


La dura voluntad popular
La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. Es el artículo más sencillo, pero también el que más miedo da. Toda la obsesión de los partidos políticos es limitar la potencia de este artículo, mediante mil añagazas y artimañas. Sin embargo, cuando la voluntad popular se expresa , derrumba carreras, prestigios, gobiernos enteros y descose el mapa del todo el territorio nacional. Solo se nos pide consulta cada cuatro años, en teoría, salvo los adelantos electorales, pero con ese poco, se hace mucho. La evidencia es que los analistas políticos se desconciertan intentando analizar qué ha pasado y porqué, sin acertar demasiado. No hay ninguna opinión que satisfaga enteramente y como mucho, definen solo verdades muy parciales, no extrapolables a ningún otro territorio salvo al propio. Ganar saben muy pocos, perder casi ninguno.
Retorno al pasado en Melilla
Hemos vuelto a la situación preexistente en 2011, al año del origen del Alminar. Lo que quiere decir que la mayor parte de este viaje político no ha tenido sentido. Ni la década perdida (2011-2019), ni el gobierno del cambiazo (2019-2023). Todo ha regresado al mismo punto, con las mismos actores y con diferentes testigos. En estos 12 años Melilla se podría haber transformado en el territorio con más expectativas de todo el territorio autonómico español. Sin embargo, no se ha conseguido formar ni una mayoría política nueva, se han auto terminado las más prometedoras y otras siguen estancadas en el mismo punto del que salieron. Nos volverá a gobernar la antigua lista, casi con los mismos nombres y personas, pero como lo ha decidido la voluntad popular, no se puede hacer objeción alguna. Ninguno de los que han perdido, pese a estar en el gobierno, porque se ha perdido desde allí, ha sido capaz de construir la más leve autocrítica, porque el que gana no necesita hacerla, pese a que no haya aportado novedad alguna.
Mayo el mes profético
Mayo es nuestro mes, el de este blog, que siempre ha sido y es un mes profético. No hemos borrado ni alterado nada en 12 años de historia, salvo corregir erratas y algunos errores de sintaxis. Y esto es porque queremos que lo escrito quede, para que lo opinado no pueda manipularse. Ese ha sido nuestro interés desde el principio, desde el mismo 3 de mayo de 2011. Así, los que no regresaremos al pasado seremos nosotros. En mayo publicamos 10 artículos, dos de los cuales pasaron a la prensa escrita. En total 2637 artículos desde nuestro Big Bang inicial, también en periodo electoral, tiempo político al que ha regresado la ciudad o la han hecho regresar. Vamos a seguir vigilando la ciudad, porque nos importa, pero ya no nos ocuparemos de su baches, de sus infinitas corruptelas, de los negocios, de los pelotazos, ni de sus aconteceres diarios. Todo está aquí para siempre.
Alfa y Omega, cuando el final es el principio
Miguel de Cervantes quiso enterrar a su Quijote, para que nadie pudiese levantarlo y hacerle hacer cosas que no quería, como en el pseudo Quijote de Avellaneda. No va a ocurrir eso con el Alminar, porque vamos a seguir dentro de él, y porque tampoco queremos verlo derrotado, como a don Quijote en las playas de Barcelona, en un episodio muy triste, pero necesario para su posterior inmortalidad, en el más grande de todos los epitafios: Tuvo a todo el mundo en poco; fue el espantajo y el coco del mundo, en tal coyuntura, que acreditó su ventura morir cuerdo y vivir loco.
Ni morimos cuerdos, en El Alminar, ni vivimos locos, aunque sí hemos sido el coco del mundo. Nos acompañaron tantos y ya quedan muy pocos, así que como dijera don Quijote: Vámonos yendo Sancho, que en los nidos de antaño, no quedan pájaros hogaño. El mundo del pasado necesitará otros narradores. Nos vamos para seguir.
Escribiremos de lo que queramos y seguiremos estando, pero esta explicación era debida, para todos los que han formado y formarán siempre nuestra comunidad alminariense. La que nos ha acompañado en esta odisea en el espacio, tanto física como temporal. Desde «La Campaña final» (12/05/2023), hasta «El hundimiento» (29/05/2023); nada hay escrito que no se haya cumplido, incluso para nosotros mismos: El final siempre te alcanza aunque lo retrases. No lo demoremos más. Los signos han sido muy claros. No es El Alminar, lo que ha cambiado.
Y nos vamos el verdadero Día de Melilla, el 7 de junio, el día por el que siempre apostamos.
Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/06/07/7-de-junio-el-verdadero-dia-de-melilla/