El SkyJump de Melilla


 

               Algunos comportamientos insólitos……en yate

         El skyjump fue un espectáculo insólito y vistoso que se celebró el pasado día 26, no muy bien organizado y con pocas zonas para verlo de manera adecuado. Al final no conseguí averiguar si se habían instalado esas «gradas especiales» que anunciaron colocar. Creo que no.

              Sorteando el inmenso atasco y embotellamiento que se  produjo en la zona de San Lorenzo, conseguimos un hueco discreto y bueno para ver los saltos, eso sí, a demasiada distancia, aunque aquí no critico nada porque se necesitaba calado para los saltadores y la única zona segura era la del cargadero de mineral, en la que atracan «los cruceros», por ser la zona mas profunda del Puerto.

            Los yates invadieron casi toda el área de saltos, cegando los posibles canales de evacuación en caso de accidente. Las advertencias fueron constantes por megafonía, invitando a los yates a colocarse a «barlovento». Aun así algunos hicieron caso omiso y apenas movieron su yate de sitio, dejando el espacio imprescindible, tanto para los saltos, como para la posible evacuación. Esto hizo que la prueba empezara retrasada con respecto al horario previsto. El Sol se puso y al final había un contraluz que impedía la visión clara en la parte final de la prueba, que coincidió con la llegada del barco de Almería a las 20h 30. Pese a todo, la linea de yates impidió, tanto a barlovento como a sotavento, ver la entrada de los saltadores en el agua.

                Yo creí que esta manera de «aparcar», sólo se daba en el Ecoahorro (Supersol), que es el modo de aparcamiento más salvaje que yo haya visto nunca. Ya veo que con los yates………….que no tengo, también sucede otro tanto.

Fiestas de Melilla


                  Los problemas de La Feria de Melilla

         Las Fiestas de Melilla no tienen contenido, no tienen carácter, son una celebración sin rumbo, entre otras cosas porque ni la oposición política, ni el resto de la ciudad, participa en el diseño de las mismas. Hace tres años se decidió que «las fiestas» se dedicarían al Mar y hoy ya nadie se acuerda de esa absurda denominación. La Feria de Melilla es lo que deciden en ese momento los encargados de llevarla a cabo. Se han perdido todas las casetas tradicionales de la Feria, salvo La Bodeguiya de los socialistas, la caseta del PP y la Peña Bética, ya no quedan ninguna de las denominaciones históricas de las establecidas en el parque Hernández. La Caseta Militar ya no es ni un pálido reflejo de lo que fue en su día. Lo que da solidez a una Feria es la continuidad y la raigambre y eso es lo que se ha deshecho, desde que la denominada «Comisión de Festejos» se hiciera cargo de la gestión de La Feria de Melilla.

         Hay muchas sombras sobre la asignación de casetas ( no se entiende ni justifica la exclusión del Populares en Libertad ) de la Feria. Lo importante no es conocer a quiénes se le ha dado, algunas de dudosa justificación y nula ocupación, sino a quiénes se le ha negado el espacio en el Recinto Ferial. Ya no hay ninguna asociación de vecinos, ya no hay casetas de la comunidad musulmana. No hay ninguna muestra de la diversidad cultural y social de  Melilla. Ya no hay nada y tampoco se busca la diferencia. Se quiere y pretende un tono monocorde.

           Ha sido un error absoluto el empezar este año la Feria el día 27 de agosto, con gran parte de la población sin finalizar sus vacaciones estivales y sin haber regresado a la ciudad. Se ha liquidado la participación ciudadana (concurso de carteles), y no hay actividades de ningun tipo, salvo las que realizan las propias casetas, que suelen ser escasas. Adelantar la fecha de celebración y utilizar cinco días de agosto para el desarrollo de La Feria, impide su encadenamiento con la de Almería y no concede huecos para el traslado de las atracciones.

         Otro problema es el de la falta de espacio de la propia Feria. Se trasladó de un sitio acotado, el parque Hernández, a otro que tampoco admite ningún tipo de crecimiento, como es la explanada de San Lorenzo y que verá mermada su superficie útil, con el cambio de uso sobre el espacio en el que ahora se asientan parte de las atracciones. La falta de espacio hace que la selección de casetas sea demasiado arbitraria y que muchas de las atracciones feriales no puedan viajar a Melilla por no tener lugar en el que ubicarse.

       ¿Fiestas Patronales?

             Es una cuestión complicada, pero está claro que se mantiene el patronazgo de las mismas aunque no aparezca la denominación en la cartelería oficial. Fue una exageración el pedir hace tres años «un acto de desagravio» a la Virgen de La Victoria por el presunto olvido de la celebración de la efeméride, que creo que está conmemorada suficientemente. Ocurre que la asistencia a los oficios religiosos por parte de la población cristiana es cada vez menor o casi testimonial. No soy partidario del predomino de lo religioso sobre la vida social de una ciudad y creo que fue un error declarar «Alcaldesa perpetua» a La Virgen en la década de 1990. Aunque sólo lo sea de modo honorífico, no fue una decisión correcta.

                  Melilla necesita un modelo de Feria en el que tengan cabida, estén representados y participen todos los ciudadanos. Necesita un espacio ferial amplio, el actual lleva un proceso de degradación muy rápido y no aguantará mas de 5 años. Quien quiera un modelo que se fije en Almería, que con un 2º traslado en el espacio de 10 años, parece haber sentado las bases para la supervivencia de este tipo de festejos patronales.

La edificación de mezquitas en España


     En abril de 2010 un grupo de fanáticos simuló enterrar un cerdo un una barriada de Sevilla, San Jerónimo, en los terrenos en los que se iba a construir un mezquita. Tres años antes se había hecho algo parecido en “Los Bermejales”. En ambos casos no se construyó la mezquita. En julio de este año, el diario Gara informaba de que un grupo de vecinos de la localidad vizcaína de Basurto, se manifestaba en Bilbao para conseguir que la comunidad musulmana del lugar, edificara una mezquita.

              La receta, enterramiento de cerdos, para supuéstamente impedir la construcción de edificios religiosos musulmanes es ofrecida incluso en páginas web y en foros en los que se hace gala de la defensa de “la marca hispánica”. Olvidan, niegan y quizá también desconocen, que el mundo musulmán fue una de las señas de identidad de la península ibérica hasta el siglo XV. La frontera entre el mundo cristiano y el musulmán se estableció en el río Tajo en el siglo XI y en el Guadalquivir en el siglo XIII. Casi la mitad de Andalucía, Murcia y parte del antiguo Reino de Valencia, llevan bajo la cultura “cristiano occidental” tres siglos menos de los que estuvieron bajo el dominio de la “oriental musulmana”. Esto no es nada más que un dato, pero es un hecho que durante ocho siglos hubo un Islam hispano.

                Sorprende que años de promoción de la “multiculturalidad, del pluralismo, de la tolerancia, incluso en zonas que están fuera de toda duda como Cataluña, salten en pedazos en cuanto un grupo o comunidad musulmana instalada en la zona, o en la región, solicitan los permisos oportunos y pertinente para edificar un edificio de culto religioso islámico. Este es el caso de la localidad gerundense de Salt. Los exegetas del acuden de inmediato con toda una serie de razones con las que pretende dos cosas: “Justificar una decisión injustificable y alejar la sospecha de racismo o de miedo al Islam”, cuando por más que digan, se trata de ambas cosas.

            Para dar una mayor solidez argumental a la decisión de prohibir la edificación de mezquitas, comparable sólo, pero a la inversa, con las órdenes de demolición de las mismas, o de transformación en templos de culto cristiano, decretadas por el Cardenal Cisneros en 1510, se alude a que la solicitud podría estar avalada por determinados grupos radicales islámicos del movimiento sálafi, salfistas. No conozco el caso de que a ningún grupo rigorista y ultra católico, que los hay, se le deniegue la construcción de una capilla o parroquia, sólo por sospechar que forman parte del sector mas conservador de Iglesia Católica.

           Alí Mohamed Laarbi, en “hacia una representación democrática del Culto islámico en España”, detalla que “salvo en unas pocas capitales”, los musulmanes establecidos y afincados en España, rezan en garajes y en locales poco dignos e inadecuados para cumplir con su función de culto religioso”. La situación dista mucho de ser problemática o “cercana a la invasión o de reconquista musulmana”, como interesada y desvirtuadamente se pretende hacer ver en algunos sectores de opinión y medios de comunicación afines.

          PD: Imagen del gran alminar de la nueva mezquita de Farhana.

El cerro de San Lorenzo


El cerro de todos los muertos

             En 1920 los militares decidieron hacer saltar por los aires el Cerro de San Lorenzo, necesitaban explanar la zona y dieron un plazo muy corto de tiempo para que se pudiese recuperar los vestigios históricos que allí se encontrasen. El entonces Cronista de Melilla y unos pocos voluntarios mas, pero ningún arqueólogo excavan, casi en superficie, y encuentran los afamados restos que conforman gran parte de los restos púnicos del Museo Nacional de Arqueología de Madrid. En Melilla no quedó casi nada importante.

       Se localizaron muchos restos, enterramientos, ánforas y luego se procedió a la voladura del cerro, con todo lo que allí quedase. La historia antigua de Melilla desapareció allí para siempre. Quedó sólo un resto del cerro de San Lorenzo, por detrás de la plaza de toros y que recordamos muchos de los que vivimos en Melilla actualmente. Ese resto de monte se eliminó para hacer el colegio infantil que existe junto a  La Gota de Leche.  En la 2ª de las fotos se aprecia claramente que existían todavía estructuras pétreas de gran interés y valor.

      Debo decir que «ellos», los que reinan en las tinieblas, poseen decenas o centenas de fotografías de todo lo que había allí, pero no las muestran ni dirán nunca nada. Si callan es que otorgan y si ven algunas posibilidad de error en lo que se divulga, entonces replican y lo enmarañan todo, porque manejan las sombras como nadie.

       Las dos fotos que voy a añadir a esta entrada, son del año 1986 o 1988, en las dos campañas de excavaciones que se realizaron allí, y tuteladas por la Dirección Provincial de Cultura. En ambas campañas o excavaciones hallaron restos humanos, fragmentos cerámicos y tumbas de época medieval. Dos años antes ( 1984) , en la calle Villegas,hallaron un molino romano de piedra.

       Lo primero que llama la atención, como siempre, es el espeso silencio divulgativo y de publicación sobre lo hallado o excavado y eso que fueron excavaciones dirigidas por dos arqueólogos, Enríque de Álvaro y Alicia Rodero, respectivamente. Está claro que no divulgan las cosas que no les interesan. Lo segundo que provoca curiosidad es la aparición del adjetivo «medieval» ( así denominaron a los enterramientos localizados en 1986), como si eso quisiera decir algo. Las cosas son romanas,  griegas cartaginesas o púnicas. Si decían medievales o «enterramientos con un acusado carácter oriental», es que estaban ocultando su denominación real, que es o era, islámico o musulmán. En cualquier caso nunca más se supo de lo que allí se encontró.

         Nosotros nos movemos en la conjetura y en la interpretación de los datos, ellos en la certeza, pero aun así, nuestras conjeturas contienen más verdad que sus certezas, esas con las que ocultan la realidad de nuestro pasado.

        PD: Las fotos han sido cedidas por una colaboradora, que en aquellos años vió los enterramientos y decidió fotografiarlos. Todo quedó dormido en los recuerdos y en una caja de fotografías. Una conversación despertó aquel recuerdo dormido y hoy están aquí, a la luz de todo el mundo.

La mano de la Virgen de la Victoria


            Según cuentan las crónicas, y cuando todavía la ermita de la Virgen de La Victoria (hubo una más, extramuros, de la que nada se sabe),estaba en lo que hoy conocemos por Plaza de Armas, unos cabileños, atraídos por las leyendas de las joyas y tesoros que se depositaban sobre las imágenes cristianas, penetraron en el interior de Melilla para apropiarse de las joyas. Según el relato histórico ni había tanto oro a su alrededor, ni habían calculado el peso de la talla, porque el escaso número de estos «primeros portadores» fue insuficiente para levantar la  imagen y transportarla hasta el campo exterior, por lo que decidieron cortar los dedos de la manos y conformarse con el exiguo botín de unos pocos anillos que portaba entre sus dedos. Dicen también esas misma crónicas que descubierto el intento de «secuestro» y recuperada la talla, los dedos rotos de la mano fueron expuestos de modo permanente en un plato, junto a la imagen de la Virgen de La Victoria, que todavía no era patrona de Melilla.

                 Posteriormente la mano fue recompuesta , pero su definitiva restauración se llevó a cabo en 1983, ya con criterios científicos de restauración. Pocos años después se llevaría a cabo la consolidación y restauración completa del Templo Parroquial, siendo director provincial de Cultura José Luis Fernández de La Torre.

              Como documento y recuerdo, coloco las fotos del expediente original de restauración. Añadir también que durante siglos, el robo de cosas, el secuestro o la captura de prisioneros e incluso de cadáveres de combatientes, fue un lucrativo comercio a un lado y otro de la entonces frontera de Melilla.

Melilla sin gran superficie comercial


         Una anomalía que  lastra la economía de Melilla

      Melilla es el único municipio de España, con más de 70.000 habitantes, que no tiene una gran superficie comercial. Es una anomalía que lastra la economía de Melilla, sin otra alternativa económica que no sea la subvención del Estado. Melilla es un comercio cautivo, en donde no hay posibilidad de otros modelos económicos que no sean los que nos imponen, o el que nos imponen el Poder Económico, que en Melilla está detentado por un centenar escaso de familias o empresas.

      En 1996 el entonces Presidente de Melilla,  Ignacio Velázquez intentó por las bravas y con escaso tacto, la creación de una Gran Superficie Comercial en Melilla. No buscó ningún tipo de apoyos ni de consenso y el asunto fue filtrado desde dentro y le explotó entre las manos. A  la larga, este hecho fue el detonante  que puso en marcha la moción de censura que acabó despojándole del poder en 1998. Además, como rémora dejó tras de sí el turbio asunto de la parcela del «cuartel de Valenzuela». La idea era buena, porque no es lógico que Melilla carezca de una Gran Superficie comercial y de ocio, en el año 2011.

        El intento  de Velázquez contó con la oposición de comerciantes, empresarios, sindicatos y de todo el arco político de la oposición e Melilla. El boicot a la Feria de 1996 fue salvaje y desproporcionado. Sin embargo, y pese a los inmensos errores que cometió Ignacio Velázquez en 1996 al intentar instalar de aquel modo la Gran Superficie, debe decirse que aquel intento de Ignacio Velázquez en 1996 era el acertado y todos los que se opusieron, cometieron uno de los mayores errores de la historia económica de Melilla.

      Los argumentos que se esgrimieron eran falsos, porque el centro comercial tradicional de Melilla se ha hundido solo, sin necesidad de una Gran Superficie. Si hoy se ve gente en las calles céntricas de Melilla, es por la instalación de las franquicias comerciales, que atraen incluso a una gran parte de la población más pudiente del entorno marroquí. Hoy el «centro» de M

gracias a las franquicias. Se dijo que se intentaba proteger a los pequeños comerciantes, y era mentira, porque al pequeño comercio de barrio no le afecta la Gran Superficie. Se dijo también, falsamente  que aquella gran superficie beneficiaría solo a unas pocas personas, cuando lo que ha seguido beneficiando a sólo «unas cuantas personas«, es su no instalación. La realidad es que Almería, con 4 grandes superficies instaladas (dos en la capital y dos en las inmediaciones), cuenta con uno de los «centros comerciales tradicionales», más dinámicos y rentables de toda España, y eso por no hablar de Málaga, y en ambas capitales sí se atrevieron a peatonalizar el Centro de la ciudad.

         El Poder económico de Melilla lo siguen detentando los mismos que en 1996, con apenas unas nuevas incorporaciones mas. Lo curioso es que los mismos sectores económicos dominantes que se opusieron a su instalación en 1996 y armaron el motín de La Feria de aquel año, son los mismos que en 2011 ya dicen que no les importa ni afecta su instalación. Y este sí es un gran asunto a analizar y lo vamos a desentrañar en la medida de lo posible.

elilla está vivo

El regreso y sus contrastes


       Quien vuelve de un viaje y no ha cambiado en algo, es que no ha viajado o ha ido a hacer otra cosa. Es imposible viajar sin transformarse. Volver a Melilla después de un mes de «desconexión» supone darse cuenta de las cosas que no tenemos, de las cosas que nos niega «una clase política» empequeñecida por la visión de Melilla como centro del mundo. Supone darse cuenta de la distancia que invariablemente va separando a Melilla del resto de las ciudades de España y que en muchos aspectos,  cada vez más numerosos, empiezan a convertirse en un abismo. Llevamos más de una década de involución y se nota mucho.

    Con trazo grueso se puede decir, que no tenemos ni la mitad de los servicios que tiene cualquier ciudad que quiera sostenerse a sí misma y que pretenda progresar sin el único recurso de «llorar al Gobierno de turno», sobre todo si es de signo contrario. Estoy deseando ver como todos estos lloriqueos y lamentos cesan de inmediato al día siguiente de que el PP de Rajoy gane las próximas elecciones generales. Es más, no volverán a quejarse en los próximos ocho años. No volverán a realizar una sola pregunta parlamentaria y el ilusorio proyecto de la ampliación del Puerto, quedará olvidado y enterrado para siempre, porque a Rajoy no se atreverán a proponerle semejante «ensoñación», en la que ya sólo creen los autores del proyecto.

      Todas las ciudades y municipios, sean del signo que sean, están buscando soluciones a la crisis e intentando tomar medidas para salir a flote o sostenerse en los próximos años, menos Melilla, que sigue inmersa en el derroche, en la suntuosidad y en «el desvarío político». El Estado ya no va  a estar para sacar las castañas del fuego de nadie y mucho menos para el que las ponga en la brasa de modo «irresponsable». El nivel de gasto público en Melilla no es sostenible.

    Voy a poner  un ejemplo y será del PP de Almería (así la colaboradora Laura no me acusará de mirar solo al lado socialista), cuyo presidente provincial y nuevo presidente de La Diputación   de Almería, Gabriel Amat, suprimió de un solo plumazo, 40 asesores y altos cargos en la 1ª semana al frente de La Diputación. Justo lo contrario que en Melilla, ciudad en la que el gobierno ha crecido numéricamente y por cualquier otro lado que se mire y se evalúe.. Por cierto, la deuda del Ayuntamiento de Almería es de 55 millones de euros, menos de la mitad que la de nuestra ciudad.