- Luz de otoño
- Otoño en Melilla
Acaba el mes de septiembre. En El Alminar es más lo que no se ha visto, que lo que se ha mostrado. En apariencia ha sido un mes normal, sin demasiados entradas, pero con una afluencia constante. No ha sido fáciles las cosas aquí dentro. Muchas de las cosas que ocurren o pasan, se disuelven como las gotas de lluvia, sin que jamás nadie se percate de ello. La mayor parte de los colaboradores están en el papel de observadores. La desesperanza aumenta y las personas se sienten cada vez más inermes ante la magnitud de lo que está pasando fuera. A veces tenemos la tentación de creer que aquello que nos pasa a nosotros, es más de lo que le pasa a cualquier otro. La realidad muestra que atravesando la capa superficial que cubre todo, hay decenas de situaciones personales desgraciadas, de las que jamás se sabrá nada, y que nunca tendrán un testigo que las relate. El mundo de la política ya no interesa a nadie. La clase política vive en su propio mundo, en su propios debates, y la gente se las apaña como puede. Nuestro dolor o la desgracia del vecino, no es más importante que aquella que le acontece a otro. Todo pende de un hilo para todos, sin embargo unos pocos, cada vez menos, siguen blindados a cualquier contingencia social. Ya hay dos mundos, el de aquellos que nos gobiernan, con sus disquisiciones y su constante fuga de la realidad, y el del resto de las personas, que a duras penas mantienen o mantenemos unos logros sociales, que costó muchas generaciones conseguir. Mucha gente quedó en la cuneta, y otra mucha seguirá quedando para mantener este sistema inmoral, al que ya nadie defiende. Al principio, en los primeros meses de la ofensiva neoliberal del nuevo gobiernos, comentaristas muy aguerridos intentaron defender esas reformas. Hoy, esa política económica impuesta desde fuera, está afectando a todos, incluso a la enorme masa social (11 millones de votos), que otorgó la mayoría absoluta al Gobierno del PP. Alguien está talando el árbol de la protección social por la base, con la excusa de una mala gestión económica anterior ( la del gobierno de Rodríguez Zapatero), que indudablemente hubo.
Hay poca luz y demasiada sombra. Desde El Alminar se sigue viendo todo, cada vez más de lo que desearía. Han cambiado mucho las cosas desde esta entrada*, sobre todo, que entonces había esperanza y ahora casi no. ¿Seguimos contando las cosas?. Cada vez las fuerzas son más escasas y las ocasiones para hacerlo no son tantas. Es necesario también abstraerse y olvidarse de todo esto. La lucha contra el tiempo es algo que siempre se pierde. ¡Dejemos que acabe ya septiembre!.
Nota *: https://elalminardemelilla.com/2012/02/25/la-niebla-cubre-el-alminar/