La manos atadas del Cautivo
Enrique Delgado
La imagen del Cautivo apareció por primera vez en Málaga en 1940. Cuentan los que saben, los que lo vivieron, que el impacto fue tremendo. Acabada la Guerra Civil, con España llena de presos políticos, apareció una figura grande, poderosa, con las manos atadas, desfilando por la calles de Málaga, vestido de blanco inmaculado, el blanco de los inocentes. Se puede imaginar el estremecimiento de las gentes al verlo, la mayoría con familiares y conocidos, en las prisiones de Franco. Las autoridades religiosas lo miraron con recelo, las civiles y militares con desconfianza, pero era El Cautivo, era Ntro. Sr. Señor, era el inocente crucificado. No podían hacer nada contra una imagen así, pero captaron el mensaje y por ello la relegaron al lunes, fuera de los días oficialmente santos, los del jueves al domingo. Buscaron cualquier atisbo de herejía en la imagen, obligaron a cubrirla con una capa, la calificaron como poco valiosa desde su condición artística. Una vez cubierta, con su impactante y llamativa capa blanca, también buscaron si ese color, era indicio de algo más. Al tratarse de un nazareno, lo normal es que la capa hubiese sido morada o bermeja.
Salió El Cautivo y paró Málaga y desde entonces fue siempre así y desde el primer momento se convirtió, por encima de cualquier cosa en El Señor de Málaga, en título y honores no oficiales, y que nadie ha puesto en duda desde entonces. Todos veían en la poderosa imagen de las manos atadas, la imagen de la injusticia, la acusación directa y firme a quienes se sublevaron en nombre de Cristo y no ofrecieron ni paz, ni perdón. Cuentan, o a lo mejor lo he podido leer en algún libro o artículo, que más de alguno no soportaba mirar a la imagen cuando pasaba frente a la Tribuna de autoridades. Habían llegado al Poder “los sanedrines y los sayones”, los que crucificaron a Cristo. Eran malvados, pero eran listos y captaron el mensaje. Según José Jiménez Guerrero en La Semana Santa de Málaga: “La imagen de Jesús Cautivo fue procesionada por primera vez en 1940, por ex cautivos de la Guerra Civil. Sin embargo, el impacto devocional que produjo esta imagen hizo cambiar en los años siguientes esta primitiva concepción”. Eran ex cautivos de la llamada zona roja o republicana, pero el rápido arraigo del paso procesional, indican que la gente vio reflejada allí sus vidas de otra manera, en un sentido contrario a la intención oficial, o quién sabe. En solo un año, en una sola aparición, los lunes de Semana Santa se convirtieron en los Lunes del Cautivo y desde hace 72 años sigue siendo así.
Las manos atadas del Cautivo
La renuncia a la defensa resulta a la larga ser un arma poderosa. Estar con las manos atadas implica, en muchos casos, no poder tomar una acción determinada, por el árbol de consecuencias que se derivarían de ella, o porque a veces resulta toda una decisión no responder de modo alguno. La situación de indefensión es algo mucho más general y común de lo que uno se imagina. El sistema, mucho gente que lo representa, está esperando una sola acción por parte nuestra, para justificarse en su acción de venganza. Lo vemos todos los días en innumerables y distintas circunstancias. Aquí también se produce una doble paradoja: Por un lado la renuncia a responder en la misma forma en que se nos agrede suele desactivar la violencia y no hacerlo, implica que muchos actúen con más saña contra el indefenso y el desprotegido. Ambas cosas la estamos viendo también a diario. Responder, implica por lo general, satisfacer la necesidad de justificación del agresor.
El mismo Cautivo, tiene las manos atadas por los fuertes condicionantes en los que surgió. Después de 72 años, el lunes aplasta al Cautivo y la propia Cofradía se ve atrapada por una serie de circunstancias que la constriñen y la impiden brillar a la altura de su imagen titular. Pare el próximo año, el 2013, se plantean una serie de cambios, tales como abandonar la calle Carriles, llena de bolardos que impiden el tránsito del paso, o el salir a mediodía, para evitar el regreso de madrugada. El mundo y las calles ya son hostiles, incluso para El Cautivo. Hace ya mucho que esta imagen debería procesionar en Jueves Santo, pero tal y como son las relaciones entre cofradías, antes veremos a una mujer como Papa de La Iglesia.
El Cautivo
¿Es la Semana Santa un fenómeno tan generalizado como parece, o está sobre dimensionada por su condición cultural y de atracción turística?. ¿ Existe algún refugio interior a la zozobra que se está extendiendo por la sociedad?. ¿ Es una imagen inerme y que renuncia a su defensa un símbolo que todavía puede conmover a alguien?. Hay una cosa cierta y es que gente malévola encuentra justificación a sus acciones, en el mismo lugar en el que se refugia el inocente o el indefenso. ¿Cómo defender esa religiosidad popular, pagana en la mayoría de los casos sin justificar a La Iglesia?. Al Cautivo, enclavado en el popular barrio malagueño de La Trinidad, acuden tanto creyentes como agnósticos, gente de misa diaria y gente que no pisa la iglesia. Es un fenómeno complejo pero poderoso, de hondas raíces, de creencias populares con las que La Iglesia tuvo que convivir, muy a su pesar. Las Cofradías malagueñas fueron expulsadas del interior de los templos por un obispo, Balbino Santos Olvera y constituyeron sus célebres «tinglaos».
En cualquier caso, todo el texto sirve como metáfora total. ¿Estamos con las manos atadas frente a lo que nos espera?, ¿qué hacemos?, ¿permanecemos así o empezamos a defendernos de alguna manera?.
Notas: http://www.malagahistoria.com/malagahistoria/barrios/trinidad.htm
http://www.diariosur.es/20090406/semana-santa/cautivo-trinidad-anos-dehistoria-20090406.html
PD: Fotos Cruz de Malta