Sacar los colores a Melilla


Mujer gorda en pelota

Un nuevo escándalo ha surgido en la cultura melillense, cada vez más pacata y timorata. La figura de una mujer en caldereta, instalada en el epicentro de la ciudad, ha hecho arder las redes de comentarios peyorativos. Nuestra única duda era si «la mujer gorda en pelota» está dándose un baño, o está siendo cocinada. La cercanía despejó la duda; se trata de un baño floral, como homenaje a la campaña Melilla en Flor. En esta ciudad domina el cardo y la chumbera, que no deja de ser un cactus de erizadas púas.

Sin embargo y por fortuna, existe un blog paralelo a éste, La Otra Melilla, que ha demostrado que «la mujer gorda desnuda» ya fue utilizada en otra campaña de mayo, años atrás. En aquellos años no había debate, ni disenso posible, por lo que nadie habló del tema. Simplemente se dejó correr. Este importantísimo hallazgo, demuestra que estamos frente a otra arremetida del ariete de guerra, contra la Consejería de Cultura, bajo la dirección de Elena Fernández, «delomition woman» de los restos del franquismo en la ciudad. Nadie se había atrevido a tanto y tiene una guerra declarada en su contra.

Hubo otra mujer al frente del la Cultura melillense, cuya personalidad superaba a la de la propia Consejería, Simi Chocrón, a la que siempre consideramos amiga de este blog. Ella trajo el Museo Ibáñez a nuestra ciudad, pero se dejó la parte más provocadora y rupturista del excelente artista, en Lucainena de las Torres (Almería). De haber llegado parte de esa obra a la ciudad, hubiese provocado verdaderos escándalos. No se trata pues de provocar o de herir susceptibilidades de modo innecesario, pero si mostrar que en el arte, en la cultura, en las letras, se pueden atravesar ciertos convencionalismos sociales, que nos reprimen de manera innecesaria.

Quizá hagan faltan más consejos de participación ciudadana, un aporte de ideas que los cargos de libre designación no pueden ofrecer. En el entorno de la Escuela de Enseñanzas Artísticas existen muchos jóvenes que difunden su creatividad al margen de las Instituciones Públicas. Es un talento que se pierde en el vacío. En la época del concejal Narváez (Culi) del mismo apellido que el Espadón de Loja, existía un consejo de participación juvenil, que intervenía en la mayor parte de las actividades culturales del Municipio. No es fácil manejar algo así, pero las nuevas tecnologías abren un camino de posibilidades.

Existen muchas inercias que son casi imposibles de detener o modificar su dirección, pero debe intentarse, porque cuando se inicie el mes de mayo, el reloj empezará a correr hacia atrás. Cada día quedará uno menos para los próximas elecciones. Si la presión parece insoportable ahora, cuando llegue el año clave (2023) será como estar frente a una amoladera de trigo. Por lo que se ve, es demasiado fácil sacarle los colores a Melilla.

Antes, en el periodo absolutista, no existían estos debates, o sí, pero en sentido inverso. Esa legión que hoy bate al gobierno actual desde las trincheras, disparaba a fuego libre sobre los que osaban criticar las acciones del gobierno anterior. Los años duros, en los que surgió y logró atravesar este blog, fueron realmente muy duros. Esto que vemos no es nada, siendo bastante. Si la prensa de apenas hace dos décadas estuviese digitalizada y accesible, algunos sorprenderían de ver lo que realmente eran portadas inmisericordes.

Nota: Museo García Ibáñez en Melilla | El Alminar de Melilla

Movimientos en el Barrio Uno


El Mantelete

La conocida como Puerta de la Marina, con su aljibe antiguo (prehispánico) y esas grandes murallas, que esconden respuestas, junto con la Alafía, ofrecen el perfil más parecido al de la Melilla que vieron las huestes de Pedro de Estopiñán en 1497. Tenemos que imaginarlo todo sin puerto, sin los fosos, sin las edificaciones. En este sector están los tramos más antiguos de las murallas que todavía pueden verse. Por aquí estaba la cueva en donde predicaba el santón nazarí Sidi Ouarich, llegado poco antes de la conquista de Granada.

Hay que imaginar la línea de playa en lo que hoy es la avenida del general Macías. En esta zona debió de producirse el gran desembarco. El río de Oro desembocaba apenas a unos cien o doscientos metros de la villa antigua de Melilla. Si embargo, estos suelos limosos, enriquecidos con las aportaciones de otros arroyos, conformaban una fértil zona de huertas, que en periodos de paz, proporcionaban a la ciudad algunos recursos alimenticios, con los que paliar la penuria que caracterizó a la larga noche de los 400 años.

Aquí se encuentra la Consejería de Fomento, hoy de Infraestructuras, que es la más poderosa de todas, pues es la que rige, junto con la de Hacienda, los destinos de la ciudad. Quien maneja el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) tiene el poder de decidir cómo será la ciudad. Todo lo que se hace, desde una humilde acera, un derribo, una recalificación, una nueva construcción, o las importantes recepciones de suelo liberado desde el Ministerio de Defensa, se decide, en la modesta estructura que vagamente recuerda a los bazares del viejo Mantelete. Esto lo han sabido todos, de hecho, hay empresas inmobiliarias de personas que en el pasado formaron parte de algún gobierno. Aunque existe alguna objeción legal sobre no participar en áreas en las que se tengan intereses, o ese teatrillo de salir de una reunión en el instante en que se decide algo que afecta a una empresa familiar, todo el mundo sabe que eso es solo teatro, sin mas, porque la información adquirida queda ahí para siempre. Melilla es una ciudad con los metros cuadrados contados. Por ello, la Consejería que recibe más presiones es esta.

El Mantelete fue la zona de desahogo de la ciudad amurallada, algunas huertas, almacenes, incluso la famosa y nunca localizada «ermita de extramuros». En el periodo político previo al actual, se iniciaron algunos movimientos para rehabilitar y revalorizar la zona. En general son casas muy viejas, con escaso valor arquitectónico, pero singulares. El único edificio que tenía interés arquitectónico fue derribado. Todo esto se ha contado en el Alminar. Una década da para mucho. El valor de la zona multiplica el del suelo. Hay casas que se están reformando manteniendo la fachada, otras que han sido derribadas y que se están reedificando de manera inmediata, y otros edificios que caerán bajo la piqueta en breve. El barrio, pese a la zona en la que se encuentra, se encontraba en un estado lamentable de abandono. El anterior gobierno fue incapaz de gestionar incluso la zona centro de la ciudad.

Estamos atentos a los movimientos en este barrio, también de interés arqueológico máximo, aunque hay otra zona mucho más importante y que también hemos visitado y fotografiado. Por encima de las campañas de propaganda, hay que hacer una ciudad acogedora, habitable para todas y todos, que conserve su pasado y su sentido. Melilla tiene una singularidad única, que hay que seguir manteniendo. La especulación urbanística tiene que tener un límite. Los edificios antiguos del Mantelete y la Ciudad Vieja están arruinados en su totalidad. Hay abundantes solares en donde construir. El terreno está abonado para la especulación. La calle de San Miguel es una pura ruina.

Nota: Edificio liquidado | El Alminar de Melilla

Incluimos el último catálogo de edificios protegidos del 2012.

Abril, 1986, Melilla, Chernóbil


El 26 de abril de 1986 estalló en reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil. La Unión Soviética solo reconoció los hechos tras ser detectada la radiación en una central de Suecia. En Melilla apenas supimos nada, porque la ciudad vivía unos sucesos trascendentales. La lucha del colectivo amazigh o rifeño por su equiparación civil y documental con el resto de ciudadanos melillenses. En cuanto al alcance y magnitud de lo sucedido en la ciudad de Ucrania, hizo falta esperar hasta el desmoronamiento de la Unión Soviética en 1991.

En el mes de abril de 1986 visitó la ciudad el ministro socialista José Barrionuevo, acompañado del secretario de Estado Rafael Vera. Al frente de la Delegación se encontraba Andrés Moreno y en el Ayuntamiento Gonzalo Hernández. Felipe González había decretado el fin de la 1ª Legislatura socialista y se encaminada haca la 2ª mayoría absoluta. Sin embargo, en nuestra ciudad todo iba a dar un vuelco. Aomar Duddú, funcionario municipal, fue expulsado de su trabajo por un decreto de la Alcaldía de Melilla, al que se opuso la Delegación del Gobierno. Fue un gran error, que radicalizó las protestas del denominado como «colectivo musulmán», orientadas siempre desde el lado pacífico. Sin embargo, todo se les escapó a todos de las manos. Apenas un mes antes, nadie discutía en la ciudad un nuevo triunfo de la candidatura socialista, liderada por Julio Bassets.

Otro nombramiento iba a resultar decisivo en Melilla, el del juez José María Treviño, pero eso se iba a ver algo más tarde. Por primera vez en la historia, la Policía Nacional reprimió una manifestación de melillenses peninsulares. Esto radicalizó la situación hasta tal punto, que un capitán de la policía se negó a cumplir las órdenes gubernativas, siendo destituido. Las elecciones se celebraron a finales de junio, por lo que Coalición Democrática, un nombre de transición entre la Alianza Popular del ex ministro franquista Fraga, y el Partido Popular, tenía hecha la campaña. Desde los primeros días de junio, hasta el día electoral (22 de junio) los aledaños de la Delegación del Gobierno estuvieron permanentemente rodeados por ciudadanos radicalizados, que gritaban día y noche, y arrojaban huevos sobre el edificio gubernativo.

El Partido Socialista estaba dividido, pero empezaba a corregir su apoyo a la Ley de Extranjería, aprobada en el mes de octubre de 1985. Es más, con la llegada de Manuel Céspedes a la Delegación a finales de año, el viraje en el rumbo fue total. La derecha no, estaba unida en la consideración de «ciudadanos extranjeros» de todo el colectivo amazigh melillense. El paralizador del acceso del colectivo amazigh al Documento Nacional de Identidad, fuel el diputado y Ministro Juan Manuel García-Margallo, el nieto del general Margallo, y que fue nombrado como Hijo Predilecto de la Ciudad por el gobierno de Juan José Imbroda.

Volatilizada la UCD, se creó en Melilla un partido localista a la derecha de Coalición Democrática, la Unión del Pueblo Melillense del muy popular Pepe Imbroda, de clara vocación regionalista y melillista. La partida ya estaba clara y no existiría una posición intermedia. La derecha ganó las elecciones con un amplio respaldo en la ciudad y el PSOE pagó todos los platos rotos, tanto los propios como los de los demás. Unos años después «el colectivo amazigh» agruparía su voto en torno a una formación de ideología ecléctica, Coalición por Melilla, mientras que la regionalista UPM. acabaría por tragarse al Partido Popular en 2000. Ahora mismo son formaciones opuestas, que concentran la casi totalidad del voto de las dos comunidades mayoritarias de la ciudad. Quedando el Partido Socialista situado en el centro social, que no político, de la ciudad.

En El Alminar, como siempre, escribimos y reflexionamos desde nuestra experiencia en los hechos. Unos provocaron el desarreglo y la diferencia (la derecha melillense), otros repararon la discriminación documental (los gobiernos socialistas de González) y quedaron señalados para siempre. Curiosa ironía histórica.

Nota:El disputado premio del Sr. Margallo | El Alminar de Melilla

Melilla: Aeropuerto 2021


No todo pueden ser temas de gran calado porque se corre el riesgo de encallar, como el mastodóntico barco del canal de Suez. Hay sucesos menores que también conviene relatar. Esta tarde, en un paseo por la pista de carros y los restos de las antiguas huertas del Real, se oía el inconfundible ruido de las hélices de un avión sobre la pista del aeropuerto, al que llamaremos 2021, mientras de dilucida o se lleva a cabo la imposición de su nombre definitivo. A las 19h 00 llega habitualmente un avión de Air Europa procedente de Málaga, y otro de Air Nostrum con apenas media hora de diferencia, que aparecen puntualmente sobre la cabecera sur, haciendo el giro por encima de Beni-Enzar, según manden los vientos.

Se aventuraba algún problema, ha debido existir algún tipo de retraso porque un avión seguía en pista en posición de despegue hacia la cabecera norte. El que venía de Málaga o Madrid (imposible aclararse si se consultan los horarios publicados en la prensa) o de ninguna parte, tuvo que realizar un giro de espera, para volver a encarar la pista, ya libre, y poder realizar el aterrizaje en la ciudad de Marte. Esto último ha quedado perfecto.

Seguidamente llegó otra aeronave, por un momento parecíamos estar en la ciudad soñada, la mejor comunicada del planeta. Quizá el año que viene tengamos un Airbus sobre nuestras cabezas. Esta vez era algo más pequeña, quizá el avión medicalizado para algún traslado desde el hospital.

Lo hemos podido ver todo y secuenciarlo, el avión de Air Nostrum estaba en clara maniobra de aterrizaje y tuvo que abortarla, volver a ascender y realizar la maniobra preceptiva de espera. Luego ya nos pasó por encima sin incidente alguno. Los aviones son el medio de transporte más asombroso creado por el ser humano. Eso sin entrar en los cohetes aeroespaciales.

El panteón de la Guerra de Margallo


Las Guerras de Melilla

No es que fuera la guerra del General Margallo, fue la guerra de los límites, o la de Sidi Ouariach (1893-94), contras las cábilas que residían siempre en los terrenos que circundan lo que se conocía como campo exterior.. Se resistieron a abandonar sus tierras seculares, y a dejar el santuario de Sidi Ouariach dentro del territorio español. Estalló la guerra y España se vio sacudida por un nuevo conflicto bélico, que llevaría ya un nombre que nadie olvidaría nunca, el de Melilla. El 28 de octubre de 1893, las fuerzas españolas estaban cercadas en el fuerte de Cabrerizas Altas*.

En una maniobra desesperada, tres oficiales españoles recibirán la Cruz Laureada de San Fernando: Miguel Primo de Rivera, Juan Picasso y Lucas Hernández. El gobernador de la Plaza, el jefe de la fuerzas militares de la ciudad, Juan García y Margallo también sale del fuerte, recibiendo una certera bala de un tirador rifeño en la cabeza. Su muerte sacudirá a la nación, y dará nombre a esta absurda guerra. Un año después, el general Martínez Campos firmará la paz con el Sultán de Marruecos. En los primeros años del siglo 20, se construirá el panteón que ahora vemos y que alberga los restos de aquel conflicto, que obligó a retranquear la frontera española, para dejar el cementerio histórico rifeño en territorio marroquí. La cifra oficial de bajas fue de 70 muertos y 122 heridos, pero en España nunca se creyeron esas cifras. La mayor parte de los caídos en ese conflicto están ahí enterrados.

El panteón solo se abre en noviembre, de modo oficial, con guardia de honor, en el Día de Difuntos. Hoy se encontraba abierto por razones de mantenimiento. Es necesario abrir las puertas y la cripta para secar el agua que humedece las paredes, especialmente tras días de lluvia. La cripta en donde reposan los restos de Margallo está a tres metros bajo la tierra. Solitaria y en silencio todo cobraba un aspecto distinto.

Solo 15 años después, el 27 de julio de 1909, otro lugar geográfico resonaría en la nación española, el Barranco del Lobo. La explotación de los minerales de Uixan forzó la penetración militar española en la zona limítrofe en la ciudad. El Regimiento de Madrid había desembarcado esa mañana y se dirigió hacia el monte Gurugú. No se sabe muy bien si se trató de un error táctico, de una equivocación. El caso es que el general Guillermo Pintos y todo el Regimiento de Cazadores de Madrid fue abatido en ese día. El desastre del mítico barranco, tan cercano, puso del revés a todo la Nación. Barcelona se sublevó, al negarse a una nueva leva de reclutas para su embarque hacia Melilla. La Semana Trágica fue una conmoción política que ha quedado fijada en la historia de España con ese nombre. El pueblo estaba harto del continuo goteo de muertos de los hijos de las clases populares, alistados como soldados, para el enriquecimiento de las grandes familias de la burguesía española.

Este es el otro gran nombre que hace muy interesante y especial este mausoleo. Aquí está enterrado el general Pintos, y gran partes de «los restos anónimos», de soldados caídos en aquel combate. Restos que no pudieron ser identificados nunca. Hijos de madres que jamás volvieron a verlos. Como siempre, tradición en el Ejército de España, no hay cifras oficiales de bajas. Se habla de un millar, pero nada es seguro.

La cripta tiene unas escaleras de difícil acceso. La gente de Melilla le rinde culto a las ánimas. Hay restos de velas encendidas en el pasado mes de noviembre. El silencio es sobrecogedor en esta pequeña cripta. La cripta conserva el calor en invierno y resulta fresca en verano. Es la temperatura de la tierra, que acoge a todos estos muertos sin nombre. Todavía estremece ese «Tu esposa e hijas» sobre la lápida del general Pintos.

Nota: *Cabrerizas Altas, la gran novela de Ramón J. Sender.

Aeropuerto de Melilla Virgilio Leret


Por qué Virgilio Leret Ruíz

El primer motivo es que se trata de un comandante aviador, Jefe de la Base de Hidroaviones del Atalayón, ingeniero mecánico electricista, muerto en el cumplimiento de su deber, la defensa del Gobierno, el 18 de julio de 1936, en cuya madrugada fue fusilado. Tras un arduo trabajo de más de dos décadas, llevado a cabo por su hija Carlota Leret O’Neill (Medalla de Oro de Melilla 2020), se le reconoce el invento del «mototurbocompresor de reacción continua«, un prototipo, que de haber podido desarrollarlo, le habría convertido en una de las figuras aeronáuticas más eminentes de la historia española. Probablemente, hoy tendríamos un modelo de motor a reacción para aviones con su nombre. Todo esto quedó truncado por un alzamiento militar contra el gobierno elegido en las urnas, y por una ejecución sumaria y sin juicio, en las laderas del Atalayón. En cualquier ciudad que no fuese Melilla, esto solo sería más que suficiente, para que Virgilio Leret diese su nombre al aeropuerto de la ciudad, desde hace más de una década.

Pero hay un segundo motivo, y es este. El 10 de marzo de 1941, Carlota O´Neill intentó que se le renovase la sepultura en nicho, recibiendo la siguiente respuesta: «la sepultura donde yacen los restos de D.Virgilio Leret es de propiedad militar; por lo que no puede adquirirse la misma. A pesar de que muchas personas fueron a pagar espontáneamente los gastos que ocasionara el traslado a terreno civil, el general Bartomeu no atendió ninguna de estas solicitudes, para arrojarlos a la fosa común y que nadie supiera dónde se hallaban».

El rescate del nombre de Virgilio Leret se inició desde la nada. desde el olvido absoluto al que quisieron relegarlo. Solo se contaba con el testimonio de Carlota O’Neill en su libro: Una mujer en la Guerra de España. No había más porque Carlota y sus hijas se marcharon primero a México y finalmente a Venezuela. El ánimo y la férrea de voluntad de su hija, Carlota Leret, apoyada por muchas personas y grupos que mantuvieron su memoria en Melilla, han llegado al feliz término de que el aeropuerto de Melilla, lleve a partir de ahora su nombre. Es un nombre para siempre, para la eternidad, para las generaciones futuras, para la historia de la Aviación española. Homenajeando a Virgilio, se enaltecen muchos otros valores.

Los méritos de Virgilio Leret y de todos los que han apoyado esta causa, están perfectamente reflejados en el argumentario elaborado por la Delegación del Gobierno de Melilla, y que compartimos en el presente artículo. El documento nos ha sido proporcionado por la propia Institución. Así quien quiera podrá leer y opinar de modo fundamentado.

Gloria Rojas, Sabrina Moh y Elena Fernández

Tres mujeres comprometidas con una causa, la de la memoria, pero sin rencor. Gloria Rojas, Vicepresidenta del Gobierno de Melilla. Sabrina Moh, Delegada del Gobierno de la Nación. Elena Fernández, Consejera de Cultura de Melilla. Han trabajado al unísono y han conseguido lo que parecía imposible, llevar el nombre de Virgilio, merecidamente a su cénit. No es fácil que te autoricen algo así, porque los aeropuertos no son edificios cualesquiera. Sus nombres entran en una red internacional, y no todos los aeropuertos tienen nombres personales. Virgilio Leret ya fue reconocido como una figura de la Aviación Española en 2002, en una publicación del Ministerio de Defensa, a cuyo frente estaba entonces Federico Trillo. El número 20 de la revista Aeroplano, le dedicó un extenso artículo a su figura y al análisis técnico de su motor.

No es una cuestión de competencia de nombres, resulta lógico que un aeropuerto pueda llevar el nombre de un aviador. En el caso de Melilla ya existe una calle con el nombre de un aviador del ejército franquista, Joaquín García-Morato, y un monumento a otro aviador, también de la etapa de la dictadura, pero sin relación con la Guerra Civil, Tomás Castaño de Meneses, cuya vinculación con la ciudad fue tangencial. Esto ya está escrito hace mucho, y la petición para que el aeropuerto de la ciudad lleve el nombre de Virgilio data de 2005.

Con un ánimo frentista, la derecha de Melilla ha propuesto un nombre alternativo, que ya existe en el callejero de la ciudad, el del guardia civil Antonio Molina, asesinado en un atentado de ETA en diciembre de 2002. El senador del Partido Popular Carlos Benet (1986-2008), «no tiene objeción alguna a que el aeropuerto de Melilla lleve el nombre de Virgilio Leret, y además ve hasta lógico que esa instalación lleve el nombre de un aviador».

La familia Benet y el Protectorado Español en Marruecos

La familia Benet llegó al Protectorado Español en Marruecos, desde su mismo inicio, procedente de Cataluña. Es una familia perteneciente a la burguesía catalana, de múltiples ramas, casi todas acaudaladas y de gran influencia social. Presidieron desde el principio la Papelera de Tetuán, que abastecía de productos de papel y cartón a todo el Protectorado español. La Papelera se mantuvo en manos españolas hasta 2005, y estaba valorada en 115 millones de euros. La rama melillense a la que pertenece Carlos Benet, senador Popular durante 6 Legislaturas, y el ya fallecido empresario de hostelería Guillermo Benet, tiene ya 5 generaciones enraizadas en la ciudad.

Pocos saben que Francisco Benet Enrich* era el secretario de la Delegación del Gobierno en julio de 1936. Ante los rumores y movimientos de «golpe contra el gobierno», fue encargado por Gil de Terradillos (Delegado gubernativo) para inspeccionar la Comisión Geográfica y la representación de La Legión. La conspiración vigilaba muy extendida, pues se habían juramentando meses atrás y detectaron rápidamente esos movimientos. Francisco Benet quedó detenido esa tarde a las las 16h 00. Apenas una hora después los conjurados detuvieron al general Romerales en la Comandancia, quedando Gil de Terradillos aislado en la Delegación. El cerco estaba completo, Soláns Lavedán al frente de la Comandancia y dictado el Bando de Guerra a las 19h 00, frente al café La Peña. Esa misma tarde-noche empezaron los asesinatos callejeros. Benet Enrich sería liberado en Tetuán al acabar la guerra.

La pretendida polémica es artificial. Se trata solo de reparar la memoria de un aviador, ingeniero mecánico, que murió en defensa de su gobierno. Se trata de una acto de justicia histórica, y de rescatar un nombre del olvido, que de no haber mediado la guerra civil y el golpe de Estado de Franco, hubiese llegado a ese mismo lugar.

Nota: Historia de tres aviadores en Melilla | El Alminar de Melilla. *Miguel Platón; El primer día de guerra. Paginas 269-280.

La corriente del río


Todo estaba dispuesto, aunque nadie lo supiera porque la vida no avisa. A veces se divierte soplando en sus trompetas para nada; otras, en cambio, su corriente reúne a la callada ciertos seres y cosas, y deja que pase lo que tiene que pasar. Solo mucho después se reconoce lo decisivo de cierta circunstancia, de tal gesto. José Luis Sampedro, El río que nos lleva.

Quedan pocos de los nombres originales. Melilla, en el tiempo prehistórico fue una pequeña Mesopotamia, o tierra entre ríos. El arroyo Mezquita es el nombre más antiguo que se conoce. No sabemos de dónde sale la denominación de Río de Oro, para el principal de su cauces. Hacía mucho tiempo que no veíamos correr el agua por todos los arroyos, por lo ya mencionados, y también por el cauce del arroyo Farhana. Los sedimentos acumulados en el suelo de muchas zonas de la ciudad, muestran que los caudales de agua debieron ser muy grandes, pues el transporte de materiales y de grandes rocas es muy elevado, en aquellas zonas en las que sabemos que estaban bajo el dominio del agua. Mariguari es quizá otro de esos nombre ancestrales.

Los ríos han dado origen a grandes civilizaciones y suelen identificarse con la vida, porque el agua fluye sin que nada la detenga, bien hasta su desembocadura, o en otro caudal principal, del que es su afluente. Como la vida, los ríos reciben otras aportaciones que los hacen más caudalosos y anchos. La humanidad tardó mucho en dominar los cauces de las aguas, con grandes embalses. El agua siempre busca su salida. Los ríos también pueden recorrerse en sentido contrario, buscando su fuente, su origen, come en el Corazón de las Tinieblas, la novela de Joseph Conrad.

Hacía mucho que no veíamos los ríos y arroyos melillenses con agua, el tiempo seco ha sido extremo, una década, que coincide con el origen del blog. Hace ya esos años anunciamos el tiempo seco. El agua es la vida, siempre fluye, como El Alminar. Este blog tiene su propio ritmo, su propio tiempo. Últimamente nos hemos visto alterados por el tiempo político, que es muy absorbente. Necesitábamos separarnos un poco, y volver al origen, para escuchar nuestro propio latido. Cuando se pierde la orientación en el camino, es mejor volver al principio. Si una vela se apaga y nos deja a oscuras, hay que encender otra.