INE: El gran desconocido electoral


El INE ha tramitado más de 8,2 millones de votos por Correo desde marzo

El organismo encargado de la elaboración del Censo Electoral, y de la tramitación de las solicitudes de voto por correo es el Instituto Nacional de Estadística, con competencias y funciones definidas por la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (LOREG). Como tal, los delegados del INE en cada provincia son miembros natos de las Juntas Electorales de Provinciales y de Zona. Aunque su cierre se fija con una fecha determinada con respecto a las elecciones, el Censo Electoral es un registro vivo, en constante actualización y cambio.

La solicitud del voto por correo puede realizarse desde la semana siguiente de la convocatoria electoral. En las elecciones Municipales del mes de mayo, el INE tramitó 1 millón de solicitudes de voto, a las que se suman los casi 2,6 millones de votos por correo tramitados para las Elecciones Generales de hoy 23 de julio de 2023. Y todo se realiza con el personal funcionario y laboral de las delegaciones provinciales de Estadística, que aparte siguen realizando las innumerables «estadísticas públicas» que se elaboran mensualmente, además de todas las labores de registro y documentación internas.

Historia y leyenda del Instituto Nacional de Estadística

El origen remoto del lo que hoy conocemos como INE, tiene su origen en el reinado de Isabell II, y con el General Narváez, el espadón de Loja, como presidente del Consejo de Ministros, en el año 1856. El primer censo general de población en España fue elaborado en 1861. En aquellos tiempos el sufragio era universal, pero masculino, con gran preponderancia del cabeza de familia. Sin embargo ya aparecían todos los nombres que hoy son, como el del Ministerio de Fomento, a cuyo frente se encontraba otro gran espadón, el General Serrano, regente y republicano a la vez, aunque en distintas momentos.

El Instituto Nacional de Estadística como tal, fue creado en 1945, mediante una ley promulgada en las Cortes franquistas. Su estructura es independiente, con patrimonio propio, y con implantación en todo el territorio nacional, contando con una delegación en cada capital y provincia española. Sus funciones están definidas por la Ley 12/1989, de 9 de mayo, de la Función Estadística Pública. También está integrado en la Red de Oficinas Estadísticas Europeas (EUROSTAT)

¿Qué lleva un sobre de voto por correo?

Un sobre de voto por correo, que se elabora manualmente, lleva una etiqueta identificativa con código de barras, lo que impide su manipulación o fraude. En cada sobre se introduce la certificación censal que acredita al votante, y sin la cual no podría votar. Así mismo, se introduce la hoja con las instrucciones de votación o HIVRAE, los sobres correspondientes a la elección correspondiente (municipal, autonómica, congreso, senado) y la hoja bloque con todas las candidaturas. En los 3,6 millones de votos por correo tramitados se han introducido un mínimo de 5 documentos por sobre, lo que arroja una cifra de 18 millones de documentos, papeletas o sobres, solo para los solicitantes del voto residentes en España.

Los residentes ausentes o CERA

El CERA es el Censo de los Españoles Residentes Ausentes, en el extranjero, cuya cifra alcanza los 2,3 millones de españoles, a los que se les ha remitido «de oficio», los sobres de votación con toda la documentación electoral. Como ha sido dos convocatorias, son 4,6 millones de sobre de votos por correo enviados, desde los 39 residentes españoles en Albania, o al único español en Turkmenistán, como a los 432.272 residentes en Argentina o los 237.687 de Francia. En total 23 millones de documentos, papeletas y sobres introducidos en «el sobre nodriza«.

En una Democracia debe fomentarse la participación a toda costa, por lo que este tipo de votación es muy útil, existiendo un organismo independiente que vigila y elabora el censo, y que tramita todas las solicitudes de voto por correo, como es el INE, y que participa en las Junta Electoral Central y en las de Zona.

El problema de la falta de tiempo

¿Cuál es el fallo de la LOREG? Los plazos. No es congruente que el voto puede ser solicitado desde el mismo momento en que se realiza la convocatoria, y que los partidos políticos consuman casi un mes de plazo para hacer públicas sus candidaturas, como si se tratase de un cónclave del Vaticano. Durante todo ese mes, las solicitudes de voto por correo se empiezan a acumular en las delegaciones del INE, sin posibilidad alguna de envío. Luego hay que esperar una semana más para las clásicas impugnaciones y reclamaciones de las listas presentadas, y las mil quisquillosidades de los partidos.

Al final, durante los dos meses sobre los que se prolonga una convocatoria electoral, el envío de los sobres con las candidaturas concurrentes, se realizan en las 3 últimas semanas (en aquellas provincias en donde no hay reclamaciones), y Correos, el ente público que reparte toda la documentación electoral y tramita la solicitud inicial, apenas cuenta con semana y media para el reparto de 2,6 millones de sobres. Urge una reforma y recortar el exagerado plazo del que disponen los partidos para proclamar sus candidaturas. Tanto el INE como Correos han cumplido con sus funciones asignadas.

Melilla 2023, record mundial absoluto

Solo algunos Estados superan la cifra del 20% de votos por correo emitidos, sobre el total del censo, como ocurriera en las pasadas elecciones Locales del mes de mayo, con 11.684 solicitudes, casi el 21% del total de electores. Pese a la aparente normalidad de las presentes elecciones Generales, el INE y Correos han tramitado y repartido más de 5500 solicitudes de voto, lo que supone la 3ª cifra más alta de la historia democrática de Melilla. Esto demuestra que la «polémica» decisión de la Junta Electoral de Zona en las elecciones municipales de mayo, no estaba destinada a conculcar la propia Democracia (golpe electoral llegó a denominarse), sino a dejar fuera del juego político a la «mafia de compra de votos» que se había asentado en la ciudad.

Nota: http://www.ine.es

Siempre es el momento


El eterno retorno de lo mismo

Mariano Rajoy volvió a Melilla, una ciudad que es importante y que importa mucho en la historia de España. Los principales personajes que han configurado la historia de nuestra nación han pasado por aquí en algún momento, hasta el «soldado Josep Tarradellas«, primer presidente de la Generalitat de Cataluña tras restablecerse la Democracia en 1978. Mariano Rajoy lleva mucho tiempo viniendo a nuestra ciudad desde que en 1997, con ocasión del V Centenario, lo hiciera como ministro de Administraciones Públicas, para presidir los actos solemnes de la efeméride de la gloriosa conquista de Melilla, por las huestes del Duque de Medina Sidonia y bajo la administración del Obispado de Badajoz. Pese a todas esas visitas, quizá sea el personaje político que más veces nos ha visitado, nunca lo hizo como Presidente efectivo del Gobierno de España (2011-2018). Ante la proximidad de su victoria, Alberto Núñez Feijóo, también ha evitado pisar nuestro perímetro, porque Marruecos vigila a los presidenciables, aunque sí lo hiciera en la campaña de las pasadas elecciones municipales. La visita de Mariano Rajoy solo puede entenderse en esta clave, porque se trata de un ex presidente. Debería ser una obligación que todo Presidente del Gobierno visitase las ciudades de Melilla y Ceuta en su mandato.

Claves de la campaña inexistente

La campaña política en estas elecciones Generales de 2023 no existe en Melilla, porque la derrota es segura para todos, excepto para el Partido Popular, que cuenta con un colchón inabordable de 10.000 votos de diferencia con el siguiente partido. Tanto es así, que el partido que vuelve a liderar Melilla ha realizado tres movimientos que no ha explicado, ni que tampoco nadie se ha interesado por los motivos, como son el traslado del diputado Díaz de Otazu al Senado, y la sustitución de Sofía Acedo e Isabel Moreno, destinadas a integrar el gobierno de la ciudad, y a ser cabezas visibles en el mismo. Nadie lo ha preguntado y desde El Alminar tampoco lo haremos. Dentro de nuestro silencio, que mantendremos, nos parecía necesario mencionarlo al menos.

Si las previsiones son las que son, dentro de poco habrá que renovar todos los cargos de libre designación dentro del área del Estado, y esto no es una cuestión menor.

Verdades y mentiras

Para saber qué es una mentira, primero debemos ponernos de acuerdo sobre qué es una verdad, y definir su contenido, como dice el profesor Pablo Frontela en su tesis doctoral «La Metafísica como problema lingüístico y gramatical en Nietzsche». Si no definimos ésta, no podremos saber cuando ocurre la otra. ¿Existen verdades en política? La realidad es que no, salvo que una afirmación sea tenida por una verdad, lo cual sería un error. «Nunca gobernaremos con Bildu» o «nunca gobernaremos con VOX«, afirmaciones hechas por los dos grandes partidos mayoritarios, no constituyen verdades, pero la realidad es que no se han cumplido ni la una ni la otra. Luego entra en juego el lenguaje y se afirmará que no es lo mismo «alcanzar acuerdos» que «gobernar con», lo que lleva cierta carga de veracidad. Lo cierto, lo relevante, es que Pedro Sánchez no ha sido un presidente mentiroso, aunque pase por ello, y que Alberto Nuñez Feijóo tampoco se ha distinguido por decir verdades, sino más bien, por eludirlas. Para evitarlo, tampoco acude al debate a cuatro de TVE en el día de hoy, para evitar «restar». La realidad de los pactos demuestra que es menos cierto que Pedro Sánchez gobierne con Bildu, aunque tenga su apoyo, que el que el Partido Popular gobierne con VOX, que es más evidente.

El síndrome de Casandra

Cuando nació el Alminar cambió el ciclo político nacional, cuando el Presidente Rodríguez Zapatero convocó las elecciones Generales para noviembre de 2011. A remedo de la gran profetisa Casandra anunciamos la amarga derrota que le esperaba, y así fue. Sin embargo, los dioses, para neutralizarla, consiguieron que nadie la creyera. Eso sucedió durante el largo asedio de Troya. ¿Qué ocurrirá ahora, nos preguntan? y mucho nos tememos que lo mismo. En mayo de 2011 Juan José Imbroda obtuvo una de sus más resonantes victorias, con más de 16.000 votos y 15 escaños en la Asamblea de Melilla. La situación se ha repetido 12 años después.

La diferencia actual es que el Presidente Zapatero esperó hasta noviembre , y que el Presidente Pedro Sánchez ha querido evitarse unos meses de agonía, en un gobierno internamente insoportable. Esta es la sensación que se transmite. Al utilizar la palabra «remontada» en la campaña, se está diciendo claramente que se va por detrás, lo que no resulta demasiado halagüeño. Todo dependerá de los pactos que «no van a hacerse», solo en principio, con el entramado liderado por Sumar y prolongado por Bildu-Esquerra, uno; y con la ultraderecha (porque lo es) de VOX, otro. Ambos pueden quedar atados por sus extremos. Pintan bastos para todos.

Siempre es el momento, pero no sabemos de qué. Puede ser el momento de avanzar hacia algo nuevo, o de retroceder hacia algo ya visto. Como escribiera Maquiavelo: «las experiencia muestra que quienes han hecho grandes cosas han sido los príncipes (gobernantes) que han tenido pocos miramientos con respecto a sus propias promesas«. Aquí ya no hay nada más que decir.