo 2 de noviembre, cuando las autoridades civiles y militares acuden al cementerio de Melilla para rendir homenaje a los melillenses ilustres, y a los fallecidos en acontecimientos trágicos, como la explosión del polvorín de Cabrerizas, los fallecidos en el accidente aéreo de Pauknair, o la rotura del depósito de agua de Cabrerizas.

                                Virgilio Leret, gloria de la Aviación española

              En la parte trasera del panteón de Aviación del cementerio municipal, existe varias filas de nichos en donde están enterrados militares de aviación, fallecidos en diversas circunstancias, bien en accidentes aéreos en la bade de Hidros de Mar Chica, como caídos en combate de la aviación de Franco, como Jiménez Benamú. También existe un nicho anónimo, en donde quizá reposen los restos de Virgilio Leret, aún sin identificar. Hay otros muchos nichos vacíos, por lo que pedimos que en al menos alguno de ellos figuren los nombres de del comandante de Aviación Virgilio Leret y los alféreces de la Base del Atalayón que fueron ejecutados con él, Luis Calvo y Pedro del Pozo, en aplicación de las leyes de guerra, sin juicio alguno y sin posibilidad de defensa, en la madrugada del 18 de julio de 1936.

                La Ley de Memoria histórica fue aprobada hace ya 11 años, por lo que no entra dentro del periodo de 100 días de cortesía, y porque Pedro Sánchez es Presidente del Gobierno de España desde junio de 2018. Alguna vez hay que empezar a apostar por reivindicar la memoria de los represaliados por mantenerse en defensa de la legalidad del gobierno legítimo. También exigimos a la Comandancia de Melilla, que sustituya la placa del Manuel Romerales Quintero, y se haga constar su grado de Comandante General de Melilla, fusilado en cumplimiento de su deber. Esto no puede esperar más. El gobierno de Zapatero aprobó la Ley, pero le pasó el muerto (Franco) al siguiente gobierno, y todavía estamos con él a cuestas.

 

Nota: https://leymemoria.mjusticia.gob.es/cs/Satellite/LeyMemoria/es/memoria-historica-522007

La noche violeta



             Violencia contra las mujeres

       En Jueces, uno de los libros de La Biblia, se puede leer un caso de extrema violencia contra una mujer, esposa de un levita, o clérigo menor israelita. Los dioses griegos se transformaban de todas las maneras posibles, para forzar, violar y abusar tanto de diosas como de mujeres mortales, ya fuesen de la propia familia o no, y sin distinción de edades*. Los romanos fundaron su ciudad con un gran rapto de mujeres de la tribu de los sabinos, al estilo de los islamistas de Boko Haram. La violación como arma de guerra se extiende desde las épocas más alejadas de la historia, hasta la guerra de Yugoslavia o el genocidio de Ruanda.

              El asesinato y persecución de mujeres dejó su sello indeleble en la Europa luterana y llega hasta nuestros días, con el pavoroso feminicidio de México. Allí hay muchas mujeres y colectivos luchando y denunciando la desaparición masiva de mujeres, que posteriormente son asesinadas. Uno de los casas más estremecedores es el de Ximena, una niña mexicana de Chiapas, que fue secuestrada y asesinada, pero que presentaba indicios de haber sido «anestesiada». Fridaguerrera es el perfil de una activista contra el feminicidio en México, y que ya ha sido amenazada brutalmente para desaparecer.

               La violencia contra las mujeres,  o de género, los asesinatos machistas, los abusos, la trata de mujeres, la prostitución forzada, son una realidad tan grande, que resultan ofensivos todos los intentos de negar esta evidencia, o de enmascararla, como hace Vox. Se había conseguido un consenso entre las fuerzas políticas, que la ultraderecha está dinamitando con la ayuda de Populares y de Ciudadanos.

                            Teléfonos y colaboración contra el maltrato

                  Las nuevas tecnologías están disparando las posibilidades del abuso y control sobre las mujeres (niñas, adolescentes, adultas) y multiplicando las posibilidades del acoso, pero también sirven para denunciar y protegerse. En México la situación es tal, que existen redes que publican las fotografías de las desaparecidas desde el primer día, y muestran sin tapujos los rostros de abusadores, violadores y asesinos de mujeres. En España se intentó esconder el rostro de los integrantes de «la manada» o se oculta todo lo posible al tripe asesino de Valga, José Luis Abet.

          El intento de denigración de la víctima, como en el caso de Pamplona, o el revulsivo voto discrepante de un magistrado, muestran que algo está fallando, incluida la propia Justicia. El incremento de los asesinatos de mujeres, de las violaciones individuales y en manadas salvajes, y de los abusos en el ámbito familiar, hacen necesario un nuevo pacto  contra la violencia de género, una nueva redefinición de los delitos y la tipificación de otros nuevos, el endurecimiento de las penas y también, la actuación inmediata contra los acusados o imputados, así como una protección eficaz sobre las mujeres. Corremos el riesgo de que no se denuncien estos delitos, si las consecuencias para las denunciantes son el escarnio social y el tormento de varios años de proceso judiciales y revisiones de veredictos. El infraconcepto de «violencia intrafamiliar» debería ser desterrado ya del lenguaje político.

          Hay teléfonos para denunciar el maltrato (016), páginas web (https://wrap.igualdad.mpr.gob.es/recursos-vdg/search/Search.action), y la organización ANAR (https://www.anar.org/) para menores, si se piensa que alguien de tu entorno pueda estar sufriendo violencia de género (900202010). Valen tanto para denunciar casos como víctima, como si existen sospechas de que alguien pueda estar padeciendo cualquier clase de maltrato o de abuso.  Es violencia de género y violencia degenerada.

Nota:* Perséfone se encuentra a la manada, Natalia Fernández Díaz-Cabal

Las imágenes del Día D


 

             El Día de Melilla, el del desembarco, siempre deja imágenes dignas de ser recordadas. Han pasado 521 días desde aquel primero del año 1497, porque obviamente tampoco se celebró. Este no será olvidado por muchas circunstancias. El Alminar no ha faltado a ninguno desde su creación , allá por el año 2011. Hemos visto muchas cosas y las hemos narrado y compartido. La historia de las ciudades es la que es, y las efemérides pueden ser o no conmemoradas.

                      Al Día de Melilla le faltan fuegos artificiales y algo más de vistosidad y calor popular. Nadie olvidará el 17 de septiembre de 2019, porque es el primero con un nuevo presidente y una nueva mayoría, tras 19 años de dominio hegemónico del Partido Popular y de Juan José Imbroda, que sí estuvo en los actos conmemorativos. Sin embargo, lo que más resaltaron fueron las ausencias y no las presencias. Faltó la mitad completa del gobierno de la ciudad, perteneciente a Coalición por Melilla. Se les echó en falta por muchas circunstancias y motivos, las más importante es porque ahora son gobierno, y el pueblo los quiere ver, tanto si este es el día de Melilla, como si fuera otro distinto. El día conmemorativo puede cambiarse de muchos modos, y más cuando se detenta el gobierno de la ciudad.

                    Así pues, el Día de Melilla fue el día de las caras largas, sobre todo en la mitad del gobierno que sí asistió a la conmemoración, aunque íntimamente puedan no estar de acuerdo con la conmemoración del «día del desembarco». Se ha manifestado ante toda la ciudadanía, un falla importante en el gobierno. También estaban muy cariacontecidos los anteriores regidores de la ciudad, que llegaron en grupo a la Plaza de Armas, y fueron recibidos con una llamativa y «casi preparada» salva de aplausos.

               Aunque fue recibido con un silencio taurino, estuvo muy digno el presidente de Melillla Eduardo de Castro, que logró sobreponerse a los nervios del frío recibimiento y de la ausencia de la mitad de su gobierno. Su discurso fue sincero, humilde y sentido, muy alejado de la grandilocuencia y de los anuncios espectaculares del pasado.

           Eduardo de Castro reclamó una oportunidad para Melilla, una oportunidad para la convivencia real y efectiva, por encima de los nombres que se pensaban eternos. La convivencia y la igualdad de oportunidades no pueden asentarse solo sobre eslóganes huecos y sin contenidos. La convivencia supone el esfuerzo de alcanzar consensos en una tarea común que es y debe ser Melilla.

          El discurso presidencial estuvo presidido por la lectura del ganador del concurso ¿Qué es Melilla para ti?, el niño Hayzam Chaouqui Mohamed, cuyo texto debería ser reproducido de modo íntegro en los medios de comunicación. Leyó un bonito texto con una serenidad y aplomo impecables.

            El Día de Melilla debe homenajear y reconocer a melillenses, como Mariano Remartínez, la primera persona física que recibe la medalla después del melillense Fernando Arrabal. Hasta ahora solo se le otorgaban a instituciones y a fragatas y corbetas, que igualmente la merecen, junto con los melillenses, porque sin ellos, no existiría nada.

 

 

17 de septiembre


 

Historias del 17 de septiembre

                       El Día de Melilla acabará con Melilla. Esta es la frase pronunciada por el oráculo y tiene una doble lectura, como todas las pronunciadas por los oráculos mas afamados de la antigüedad. La más evidente es que Melilla tendrá su día mientras esta exista, la otra es que el conflicto  sobre la conveniencia de la efeméride pueda acabar con los consensos y equilibrios que sostienen la ciudad.

                           En 1947, el franquismo organizó en Melilla unas jornadas sobre el 450 Aniversario de la conquista de la ciudad. Esa fue la primera vez que se conmemoró como tal, y se celebraron unas jornadas específicas con conferencias históricas, para asentar la efeméride de modo científico. No se averiguó mucho, pero quedó fijado el día 17 como fecha indubitable de la conquista.

                               En 1991, por exigencias del Partido Nacionalista de Amalio Jiménez, el alcalde Ignacio Velázquez lo instituyó como Día de Melilla. Ceuta hizo lo propio con su 2 de septiembre, en el que conmemora la conquista de la ciudad por Portugal. Ninguna otra Autonomía española celebra su día con este tipo de efemérides, aunque muchas ciudades españolas sí celebran sus días, con el de la fecha de la conquista de las mismas por parte de los ejércitos castellanos y/o cristianos. Solo Andalucía y por razones obvias, hace coincidir su Día con el del referéndum que proclamó su derecho a un estatuto de autonomía como nacionalidad histórica.

                               Ignacio Velázquez fue un alcalde muy controvertido, y muy partidario de los dobles gestos. Por un lado instituyó el Día de Melilla, pero también trasladó la estatua de Pedro de Estopiñán de la plaza de Carros, a la ciudad vieja, en la actual plaza de Estopiñán. Separaba así conquista y conmemoración, dejando los fastos musicales para el Auditórium Carvajal. Las turbulencias que se iniciaron en aquella época no parecen tener fin. La falsa paz de los últimos 20 años despliega ahora todo lo adormecido o amordazado.

                                Mustafa Aberchán en la plaza de Estopiñan

                  En septiembre de 1999, el último año del milenio, Mustafa Aberchán presidía la ciudad con los apoyos del GIL, PSOE y el PIM (Partido Independiente de Melilla) del expresidente Palacios. Por aquel entonces los titulares de algún medio bélico de comunicación se referían a él como «Hamed», quitándole toda categoría institucional.

                ¿Qué pasó en aquel día de Melilla?. Nada, salvo lo habitual. Lo único que no hizo el entonces Presidente fue poner la corona de laurel a los pies del conquistador de la ciudad, pero que hicieron de motu propio los entonces líderes de la oposición. Todo lo demás se hizo de igual manera al que hoy lo vemos hoy en día y con la misma escasa presencia de público. La oposición (Velázquez e Imbroda) calificó como chabacanos los actos populares del día, que se llevaron a cabo en la marina seca del Puerto Deportivo.

           Cuando se está en el gobierno no pueden hacerse las mismas cosas que cuando se está en la posición, ni tampoco se puede seguir siendo la oposición del gobierno. Si se forma parte de un gobierno y se quiere cambiar el Día de Melilla, algo completamente legítimo, hay otros cauces además del de la algarada. Cambiar el día de conmemoración de la efeméride, precisa de la formación de una comisión de la Asamblea que anime a los ciudadanos a proponer alternativas sólidas y fundamentadas. Precisa de un debate, de un consenso y de una posterior aprobación en un Pleno. No hay otras vías.

           Melilla tiene otro posible día, con una clara vinculación a la Corona española, es el 7 de junio, aniversario de su incorporación al Reino de España. Hasta ese momento era solo una ciudad ducal. Es justificable que un diputado de la oposición se ausente de un acto institucional con el que no esté de acuerdo, pero cuando se forma parte de un gobierno, se está atado por la coherencia interna. Un gobierno tiene potestad y medios para cambiar cualquier cosa, incluso esta.

      Nota:https://elalminardemelilla.com/2011/06/07/7-de-junio-el-verdadero-dia-de-melilla/

 

 

Torreones musulmanes hispanos


                           Entre Almería y Turégano

Enrique Delgado

         ¿Es Serafín Fanjul un arabista contra lo árabe?. Su libro «La quimera de al Ándalus», escrito en Nijar en 2003, intenta romper la idealización del pasado musulmán hispano, del que tampoco suele tenerse una imagen clara. En cualquier caso es imposible resumir o sintetizar en una imagen única un periodo histórico de 781, ocho siglos. Su tesis principal, declarada en este libro, es negar que la invasión árabe de 711 modificara o dejara algún rastro identificable en el fenotipo hispano-romano, y sobre todo, que perviva herencia genética alguna.

         Para Fanjul, la entrada de los árabes en la legendaria fecha fue un una invasión en toda regla y un vuelco social y político de proporciones no conocidas has entonces. Esto es erróneo, pues fue mucho más cruenta la entrada de los romanos y el posterior proceso de romanización, que no solo duró 200 años, sino que además supuso el exterminio casi completo de grandes y diferenciados grupos étnicos ibéricos. La violencia de las legiones romanas sí es legendaria

           Los árabes, o los omeyas, con su ejército mayoritariamente bereber, se hicieron con la casi totalidad de la península en solo 3 años, y casi sin batallas que hayan dejado algún rastro histórico. Lo que sí es un mito o una quimera es Covadonga, en donde una escaramuza de exploración acabó convertida en batalla decisiva. Quien reivindique a Pelayo y la marca de La Reconquista hace sencillamente el ridículo. Las realidad es que los árabes nunca estuvieron interesados en el norte de España, ni en las tierras por encima de la línea del río Duero. Como ejemplo baste decir que la ciudad de León se mantuvo abandonada desde la caída de Roma en 476, hasta su ocupación incruenta en 856 por Ordoño I de Asturias. Los Reinos cristianos del Norte tardarían otro siglo en rebasar el Duero, y un siglo más en llegar hasta el Tajo en 1085.

      Si en el nombre de una potencia, el Califato de Bagdag, se ocupa una extensión de 600.000 kms² en solo 3 años y se asienta sin encontrar resistencia reseñable hasta casi 3 siglos después, en el final del siglo X, es que no ha existido oposición de ningún tipo. El Reino Visigodo estaba disuelto, carecía de ejército y estructura de Estado, y por eso nadie hizo frente a la invasión de 711. No existe la inversión social y política que Fanjul se esfuerza en poner de manifiesto.

                                   Torreones y murallas musulmanas hispanas

         Escrito todo lo anterior, hay que aclarar que en aquella época no existía el adjetivo islámico como definición política o religiosa. Tampoco había un término único que agrupara a la nueva población bereber y árabe asentada en Hispania. No se les conocía como musulmanes de modo conjunto. En la definición de los términos está empeñada desde hace años la profesora y arabista Luz Gómez García, porque todo debe significar lo mismo para todos, o no habrá manera de aclarar las cosas. Los «arabo-bereberes hispanos» nunca islamizaron ni lo pretendieron, los actuales sí.

          En cualquier caso, todo fue borrado tras la conquista final de 1492 y las «guerras moriscas» de 1500, 1567 y la definitiva expulsión de los moriscos españoles en 1609. No quedó nada de la lengua, cultura o religión de los hispanos de religión musulmana. Solo es posible buscar restos de torreones, de murallas, algún que otro alminar, como el de Bollullos de la Mitación, o alcazabas, como la de Trujillo y sus espléndidos aljibes, además de los monumentos más característicos y universalmente conocidos.

            Los libros de historia en Segovia, apenas dedican una decena de líneas a reflejar el periodo comprendido entre 712, fecha probable de la llegada de los árabes, y 1086, cuando la ciudad y provincia quedaron bajo el dominio cristiano. Por eso resultan sorprendentes los restos de la alcazaba califal de Turégano, no suficientemente reflejada y acreditada como tal.

            Los ejércitos andalusíes y califales tenías dos rutas principales de ascenso hacia el norte, según el historiador Fernando Aznar, una la de Mérida y la otra la de Toledo y Madrid. Al carecer de fuentes, debemos comparar estructuras. Las murallas de Turégano son califales. El tipo de construcción y la presencia del adarve (pasadizo interior) acreditan  su adscripción. Sin embargo, Turégano está muy cerca del Duero, la marca norte del territorio Andalusí, de ahí la importancia de esta alcazaba, su antigüedad y su gran perímetro.