La imagen perdida de San Fernando


   La talla perdida del escultor Vicente Rodilla en Melilla

         Hoy es el día de San Fernando, el rey conquistador de Sevilla y Córdoba, las joyas del califato. Como tal, es patrono de los ingenieros militares. Se dice que dio órdenes estrictas a su ejército para que la mezquita de Córdoba no sufriera daño alguno. No es esta la historia que queremos contar.

         Vicente Rodilla fue un insigne escultor valenciano que realizó el servicio militar en nuestra ciudad, en la década de 1920. Ya licenciado, fue profesor de la Escuela de Artes y Oficios entre 1923 y 1929. Se casó en Melilla con Concepción Garrido Baena. No hay recuerdo alguno en la ciudad sobre su paso por ella. Era un simple soldado y  eso no es algo que aquí se valore mucho. En medio de tanto heroísmo, un simple profesor no destaca demasiado, aunque fuese un escultor afamado.

          En la época en que estuvo en Melilla, la Iglesia Castrense ya estaba construida y era un de los lugares de culto más importantes de la ciudad, dada la importancia y el peso que El Ejército siempre ha tenido sobre la ciudad.  No sabemos si por propia voluntad o por encargo, realizó una escultura en madera de San Fernando. Vicente Rodilla es el primero por la izquierda. Su primorosa talla del Rey santo, ocupa el centro de la fotografía, realizada en la capilla castrense. Otro soldado y amigo suyo, se encargó de la policromía de la imagen. Es todo lo que queda de él, de su recuerdo y de su talla.

                             La iconoclastia en Melilla 

             La iconoclasia o iconoclastia, es un movimiento que se opone a la veneración de imágenes religiosas, y suele estar motivada por razones religiosas o políticas. En Melilla solo se desató este movimiento a partir de 1974 y concluyó en 1989. Se inició con la desaparición de la Semana Santa en la ciudad, y terminó con la eliminación del busto del Cristo de Limpias en la parroquia del Real. A lo largo de esos quince años se liquidaron imágenes, se eliminaron capillas, altares, exornos, vestimentas, exvotos, que los melillenses habían ido donando a sus iglesias a lo largo de décadas. El paroxismo iconoclasta se alcanzó en dos parroquias. En la de San Agustín del Real se llegaron a vender todos los pasos procesionales, e incluso las imágenes, a la capital almeriense. La otra iglesia en donde se registró un cenit iconoclasta fue en la parroquia de Batería Jota o de la Medalla Milagrosa, en donde la leyenda hable del célebre pozo que fue colmatado con parte de las imágenes que componían los pasos, y con ropajes y atavíos semanosanteros.

             Por toda la ciudad cayeron alteres, púlpitos, lámparas, cuadros, candelabros, e incluso sagrarios e imaginaría de todo tipo. Dicen que a río revuelto ganancia de pescadores, y la devastación iconoclasta, imposible de calcular, fue aprovecha por algunos, para tener arte gratis en casa, como esta talla de San Fernando de Vicente Rodilla, desaparecida desde 1980. Un colaborador me proporcionó una imagen de la capilla castrense, con sus antiguos altares desaparecidos.

           PD: Gran parte de estas historias las escribí en prensa, en la época anterior a internet, y también en el foro infausto de Infomelilla, en donde desaparecieron, junto a la de otras muchas personas que colaboraron  en el.

               Nota: (1) http://personajescelebresdemelilla.blogspot.com.es/2010/02/escultor-vicente-rodilla-en-melilla-1.html

(2) http://fotografiasdemelilla.blogspot.com.es/2011/11/melilla-las-victimas-de-1921.html

¿El adiós del Presidente Imbroda?


                     Siempre hay un requisito mas, no solo es estar en el lugar apropiado en el momento justo, sino también el disponer de los medios adecuados para dejar testimonio del instante. En el domingo electoral de mayo, el presidente de Melilla Juan José Imbroda se acercó a todos y cada uno de los colegios electorales dela ciudad, saludando a todos los ciudadanos que componían las mesas electorales.  Generalmente, el espacio es pequeño, aulas de colegios, para conseguir buenos encuadres o fotos no habituales.  Sin embargo, hay un lugar en el que eso no resulta así, y es el espacio del pabellón deportivo del IES Rusadir, o Tiro Nacional. La casualidad quiso que nos encontráramos allí cuando llegó Juan José Imbroda, acompañado de su séquito correspondiente. No había fotógrafos de prensa. Tras los saludos protocolarios, la comitiva (demasiado rígida y distante), se dio la vuelta y emprendieron el camino de la salida. En ese momento, el presidente de la ciudad se percató de que se le estaba enfocando con la cámara y nos hizo un saludo no protocolario, ni hierático, como los del diputado de la ciudad y del resto de acompañantes.. Fue un saludo o adiós abierto y amplio, dándose perfecta cuenta de a quién lo dirigía. La foto estaba bien encuadrada, en un espacio grande y sin obstáculos. Sin embargo, falló la cámara. Un objetivo en movimiento siempre es difícil. aunque quizá, esa imagen difusa también aporte un tono de incertidumbre a la situación . Mejor hubiese sido una imagen diáfana, peor las cosas no siempre salen como uno quiere.

     ¿Qué ocurrirá. Es difícil saberlo. Hasta el año 2003 y desde 1998, Melilla vivió con gobiernos de pactos. En esos cuatro años tuvimos tres presidentes (Enrique Palacios, Mustafa Aberchán y Juan José Imbroda). Lo que sí está claro es que estamos en tiempos de cambios, en donde los grandes saurios de la política española están desapareciendo. Una generación nueva de políticos está empujando a otra hacia la historia. Los vientos de la ciudadanía soplan ya en otras direcciones. El tiempo nuevo se abre ya para todos, y hemos contribuido a él.

Podemos en Melilla


¿Por qué hemos apoyado a Podemos?

       La revolución  democrática que ha propuesto Podemos también ha llegado a Melilla. Las siglas del partido morado, el color del Alminar desde su origen, están ya presentes en nuestra ciudad. Para poder votar a un partido hay que constituirlo, y exponerse públicamente, en una ciudad pequeña, en donde casi todo el mundo se conoce, y en donde se vota tanto a favor como en contra, no es una cosa fácil, ni que todos/as estén dispuestos a hacer.. Es una satisfacción haber proporcionado cobertura a Podemos Melilla, y también haber formado parte de esa revolución democrática, de ese cambio que se abrirá a partir del domingo 24 de mayo de 2015. Hemos colaborado y nos hemos comprometido. El Alminar surgió en un mayo electoral del año 2011 y cuatro años después seguimos estando aquí. Nunca hemos obviado nuestro compromiso político, porque estamos en Democracia y porque tenemos derecho a escoger. Todos nuestros artículos siguen aquí para quien quiera leerlos y rebuscar en ellos, para quien quiere seguirnos, y para quien no quiera hacerlo. Existíamos mucho antes de que surgiera Podemos, y esperamos seguir existiendo, pero ya no sin ellos.  Por eso publicamos esta carta de Podemos, dirigida a los medios de comunicación, animando a la ciudadanía a votar.

            La hora de votar en conciencia y con memoria

          Cada cuatro años nos convocan a las urnas, y este es nuestro momento. Es nuestro momento porque en la soledad de la cabina electoral, debemos pensar en qué han convertido nuestro presente y qué han hecho de nuestro pasado, ese que conquistamos con tanto esfuerzo y sacrificio, para convertirlo en un presente de dolor y fraude. En la cabina, en ese instante a solas, en que el que nadie pueda ver o manipular nuestro voto, debemos votar pensado en qué futuro queremos, recordando qué han hecho de nuestro presente y quienes han sido responsables de ello.

         Debemos votar teniendo en cuenta lo que hemos visto, lo que hemos oído y de todo aquello de lo que hemos sido testigos. En Melilla han conseguido pervertir el instante democrático supremo, que es el del propio día de las votaciones. Desde el lejano 1989, venimos recordando, escuchando y leyendo noticias sobre compra de votos, o incluso repetir una elecciones completas, como sucediera en 1993. Siempre han sido los mismos, y como en su inicio no se atajaron, por la Justicia o por la clase política esos desmanes, hemos llegado a la situación política actual, que es de descrédito absoluto.

        La manipulación del voto por correo se inició en 2007 de modo masivo, y los grandes partidos se ofrecieron como agencias s tramitadoras del voto por correo. Pervirtieron la esencia de este tipo de voto, que no es otra que la de facilitarlo a aquellos que deben desplazarse fuera de la localidad, o que no pueden acercarse a las mesas electorales por causas física o laborales. Los grandes partidos son los responsables de la corrupción de este tipo de voto. Melilla solo está ofreciendo imágenes bochornosas al resto de La Nación.  Quienes han convertido a nuestra ciudad en Venezuela, son los mismos que se rasgan las vestiduras antes las noticias procedentes posibles fraudes electorales que atribuyen  a Nicolás Maduro. No nos han dejado muy lejos de las democracias populistas que ellos mismos critican, porque en esencia, y aunque algo más disfrazados, lo que nos ofrecen es prácticamente lo mismo.

                       Es la hora del futuro y del voto responsable

          Desde Podemos invitamos a la participación electoral, a acercarse a las urnas por primera vez, o una vez más. Esto es lo único que no pueden quitarnos, porque el acto de la votación es lo que diferencia a una Dictadura de una Democracia, aunque sea imperfecta. En esta ocasión nadie podrá quejarse o argüir que no hay opciones, que no hay a quien votar. En Melilla hay 9 listas electorales de otras tantas opciones políticas.

          Hay que responsabilizarse del voto, pensar que nuestro voto tiene consecuencias, no solo para nosotros, sino también para todos los demás. Con nuestro voto podemos seguir haciendo que el pasado siga siendo nuestro presente, o conseguir que todos formemos parte del futuro. Nunca se ha visto, dicho u oído que nadie se haya visto a obligar a introducir determinada papeleta en la urna. El 95% de los ciudadanos acude a votar de manera física o presencial, o sea,  que sí es posible cambiar las cosas con nuestro voto y eso es lo que pedimos: que se acuda a votar; con conciencia, con memoria, en libertad.

En memoria de Giovanni Falcone y Paolo Borsellino


               Cada 23 de mayo, desde el origen del Alminar de Melilla en  2011,: este día se dedica a la memoria del Juez Falcone, asesinado por la mafia un 23 de mayo de 1992. A lo largo de todo el día, suceda lo que suceda, no se escribe de ninguna otra cosa. Nunca se  ha compartido su recuerdo junto a ninguna otra noticia. Su compañero, amigo  y también Juez Paolo Borsellino, sería asesinado un poco después, el 19 de julio de ese mismo año. Ambos fueron abatidos en Palermo (Sicilia).

             Mientras exista El Alminar serán recordados, porque aquí creemos en el servicio al Estado, en la vocación de los servidores del Estado, frente a los que se lucran de el, desde la clase política, desde cualquier otro lado. Estos son ejemplos de Jueces con letra mayúscula, aunque se puede servir al Estado desde otros muchos lugares y posiciones. Son ejemplos que todavía hacen creer en que el triunfo de lo Público es posible y que merece la pena luchar por esa idea, frente a la inmoralidad reinante.

                Estamos en un mundo globalizado en casi todos sus aspectos, incluido por supuesto el del crimen. En un mundo así,  la noticia de que un bandido robe no extraña a nadie, porque en realidad ese es su oficio. Sin embargo, el que un político se lucre, desfalque, se enriquezca, hago uso del nepotismo, del abuso de poder, del clientelismo o del caciquismo, resulta devastador para la sociedad, porque ese es el ejemplo que está a la vista de todos.

                   Giovanni Falcone y Paolo Borsellino no deberían ser ejemplos excepcionales, sino comunes, esto también resulta desolador. Cuando admitimos que el que un político se lucre, beneficie a los suyos, ejerza el poder con despotismo, o haga uso del nepotismo y se le siga votando, entonces la lucha contra la mafia empieza a perderse, y la luz de Falcone y de Borsellino se apaga un poco mas. Si algún día esto dejase de ser recordado en El Alminar, entonces es que habremos perdido de modo definitivo.

       Nota: https://youtu.be/Rji0KEumXlc

El fin del monumento a la diversidad


                             Crónica del monumento perdido

              Hay dos venenos que como se permitan crecer en una sociedad, acaban con ella, son los venenos del odio y del resentimiento. Ha pasado solo una semana desde su instalación, y el monolito ya está reventado. Ha durado exactamente nueve días. Cuando sobre un barrio se asienta el desempleo, la falta de oportunidades, la marginación social, y además le cae encima la etiqueta de la radicalidad religiosa, entonces se está al borde del precipicio social y político.

               En los últimos cuatro años, a este barrio no se ha acercado ni uno solo de los componentes del gobierno de la Ciudad de Melilla. Apenas se atreven a traspasar la frontera que marca el puente de la avenida de Barcelona, sobre la confluencia del Río de Oro y el arroyo de Farhana, en la urbanización de Las Palmeras, y por allí tampoco se les ve.  Cuando se abandona un Distrito completo de la ciudad a su suerte, no se puede pretender instalar allí un monumento tan absurdo, y que dure mas de 10 días.

               Este gobierno de Melilla lleva como tal, al frente de la ciudad desde el años 2000, y el plan para el Desarrollo de los Distritos 4º y 5º solo se les ocurrió en las pasadas elecciones. Eso sí, nombraron a un alto cargo de libre designación para llevar a cabo un plan ineficaz y tan absurdo como el monumento de los 9 días.  Una ludoteca, un campo de fútbol, y las migajas de los planes de empleo, no sirven para la integración de un barrio en el conjunto de la ciudad.

                      El Alminar de Melilla se creó hace cuatro años, también en periodo electoral, y ya advertimos entonces, que del ejemplo de Sarajevo, la ciudad Olímpica y de la convivencia, a la de la guerra religiosa y étnica, se pasa en un solo momento. Entonces nos dimos cuenta y eramos conscientes de la gravedad de la situación. Hoy la fractura social se ha convertido ya en abismo. Apenas quedan puentes que cruzar.

          En Bosnia, en Yugoslavia, tuvieron la mala suerte de contar con los peores dirigentes posibles, un la situación política más difícil. No solo no apagaron el incendio en ciernes, sino que lo avivaron.

             En estos días en La Cañada, siempre que me he acercado, me han preguntado dos cosas: si pertenecía a algún partido y si pagaba alguna cantidad por el próximo voto. No se fomenta la diversidad sino la diferencia, no se fomenta la convivencia sino la diferencia social. Quienes nos han llevado a esta situación política sin retorno, no pueden seguir por más tiempo al frente de la ciudad. También sobran algunos de los que se presentan como alternativa.

        Nota:  (1) https://elalminardemelilla.com/2011/05/11/la-parabola-de-sarajevo/. (2)https://elalminardemelilla.com/2015/05/13/un-monumento-en-la-canada-de-hidum/ (3)https://elalminardemelilla.com/2013/04/05/la-parabola-de-yugoslavia/

El techo hundido de la Peña Colón de Cabrerizas


El Rey y el presidente Imbroda entre escombros

                      Se pierde en la memoria el dato del hundimiento del techo de la Peña Colón de Cabrerizas. La búsqueda en las hemerotecas locales tampoco resulta fructuosa. ¿Un año?, quizá, o al menos eso dicen los pocos usuarios que todavía utilizan esta emblemática instalación del Barrio de Cabrerizas. El caso es que a los pocos días del suceso, las autoridades visitaron el inmueble y ofrecieron y prometieron las ayudad necesarias para una rápida reparación. Tanto es así, que dábamos por reparado el techo, y por cancelado el incidente.

                         Esta peña, o asociación es de las pocas de Melilla que tiene instalado en sus paredes el retrato del presidente de Melilla junto al del Soberano del Estado español, aunque con el hundimiento no les ha dado tiempo a sustituir al monarca Juan Carlos I por el de Felipe VI.

                       La casualidad ha querido que al pasar por allí, viéramos el techo hundido y los escombros en el suelo, solo rodeados por las vallas amarillas que los bomberos suelen poner en la zonas de peligro, como en esta otra de la calle Acera del Negrete, que sorprende por la extraña colocación de las vallas y por la gran cantidad de ellas. Las imágenes de la decadencia urbana de Melilla nos asaltan por cualquier lugar. No hace falta salir a buscarlas. Se encuentra uno con ellas

Estampas de la decadencia urbana de Melilla.


                    Un banco de hierro se puede partir en cualquier ciudad, lo que no es normal que esté en ese estado un día entero, a apenas 10 metros de donde el gobierno de la ciudad lleva a cabo su labor de gestión. Salen a la calle en teatrales paseos, pero está claro que no miran ni siquiera ven, porque en el primer día de la semana recorrieron una acera ante los medios de comunicación, y tampoco vieron el bache y el hundimiento del pavimento, a escasos dos metros del paso de cebra por el que pasaron. Nos hemos movido en un radio de 200 metros desde el Ayuntamiento o Palacio de La Asamblea de Melilla. No hay espacio peor conservado y mantenido que la Plaza de España. Apenas un poco más allá, el templete de música del Parque Hernández, presente un estado de ruina y oxidación lamentable e incalificable, en un espacio urbano tan céntrico, en lo que es el escaparate urbano de cualquier ciudad, o sea, las inmediaciones de su ayuntamiento. No hay una zona de la ciudad que se salve del espanto. La plaza de las Culturas está dentro del mismo radio.

                       El gobierno de Melilla vive refugiado en los despachos municipales. No conocen problemas de tráfico o aparcamiento, porque el núcleo duro estaciona dentro de las dependencias del Palacio Municipal, en sus vehículos particulares. Solo los elegidos tienen mando a distancia para atravesar esa puerta, que solo parece o indica una salida de emergencias. Sestean e hibernan durante cuatro años, y cuando llega el mes de mayo electoral, salen a la calle para que se les vea o dejarse ver. La ciudad está abandonada a su suerte.  Los melillenses pueden acabar con esto con sus votos. Una ciudad no puede estar gestionada de una manera tan indolente, tan despreocupada,  desde hace tantos años. Siempre ha habido opciones y alternativas. Esta vez, podemos hacerlo, sin excusas.