Las razones de Marruecos


              Los islotes de Mar y Tierra

      Hace ya 14 años (en 1998), en El Telegrama de Melilla, publicaba una sección semanal que titulé: Vistazo a Marruecos. Todos los días y a través del kiosco de Diego, situado en la Avenida de la Duquesa de La Victoria, me hacía traer diariamente tres periódicos marroquíes. Entonces no existía internet y no había otro modo de hacer las cosas. Fue por aquellos años cuando decidí romper con cualquier tesis oficial sobre la historia de Melilla y sobre la historia de España en Marruecos. Pensé: «Si se quiere entender el porqué de las acciones de Marruecos, lo mejor es leer directamente lo que piensan y dicen, y huir de  la información contaminada y filtrada que nos sirven los medios  oficiales».

              Descubrí un mundo muy rico, variado y muy reflexivo, con intelectuales de gran nivel, totalmente alejados del tono monocorde que la derecha impreme a cualquier relación y visión  de Marruecos. Comprobé también que la actitud de la derecha española es distinta cuando ellos gobiernan que cuando lo hacen sus rivales políticos del partido socialista. Descubrí de igual modo que la derecha tiene un doble discurso en su relación con Marruecos cuando gobierna; en donde por un lado están las acciones y relaciones diplomáticas reales y por otro la información simplista y patriotera que transmiten al gran público, que suele creérselo todo. En los últimos ocho años de gobierno socialista, cada vez que se producía una Reunión de Alto Nivel entre ambos países (RAN), el PP de Melilla invariablemente solicitaba estar presente en la misma, pese a que sabían que no era posible.

         Ahora el PP de Melilla no pide ni solicita nada. Ya no se pide firmeza frente a Marruecos y todo se califica como buenas relaciones, simplemente porque están ellos y no otros. Incluso los habituales y constantes intentos de entrada por el perímetro fronterizo ya no son iguales. Los de 2012 han sido calificados como distintos a los de 2005, ¿por qué?. Yo sigo viendo las mismas avalanchas, la misma actitud colaboradora de Marruecos, los mismos centroafricanos, casi el mismo número, los mismos helicópteros. Solo veo diferente la actitud del PP en Melilla y que este año no ha venido José Mª Aznar a taponar la frontera.

                            Las islas son españolas      

      Marruecos siempre se refiere a Ceuta y Melilla como «ciudades ocupadas» o como «los presidios». Con ese título: «Made in el presidio», hice un articulo en el que relataba esto mismo que estoy contando, sobre la visión diferente de las cosas, que no son calificadas de la misma manera según quien gonierne. En junio de 1998, un grupo de médicos bañistas marroquíes, se acercó nadando desde la playa de Safiha, frente al Peñón de Alhucemas, y se tendieron al Sol sobre los islotes de Mar y Tierra. Cometí un error al relatar aquel hecho, y es que califiqué como islotes abandonados, a las españolísimas islas de Mar y Tierra. En apenas unos días, La Comandancia General de Melilla me sacó del error, en una nota de prensa titulada: «Las islas son españolas».     Todo fue relatado por el diario comunista Al Bayanne. No pasó nada, ni originó la más mínima declaración del Gobierno de España. Gobernaba José Mª Aznar, el vencedor de Perejil.   

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Aparcamientos de La Hípica


                                     Zona Militar reservada

         Cuando no es temporada de playa no se evidencia esta peculiar y anacrónica cuestión. La ciudad de Melilla, su gente, es muy sensible a todo lo relacionado con La Hípica. Fueron varias décadas de aparheit social, modelo Pretoria, que dejaron una profunda huela en la sociedad melillense. Es un hecho que muchas personas inmersas en la década de los 50 años, no suelen pisar esa playa. Las personas se siguen distribuyendo en su playa, en la que frecuentaron sus padres o sus abuelos. Todos juntos pero nadie revuelto.

        Que la situación o su residuo se prolongue hasta el año 2012 no tiene explicación algunas, sobre todo despues de 32 años de Democracia y 24 de gobiernos socialistas. Los cluns o son privados o son públcios. Lo que no es admisible es un club público, en donde sólo puede entrar funcionarios públicos militares y los civiles, mediante exiguo cupo, y en una criba que solo superan determinadas y cintadas personas.

       Probablemente esto no es culpa del Ministerio de Defensa, ni de unas Fuerzas Armadas en las que los usos democráticos han entrado por todos lados y en todas las estancias. Nada queda en las Fuerzas Armadas españolas del ejército de Franco. Solo hay 4 nostálgicos que mantienen apenas 4 cosas y en lugares muy concretos.

     Lo que hoy nos ocupa es la situación de estos aparcamientos, reservados para usos militares, en la zona antigua zona militar de La Hípica. Nadie los ocupa, algunos están vallados pero en estado de abandono y otros muy pintados y cuidados, pero en igualmente en desuso. Tengo mis dudas que si un melillense, en caso de necesitar aparcamiento y ocupase la zona de acceso, pudiera ser multado o su coche retirado por la grua, como amenaza una de las señalizaciones.

       Todos sabemos que las licencias de aparcamientos o vados, deben ser revisadas anualmente, debe constar el uso y el tiempo de  exclusión (franja horaria)  y sobre todo, deben estar marcadas por señales de apoyo horizontales y verticales. No vale una única y birriosa placa de «propiedad militar» y una cadena oxidada con candado.

        Pese a toda la literatura en contra, los melillenses somos muy respetuosos y ninguno aparcamos en esa zona, cuando el deseo que se siente al ver esa señalización, es justamente el contrario, o sea, no respetar esa señalización y no tener que buscar sitio entre las piedras o de cualquier manera.

Un año más en El Gobernador


            Un yacimiento abandonado y cubierto de maleza

  Todos los años cuando recorro con mi familia la carretera A4 o de Andalucía, me fijo en el yacimiento íbero del Cerro de Las Cabezas, en Valdepeñas. A pesar del calor aplastante que se abate sobre la zona en los meses de junio a septiembre, las campañas arqueológicas no fallan un solo año. Es solo una fugaz visión lateral porque la velocidad de la autovía no permite ninguna distracción. Veo el cerro dos veces al año y siempre pienso en nuestro único yacimiento, el del Gobernador, abandonado, expuesto al deterioro de los agentes climatológicos y ya en manos de la maleza.

      Lo peor de todo es que la pérdida de información arqueológica es irreversible. Del Centro de interpretación de las 200.000 piezas arqueológicas (Gobernador y Plaza de Armas), sigue sin saberse nada pese a que «prometieron sorpresas». El Museo de Melilla sigue sin director, porque no encuentran un perfil adecuado para poder colocar a uno por el sistema de libre designación. Ya no solo se deteriora el yacimiento, sino también el propio edificio, cada vez más roto, usado como almacen de trastos por el chiringuito de la Plaza de Estopiñan. Hay un asunto peor y es que el yacimiento ya ni siquiera está sellado, lo que compromete su situación. Hay ya muchas formas de entrar en ese edificio y hacerse con piezas o restos arqueológicos. Ni siquiera sabemos si las ánforas que aparecían encastradas en el suelo siguen allí, han sido retiradas o están más fragmentadas todavía.

        Doce años con un yacimiento abierto y sin resolver es un despropósito absoluto. A lo largo de todo este tiempo hemos oído todo tipo de oníricos y faraónicos proyectos para el lugar, a saber: Sede de La Presidencia de Melilla, hotel con encanto y fantasma incluido, agrupación de diversas entidades culturales, musealización y vista de los restos sobre suelo de cristal. Todo humo y paja. La realidad es la que presentan las fotos. El contraste, como siempre, con cualquier ciudad de España es abismal. Hay que sustituir a los actuales gestores de la cultura de Melilla de modo completo. Y como siempre, todo ridículamente sellado y oculto.

  Nota: http://www.patrimoniohistoricoclm.es/yacimiento-del-cerro-de-las-cabezas/

El parque que se llevó el fuego


             La zona infantil de Melilla La Vieja sigue inservible

     Hace un año o poco más (la memoria es más débil de lo que creemos), se inauguró este parque infantil, con gran ruido y pompa  mediática. Son los reyes de la propaganda, eso es algo que nadie duda. En realidad eran dos columpios y dos caballitos, ni siquiera había tobogán. Pese a todo, hizo mucha ilusión a los niños de la zona, del barrio de Medina Sidonia, porque desde la conquista española en 1497, nadie se había gastado allí un maravedí o euro. Es verdad que este gobierno fue el primero en instalar allí un parque infantil. Fueron algo rácanos, todo hay que decirlo, porque comparado con lo que se gastan en cualquier otra zona de la ciudad, en cualquier fruslería, la inversión pública realizada no era más que una limosna.  Eso sí, lo inauguraron como si aquello fuera el parque Warner o incluso Disneyland Sidonia.

          El caso es que allí no había sombra, muy necesaria en Melilla La Vieja, y sí  bancos incómodos, pero no importó, porque en apenas unos meses el parque ardió. La versión oficial atribuyó todo a los vándalos, siempre muy socorridos, aunque en las calles del barrio creen que fue un vecino, algo desequilibrado. Esto debió suceder hace un año o menos (vuelvo a repetir lo de la memoria).

           Desde entonces aquello sigue acordonado y sin reparar. No se sabe si es como un castigo por tamaña muestra de ingratitud. El abandono es abosoluto y el estado lamentable. Los vecinos se quejan y muestran el lugar a quien ellos conocen y piensan que puede ayudarles. La verdad es que el parque debería repararse, instalar al menos un tobogán, algo de sombra y algunos bancos con respaldo, que hagan la estancia más cómoda.. Hay bastantes niños en Melilla La Vieja y si el lugar estuviese bien cuidado, sería bastante agradable.

            El vandalismo y el mal trato de lo público es una mal endémico y común a todas las ciudades, por eso hay que cuidar el dinero invertido. No es tan dificil. En sus tiempos hubo un Cuerpo de Vigilantes Nocturnos» que se quiso convertir en una guardia pretoriana. Fue un despropósito que los Tribunales de Justicia anularon  y ahora hay 30 personas asignadas a labores administrativas, lejos de las funciones para las que fueron contratadas.           

        

El naufragio de un supuesto homenaje


                    El bote de la Cia de Mar, tocado y casi hundido

    El pasado 17 de junio subíamos una entrada al Alminar en la que dábamos cuenta de un «supuesto homenaje» a la Compañía de Mar de Melilla, con la instalación de un bote mixto en el arranque del Paseo Marítimo. Corona 71 nos ilustró con una amplia descripción del bote y de su historia, y Uno de Melilla vaticinó un rápido deterioro del mismo, no acorde con el desgaste que pudiera sufrir ante los rigores climatológicos del verano melillense.

     Digo «supuesto homenaje» porque nadie, del Gobierno de La Ciudad o de su área de Cultura, si es que existe, se molestó en enviar una nota de prensa explicando el porqué se instalaba allí el bote y cuál era la finalidad última de la acción. Lo del homenaje a la Cia de Mar lo dijimos solo nosotros y los comentaristas habituales del Alminar de Melilla. Nunca se instaló allí placa alguna, ni descripción e historia de la nave. Tampoco ha merecido la instalación en las inmediaciones de uno de esos «soberbios e ilustrativos monolíticos turísticos». El bote apareció en las inmediaciones de La Hípica, cual Arca de Noé en la cima del Monte Ararat, sin explicación ni causa aparente.

            El pasado 7 de agosto, en un duro día de levante y apenas a tres días de mi ausencia vacacional de Melilla, pude fotografiar el ya lamentable estado del barco, con casi todos sus «ojos de buey» destrozados, la antena caída y el timón a punto de desprenderse. Decidí no hacer ni escribir nada. ¿Para qué?. Si este barco hubiese sido instalado en la carretera del Polvorín de Horcas Coloradas o tirado en algún punto de la carretera de circunvalación, pudiera explicarse uan destrucción tan veloz e intensa. Sin embargo, este barco está emplazado en una zona muy transitada, con las inmediaciones vigiladas y en pleno Paseo Marítimo. Nadie puede pegarle pedradas al cristal o dormir en él, sin ser detectado en algún momento. Su visible emplazamiento debería preservarle del vandalismo o provocar una rápida reparación en caso de sufrir un deterioro.

              Está claro que en Melilla nada funciona como debería. Este gobierno no funciona desde hace mucho. Melilla necesita un cambio profundo en acciones y en formas. Ahora están muy contentos poque les han regalado una locomotora antigua. ¿Van a hacer un Museo del ferrocarril?. Si lo van a tratar todo de esta manera, mejor que no les den nada. Aquí algo más que este barco ha perdido el timón.

       Nota: https://elalminardemelilla.com/2012/06/17/bote-con-v-de-barco/

El Estrecho de Yebel Tariq


 

            Todos decimos, escribimos y le llamamos Gibraltar, que no es más que la evolución fonética de Yebel Tariq ( el monte de Tariq ). Hasta ese momento era conocido como el estrecho o el paso de Las Columnas de Hércules. Más allá se suponía que no había nada. Los fenicios navegaron por la costa africana en dirección sur, pero nadie, que se sepa se aventuraba hacia el frente o en dirección Oeste. Existe un impresionante trabajo de investigación que parece indicar que una expedición china, en 1421 llegó a aventurarse en el océano Atlántico y llegar a algún lugar de la costa americana.

            Según los relatos de Homero, en algún punto de esta zona se encontraba la mítica Atlántida y también Tartesos. El océano se llama Atlántico y en la zona de  Cádiz hay una determinada parte que se denomina como Atlanterra. Todo esto pueden ser sólo reflejos posteriores de aquel eco histórico.

              El caso es que en 711 Musa ben Nusayr y el bereber Tariq ben Ziyab cruzaron el Estrecho desde Ceuta ( la línea blanca en la zona central de la foto), y desembarcaron en alguna zona de la costa sur ibérica. En un principio venían solo a ayudar a una de las facciones en lucha del Reino Visigodo. La realidad es que efectuado el desembarco, con alguna escaramuza reflejada en antiguas crónicas árabes, en el campo de La Janda, junto a Conil de La Frontera, se enfrentaron las huestes de Rodrigo y el ejército arabo-beberer de Tariq y Musa.

                    Ante los recién llegados se abría un panorama totalmente nuevo y que no habían previsto. La ciudadanía hispano-romana estaba, por lo general, bastante hastiada de los visigodos y de sus luchas intestinas y que nunca habían llegado a constituir un Estado. Eso explica que salvo en ciudades muy concretas, las élites gobernantes recibieran con ausencia de temor a los recién llegados. En la mayor parte de las ciudades hispanas, se pactó el cambio de gobierno y la llegada de nuevos gobernadores. Tan solo tres años después del desembarco, las fuerzas de Tariq y Musa ya habían ocupado la ciudad de Astorga. Las sucesivas oleadas de población procedentes del norte de África y la llegada de nuevos contingentes militares y de élites árabes, fueron completando la conquista de la abandonada Hispania visigoda. Nadie echó de menos al Reino caído.

                  Del desembarco que cambió la historia de España se cumplieron el año pasado 1300 años, también se cumplieron 400 de la expulsión definitiva de la población hispano musulmana o morisca. Del segundo de los hechos históricos mencionados he leído y comprado algunos libros y también se han escrito algunos artículos en los periódicos. De la primera de las efemérides no he visto demasiadas cosas, tan solo un libro del algecireño y doctor en Filosofía Antonio Torremocha, titulado: Tariq y Musa, conquistadores de Al Andalus.

                  Sin embargo, los dos hombres que dirigieron la conquista de Hispania y cuyos nombres quedaron grabados para siempre, en montes como el de Gibraltar, sufrieron un amargo final. Tanto Tariq como Musa habían desobedecido al califa de Bagdag, en cuyo nombre se realizaban todas las conquistas. No estaban autorizados para conquistar la península ibérica. Tariq ben Ziyab fue obligado a realizar la peregrinación a La Meca y dicen las crónicas árabes que la muerte le sorprendió en la ciudad santa de Medina. En cuanto a Musa ben Nusayr, que ya había tenido enfrentamientos con los califas de Bagdag, se cree, que acabó sus días pidiendo limosna en la ciudad de Damasco. Su final, en cualquier caso fue muy oscuro. El destino, sin embargo, les otorgó la gloria inmortal a ambos.

                   Cuando el tiempo pasa y transcurren los siglos, todas las querellas humanas se olvidan. Los viejos rencores y rencillas desaparecen. La historia barre todo eso como hojarasca seca y concede, en algunos casos, la inmortalidad del nombre.

 

El Alminar en los mares del Sur


 

               San José: La costa de los volcanes

     Todo lo que se escribe en El Alminar tiene relación con Melilla. Clara y evidente en muchos casos, y más oculta y no tan visible  en otros. San José es un municipio de Almería enclavado en el parque natural de Cabo de Gata-Nijar. Todo pertenece al término municipal de Nijar. Toda la costa, desde el mítico Cabo de Gata hasta San José es de formación volcánica. Hay arrecifes y farallones en muchos puntos de la costa, muy abrupta y difícil, tanto para la navegación, como para recorrerla a pie.

          No sé en qué momento del remoto pasado se formó toda esta costa, ni qué tipo de erupciones volcánicas la formaron. Lo que está claro es que en algún momento del remoto pasado, la lava ardiente se detuvo en esta costa y se enfrió hasta convertirse en roca.  Es una zona llena de historias y de leyendas. Son los mares del sur de España, en este caso de Almería. por aquí, camino del Estrecho, pasaron todos, desde el legendario Ulises hasta Hércules, de hecho, antes de recibir su actual nombre, el de Gibraltar ( Yebel Tariq); en honor y gloria del legendario conquistador musulmán de España, el Estrecho era conocido como «las columnas de Hércules».

                            Iván Sánchez y La Reina del Sur

          Iván Sánchez es un actor cuya carrera se inició en 2002. Desde entonces ha alcanzado gran fama y celebridad participando, entre las series más conocidas, en : Hispania, Hospital Central, Imperium o La Reina del Sur. Esta última serie, fue rodada en parte en la ciudad de Melilla. Durante dos semanas, los actores rodaron en nuestra ciudad, de la que Iván Sánchez guarda muy buen recuerdo. La serie está basada en la novela homónima del periodista, escritor y académico Javier Pérez Reverte, muy conocido en nuestra ciudad por haber acudido a ella en innumerables ocasiones, cuando era corresponsal de TVE. No vamos a contar nada más de él porque es de sobra conocido, solo que aceptó de muy buen grado posar para El Alminar de Melilla. Lo encontramos en un restaurante en la calilla de San José.

        Nota: http://www.ivansanchez.es/