


No es posible una segunda renuncia papal, porque situaría a la Iglesia sobre el mismo límite del cisma y de la confusión completa. No puede haber un segundo pontífice recluido en el monasterio Mater Ecclesiae o con las monjas de Santa Marta. Esto trasmitiría la imagen de que un Papado puede ser influido por el mundo y sus acontecimientos, y ser obligado a la renuncia, aunque se aleguen motivos físicos. Disolvería la idea de una Iglesia de inspiración divina, y la colocaría al mismo nivel que cualquier otra institución mundana, que puede ser depuesta y desviada por los métodos tradicionales de la política humana. Si Francisco I dimite o renuncia, será el último Papa de una Iglesia única y lo que seguirá no será otra cosa que su fragmentación universal. Si se ha puede forzar la renuncia de dos Papas consecutivamente, volveremos a a las políticas medievales y a las deposiciones papales. Hasta que se instale uno que sea agradable a los poderes económicos y políticos que rigen el mundo.
La lista de san Malaquías
La expectativa del fin del mundo surge del propio Jesucristo cuando se refería a una inminente acción del Padre, del Creador, en la llegada de su Reino Universal, que pusiese fin a las tribulaciones del mundo. El no cumplimiento de la predicción, obligó a una reformulación de la misma. En el año 1000, se dio en Europa un nuevo milenarismo o anticipación del fin del Mundo, que evidentemente no llegó a producirse, ni siquiera por aproximación. En líneas generales, el 1000 fue un año tranquilo y los horrores de la Peste Negra quedaban aun lejos. Ese fallido final quizá diese origen al nacimiento de la herejía cátara en el siglo XI.
En este ambiente, un monje nacido en los años finales del siglo XI, Malaquías de Armagh, elaboró o dictó, supuestamente, una lista de lemas de carácter profético sobre los Papas reinantes y por reinar, desde su época hasta el fin del Papado. Son 113 lemas que se inician con Celestino II, proclamado en 1143 como 165º Papa de la Iglesia de Roma, y fallecido al año siguiente. Malaquías, el monje irlandés, murió en 1148. Si cada lema corresponde a un Papa, como suele admitirse por todos los estudios del asunto, y el primero es Celestino II y los sumamos al ordinal papal, tendríamos 112 Papas más a partir del primero, el último Papa sería pues el 267º, y Francisco I es el 266º. Ocurre que entre aquel tiempo y el presente ha habido cismas, dobles Papas e incluso antipapas, lo que altera la posibilidad de que el actual Pontífice sea o se corresponda con el último de la lista, o el que de paso al final. No es lo mismo.
La elección del cardenal Jorge Bergoglio como Papa el 13 de marzo de 2013, fue anómala, aparte de la coincidencia de la presencia del número 13, que será el ordinal que ponga fin a las sucesiones papales, y a la llegada de Pedro Romano, en la línea o lema 113 de las predicciones de Malaquías. Fue anómalo porque surgió en un cónclave previsto y establecido por otro Papa, Benedicto XVI, que estaba vivo y ejerciente hasta la designación del sucesor. Benedicto XVI, vuelto a la condición de cardenal tras su renuncia, era el Papa 265º, cuya suma del ordinal nos da también la cifra de 13, que fue anunciada el 11 de febrero de ese mismo año. Benedicto XVI murió el 31 de diciembre, que no es otra cosa que la inversión del número 13.
La validez de la lista es innegable, entre otras cosas porque fue publicada en 1595 por el monje benedictino Arnold de Wyon, siendo imposible conocer qué ocurrió o como se transmitió esa lista entre el siglo XIII, fecha de su elaboración y la de su publicación. Su validez profética, teniendo en cuenta que es un texto que anticipa acontecimientos o nombres con varios siglos de antelación, está fuera de toda duda, aunque se atribuya es coincidencia al azar o a la inspiración divina.
Petrus Romanus
Pedro es piedra, y no será ese el nombre del último Papa, porque en dos milenios de historia ningún cardenal ha sido tan pretencioso como para escoger ese nombre para su pontificado. Es un nombre solo reservado al fundador, al designado de modo directo por Jesucristo. Sin embargo, Petrus sí resulta un sinónimo de Papa en el ámbito eclesiástico, por lo que la lista revelada en el siglo XII y publicada a finales del XVI (400 años después), predice o augura que el próximo Pontífice de la Iglesia Católica será italiano, o sea, romano, porque en aquella época Roma era Italia eran la misma cosa. Esa línea o lema 113 es la clave de una lista que atraviesa ya ocho siglos y cuya coincidencia mayor se estableció con Albino Luciani o Juan pablo I (109- De Medietate Lunae)*, al que proclamaron santo para evitar más especulaciones sobre su muerte.
In psecutione extrema S.R.E. sedebit
112– En la persecución máxima (Sanctae Romae Eclassiae) se sentará. 113– Petrus romanus qui pascet oves in multis tribulationibus, quibus transactis civitas septicollis diructur et Iudex tremendus iuduicabit populum suus. Finis (Pedro romano, que apacienta las ovejas entre muchas tribulaciones, después de las cuales será destruida la ciudad de las siete colinas y el Juez terrible juzgará a su pueblo. El fin)
En el siglo XIII existía un miedo tremendo al Juicio final y al fin de los tiempos. Europa era casi todo el mundo posible en una Tierra que todavía era plana. El fin del mundo se identificaba con el fin de la Iglesia y la caída de Roma. Lo que hay que resaltar es que supuestamente son las profecías de un monje irlandés del año 1100, que las redacta para casi un milenio de vigencia. Si trazó un horizonte de 112 pontífices sucediendo al entonces reinante en 1143, es porque quiso hacer exactamente eso.
Las Conjeturas
El sacerdote jesuita Juan Manuel Igartua realizó su estudio sobre las profecías atribuidas a Malaquías en el año 1975, antes de la llegada del Juan Pablo II (110- De labore solis), Benedicto XVI (111- Gloria olivae), Francisco I (In persecutione extrema). La Gloria del olivo y psecutione extrema parece unificar un tiempo de crisis y persecución (escándalos de la Iglesia), en el que dos Papas están unidos en el tiempo, de hecho entre 2013 y 2022 han existido dos pontífices máximos, se diga lo que se diga. El tiempo de «persecutione extrema» es este. Por tanto Gloria olivae unifica a ambos, porque son 112 lemas papales y el último es Petrus romanus, porque Francisco I no renunciará y tampoco puede cerrarle el paso a la «divina providencia», que todavía no se ha manifestado, pero lo hará.
Las muchas tribulaciones
Son muchas las tribulaciones ahora mismo en desarrollo. Hace un año nadie contaba con la nueva guerra que Rusia ha desencadenado en Ucrania. Hace dos nadie pensaba en la pandemia mundial que asola el mundo desde 2020. Tampoco se pensaba en la Iglesia colapsada por escándalos de pederastia y financieros, desde hace dos décadas. La posibilidad de disparos nucleares es algo que no puede ya descartarse (los líderes mundiales están suficientemente locos), ni tampco la escalada internacional en la guerra de Ucrania.
Europa es el espacio físico que constituía todo el orbe de Malaquías en el siglo XII. La Iglesia actual está dividida en dos grupos, el de Sal terrae (la sal de la tierra) o tradicionalistas, y el grupo de San Galo, o modernistas, partidarios de una acomodación de la doctrina, manteniendo las creencias más irrenunciables y los pecados más básico. Esto es algo muy próximo al protestantismo luterano. La aniquilación total del Syllabus de Pio IX, hasta la llegada de Pedro Romano. Finis
Nota: El enigma de la profecía de San Malaquías, s.j. Juan Manuel Igartua. Ediciones Acervo (1975). https://elalminardemelilla.com/2020/05/08/dos-papas-y-una-sola-profecia/