El camino cubierto de San Miguel


          

                  Desde que diésemos la noticia del hallazgo de un muro aspillerado en el solar del futuro Centro Tecnológico, no se ha ofrecido a la ciudadanía de Melilla la más mínima información sobre lo encontrado. No sabemos si lo encontrado compromete el futuro de las obras, si se están haciendo excavaciones o si se ha encontrado cualquier otro tipo de restos. Toda esa zona está muy batida, muy removida por la historia. Los llamados 3er y 4º recintos defensivos fueron vitales para la supervivencia de la ciudad a lo largo de 400 años. Permitieron controlar el espacio colindante, la creación de huertas de donde proveerse de leña, de  víveres, pues estos no siempre llegaban puntualmente de España. Sirvieron también como franja de seguridad y a la larga, resultaron vitales en el asedio de 1775. Si esa zona defensiva, Melilla hubiese caído durante ese asedio como un higo maduro.

          Los fuertes, sus barracones, e incluso sus murallas, entraban dentro de lo que hoy es la Plaza de España, lugar en donde se ubicaba lo que se denominaba como: «Puerta del campo». Melilla ha contado y cuenta con grandes estudiosos y enamorados de sus recintos defensivos, por lo que sigue extrañando  la ausencia cualquier noticia sobre este hallazgo, o de qué va a ocurrir con él en el futuro. ¿Será necesario un modificado del proyecto del Centro Tecnológico?, ¿ cómo y qué muros van a ser conservados?. Como no hay noticias oficiales, hemos recurrido como siempre a las fuentes oficiosas, que nos han informado de que el muro hallado podría corresponderse con «el camino cubierto del Fuerte de San Miguel». Estaríamos ante uno de los restos más antiguos de las primitivas construcciones españolas, y que situarían la datación del muro en el siglo XVII. Es de suponer que cuanto más terreno se remueva, podrán ser encontrados más restos.

             Hemos recurrido a viejas fotografías y a la maqueta del Museo Arqueológico de Melilla, para localizar el antiguo fuerte de San Miguel y lo que pudiera ser el resto físico, de su legendario «camino cubierto», del que hablan algunas fuentes y algunas revistas de la Asociación de Estudios Melillenses. De momento, pese a su importancia, nadie se atreve a confirmar nada ni a avanzar suposición alguna.

         Nota: https://elalminardemelilla.com/2012/04/11/hallazgo-en-el-fuerte-de-san-miguel/

           Summary in english   

                The ancient covered way of San Miguel

      Melilla´s Govermnet  is building a Technological Center in an ancient zone of the city, in the old castle of San Miguel. The ancient castle was building in the sixteenth Century. This castle was the border between the spanish city and the moroccan field up to the 19th century. In this zone there were vegetable gardens and also there were many battles between spanish soldiers and ancients morocains warriors for four centuries. On having initiated the excavations for the foundation of the new building, it has appeared this rest of wall, of the forgotten covered way of San Miguel. It has been a surprise because they all were thinking that the old castle was dessapeared completely.

        Note: http://www.syler.com/SiegeWarfare/outside/glacis.html

Los veteranos del Barça imponen su ley en Melilla


          

           Los veteranos del Barça ganan 1-3  en Melilla

         El primer día del puente de mayo ofreció una tarde apacible en el estado Álvarez Claro, como si el tiempo quisiese rendir homenaje a los veteranos de la UD Melilla y del Barcelona, que conmemoraban el 70º aniversario del ascenso de los melillenses a la 2ª División del Fútbol español. Apenas 1/3 de entrada, con las gradas de General más llenas que la Tribuna. En el palco de autoridades no había casi nadie, el puente también ha hecho estragos entre las autoridades. Al principio del partido se homenajeó a todos los presidentes de la UD. Melilla, especialmente a Francisco López, que atraviesa un delicadísimo momento de salud.

           El partido era amistoso y se notaba en que muchos jugadores no usaron espinilleras ni otros elementos de protección de las articulaciones. No se interrumpían las jugadas y el partido resultó vistoso, sobre todo por los destellos de calidad de los que en su día fueran titulares del FC Barcelona. Sorprendió el estado físico de Victor, al que se veía en cualquier parte del campo. El «lobo Carrasco» era el dueño y señor del área rival. El Barcelona se plantó muy bien en el campo y apenas dejó margen a los veteranos de la UD. Melilla, que pudieron convertir el partido en otra cosa, si el antiguo goleador melillense Totó no hubiese fallado un penalti, cuando el portero catalán ya estaba batido. Ignoro si Totó, en su carrera como profesional, dispuso de alguna oportunidad así para haber marcado un gol al Barcelona.

            Ese penalti y un único disparo de Yamal al poste fue todo lo que dispuso la UD. Melilla en la primera parte.  En apenas 15 minutos el Barcelona veterano marcó dos goles, el primero de Ezquerro y el segundo del Lobo Carrasco en el minuto 40′, que sentenciaba el partido.  En la 2ª mitad dos goles más, uno del barcelonista Fuentes que suponía el 0-3, y una último del unionista Mateo en el minuto 89.    Las alineaciones cambiaron casi de modo completo en la 2ª mitad del partido.

            

Apuntes biográficos de Fidel Pagés Miravé


 

                En  memoria a Fidel Pagés Miravé

   Colaboración:     Ignacio Velázquez , médico anestesiólogo

          Faulconer en su libro “Foundations of Anesthesiology” refiriéndose a Pagés afirma: “No se encuentran apenas datos sobre la vida de este importante cirujano español”. Esta concluyente afirmación unida a imperdonables omisiones de la figura de Pagés por historiógrafos de la anestesia o de la cirugía, y a graves errores en datos sobre su vida u obra, son razones más que sobradas para reivindicar la figura  de Fidel Pagés Miravé y sus extraordinarias aportaciones al mundo de la cirugía en general y de la anestesia en particular.

Fidel Pagés Miravé nació en Huesca el 26 de enero de 1886, de familia acomodada compuesta por Juan Pagés Marqué  y Concepción Miravé Sesé. Su padre fallece cuando Fidel cuenta con siete años de edad y su madre vuelve a contraer matrimonio. Sus primeros estudios los cursa en el Instituto de Huesca, donde ingresa en 1896. Alcanza el grado de Bachiller tras superar los últimos exámenes realizados los día 15 y 17 de junio de 1901. En ese mismo año inicia los estudios de Medicina en la Universidad de Zaragoza, de la que es Rector D. Mariano Ripollés.

Obtiene el título de medicina el 12 de junio de 1908, después de siete años de estudios en los que consigue once matrículas de honor, doce sobresalientes y cuatro notables. Cinco días más tarde recibe la calificación de sobresaliente en los ejercicios de la licenciatura

Recién terminada la carrera, prepara las oposiciones al Cuerpo de Sanidad Militar, cuerpo en el que ingresa el 30 de Septiembre de 1908 con el número tres de su promoción

En agosto de 1909  es comisionado al Hospital Militar de Melilla, donde comienza a ejercer como ayudante de cirugía, para pasar destinado en diciembre de ese año a la Compañía de Sanidad, por necesidades del servicio. Como recompensa a esta abnegada labor  y a la desempeñada en el Hospital Militar se le concede la Cruz de Primera Clase del Mérito Militar con distintivo rojo y pensionalidad.

El 28 de enero de 1910 es destinado de nuevo al Hospital Militar de Carabanchel, Los reveses que sufre constantemente el ejército Español en el norte de África frente a las cabilas rifeñas, van a provocar el envío de nuevos contingentes de hombres a esa zona. Entre los oficiales que vuelven se encuentra Pagés. Es destinado al Regimiento de Infantería de San Fernando mandado por el teniente coronel Santaló y con sede en la proximidades de Melilla, en un lugar conocido con el nombre del Hipódromo. Sale de Melilla el 3 de agosto de 1911 con destino a Tarragona.

El año de 1919 va a ser uno de los  más importantes en la vida de Pagés. Funda con el doctor Ramírez de la Mata la Revista Española de Cirugía, siendo a la vez de fundadores, directores, colaboradores y críticos. El primer número aparece en el mes de enero y lleva un artículo de Pagés: “Sobre un caso de estrangulación retrógada de epiplón”.

               En marzo de 1921 publica en la revista Española de Cirugía el que sin duda va a ser el trabajo más importante de su vida, “Anestesia metamérica”. Reproducido posteriormente en la Revista de  Sanidad Militar. Como dice Morisot  “este artículo es el primero en que no sólo sienta el principio de la anestesia epidural, sino también sus aplicaciones prácticas están codificadas perfectamente·. En tal aspecto, Pagés puede ser considerado como el verdadero promotor del método”. Efectivamente Pagés realiza una descripción pormenorizada de la técnica y de los “pocos datos históricos” que presenta el original método. La descripción que hace para la localización del espacio epidural por vía lumbar, demuestra un conocimiento perfecto de la anatomía al realizarlo solo con la percepción de las estructuras anatómicas.

En el verano de 1921 sobreviene el desastre de Annual con la muerte del General Silvestre y la de miles de soldados del  Ejército Español, como consecuencia de la sublevación de los rifeños encabezados por Ab-del-krim. El lamentable incidente conlleva el envío urgente de tropas a Melilla asediada por los insurgentes. Entre los refuerzos enviados al Norte de África llegan insignes figuras de la cirugía española. Entre ellas se encuentran Bastos, Nogueras, Gómez Ulla y Pagés. Éste es destinado el cinco de septiembre como Cirujano Jefe de equipo al segundo grupo de Hospitales de Melilla, en particular al Hospital Docker.

Por esta fecha se nombra Alto Comisario de España en Marruecos y General Jefe del Ejército de Operaciones a Don Dámaso Berenguer Fuste. Este nombra Jefe de Sanidad del Territorio a Don Francisco Triviño, Coronel Médico. Con posterioridad le sucederá en el mando el Inspector Médico de Sanidad Don Federico Urquidi Allbiño.

Mediante una orden particular de la Plaza con fecha 11 de septiembre, se organizan 18 equipos de cirugía. Cada uno de ellos estará compuesto por: un cirujano jefe, un ayudante, un anestesista médico o practicante y dos enfermeros o sanitarios. Como director de los servicios de cirugía se nombra al Comandante Médico Don Mariano Gómez Ulla.

Debido a la ferocidad y virulencia de los combates aumenta enormemente el número de bajas, por lo que se decide acondicionar diversos establecimientos militares como hospitales. De esta forma se clasifican los hospitales en cuatro grupos, cada uno de ellos con sus mandos naturales bajo la dirección del Inspector Médico del Territorio. El primer grupo estaba compuesto por el Cuartel Alfonso XIII y el Pabellón Mixto de Artillería mandado por el Coronel Médico Victoriano Delgado Piris. El segundo grupo compuesto por el Hospital Docker, por el Centro Hispano-Marroquí y por el Casino Militar estaba mandado por el Coronel Médico García Julián. El tercer grupo compuesto por el cuartel de Santiago, Hospital de Cruz Roja y el grupo Escolar, mandado por Francisco Alverico Almagro. Y el cuarto grupo compuesto por el Hospital Gómez Jordana, por el Hospital Central y por la Enfermería de Indígenas mandado por el Comandante Médico Roldán.

Pagés se incorpora a su destino el 18 de septiembre. Recién incorporado se recupera de nuevo la ciudad de Nador. Con motivo de este combate se produce una enorme cantidad de heridos que afluye a los hospitales, entre los heridos se encuentra el famoso Teniente Coronel González Tablas y el Teniente Coronel Legionario Millán Astray, al que opera el día 20.

El trabajo de Pagés en el Hospital Docker es continuo e incesante, especialmente cuando suceden los combates de Tizza el 2 de octubre, el de Atlaten y Segangan los días 10 y 11 del mismo mes o el de Tizza librado el 2 de noviembre. En estos días llegó a permanecer hasta 24 horas seguidas en quirófano. Por su comportamiento es felicitado por el Jefe de Sanidad del Territorio en oficio fechado el 10 de diciembre. Pagés no solamente espera en el Hospital la llegada de heridos, sino que cuando acontece el  avance de las tropas españolas se incorpora con su equipo quirúrgico a las zonas de combate. Estableció puestos quirúrgicos en Batel, Dar Drius, y Tistutin. Como comentó posteriormente el Coronel Médico Isidro García Julián: “…considerando Pagés que la suerte de los heridos de cerebro, vientre y hemorragia depende de ser prontamente intervenidos, se adelanta con su equipo”.  Con el hecho de incorporar los equipos quirúrgicos a la misma línea de combate, Pagés se adelanta treinta años a las modernas instalaciones de los equipos Quirúrgicos avanzados de la Sanidad de Campaña.

Hay muchos testimonios de los enfermos que fueron operados por Pagés o de aquellos que mostraban la esperanza, tras caer heridos, de que fuera él quien los tratara.         Otros consiguieron sobrevivir a pesar de lo grave de sus lesiones; el Teniente Alafont de Zapadores con el cráneo atravesado por un proyectil, el Capellán López del Batallón de la Princesa con herida explosiva de hígado, el Teniente Montero del Tercio con fractura de vértebra con compresión medular o el Teniente Urzáiz con una bala que le destrozó la vejiga. En el libro diario de una Bandera del Comandante de Infantería Francisco Franco Bahamonde, contiene un párrafo que reza; “La noche es triste en  Ambar; el Comandante Fontanes está muy grave, y todos saben lo que significa una herida de vientre con el hospital tan lejos. El doctor Pagés es toda la preocupación del herido; él podría salvarle. En la Legión se siente admiración por este notable cirujano, que ha librado a tantos legionarios de la muerte”. La familia relata un último testimonio que por su curiosidad merece la pena anotarlo. En 1936 la viuda de Pagés, Berta Bergenman, contrajo segundas nupcias con un inspector de policía llamado Corrales Guerrero. Al inicio de la Guerra Civil detuvieron a toda la familia, fusilando al inspector Corrales en los primeros día de agosto. Doña Berta temiendo por la vida de sus hijos, encarcelados con ella en la “Checa” en que se convirtió el cine Europa, consiguió hablar con el Comisario Político responsable de su seguridad. Al explicarle que los hijos que ella tenía no eran de su actual matrimonio sino de su anterior marido el doctor Pagés, el Comisario Político ordenó la inmediata puesta en libertad de toda la familia. Pagés había sido el cirujano que le curó las graves heridas que sufriera en la Guerra de Africa de 1921.

Con la conquista de Nador, Seganga, y Monte Arruit, el Protectorado se pacifica parcialmente y es repatriado un gran número de tropas y oficiales. Pagés regresa de nuevo a su destino en el Hospital de Urgencias de Madrid, incorporándose el 24 de diciembre.      En agosto de 1922 asciende al empleo de comandante continuando en el Hospital Militar de urgencias desempeñando su función de cirujano.

            A finales del mismo año publica en la Revista Española de Cirugía un trabajo que sin duda es uno de los mejores de sus artículos. “Heridas abdominales de guerra, mi experiencia personal”. Y desde el punto de vista quirúrgico es su mejor trabajo. En él se compendia toda su experiencia como cirujano en los Hospitales de Melilla, con heridos en abdomen por arma de fuego. Inicia el artículo intentando dejar clara su actitud frente a este tipo de heridos, teniendo en cuenta que durante la Gran Guerra las posiciones de los cirujanos se dividían en intervencionistas y abstencionistas. Pagés cree que lo indicado es la intervención inmediata de las heridas abdominales.

Critica a Bergman por su abstencionismo: “La frase de Bergman “yo no opero moribundos”, hizo un proselitismo que seguramente ha acarreado más perjuicios que ventajas”. También hace referencia a Delorme y a MacCormak; “…el último conflicto mundial era tan contrario a la terapéutica-quirúrgica, activa en esta clase de heridas, que Mac Cormak  pudo difundir como una verdad admitida, como axiomática su célebre frase  “a herida de vientre abstención” y Delorme, en una comunicación titulada: “Consejos a los cirujanos, presentada a la Academia de Ciencias de París el 10 de agosto de 1914, insistía en la necesidad de someter a los penetrados de vientre al tratamiento incruento como más favorable para los heridos”.

La razón principal que aducían los abstencionistas era la dificultad de practicar una intervención a un paciente en franco shock. Pagés no solamente niega este razonamiento, sino que incluso indica soluciones para sacar al paciente del shock. Lo que hoy en día llamaríamos reanimación preoperatoria. Para reafirmar su actitud intervencionista presenta su propia estadística: “En resumen: cuatro abstenciones impuestas, cuatro muertos”.

         Es curioso que la estadística que presenta en los puestos quirúrgicos avanzados es superior a la que obtiene en el propio Hospital Docquer, teóricamente mejor dotado, un 70% frente a un 52%. Probablemente esta diferencia se deba a la celeridad con que se operaban los heridos que eran evacuados a los puestos avanzados, mientras que transcurrían horas si la evacuación se efectuaba sobre el Hospital.  Pagés llega a afirmar que,  en gran parte, la actitud abstencionista de muchos cirujanos se debía al miedo de enfrentarse con una estadística elevada de mortalidad.

En agosto de 1923 solicita permiso para marchar de vacaciones a Cestona. Sale de Madrid con toda su familia el 24 de agosto, dejando en imprenta el que sería su póstumo trabajo “Aspectos quirúrgico del estreñimiento”.        Antes de partir para Cestona, Pagés entrega en el Ministerio de la Guerra una instancia solicitando su pase a la situación de supernumerario dentro del Ejército; esto le sería concedido el 20 de septiembre. Según su amigo Gómez Ulla, a Pagés ya le habían sugerido con anterioridad la posibilidad de abandonar el Ejército y dedicarse por entero a su clientela, pero hasta la fecha se había resistido e incluso acudió voluntario a la guerra de África.

         El viernes 21 de septiembre Pagés decide regresar a Madrid con toda la familia. Emprende la marcha a primeras horas de la mañana con el fin de llegar en el día a su destino. A 15 kilómetros de Burgos, en el término municipal de Quintanapalla, en la llamada cuesta de “la brújula”, el vehículo derrapa y tras dar varias vueltas de campana choca contra un árbol. Como consecuencia del golpe, una hija de Pagés, Ascensión, sufre la amputación casi completa de la mano izquierda, el joven Teodomiro se fractura una clavícula y Pagés fallece, al parecer, en el acto.

      Los restos son trasladados a Madrid el día 23 por ferrocarril hasta la estación del Norte, desde allí son trasladados entre una gran multitud hasta el Cementerio de San Lorenzo donde es enterrado. La muerte de Pagés deja inacabada su obra científica y por desarrollar una prometedora carrera de cirujano. Su precoz fallecimiento, murió a la temprana edad de 36 años, y el aislamiento científico y político de España contribuyeron de una forma decidida a que la obra de Pagés no fuera divulgada ni conocida en la comunidad científica.         

      En 1926, el Ministerio de la Guerra decide cambiar el nombre de Hospital Docker por el de Capitán Médico Fidel Pagés Miravé, en agradecimiento y reconocimiento a la labor asistencial desplegada por el doctor oscense en nuestra ciudad. “Sirviendo a la Patria, enalteció la ciencia” rezaba una placa conmemorativa en honor de nuestro cirujano en el quirófano de “su” hospital.

          Ahora que se está construyendo un nuevo y excelente Centro Sanitario en el mismo lugar donde operó Pagés y donde se ubicaba el Hospital que, durante ochenta y seis años, ha llevado su nombre, sería emotivo y de justicia que este nuevo Hospital Universitario conservara el nombre de aquel que hoy ya sí es reconocido como el verdadero y auténtico pionero de la descripción de la técnica conocida como anestesia epidural.

Una bandera hecha jirones


      

         No suelo fijarme en estas cosas, pero fui avisado para observar lo que parecía una cometa, o simples jirones de tela de colores. Una visión atenta y el zoom de la cámara de fotos que siempre llevo encima, me sacó de dudas. Se trataba de los restos ondeantes, de lo que en su día fuera una bandera de España. Está instalada en la denominada «marina seca» del Puerto Deportivo de Melilla, al que no frecuento mucho por carecer de yate. Como tampoco practico el buceo nunca que podido fijarme en que ese container es la sede del club de: Agua y Buceo. La bandera o lo que queda de ella, sus ajironados restos, marca la presencia del club. Al ser un día ventoso, la tela flameaba libremente, cada franja de color en un dirección distinta. En una de las fotos realmente parece una cometa.  Cuando no hay viento nadie se fija en ella, y los que acuden allí por la noche, ven de todo menos eso.

             A escasos metros de dónde ondea esta maltrecha representación de la bandera de España,en la explanada de San Lorenzo,  este sábado se realizará la cremonia de Jura de Bandera de los nuevos soldados profesionales. También jurarán bandera todos aquellos civiles que quieran hacerlo. Será un curioso contraste, aunque obviamente nadie podrá fijarse en eso. No tiene ninguna relación. Es simplemente una imagen.

Luz en el túnel


                 

           El espesor del silencio es a veces demasiado grande, y no siempre se encuentra a quien  se atreva a romperlo. Pienso en quien cliquea vez tras vez la página del Alminar y no encuentra nada nuevo desde hace un día. Muchas veces me siento y pienso en qué escribo hoy sin encontrar un tema convincente.  El Alminar de los primeros días estaba hecho de pequeñas cosas, de ocurrencias instantáneas o de cosas que llevaban alojadas cierto tiempo en mi cabeza y a las que simplemente dejé fluir. Las obligaciones, por pequeñas que sean, cuestan un esfuerzo. Quise desde el instante que al menos hubiera un tema por día, para crear la sensación de ligazón, y hasta ahora lo he conseguido. La mecánica cuántica afirma que: «El observador modifica el hecho observado» y eso se ha cumplido con este blog. Los cientos de observadores diarios y constantes, y los otros cientos de observadores esporádicos han modificado mi propia concepción de El Alminar, su propia forma.

      Estamos en un túnel y no se trata tampoco de abrumar al que lee con las mil y una incertidumbres que nos acechan, aunque no a todos. Se trata de ofrecer propuestas que sirvan también de vías de escape, de instrumentos para buscar otras salidas, pero tampoco se pueden eludir los temas, lo que espera ahí fuera, lo que vemos cada día. Es complicado. También he tratado siempre que cualquier cosa escrita, cualquier fotografía subida, tenga que ver con Melilla. Hay muchas cosas por escribir, pero todo lleva su tiempo y hay que ir dándole forma a todo, porque tampoco se trata de escribir por escribir.

Las misas de Monseñor Buxarrais


     Traer a nuestra memoria a una persona es restaurar unas relaciones. El recuerdo, trae de nuevo al corazón a la persona con la que hemos compartido la experiencia de la vida *.   Por eso es importante la memoria, el derecho al recuerdo. 

         Empezaron en el mes de diciembre, apenas unos días después de la definitiva marcha de las Hijas de la Caridad de Melilla. Hasta ese momento, y desde su llegada a Melilla, el párroco Ramón Buxarrais celebraba la misa para las hermanas, en el pequeño oratorio de la 2ª planta, en la zona que constituía sus aposentos privados. Todos los días, a las diez de la mañana, salvo los domingos que la celebra a las 11 horas. Esta última es la más concurrida, a la que acuden tanto los residentes en el Centro Asistencial, como los feligreses del barrio. Parece y es un esfuerzo considerable para una persona de 82 años, aquejada por padecimientos físicos desde hace muchos años.  Lleva tantos años en Melilla, 20, como los que estuvo al frente de la Diócesis de Málaga, sin embargo, él siempre quiso vivir como un cura, realmente lo es cualquier obispo, cualquier cardenal, o incluso el mismisimo Papa de Roma. Luce todos los colores litúrgicos, los que corresponden a cada tiempo y a cada momento. El blanco de los santos no mártires, el verde de la esperanza, el rojo del martirio,  el rosáceo del alivio de la penitencia, el morado de Cuaresma. ¿Porqué es tan importante o tiene tanta repercusión lo que haga un sacerdote?. ¿Porqué son tan necesarios los ejemplos?. Pues por las mismas razones por las que son importantes, tanto las actitudes como los ejemplos en los representantes políticos, en cualquier persona, tanto en un funcionario como en  un trabajador público o privado.

        No vale lo que se dice, sino lo que se hace. Nos es lo que nosotros decimos o pensamos de nosotros mismos, sino lo que hacemos. Es lo que hacemos cada día, lo que nos convierte en una buena persona o no. En nombre de la Fe he visto cometer atrocidades a seguidores de todas las religiones. 

              Monseñor Buxarrais renunció a mitra episcopal, a un puesto de gran rango. Lleva 20 años viviendo entre los pobres, en un modesto aposento. Ha seguido celebrando misa todos estos meses, sin relevo posible, incluso hasta para una sola persona como oyente, porque no importa para cuantas personas se hagan las cosas, sino que se hagan, incluso aun cuando nadie lo vea o sepa. Todo lo contrario de lo que llamamos rentabilidad política.

       Lleva toda la semana enfermo, con un padecimiento estomacal, propio del inicio del calor. Los rigores climatológicos acaban pasando factura. En muy pocos días, quizá en una o dos semanas, se marchará a Barcelona para ser operado de la cadera. No sabemos el tiempo que permanecerá allí. Todo depende de la evolución de su opereción y la posterior recuperación. Ha dejado un ejemplo, durante todos estos años, para el que ha querido verlo. Lo sigue dejando.

         Muchos se asombran e incluso se llenan de ira porque yo escriba de estas cosas. Simplemente hay que estar atento a todo, captar las cosas en el momento justo. A todos esos les digo que incluso San Pablo/ Saulo, fue antes perseguidor de cristianos que apostol, que no es mi caso. A todos les digo que el sentimiento de odio no es cristiano, aunque ellos no lo crean. A todos esos les digo que yo siempre he intentado proteger a los desfavorecidos. Él, monseñor Buxarrais,  está ahí para todos, junto a su Cristo crucificado.

  Nota*: Alfonso Crespo Hidalgo, anterior Vicario General de Málaga en «Pasó haciendo el bien», biografía episcopal de Monseñor Buxarrais, año 2006.

¿Saturación en el Hospital Comarcal?


     Es un tema recurrente, utilizado según en qué momento, para desprestigiar al Gobierno del Estado, dependiendo de la uniformidad política entre Melilla y Madrid. En los últimos ocho años, cual letanía o salmodia, el Partido Popular repetía los males que aquejaban al Hospital Comarcal y que básicamente se concentraban en «la atención hospitalaria a los ciudadanos de Marruecos». Hace tan solo una semana, el Gobierno de España creyó descubrir el mal que agujereaba a nuestro Hospital: » El turismo hospitalario  procedente del Reino alauíta». Igualar el placer del turismo con la necesidad de acudir a un hospital, me parece una símil cruel y desconsiderado.

         Una vez identificado el problema, los medios de propaganda abrieron sus hojas informando de que se iba a poner freno al asalto de Marruecos a nuestra sanidad pública (pueden leerse los titulares y declaraciones de los días pasados).  Hoy, el director General del INGESA (Instituto de Gestión Sanitaria), José Julián Díaz Melguizo, en unas declaraciones muy sensatas, dice que se va a seguir prestando la atención sanitaria a marroquíes, en los mismos términos en que se venía haciendo. Él mismo ha desmentido de manera muy elegante, todo lo que se venía diciendo en días pasados. Melilla está donde está y eso nada, ni nadie puede evitarlo. Ya no volveremos a oir hablar de cómo la atención a los marroquíes devora cual termita la sanidad melillense. Algunos dejarán de hacer preguntas parlamentarias constantes en ese sentido. Algo hemos ganado.

                ¿Cuál es el problema de la sanidad en Melilla?

     Aunque mucha gente le tenga manía a los funcionarios públicos, debo decir que si algo aportan al conjunto de la sociedad, es tranquilidad y eficacia. En el Hospital de Melilla, casi todos los profesionales trabajan con una atención y dedicación muy por encima de las exigencias de sus convenios laborales o de la Ley de Función Pública. Cualquiera que haya estado en el Hospital sabe de lo que hablamos. Siempre hay alguien que sabe lo que tiene que hacer y eso es lo que queremos todos en cualquier situación, sobre todo en las relacionadas con la salud. Introducir el elemento de la intranquilidad y de la inestabilidad en los colectivos de funcionarios, es un error que no debe cometerse.

       Los problemas reales de la Sanidad en Melilla son otros, y pienso que en la posible saturación del Hospital de Melilla, algo de responsabilidad tendrán las compañías de seguros sanitarios, que jamás han ofrecido una clínica privada a los melillenses. Ofrecen consultas de profesionales, pero no todas las requeridas, compartiendo también a los médicos especialistas. Al final, cualquier operación o cualquier prueba diagnóstica recae sobre el Hospital Comarcal. En días atrás, una colaboradora hablaba de la necesidad de una clínica de salud mental.

        Ahora sí es cuando hay que recordar, que el último solar libre de la explanada de San Lorenzo, destinado a equipamiento sanitario y a la construcción de una clínica privada, fue un propósito que nunca llegó a fomentarse, recalificándose el terreno  para hacer un nuevo edificio de viviendas. La falta de especialidades, de cierto tipo de profesionales, obliga a realizar muchos traslados a Málaga, lo que incrementa tanto el gasto sanitario como el de las familias y el consiguiente riesgo para los enfermos.

        Yo sigo siendo un defensor de lo público, de la gestión correcta de los recursos del Estado. Hay muchas preguntas por hacer sobre la sanidad en Melilla. ¿Se cobra a las compañías privadas todas las prestaciones realizadas a sus asegurados?. ¿Se puede racionalizar el gasto y acabar con el despilfarro, sin sobrecargar las plantillas, sin reducir personal y sin reducir la calidad de la atención sanitaria?. Creo que se puede cobrar parte de la atención hospitalaria que se presta, tanto en el caso personal, como mediante convenios con Marruecos.

   Vista la situación de saturación muchos hospitales españoles, la situación melillense no parece igual. Nadie va un hospital por gusto y en Melilla, muchas veces el propio paciente paga parte de sus consultas o tratamientos, sin necesidad del «copago». Hay excesivo ruido de fondo en todo este tema, que enmascara un problema que sigue sin salir a la luz, o sin saber abordarse.

  Nota: Todos los excombatientes marroquíes del ejército de Franco, siguen teniendo derecho a la asitencia sanitaria española, tanto ellos (que cada vez quedan menos), como sus familias hasta la 3ª o 4ª generación. Eso fue una concesión graciable de Franco, por su ayuda en la victoria final sobre La República  española.

      PD: http://www.infomelilla.com/noticias/index.php?accion=1&id=32353