¿Qué es genocidio?


    

 La Convención para la Prevención y del Delito de Genocidio fue promulgada en 1948 por la Asamblea de Naciones Unidas. Su definición, firmada por la casi totalidad de los Estados miembros es la siguiente: «En todos los períodos de la historia el genocidio ha infligido grandes pérdidas a la humanidad. El genocidio es un delito que puede cometerse tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz». El Artículo II de la Convención describe el genocidio como: Un delito perpetrado con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Tenemos ya aquí unas apreciaciones importantes, una es la intencionalidad de destruir, y otra el alcance, que puede ser total o parcial, y circunscrita a un área pequeña, como Srebrenica (8000 muertos), o una área regional grande, como la de los cristianos armenios ¿1.000.000? a manos del Imperio Otomano. A día de hoy, Turquía ni siquiera permite hablar de este tema. Otro gran genocidio fue llevado a cabo por los Jemeres Rojos de Pol Pot en Camboya (1,5 millones de personas).

  Los genocidios activos en la actualidad afectan a Myanmar y la población Rohingya, o a Iraq y los cristianos yazidíes a manos del Estado Islámico. Para que exista genocidio tienen que producirse otra serie de condiciones asociadas: Matanza de miembros del grupo. Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo. Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia
que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial. Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo. Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo. Los otros dos focos de genocidios activos se concentran en Sudán y Sudán del Sur

          La Guerra de Gaza

Gaza no está en guerra con Israel, ni la autoridad Nacional Palestina, ni la población Palestina. Es Hamas, un movimiento radical islamista de carácter totalitario que se hizo con el Poder político en 2007, el que llevó a cabo el pasado 7 de octubre un ataque bélico o una acción de guerra contra Israel, con el lanzamiento de más de 5000 cohetes, y la perpetración de matanzas intencionadas sobre población israelí, que alcanzó la cifra de 1400 víctimas. La mayor matanza de judíos desde el Acuerdo de la ONU sobre la partición del territorio de Palestina en 1947. El modo de matar (violaciones, mutilaciones, quebrantamientos de extremidades, seccionamientos corporales, evisceraciones y decapitaciones), convirtieron ese día en una de las jornadas más escabrosas de lo que va de siglo. ¿Qué pretendió Hamas? Es algo que ningún experto ni analista del mundo árabe ha logrado descifrar. La acción de guerra, más que atentado, debía prever que la respuesta del Estado israelí nos llevaría a una «guerra total» contra el movimiento islamista, con el que existía cierto grado de «contención» que no tolerancia, por parte de Israel.

  Desde la guerra de 2014 y el fin de las Intifadas, no habían existido grandes escenarios bélicos tan amplios. Permanecían eso sí, la presión israelí sobre todo el territorio, sobre las fronteras, y la política de autorización de nuevos asentamientos en los territorios palestinos, así como múltiples atentados y lanzamiento de cohetes desde Gaza. Una tensión mutua y permanente entre un Estado y un movimiento de milicias armadas. Quizá la causa haya que buscarla en el propio Benjamín Netanyahu, que gobernó Israel de modo ininterrumpido entre 2009 y 2020. Las dos guerras más sangrientas, la de 2014 y la presente, ocurren durante sus gobiernos. ¿Estamos ante el Milosevic israelí?

   El siglo XXI concentra suficientes ejemplos de mandatarios belicosos y endurecidos, como para que haya que recurrir a comparaciones excesivas y desafortunadas, que permiten una fácil defensa de la potente división mediática israelí. Por mucho que se quiera estirar la comparación, y la tentación sea demasiado fácil, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), están muy lejos de las acciones despiadadas e inhumanas de las Waffen SS en Europa. Sin embargo, las milicias mercenarias del ISIS (Estado Islámico) y de Hamas, sí las recuerdan, sobre todo en el modo de matar, y en el ensañamiento con las víctimas. ¿Calculó mal Hamas las consecuencias de su acción del 7 de octubre, como lo hiciera Japón el 7 de diciembre de 1940 en Pearl Harbour? Probablemente sí, y despertaron a un dragón dormido, el dragón de la guerra total, la destrucción absoluta, y el sufrimiento infinito de los civiles. Decimos esto sin que sea posible equipar a un Estado con una milicia armada cuyo único objetivo es el terrorismo, la guerra y la destrucción de Israel.

  Es el Martirio de Gaza, como lo define Norman Finkelstein, solo que en esta ocasión Hamas no puede eludir su responsabilidad ante la apocalíptica situación a la que ha llevado a Gaza. Según este autor judío estadounidense (muy cuestionado), las desproporcionadas y violentas respuestas de los gobiernos de Israel ante cualquier agresión (doctrina Dahiya), son una advertencia y un medio disuasorio, ante cualquier posibilidad de sumarse al conflicto por parte de los innumerables Estados, y de milicias armadas que pretenden la destrucción completa del Estado israelí. Es evidente que no se ha producido una escalada internacional del conflicto, como auguraban algunos pensadores arabistas, pero también ha restado apoyos a Israel y «su derecho a la defensa» frente al terrorismo. No todo está justificado, aunque la presente situación tenga pocas salidas. Pese a las innumerables críticas a los Estados Unidos, es también un hecho que la única válvula de contención para acciones más desproporcionadas de Israel, está en los gobiernos de Washington. Lo sucedido el pasado 7 de octubre fue demasiado extremo y salvaje. Aunque sirva de muy poco, más bien de nada, Hamas ha reconocido errores en esa acción criminal, que será la última que lleven a cabo, porque su desaparición será completa tras esta guerra, que debería ser la última para la franja, un territorio de 351 kms2 totalmente rodeado por Israel.

          Guerra y Paz y dos Estados

  La destrucción completa de Gaza, el desplazamiento de toda su población, la ruina total de su economía, y por supuesto, las varias decenas de miles de muertos y de heridos, no son un horizonte admisible para ningún Estado democrático, pues después de la guerra ya no existirá nada.

Según las cifras recopiladas por la Organización de Naciones Unidas, las cifras de heridos en las dos últimas décadas de conflictos de diverso grado, son muy elevadas, multiplicando de modo exponencial a la de fallecidos. En la guerra de 2023, la que supondrá el fin político de Netanyahu, el número de heridos rebasaría los 100.000, según las organizaciones humanitarias sobre el terreno gazatí. Incluso Ariel Sharon, el gran halcón, derivó hacia posiciones moderadas, tras el abandono de Gaza por parte de su gobierno en 2005. Solo Netanyahu discrepó abiertamente de esa posición.

  El gobierno de Israel tendrá que detener la guerra, primero de modo temporal y luego definitivo, porque el riesgo sanitario para la totalidad de la población, atrapada en el sur de la Franja, es elevadísimo. Sin pretenderlo, y no es la intención de Israel, se puede causar una hecatombe para la población civil de Gaza. El gobierno de Netanyahu tendrá que detener la guerra porque no ha conseguido, tras 100 días de ofensiva militar, ninguno de sus principales objetivos: la liberación de los rehenes, y la desaparición física de Hamas, pese a que afirma haber eliminado a más de 8000 de sus milicianos. La guerra de 2023, le ha destapado como el gran halcón, nombre con el que se designa a los políticos israelíes más intransigentes.

Hamas tendrá que liberar a todos los rehenes, estén en el estado que estén, porque de no hacerlo no tendrán ninguna posibilidad de sobrevivir. No saldrán nunca de sus túneles. Más guerra y más destrucción ya solo añadirán sufrimiento a la población civil, inocente en su mayoría de esta guerra, y ajenos a las acciones e intenciones del movimiento islamista. El tiempo ya corre en su contra. La muerte de más rehenes les dejará sin opción ninguna. Lo que imaginaban como una baza, será su condena.

         La lucha por la culpa y la responsabilidad

    Se libra en la redes una intensa lucha mediática por la culpa y la responsabilidad, con Roni Kaplan, y HoyPalestina, en posiciones visceralmente enfrentadas, como principales cabezas visibles de ese otro conflicto, el de la información y de la responsabilidad. La información que nos llega está muy condimentada, con la especie y el veneno del odio esparcidos, y no permite ver el final de un conflicto, que indudablemente lo tendrá. Retrotraernos a la guerra de Judea en el siglo I, al dominio Otomano, o a la Administración Británica (muy negativa), no sirve de nada.

El reconocer esto no implica justificar nada de lo que está sucediendo, pero sí lo explica, aunque tampoco sirva, ni a los muertos, ni a los heridos, que ascienden de mil en mil cada día. Las pérdidas humanas de la FDI, empiezan a hacerse insostenibles, incluso para alguien tan convencido, y poco dado a reconocer nada, como Netanyahu. Nadie quiere ser culpado o responsabilizado de esta barbarie, aunque asistamos a otras parecidas, pero con menor difusión mediática. La cifra de victimas actual supera la de todas las guerras anteriores.

   Sin embargo, ni siquiera la Guerra de Ucrania divide a la opinión pública mundial como la guerra en Palestina, siendo mucho más peligrosa la primera, en la que algunos dirigentes rusos se manifestaron proclives a usar armamento nuclear, llegado el caso. ¿Por qué ocurre esto ? Por el antijudaísmo y de fondo, que subyace en este conflicto desde 1948, y que también está afectado y contaminado por posiciones ideológicas y políticas, y por la islamofobia más reciente. En todo este tiempo, hemos visto a reputados analistas posicionados en uno u otro lado, quedar invalidados por posiciones inadmisibles para alguien que pretender ejercer como intelectual. El intelecto debe servir para aportar soluciones, y no para mantenerse en una posición fija. Si algo puede aprenderse, es que todo es tan complejo y tiene tantos matices, que difícilmente puede mantenerse una posición inequívoca. Paz y dos Estados, esa es la única solución.

La cuestión del genocidio

  Un Estado puede denunciar a otro por un posible delito de genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y crimen de agresión. La denuncia presentada en el TPI (Tribunal Penal Internacional) de La Haya fue presentada por Sudáfrica, un movimiento político muy extraño. El Tribunal Penal de La Haya ya emitido varias sentencias condenado tanto a Hamas como a algunas de las represalias israelíes como crímenes de guerra. Es presumible que la denuncia sudafricana, no sea admitida como «genocidio» y sea derivada hacia la calificación como crímenes de guerra, que deberán ser probados. El último genocidio demostrado y condenado fue el de Ruanda (1994).

  Aun así, esta cifra enorme de víctimas tendrá sus consecuencias. La guerra debe detenerse al finalizar enero. El riesgo para la población civil palestina, desplazada a la zona sur de Gaza, es elevadísimo. Epidemias y otras enfermedades derivadas de la ausencia de techo, agua, alimentos, y medicamentos, pueden hacerse presentes y diezmar a la población, y causarse aquello, que ahora mismo ni está presente ni en el horizonte más inmediato.

  El futuro pasa por la paz, la existencia de dos Estados tal y como estableció la ONU, el reconocimiento pleno de Israel, la reconstrucción de la Autoridad Nacional Palestina, la detención de los asentamientos, la desaparición de Hamas de la Franja, y probablemente por el fin político de Benjamín Netanyahu, que quedará marcado por el clamoroso fallo en la seguridad de Israel, el sello de identidad de su gobierno, en la matanza del 7 de octubre, cuya responsabilidad es atribuible íntegramente a Hamas.

      

  

La AEAT distingue a Carlos Esquembri


  En la mañana de hoy, en la sala de Juntas de la AEAT, en un acto presidido por el delegado de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria Francisco Pérez, acompañado por el secretario general Rafael Lozano, y telemáticamente por la delegada especial para Andalucia Isabel Fernández, desde Sevilla; otorgaron su máxima distinción al funcionario de Vigilancia Aduanera y oficial jefe intructor de operaciones especiales Carlos Esquembri Hinojo, fallecido en acto de servicio en aguas del Atlántico Norte, el pasado 18 de marzo. En concreto se trata del Reconocimiento de Méritos Relevantes, por su actuación en la interceptación de un velero, desde el patrullero de altura Fulmar de la
Agencia Trubutaria, embarcación de la que era su primer oficial. En el acto de reconocimiento estaban todos sus compañeros de Vigilancia Aduanera de Melilla, los delegados de Hacienda y del Tribunal Económico Administrativo, y del Ministerio de Justicia, ya que la causa e investigación de este accidente se sigue en la Audiencia Nacional.

  El Secretario General de la AEAT leyó el acta del Reconocimiento de Méritos Relevantes, y el Delegado de la Agencia Estatal realizó una semblanza del funcionario Carlos Jesús Esquembri, en la que destacó su gran valía profesional y personal, así como su competencia profesional en el desempeño de su labor, y su reconocida capacitación como Jefe e Instructor de Operaciones Especiales. En representación acudió su viuda Matilde Gómez, quien recibió la placa, la certificación y un ramo de flores. Al emotivo acto de reconocimiento, en el que quedó de manifiesto el cariño y el respeto que se le profesaba, tanto en la Administración, como en cualquier otro ámbito de sus múltiples facetas personales; siguió un desayuno de confraternización.

  Este es el 3er reconocimiento que recibe Carlos Esquembri. El 16 de julio, fue homenajeado por la Comandancia Naval de Melilla, con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen, patrona de marinos y marineros. El pasado 18 de octubre, fue distinguido por el MAOC-N (Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico, en Palma de Mallorca, en donde fue distinguido de modo especial, por su competencia profesional y capacitación. El MAOC-N es un organismo internacional con sede en Lisboa, e integrado por España, Portugal, Reino Unido, Francia, Italia, Países Bajos e Irlanda, con la participación de Interpol, representada en embarcaciones españolas por agentes del Cuerpo Nacional de Policia.

              Accidente en el Atlántico Norte

   Todo esto que hemos escrito, explica la presencia del buque español Fulmar en aguas internacionales. Cuando una embarcación, en medio del Atlántico, por donde discurre la autovía marítima de la droga, en el paralelo de Las Azores, apaga el AIS (Automatic Identification System), activas las alertas de tráfico sospechoso. Esto ocurrió con el velero de bandera maltesa y tripulación de Europa del Este, al que interceptaron en día 18 de marzo. Uno de los momentos siempre arriesgados es el abordaje de las embarcaciones interceptadas, que se realiza con una de las dos naves auxiliares, situadas cada una a babor y estribor del Fulmar. En esta ocasión, en el contacto entre ambas embarcaciones, la parte inferior del velero cae y engancha la nave de presa del Fulmar, la levanta y la hace volcar, con sus 6 tripulantes a bordo. El Fulmar está a pocas millas de distancia, que recibe las señales automáticas de los chalecos salvavidas e inicia inmeditamente la aproximación. La lancha auxilar de Vigilancia Aduanera no tiene el dispositivo automático antivuelco, que será accionado por uno de los tripulantes de la lancha de presa. Todo es rápido, la confusión enorme. Se produce el abordaje del velero por parte de los aduaneros españoles, que identifican los fardos de droga, a la vez que rescatan a los agentes del agua y recogen, ya incosciente, al oficial Carlos Esquembri.

   Se encuentran a 700 millas al oeste de Canarias y a unas 300 al sur de Las Azores. Estan todos en la cubierta del velero, el Fulmar lanza su segunda lancha auxiliar mientras se aproxima a la embarcación interceptada. En la confusión, y mientras intentan reanimar a Carlos Esquembri, uno de los narco-tripulantes lanza una bengala que origina el incendio del velero, lo que provocará a la postre su hundimiento. La confusión se convierte en caos, y el Fulmar deberá iniciar el rescate tanto de su tripulación de abordaje, la ya imposible reanimación del primer oficial, como la de los integrantes del velero, que ingresarán inmediatamente en los calabozos del buque aduanero. La guerra contra el narcotráfico es en verdad una guerra. El Fulmar es equivalente a una corbeta de La Armada.

  Son héroes civiles, son funcionarios de la Administración Tributaria, son agentes de la autoridad, a los que no se identifica con operaciones tan arriesgadas. Sin embargo, el Fulmar lleva en su cubierta dos ametralladoras pesadas, y espacio para un helicóptero. Estaban muy lejos de cualquier posibilidad de ayuda. Se enfrentaban a este riesgo entre dos y tres veces al año, en navegaciones superiores a un mes, y con pocas posibiliades de relevo, porque las tripulaciones escasean. El 20 de enero habían interceptado un barco que transportaba vacas hacia el Líbano, de tripulación asiática, cargado con 4500 kgs. de heroína, en lo que fue el mayor alijo incautado hasta la fecha. Con poco más de un mes de descanso, la tripulación del Fulmar fue de nuevo reunida y enviada a una interceptación larga y difícil, ya que los tripulantes del Rothmans, demostraron estar muy capacitados, con constantes cambios de rumbo, y con una navegación sostenida de entre 7/8 nudos.

  Complace ver el reconocimiento del Estado a la figura de Carlos Esquembri, el cariño y respeto con el que hablan de él sus compañeros, las distinciones de las que se le hace objeto. Pero el sabor es agridulce, porque debió regresar de esa misión, como tantas otras veces. Es guerra pura y dura contra un enemigo que cambia de aspecto en cada ocasión. Era la vida que había escogido y de la que estaba orgulloso, por eso no podemos decir nada más, salvo agradecer que se le reconozca de esta manera, y tener la satisfación de haber compartido con él tantos buenos instantes. Ese es el gran consuelo.

Nota: https://www.epe.es/es/reportajes/20230417/vigilancia-aduanera-profesion-riesgo-barco-85835061

   

Conspiración contra la Reina


   Los Borbones en Pelota

 El silencio y el alejamiento son necesarios, pero hay que ponerle fin cuando puede llegar a confundirse con la aquiescencia total sobre el estado de lo que nos rodea, o cuando la gravedad de algunos asuntos requiere un posicionamiento sobre ellos. Un gobierno no necesita defensa externa porque cuenta con suficientes medios para ello, pero con las personas que integran o constituyen la Jefatura del Estado, la cuestión es distinta. No pueden salir a defenderse de modo público de cuestiones particulares o personales. Cuanto más alto se está en el Estado, menos errores deben cometerse y más expuesto se está. La cuestión es compleja, porque la ausencia de respuesta aumenta la impunidad.

  En 1868 se publicó en España la mayor sátira política posible contra una Reina de España, en concreto Isabel II. Eran viñetas obscenas y pornográficas contra la Reina, en las que se la representaba de la manera más indigna posible. Tanto a ella como a toda la familia Real y sus colaboradores más cercanos. La bajeza en España puede ser realmente extrema, y la manera más fácil es cuestionar la sexualidad o las relaciones de la reina. Aunque sigue sin saberse quien o quienes propiciaron aquella acción infame, se atribuyó siempre a los hermanos Becquer y a su imprenta sevillana, y se tuvo al general Narváez, «el espadón de Loja», como su inductor o propiciador. La consecuencia de todo ello fue la caída irremediable de la Reina Isabel II; «la mil veces traicionada«.

  La intención queda meridianamente clara en el excelente estudio de Pilar Burdiel, sobre esta etapa y estas publicaciones denigratorias: La fijación crítica en el cuerpo y la sexualidad de la reina– para deslegitimar a la monarquía isabelina; para lograr la pérdida de respeto entre sectores amplios de la población y, en último término, para crear el ambiente propicio y también la justificación moral de la revolución que la destronó en 1868. Algo similar sucedió en Francia con Mª Antonieta, dice la autora del estudio Los Borbones en Pelota, en el que se llegaba a dibujar a la Reina de España «copulando con un asno»: ¿Actuó la personalidad de Isabel II (considerada tan peculiar) como caja de resonancia y caleidoscopio de las contradicciones de su época respecto a qué cosa debía ser la monarquía constitucional y qué cosa debían ser las mujeres?

  ¿Qué molesta, la monarquía o las mujeres? preguntamos desde el Alminar, en el que no vamos a defender a nadie, pero sí señalar que quienes deben y tienen capacidad para ello, no lo hacen. En el diseño de Estado que se configura tras las presentes turbulencias territoriales, no caben ni el actual modelo de la jefatura del Estado, ni la redacción constitucional en vigor. El camino más fácil para crear una crisis profunda, es abatir la imagen pública de la Reina, tanto da si es consorte como titular. Sigue siendo así de machista la historia. Y en eso se está, sin que nadie sepa como atajar ese despropósito, en los que las supuestas intimidades de la Reina Letizia salen a la luz, sin ningún criterio de verificación posible. Las ambiciones personales no se detienen ante nada, ni nadie. No reconocen lealtades de ningún tipo, y ya hay muchos sectores interesados en los microestados autonómicos. En las anteriores constituciones españolas, salvo las dos republicanas, solo se pretendía seguir el modelo inicial de la Revolución Francesa (1789), que no era otra que la proclamación de una monarquía constitucional

      Acoso y destrucción de la imagen de la Reina

  Francia destruyó la imagen pública de la Reina y luego la decapitó en un una plaza pública, lo que constituyó un crimen de Estado que sigue dividiendo a la sociedad francesa, después de haber hecho lo mismo con el Rey. España ha abatido dos veces a su monarquía, y ha contado con innumerables guerras dinásticas y reposiciones. Otra Reina tratada con crueldad fue María Victoria del Pozo, esposa de Amadeo de Saboya, a la que llamaban «la reina de las lavanderas». La memoria y biografía de esta reina ha sido rescatada por Carmen Gallardo. Nadie cuestiona la calidad democrática de las monarquías constitucionales europeas (Inglaterra, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Suecia y Noruega), pero sí se puede poner en solfa a todas las repúblicas procedentes de los antiguos países socialistas. La cuestión no es pues la forma, sino el contenido y el fondo. Pilar Burdiel lo borda en su estudio: «Desde el principio, Isabel II quedaba excluida del formato de representaciones asociadas al monarca heroico, masculino. Sus virtudes (y sus vicios) habrían de ser esencialmente femeninos. Desde el ángel de inocencia de su niñez, pasando por la imagen de la madre cristiana desprendida y piadosa, hasta la Eva lasciva, la mujer caprichosa, esclava de sus pasiones, del final del reinado». Se repite el mismo esquema, da igual el siglo.

       El cortesano resentido y el amigo traidor

   ¡Cuidado no nos acontezca esa ignorancia rayana en la demencia, no infrecuente, que llega a tomar a un enemigo por amigo y viceversa! San Agustín

 La traición personal, política, siempre anida cerca. El entorno sevillano era el feudo del mayor enemigo de Isabel II, el duque de Montpensier, cuñado de la Reina, y que jamás apareció en las sátiras, como señala Burdiel. Aquí tenemos pues otro elemento importante, el resentimiento cortesano, las ambiciones familiares, y cualquier otra maldad humana, disfrazada de falsas razones de fidelidad, pureza dinástica y supuesta lealtad a la institución. Ninguna buena intención existe en el libro del antiguo y todopoderoso director de Hola, aunque pretenda estar cargado de ellas. Es una repetición de ripios, lugares comunes, material de relleno, cascajos y juicios de valor trasnochados, con un propósito escondido que hemos explicado.

 Señalaremos los nombres para que queden asociados con la villanía, afirmando que no creemos nada de lo afirmado en un libro infame: Yo y Letizia de Jaime Peñafiel (Peñainfiel, como también se le apoda), que quedará ligado a una obra infame y absurda. Cualquier persona tiene un pasado, salvo que esa afirmación pretenda referirse a algo más medieval. El resentimiento de este personaje es infinito y no decae con el tiempo, además de que conceptualmente resulta decimonónico. Ni vale nada lo que escribe y publica, ni valor alguno tiene lo que supuestamente calla. Eso sí, el daño es inmenso, pero no por lo que dice, sino por la intención. Alguien ha querido cerrar una vida de escritura pobre, con una acumulación de cieno y guano. Solo un medio digital, http://www.elnacional.cat, está aventando este pretendido escándalo, aunque real.

  Distinta y aún peor consideración merece el amigo traidor, Jaime del Burgo. Inversor privado, abogado, empresario, amigo personal de la periodista Leticia Ortiz, y del círculo de confianza ya como Reina. Hijo del diputado del Partido Popular del mismo nombre, y que fuera ex presidente de la Comunidad Foral de Navarra. Testigo de las capitulaciones matrimoniales y de la boda de Letizia Ortíz. Probablemente obsesionado con ella, volvió a entrar en el círculo íntimo y familiar, al contraer matrimonio con su hermana Telma Ortíz Rocasolano. Su condición navarra podría situarle en la órbita del carlismo, tradicional y secular enemigo de la actual familia borbónica en la Jefatura del Estado. Cuanto menos se diga de él, mejor.

  Todo lo que insinúan, mencionan y juzgan es incomprobable, y por tanto no puede refutarse ni afirmarse. Tampoco se puede calibrar la intencionalidad, aunque se adivina. El final de esta campaña no puede estimarse tampoco.

Nota: Fotografías, Casa Real de España.

  

  

Frankenstein y el Espantavox


La Democracia es la suma, que no Sumar. Tenemos a 24 millones de votantes, perfectamente divididos en 2 bloques, completamente legítimos y legitimados para gobernar. Se trata solo de ver quién suma más. Al Partido Popular no le salieron las cuentas con VOX, ni al Partido Socialista con Sumar. El resto, también representado, es la amalgama. ¿Cual de las dos sumas es la más representativa? Evidentemente sería aquella que logre sumar a un mayor número de partidos, aunque muchos sean de tendencias opuestas. La amalgama, que algunos llaman Frankenstein, alcanza 1,5 millones de votantes y agrupa a 6 partidos, aunque algunos de ellos sean tan comprometidos como EH Bildu, Esquerra y Junts siendo el más conflictivo por sus exigencias, el último, que ha impuesto unas condiciones sine qua non (indispensables), que estiran hasta el límite mismo, las costuras constitucionales y legales.

Por gobernar se está dispuesto a pagar cualquier precio, y eso lo hemos visto a lo largo de la actual etapa constitucional española, en los periodos de ausencia de mayorías absolutas. La pregunta es si se debe hacer o si merece la pena. Y aquí ya hay que dejar la respuesta abierta. La sensación es que no hay un plan preconcebido para desactivar el polvorín separatista, salvo el de dejar correr el paso del tiempo. Se van a llevar a cabo una serie de medidas de condonación y de perdón político, sobre el propio borde o de la legalidad vigente, que puede salir bien o mal, pero que solo es una apuesta y no un plan. Esto es lo que causa inquietud a la ciudadanía. Sería una obviedad recalcar que es potestad de un gobierno legislar, y que puede crear un nuevo marco legal si quiere, porque por eso se trata del Poder Ejecutivo. Solo que las puertas se abren para todos, incluidos los gobiernos futuros.

Ocurre que PSOE y PP, los partidos emblemáticos del bipartidismo, están atados irremisiblemente a sus extremos (EH Bildu, Esquerra y Junts en un lado) y VOX en el otro, y aunque no se quiera reconocer, VOX ha dado más miedo al conjunto de la sociedad española, que los separatistas. La respuesta es sencilla y es porque los nacionalismos separatistas actúan o pretenden modificaciones en sus ámbitos autonómicos, mientras que VOX busca implantar su visión en el conjunto de la nación, incluidos los territorios autonómicos. Esta amenaza impidió al Partido Popular llegar a cualquier tipo de acuerdo con el Partido Nacionalista Vasco, y por eso no le supone ninguna dificultad hacerlo al Partido Socialista. No es lo mismo pretender acabar con las Autonomías y sus lenguas, que intentar detener las derivas secesionistas.

Una de las apuestas en impar y negro y la otra par y rojo. Da exactamente lo mismo. Una pasará y la otra no. Nos podemos perder por cualquiera de los dos caminos. Pero también existe la posibilidad de que no salga mal, de que este arriesgado movimiento político resulte bien, que el nacionalismo separatista catalán esté en proceso de reflujo, y que todo el nuevo equilibrio legal de resultado, pese a las muchas dudas que suscita. Existen el Poder Judicial y el Legislativo, que se renueva en elecciones generales cada 4 años. En una Democracia un partido político no puede ser acusado de dar un golpe de Estado, cuando solo está conformando una mayoría política con suma de votos, gusten o no gusten algunos de esos integrantes. En una Democracia una mayoría puede ser revocada en las siguientes elecciones, y eso tampoco sería un golpe de Estado. Si todo es ilegal, hay suficientes controles en el Poder Judicial. En una Democracia la calle no puede ser una alternativa al Parlamento.

La crispación es máxima, y la agitación política y social también. No se puede alentar la crispación ciudadana con concentraciones contra una mayoría que acaba de salir de la urnas. Los votos son los que han sido. No existe diálogo de ninguna clase, sino repetir los propios argumentos con el mayor estruendo posible. Ahora todo el mundo demoniza al grupo enfrentado adjetivándolo como fascista o comunista, sin que en esencia lo sean ni unos ni otros. Pueden identificarse tics autoritarios, intransigentes, totalitarios, pero de ahí a calificarlo todo como fascista o comunista hay un trecho muy largo. En España sigue sobrando mucha casta y muchas nomenclaturas. Hay demasiado populismo disfrazado de vitolas de diversa índole, muchas de ellas efímeras. Algunas ya desaparecidas y otras en proceso.

Lo que se nos viene encima es el liberalismo político y económico, y el desmantelamiento de los Estados clásicos. Este es el verdadero peligro. La Democracia es la que precisa ser defendida, pero el solo hecho de presentarse a unas elecciones no convierte a nada ni a nadie en demócrata. Los hábitos democráticos se ejercitan y se promueven.

En el Frankenstein de Mary Shelley no se le presentaba como una idea mala, es más se le denominaba como «el moderno Prometeo». Sin embargo es el resultado lo que le convirtió en algo malo. En Waterloo se acabó con una ambición desmedida, la de Napoleón, que sin embargo en su Directorio salvó a Francia y a su Revolución de la locura homicida del Terror, la época más sangrienta de Francia. Napoleón acabó convertido en alguien del que hubo que deshacerse por sus propios pasos.

Cuidado con la maldición de Waterloo. España no se ha desintregrado en el periodo 2018-2023, ni lo hará a partir de ahora, pese a que algunos trabajan de modo indudable para ese fin. El resultado no puede saberse cuando todavía no ha empezado la partida. España tiene futuro.

¿Con quién estamos?


Estamos decididamente con la Organización de Naciones Unidas (ONU), que pese a las críticas de todos los sectores en conflicto, conserva su autoridad moral sobre el mundo entero. La ONU vigila, analiza y estudia todo y su principal problema es que los Estados no hacen caso de sus dictámenes cuando son contrarios, y solo se buscan y citan los favorables. El Tribunal Penal Internacional existe y dictamina de modo ecuánime y fundamentado, pero padece el mismo problema que las resoluciones de Naciones Unidas. Solo se divulga los favorable y se silencia lo negativo, lo que no beneficia según a qué intereses. Los Estados tampoco favorecen las investigaciones de los inspectores de Naciones Unidas (Guerras de Iraq en 1991 y 2001), y cuando emiten sus informes son silenciados o aireados convenientemente, bajo las influencias de los antagonismos mundiales. El veto de Naciones Unidas es más político que otra cosa, porque las resoluciones no son vinculantes. Eso sí, nadie quiere una condena de la ONU en su historial, porque tiene fuerza moral y política.

La historia de Israel y Palestina

La gente, los grupos políticos, los Estados, creen solo sus propias historias, fundamentadas en ideologías políticas, y no suelen respetar la realidad de los hechos históricos. En 1947 el Reino Unido renunció a la administración colonial del territorio palestino, y una año después, la Asamblea de Naciones Unidas emite la resolución 181(II) por el que divide el territorio en dos Estados independientes a los que no otorga nombre alguno. Los incumplimientos de las Resoluciones de la ONU empiezan en ese mismo momento. A día de hoy existen 24 países que no reconocen al Estado de Israel, entre los que figuran los más implicados en el presente conflicto, como Irán, Líbano, Siria y el emirato de Catar. España solo reconoció al Estado de Israel en 1986, durante los gobiernos de Felipe González, lo que le granjeó no pocos problemas con muchos países árabes. Argelia no reconoce al Estado de Israel. La Liga Árabe, la comunidad de países musulmanes, no reconoció nada nunca, e incluso llegó a declarar la guerra a Israel en 1967. En 1988 fue proclamado en Argel el Estado de Palestina, al que no reconocen los principales países que dominan la esfera política y económica mundial.

La situación territorial actual está muy alejada de la resolución 181 de Naciones Unidas de 27 de noviembre de 1948. Los territorios de Cisjordania y Gaza están muy lejos de poder conformar un Estado físico. No han ayudado mucho las decisiones de muchos gobiernos israelíes de ir anexionándose territorios o de seguir extendiendo la política de asentamientos sobre terrenos que debería administrar la Autoridad Nacional de Palestina (ANP). Tampoco ha ayudado el empeño de la Liga Arabe (que también tiene su propio doble rasero para medir los sucesos mundiales) de no reconocer a Israel, o de mantener el objetivo de destruirlo y hacerlo desaparecer del mapa. Tampoco se pronuncian sobre la exclusión de mujeres en Afganistán, o el asesinato de adolescentes iraníes que rehusan el hiyab.

7 de octubre de 2023, el nuevo día de la infamia

El ataque de Hamas a Israel del pasado 7 de octubre, supone añadir al calendario mundial un nuevo día de la infamía, cuyo paradigma fue el ataque de Japón a Pearl Harbor, el 7 de noviembre de 1941, en el aniversario tambíen de la batalla naval de Lepanto. Atacar a Israel con una acción terrorista masiva, similar a la del 11 de septiembre de 2001, causando 1400 muertos y más de 5000 heridos, no podía pretender otra cosa que una respuesta total por parte israelí, y una implicación de otros países en el conflicto, buscando una internacionalización. Lo que no buscaba, y no ha buscado nunca el movimiento islamista y terrorista de Hamas, es la defensa o el apoyo al pueblo palestino, que es y resultar ser su rehén. La situación social y humana en Gaza es invivible, ya sea en paz (que no la hay nunca) o en una situación de guerra extrema como la actual.

La ONU no tiene una doble vara de medir, ocurre que Palestina no es un Estado reconocido ni puede conformarse, en la situación geográfica actual. Las condenas de este organismo internacional hacia las acciones de represalia israelíes son claras, así como las condenas a los métodos y prácticas políticas de Hamas, así como de sus acciones terroristas. En el libro «Y llegó la barbarie» de José Ángel Ruíz Jiménez, sobre la guerra en Los Balcanes, se cuenta que un periodista le preguntó a un general inglés que quién era el responsable de esto, a lo que respondió: «señáleme el día y la hora y le diré quién era el culpable en ese momento».

En el caso presente y dado lo extenso y larga que es ya la guerra entre Israel y Hamas, diremos lo mismo. Que los responsables de todo lo que está sucediendo es, sin lugar a dudas, el movimiento terrorista de Hamas; tanto de las 1400 víctimas israelíes, más los 5000 heridos y los secuestrados, como de las víctimas palestinas que se acercan ya a dos millares y una cifra de heridos superior a 6000, según la propia ONU, más los que pueden producirse en el caso de una invasión de la franja de Gaza por parte de Israel, que ya no será total, sino que se limitará a la zona norte, aunque sin especificarse la profundidad. Lo que más preocupa a Naciones Unidas es el desplazamiento de población hacia el sur, la destrucción total de infraestructuras necesarias para la vida de la población, y el riesgo de que se produzcan miles de víctimas añadidas , por la carencia de alimentos, agua, electricidad, material sanitario y la aparición de epidemias. La cifra actual de víctimas (62% son mujeres y niños), supera ya la de 20 años anteriores (2003-2020), tanto en cómputo total como parcial, israelíes o palestinos. Es la fase más violenta en todo lo que va de siglo.

La verdad de las mentiras

Este es el extraordinario título de un ensayo del nobel Mario Vargas Llosa del año 2002. De modo resumido decía que la novela, la narración es esencialmente un cuento, una mentira, pero que en realidad esconde una verdad dentro. Tenemos un serio problema con la mentira y también tenemos un serio problema con la verdad. Pese a todo, si se lee bien y se comparan noticias, se detectan fácilmente la verdad que intentan esconder y también, si se está atentos a las reacciones de unos y otros cuando se destapa algún hecho que no se puede tapar.

La alta politización del conflicto presente hace que las personas, asociaciones, partidos políticos y países, se manifiesten por bandos, o se sensibilicen y manifiesten por según qué muertos. En la guerra de Ucrania se han matado ya más civiles, bombardeado más hospitales, escuelas, edificios residenciales y destruido más infraestructuras, que en todo el conflicto entre Israel y Palestina desde 1948. Sin embargo nadie califica lo que está sucediendo como genocidio. ¿Qué importa más, el número de muertos o quién los mate? ¿ Cómo se puede pedir, una ministra del gobierno de España, la ruptura de relaciones con Israel y no pedir la misma acción con Rusia? Eso es el posicionamiento selectivo e ideológico.

¿ Con quién estamos?

Estamos con la ONU, con sus resoluciones sacadas en contextos muy complicados. Estamos con el pueblo palestino y con el israelí. Estamos con la verdad y con la democracia. Estamos con las resoluciones de la ONU y con el cumplimiento de todos los acuerdos de paz entre la ANP y los gobiernos de Israel (Camp David y Estocolmo). Estamos con la existencia de dos Estados. Estamos con Ucrania.

En la base de todo subyace tanto un antisemitismo de fondo, como cierto supremacismo sionista, en declaraciones de algunos dirigentes israelíes. Pero este conflicto es lo que ha querido Hamas.

A la corrección fraterna del Obispo de Málaga


«Un sacerdote nunca se va solo al cielo…ni solo al infierno; para bien o para mal, siempre arrastran detrás de ellos un largo cortejo de almas». San José Mª Escrivá

Este frase del fundador del Opus Dei, recogida por Pilar Urbano en El hombre de Villa Tévere, es la clave de los sucedido en la parroquia de Santa Mª Micaela. A pesar de su escaso tiempo en Melilla (julio de 2021-enero de 2023), las fiestas y francachelas en los aledaños del llamado Patio del Cura habían cogido fama en la ciudad. Todos hablaban de ellas como «el nuevo dinamismo de la parroquia», como el nuevo espacio para la fraternidad. No diremos que allí ocurriese nada malo, pero el rosario no se rezaba. A pesar de la popularidad de las fiestas y del ambiente jubiloso, ahora nadie recuerda nada. Nada vio nada extraño, ni se percató nadie de que el cura tenía novia, pese a que el comportamiento del sacerdote no era usual. En Antena 3 noticias se recoge esta afirmación: En Melilla, algunos cuentan que el cura acusado de agresión sexual realizaba fiestas y se quedaban «hasta tarde». La periodista explica que, según los testimonios, el padre Francisco terminaba estos farolillos a altas horas de la madrugada y al día siguiente «se le olvidaba que tenía que oficiar misa». Incluso si era un bautizo o un entierro, el sacerdote terminaba ausentándose.

El deber del silencio impuesto desde el Obispado de Málaga, ha provocado una ola de enmudecimiento y de falta de recuerdos, pese a que la situación se extendió durante año y medio. Otros hablan del carácter iracundo y autoritario del sacerdote. El miedo a La Iglesia está haciendo el resto. No se puede traspasar el espeso muro de silencio que se ha alzado alrededor de esta parroquia y de lo sucedido en ella.

La novia del cura, que parece que también era bígamo, descubrió el material audiovisual que guardaba el siniestro sacerdote, hijo a su vez de una monja de clausura, y quedó aterrada. Así fue descubierta por el otro párroco de la iglesia y juntos fueron a ver al Vicario Episcopal, don Eduardo Resa, que inmediatamente aconsejó la comparecencia ante el Cuerpo Nacional de Policía. La confundida mujer se enredó entre cartas al obispo, en solicitudes de audiencia y en nuevas visitas al Vicario, que siempre aconsejaba lo mismo: «Acude a la Policia, acude a la Policia«. El Vicario melillense informó a su superior jerárquico, el obispo Catalá Ibáñez, y el sacerdote en desgracia abandonó la ciudad «como alma que lleva el diablo». En toda los círculos católicos melillenses se comentó el abandono relámpago del párroco que se había hecho popular, y se especuló sobre las posibles causas, pero nadie averiguó nada. La novia, trompetista de la Banda de Cautivo, vagó errabunda y sin protección alguna, por diversas dependencias, hasta que finalmente hizo lo recomendado por el Vicario Episcopal, y acudió a la Policía Nacional.

Errores en cadena del Obispo de Málaga

La política de transparencia del Obispado malacitano se hundió en el mes de enero, al no publicar el cese en Melilla del párroco caído, y al no anunciar suss nuevos destinos. No contentos con esta falta, procedieron al borrado total de su nombre, y de todos sus anteriores destinos, pero se olvidaron de uno que posteriormente borraron, el primero, el del 7 de agosto de 2017, nombrado como párroco de Álora, Ardales y Carratraca.

Que se sepa, tampoco activó el obispo malacitano la oficina de Abusos Sexuales, a cuyo frente están Francisco García Villalobos e Ismael Álvarez García, desde marzo de 2022. No se ha informado de un expediente interno sobre este asunto. El caso, es que en vez de apartar de modo preventivo al sacerdote y ex fraile de la Trinidad, se le dejó peregrinar por varias parroquias, sin que se sepa cuales porque tampoco se hicieron públicas, aumentando el riesgo de que prosiguiera con sus fechorías. Se ha publicado que su todavía enamorada pareja, intentó una reconciliación postrera. Al detectar a una nueva novia, se decidió por entregar todo el material a la policía. El sacerdote siguió ejerciendo su ministerio religioso hasta el día anterior a su detención. Esto es una absoluta falta de reacción por parte del Obispado, por mucha carta fraternal que dirija ahora un obispo, que no suele hacerlo.

Suspensión tras su ingreso en prisión

Si la Iglesia retuviera todavía parte de lo que fue en su día, con los procesos inquisitoriales, no le hubiese costado más de tres meses averiguar las falsedades o no del sacerdote ahora encausado por «el brazo secular», o sea, la Justica . Es más, debió ser internado de modo forzoso en un convento, tras su salida intempestiva de Melilla, ante el riesgo de fuga, o del borrado de pruebas, o del acercamiento a otras mujeres. Solo con el ínclito entre rejas, se ha formalizado el expediente que le llevará a la expulsión del sacerdocio, y se le ha suspendido de sus funciones, que ya no debió seguir ejerciendo desde enero.

Nulidad de actos sacerdotales

La sociedad exige responsabilidades a los políticos, a los cargos públicos, y muchos son destituidos o cesados, pero cuando se hace lo mismo frente a La Iglesia se está en contra de ella. El silogismo esgrimido por el Obispo de Málaga es falso, pero no dará cuenta frente a nosotros, sino frente al Vaticano y al Papa Francisco. En Roma conocen muy bien cualquier tipo de falsas excusas y allí no «suelen entender de barcos». Con otro nombre, pero el Santo Oficio sigue existiendo.

¿Son nulos los actos sacerdotales del párroco caído? Esta es la cuestión más espinosa y a la que sí se ha anticipado el Obispado, pero que es la más difícil de dirimir. Si la investigación llega hasta el mismo origen y determina que el sacerdote pronunció sus votos en «falsía», y que ya estaba en desorden espiritual, serán nulos todos los matrimonios, comuniones, bautizos y confesiones que haya realizado. La Iglesia tendrá que extender una nueva validez para todos esos sacramentos. Deberá elaborar una lista de todos aquellos en los que hay intervenido desde 2017 a 2023.

La destrucción de los Padres Paúles en Melilla

Cuando el obispo Catalá Ibañez se asentó en la Diócesis de Malaga en 2012, una de sus primeras decisiones fue la de arrebatar las parroquia de San Agustín a los Paúles, de la que habían sido sus fundadores en 1928. Acataron la decisión y fueron sustituidos por el clero diocesano, sometido a constantes relevos, otro mal que aqueja a la diócesis. Quedaron recluidos en la iglesia de Santa María Micaela, de la que fueron definitivamente removidos en 2021. Fue como abrir directamente la puerta al diablo, como así ha sucedido. Las fechas coinciden.

En Melilla fue rectificada una bendición suya, cuando volvió a la parroquia de San Agustín el busto original del Cristo de Limpias, guardado por una mujer del barrio. Un monaguillo impío abrió la urna bendecida y lo sustituyó por otro de su conveniencia.

Nota:https://www.religiondigital.org/rumores_de_angeles/Vayase-monsenor-Catala-Malaga-Espana-cura-depredador_7_2602609715.html

El sexo mandamiento


Una denuncia iniciada en Melilla alcanza a un sacerdote de Velez Málaga

La Biblia hebrea, que en su redacción en la más próxima a la realidad, tiene transcrito como Sexto mandamiento lo que sigue: No cometerás adulterio. Este mandamiento, junto con el 5º (no asesinarás), y el 7º ( no robarás), son la fuente casi todos lo problemas humanos, en un 90%. Sin embargo, es el 6º mandamiento el que más escándalo y trastorno causa, aunque sea el más común de todos, o el más incumplido.

La santa madre Iglesia supo desde el principio, que «las delectaciones» de la carne eran el mayor campo abonado para la predicación, para la redención, y para la obtención de jugosas limosnas y dádivas para la remisión de este pecado, así que amplió la redacción inicial al apocalíptico «no fornicarás», que ya incluía todo. Esto ampliaba la acción del pecado de un ámbito muy estricto a otro muy general, del que nadie podía librarse, salvo llevando una vida célibe o de anacoreta, algo al alcance solo de los santos.

El «no fornicarás» dejaba a salvo algunas acciones individuales, o en pareja (sea del tipo que sea), que podrían eludir el mandamiento, así que se amplió el exiguo texto al de «no cometerás actos impuros«, lo que ya no dejaba libre absolutamente nada, ni siquiera la acción individual o polución, y que nos convertía a todos/as en posibles reos de su incumplimiento.

La novia del párroco de las potencias desordenadas

Según relatan las fuentes conocidas y publicadas, el sacerdote trinitario, tras ser ordenado para ejercer el ministerio divino, tuvo como principal destino la ciudad de Melilla, en donde pasó el mayor tiempo de su acción sacerdotal, tras haber ejercido en El Burgo, Yunquera y Ardales. La denuncia la interpone su novia, la del párroco, al ver que su sacerdotal novio, guardaba abundante material venéreo con «gran conmoción de la carne». En total son 4 agresiones sexuales y 5 delitos contra la intimidad de las personas, o sea, «grababa sus forzamientos sexuales» o sus coyundas. Al parecer también concurren las agravantes de drogar y sedar a sus víctimas. Se ha identificado a 5 víctimas, pero podrían ser muchas más. El sacerdote era hábil, según las noticias escritas, en el borrado y ocultamiento de pruebas, lo que indica que era conocedor, del carácter delictivo de su «lascivia».

El escándalo es enorme, habida cuenta de que es su novia la que descubre y denuncia los hechos, primero en el Obispado, que ya ha condenado el suceso, y luego en la UFAM (Unidad de Familia y Atención a la Mujer) del Cuerpo Nacional de Policía de Melilla. Desde El Alminar aconsejamos que se acuda siempre, sin ninguna duda, a la Policía Nacional o a la Guardia Civil, y saltarse el paso del Obispado, por ser inútil, e incluso perjudicial, porque podría alertar al presunto, y darle tiempo para borrar pruebas incriminatorias. El caso es que todavía no ha sido expulsado del sacerdocio, pese a la gravedad de la materia de la que se le acusa, y que sólo ha reaccionado ante su ingreso en prisión. Fue relevado de manera fulminante de la parroquia melillense en donde ejercía su oficio, sin comunicarse el nuevo destino, ni los motivos de su inopinada marcha de Melilla.

Obispado de Málaga y Melilla

Ante el ingreso en prisión preventiva de un sacerdote de la diócesis de Málaga acusado presuntamente de «agredir sexualmente a varias mujeres a las que sedaba y grababa», el Obispado de Málaga desea expresar lo siguiente:

1.- Siente profundamente el daño que esta situación implica. Conmovidos por el mal infligido, no podemos más que manifestar nuestro dolor como comunidad católica comprometida con el cuidado y el servicio a toda la sociedad, especialmente a los más débiles y necesitados. 

2.- Reitera su condena más profunda y contundente contra cualquier tipo de vejación o abuso a la mujer.

3.- Desde que se conocieron los hechos, este Obispado colabora con los requerimientos de la Justicia y continuará ofreciendo su cooperación para cuantas gestiones sean necesarias con el fin de facilitar la investigación que aclare los hechos.  

4.- Pide a Dios que seamos capaces de erradicar cualquier violencia en nuestra sociedad y a los fieles que se unan en la oración por el fin de la lacra del abuso contra la mujer.

El pecado de la Iglesia

¿Por qué es el pecado de la Iglesia? Porque lleva 20 siglos persiguiéndolo de todas las maneras posibles, incluso con el fuego y el tormento. Las actas inquisitoriales están llenas de declaraciones y juicios contra pobres gentes, cuyo único «pecado» era haber fornicado por el primer lugar y forma que podía, o tenía a mano. Y solo hacemos referencia a actos voluntarios, el resto son delitos.

El sacerdote podría haber incurrido, además de en materia delictiva, en todas o casi todas las especies de lujuria del orden venéreo, o por lo menos en las más graves, según el manual contra el desorden moral del Padre Francisco Lárraga: polución simple, sacrilegio y fornicación simple. Al ser sacerdote y no poder aplicársele las exenciones de desconocimiento de la materia, ni las excluyentes de «estar loco» o bajo los «efectos del vino», lleva a que la materia del pecado sea mortal, o sea, la separación del sacerdocio. Y esto en los supuestos de simplex fornicatio, o lo que es lo mismo, aquella en la que no hay violación, y por tanto no admite parvedad de la materia. No era «fornicatio inter solutos» o personas libres, puesto que él era sacerdote.

Hay materia punible para la Justicia Humana, que se examinará, y también en la Justica Divina, a la que rendirá cuentas sin escapatoria posible, en el Juicio Final. Podrá arrepentirse, y a lo mejor evitar la condenación eterna y las llamas del Infierno, lo que ahora mismo no parece posible. Por esto, la Inquisición quemaba a cualquiera.

Nota:https://elpais.com/sociedad/2023-09-25/detenido-un-sacerdote-en-velez-malaga-por-sedar-y-agredir-sexualmente-a-varias-mujeres-a-las-que-tambien-grababa.html