Las verdades del barquero


                      Las claves del contrato marítimo de Melilla

            Estas son las tres verdades del barquero: (1) Quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro; (2) El que no está acostumbrado a bragas, las costuras le hacen llagas; (3) El pan duro, duro, vale más que ninguno. Son tres verdades simples y formidables, casi tanto como las verdades de Perogrullo. El problema radica en que el barquero y su grumete creen haber descubierto la pólvora, pero el resto de la ciudadanía sabe que la profundidad de sus pensamientos y verdades, no alcanza siquiera a la de un charco, al que tiras una piedra y te salpica.

      El pasado mes de abril, cuando el barquero y su grumete anunciaron que íbamos a tener el mejor contrato marítimo de todos los tiempos, algo nos hizo sospechar y así lo manifestamos en El Alminar: https://elalminardemelilla.com/2013/04/21/el-contrato-maritimo-de-melilla/.

                              ¿A quién le presentaron el pliego de condiciones?

       Nadie en su sano juicio o que conozca mínimamente el mundo de la navegación marítima. redacta un pliego de condiciones sin tener en cuenta la capacidad y la intención de las compañías existente.  Según nos han contado, Acciona/Trasmediterránea, no tiene los barcos adecuados para cumplir ese pliego o llegaría muy justa a sus condiciones, por lo que todos creíamos entender que se pretendía favorecer a Armas y así lo dejamos escrito en la entrada referenciada. Uno debe sondear antes a las compañías, ver sus disponibilidades y sobre todo, sus intenciones. En las declaraciones de estos días, el Consejero de Economía Daniel Conesa manifestaba que «iban a empezar a hablar con las compañías», de lo que deducimos que no lo habían hecho antes. La bofetada que han recibido, al no presentarse ninguna naviera a la licitación, es extraordinaria.

       Una vez anunciado el pliego de condiciones,  el que nos merecíamos los melillenses, en las presidenciales palabras del Gran Timonel  (que me perdonen los maoístas), el corifeo mediático empezó a inocular noticias de las excelencias marítimas de Armas y a dar a conocer sucesos espeluznantes de Acciona, en una campaña indisimulada de dirigismo informativo.

      ¿Qué es lo que ha fallado?. Les ha fallado Armas, una naviera muy sólida y bien implantada en el archipiélago canario, que no ha mostrado interés alguno en el contrato.  Las navieras obtienen sus beneficios de la carga, y debido a la crisis el tráfico de mercancías ha decrecido mucho. El tráfico de pasajeros es un complemento que solo da rendimientos en los meses de verano y en los periodos de Semana Santa, Navidad y la Operación Paso del Estrecho. La presión de Acciona/Trasmediterránea es también muy fuerte, porque lleva más de un siglo realizando estas rutas entre el sur de España y el Norte de África. No es tan fácil como pueda pensarse el acabar con una línea y unos intereses de semejante envergadura. Las navieras no suelen pisarse el terreno entre ellas, ni invadir los intereses ajenos, ni siquiera las piratas.

                                                 El problema y las soluciones

         Se reconoce la intención de mejorar la calidad de los transportes, pero nada mas. No es de recibo el trato que Acciona somete y ha sometido  a los viajeros melillenses, con un barco como el Las Palmas de Gran Canaria, pero también es verdad que no se pueden desencadenar «batallas navales» sin contar con la información y los medios de presión adecuados. A lo mejor, el gobierno socialista de Zapatero no era ni tan inepto ni tenía tan poco amor a Melilla como intentaron hacernos  creer los medios de incomunicación de la ciudad. A lo mejor el problema está en que las navieras saben que la única obligación legal que tienen es la de establecer tres trayectos semanales por cada destino (tres viajes a Málaga y tres a Almería). A lo mejor es que las que están en la posición de fuerza son ellas. Quizá sea así de simple.

        De momento ya ha anunciado, el gobierno de Melilla, que renuncia al objetivo de tener billetes más baratos. las otras dos condiciones eran mejores barcos y mejores horarios. Veremos a que más cosas renuncias y si al final nos tenemos que quedar con la tercera verdad del barquero, la del pan duro de Acciona/Trasmediterránea.

       PD: la antigua bandera de Trasmediterránea sigue ondeando sobre la azotea de una casa en el barrio del Real.

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En el anuario de Mena


          Mena es un nombre que dice mucho por sí solo, y nombrarlo supone tanto como hablar del artista e imaginero  granadino Pedro de Mena y Medrano, de la Cofradía de Mena o de la propia Málaga. Mena es también un nombre asociado a La Legión y a su Cristo de La Buena Muerte. Estas son las grandes trazas de una historia de la que ya se ha escrito mucho en El Alminar. Sin embargo no se ha escrito casi nada sobre la génesis de un artículo que no nació para ser publicado: la leyenda del Cristo de Pedro de Mena. Este artículo lo escribí en los últimos meses de 2010 y lo tuve guardado hasta el mes de julio de 2011 (https://elalminardemelilla.com/2011/07/03/la-leyenda-del-cristo-de-pedro-de-mena/  ), fecha en que lo publiqué en el blog. Lo había enviado a distintos lugares, la Cofradía de Mena entre otros, pero nunca obtuve respuesta alguna. La verdad es que tampoco me importaba porque no fue redactado para su divulgación. El texto tuvo cierta vida interna y lo envié a unas 20 diócesis españolas. Todas las que respondieron  agradecieron tanto el texto como la fotografía, editada en forma de calendario, que es la única visión frontal existente de la primorosa imagen esculpida por el imaginero barroco Pedro de Mena. Las respuestas de las diócesis españolas manifestaron dos cosas: la primera es que desconocían la historia completa de la escultura y la segunda es que tampoco conocían la imagen original de la talla. Ese era el único objetivo que pretendía y fue logrado. Desvelar pero en silencio.

                     En el tercer mes de existencia del Alminar decidí publicarlo, aunque con alguna resistencia interna, pues se trata de una visión intimista y casi mística de la impresión que me dejó la contemplación, con ojos artísticos, de la efigie del crucificado de Mena.  En aquel lejano y oculto mes de julio, este entonces  incipiente blog casi alcanzó las 2500 visitas, con una media de 80 diarias. Fue una publicación, pero relativa, con una octava parte de la repercusión que habría obtenido ahora. El caso es que tampoco pretendí eso en aquel momento.    Aun así, el artículo continuó con su propia existencia y desarrollo, en el que yo no intervenía en nada. Hoy, si en los buscadores Google o Bing se escriben la palabras «cristo de mena leyenda», aparece el artículo entre los primeros de los más de 100.000 resultados que ofrecen los buscadores de internet.

                   La Congregación y Hermandad de Mena en Málaga publica una revista anuario en la que dan noticia de sus principales actividades, así como la inclusión de artículos, poesías y textos, tanto de sus imágenes titulares como de otros aspectos de la vida de la Congregación. Mi sorpresa ha sido que en el anuario de 2013, editado a finales de año, aparecía incluido mi artículo, entre las páginas de su edición nº 60.

                Esto es algo que no esperaba, pues una revista de cofradía y más si se trata de la de Mena, no es un objetivo accesible para cualquiera.  Esa labor de apadrinamiento del artículo fue llevada a cabo por una comentarista asidua de este blog, Cruz de Malta que creyó en el artículo desde la primera vez que lo leyó y lo presentó a  Antonio Jesús González, Hermano Mayor de la Congregación de Mena.

               PD: el artículo debía estar acompañado de su fotografía, la que inspira el texto, pero cuando uno llega al cielo de Mena, no cabe poner objeciones.

Los cuernos del rinoceronte


                                                              Artefactos para remolques en automóviles

       Al aparcar en Melilla hay que tener cuidado no solo con los bordillos elevados, que han conseguido acabar con la mayor parte de los embellecedores de todo tipo de vehículos, sino también con las bolas de enganche para remolques, que obligan a dejar una distancia todavía mayor con los vehículos que la llevan, para evitar riesgo de quebrar o dañar el parachoques. Hay todo tipo de bolas y de instalaciones, y algunas sobresalen quizá demasiado, pese a que hay una normativa específica de la Dirección General de Tráfico.  Lo normal sería desinstalar la parte final o bola saliente, cuando no se está portando remolque alguno, lo cual sucede a lo largo de 360 días al año.  Muchas veces sucede que este tipo de artilugios acaban siendo utilizados como defensas anti-aparcamientos cercanos, dada la costumbre que tienen algunos conductores de situar el coche tan próximo, que luego resulta casi imposible desaparcar o se hace necesario un número excesivo de maniobras.

        Hay fabricantes que incorporan un parte desmontable del enganche, que es la bola que sobresale por detrás de la carrocería del vehículo, porque lo que está terminantemente prohibido es la manipulación de estos artilugios desmontables fuera de los talleres autorizados. Para cualquier otra diferencia de tipo técnico, deben ser homologadas en las Inspecciones Técnicas de Vehículos, que deben resolver cuáles están fuera de la normativa en vigor. En cualquier caso, es otro elemento a tener en cuenta a la hora de aparcar.

       Los llamo cuernos de rinoceronte porque un fabricante coreano de coches llamó así a uno de sus vehículos más populares, un mastodóntico 4×4.

De monolito a blosco


 

             Los cambios de estado en las cosas

     Las cosas pueden cambiar de estado y eso es  algo establecido por la ciencia, en un proceso lineal que va de líquido a sólido,  y/o hasta el gaseoso. Las cosas pueden cambiar dentro de un mismo estado y sin mediar proceso alguno. Este es el caso del monolito balizador turístico de la Iglesia de La Purísima, que ha pasado de su estado inicial de baliza, al de blosco, en un proceso que ha durado en año, contado desde el momento de su instalación. El deterioro no es inmediato, ya que en todo ese proceso ha estado 9 meses en estado de cochambre. Estos monolitos de piedra artificial dieron mucho que hablar desde su instalación.

     Se trataba de una campaña de señaladores de rutas turísticas, muy cara, y mal llevada a cabo desde el principio. Las losetas del suelo apenas se ven ya, entre la mugre habitual de las aceras. Los monolitos fueron más instalados y algunos se derrumbaron solos. En otros era mayor el tamaño de la losa de mármol que el propio monolito y tuvieron que ser recortados.

     El 28 de marzo del pasado año ya dimos cuenta de que el monolito de La Purísima había sido reventado en una acción vandálica, o quizá también por acción de algún coche de furgoneta de carga y descarga. El caso es que su fin ha sido el suelo. Ya no es un monolito. Es tan solo un blosco.

    La campaña fue una manera más de tirar el dinero, porque ni siquiera hay mapas con los senderos o rutas que marcas esos monolitos y losetas.

Notas: (1) https://elalminardemelilla.com/2012/07/21/campana-melilla-renovada/

                (2) https://elalminardemelilla.com/?s=monolito+reventado

Los silencios del Alminar


                                                        Ángel del silencio                                        

El silencio es ausencia  de ruido o de cualquier otro sonido. En El Alminar hay días de silencio, días en los que no hay nada que decir, o en los que la saturación es tanta, que cuesta decidirse por un tema. Hay veces que tras la tempestad se busca la calma, días en los que se hace necesario enmudecer, no decir ni escribir nada. Algunos de esos días son productivos, porque permiten observar cosas nuevas, repasar las carpetas de fotografías e imágenes y utilizarlas para nuevos temas o entradas. El silencio es ambivalente, a veces es elocuente y otras ofensivo. A veces es necesario decir cosas y otras es necesario callar. Utilizar el silencio como recurso tiene también sus riesgos y sus efectos. No debe ser utilizado sin ciertas reglas, sin ciertas advertencias. El silencio puede ser la semilla de la creación y también signo del fin de toda existencia. Permanecer en silencio cuando hay que hablar es malo y la inversa también. No puede aconsejarse nada sobre el silencio, porque cada en situación deber valorarse lo que hacer. El silencio es defensa, y también puede ser un arma arrojadiza. ¿Dónde buscarlo, dónde hallarlo?. Su doble significado crea problemas difíciles de resolver. Quien espera una respuesta y sólo encuentra el silencio puede quedar aun más confundido. Existe quien manifiesta su rechazo o desdén ante algo con el silencio más absoluto, pero al final puede resultar una maraña que envuelve incluso a aquel que la utiliza. Una de esas situaciones irresolubles es cuando el silencio no significa absolutamente nada, cuando solo es una situación, un estado y alguien se empeña en buscarle significado. Hay demasiados tipos de silencio y algunos son solo silencios. Una pausa.

        Simplemente a veces es necesario no ir más allá. Buscar un punto, un momento y detenerse, sin más. Nosotros permaneceremos aquí, aun cuando a nuestro alrededor se extienda un manto de silencio. Escribir o hablar frente al silencio no es fácil, en realidad El Alminar es parte de él. Envueltos en el silencio todo se escucha mejor y siempre es preferible al ruido.

Nota: la fotografía es del ángel del silencio en el cementerio de Melilla.

El anuncio de lo inexistente


El anuncio inexistente

                      Este cartel anunciador de las mil y una excelencias de ocio y compras de nuestra ciudad, anuncia lo que ya no existe y lo que existe,  no lo anuncia. Desconocemos por completo quién gestiona este panel, o si ya solo es un resto de una campaña ya vencida y que nadie se atreve a quitar, entre otras cosas porque ya no pertenece a nadie. A bote pronto, y entre mucha información de dudosa utilidad, se identifican al menos una decena de establecimientos que han dejado de existir hace algunos años. Hemos señalado unos cuantos, pero dejo a los colaboradores y comentaristas del Alminar la identificación de algunos más. Existen dudas acerca de los talleres y establecimientos náuticos de Puerto Noray, pero al carecer de embarcación no puedo confirmarlo. Está situado en la plaza de Menéndez Pelayo. Todavía alguien lo mira, intentando extraer alguna información del mismo. Si las cosas no se vigilan y mantienen, aparte de perder la utilidad para la que fueron concebidas, se convierten en armatostes  en la vía pública.

El gran lío del Rastro


                       Las imágenes no son de hoy, pero da igual, porque esto sucede en el Rastro todos los días. Es una zona caótica y sin regulación de tráfico. Aquí no se invierte nada, porque no se ve. No hay rotondas, casi ni señales, pero tampoco existen normas civilizadas. En este punto confluyen los flujos de tráfico de las calles García Margallo, de Gran Capitán, y de la carretera del Tiro Nacional, más la subida hacia Montes Tirado y el giro hacia García Cabrelles. En la práctica se puede realizar casi cualquier giro. Aquí se atasca la COA (autobús de Melilla) todos los días, al menos media docena de veces. Para solucionar este inmenso enredo, que más parece una pista de coches de choque, con coches girando en cualquier dirección, bastaría con impedir que la circulación procedente de la calle Gran Capitán, pueda seguir en dirección ascendente hasta la calle Montes Tirado, cortando a su vez los vehículos que giran desde García Margallo en dirección a García Cabrelles. No hace falta una rotonda millonaria. Con una señal y una isleta sobre la calzada sería suficiente. No hay carriles marcados sobre el pavimento. No están indicadas las zonas de giro. No hay señal que prohíba nada. En teoría, todo está permitido aquí.