Pestis magna


La puerta de la pandemia

Peste, palabra latina de la 3ª declinación, que alude a una epidemia o enfermedad contagiosa de extraordinaria velocidad de propagación, y de gran mortalidad y alcance geográfico. Hay enfermedades y hay pestes, y la presente, la que azota al mundo entero, todavía no tiene un nombre que la defina y le de categoría, como la de la Peste Negra (1346-1353), pese a estar nombrada como Covid-19. Por su origen geográfico debería ser conocida como «pandemia de Wuhan» o «peste de los murciélagos«, animalitos que parecen ser considerados como el origen de la pandemia.

La peste negra tuvo como origen a las ratas negras y de ellas, tras una complicada cadena de trasmisión, a los humanos, en la que ayudaron las pulgas y los piojos. Sin embargo, esto solo pude ser comprendido a partir del siglo XIX, cuando el virólogo Alexandre Yersin, consiguió aislar el vacilo que la provocaba en 1894, en la ciudad de Hong-Kong. Esto quiere decir que la Peste Negra ha sido una realidad hasta finalizado el siglo XX. Una vez asentada en la población, también se producía la transmisión cruzada entre humanos.

Sin embargo, al tratarse de una enfermedad bacteriana, la transmisión debía realizarse de modo directo, a través de las pulgas de las ratas infectadas, y esto era así porque las bacterias son de mayor tamaño que los virus, lo que hacía casi imposible la transmisión mediante la saliva o las célebres gotitas de Flügge, ya que al ser más grandes y pesadas, la carga infectiva de la saliva era mucho menor. No sucede así con la presente pandemia en la que la trasmisión a través de la saliva juega un papel fundamental. Los virus son infinitesimales y encuentran un vehículo rápido e ideal de transmisión en las gotitas de Flügge, que se producen al hablar, toser, estornudar, cantar, dar gritos o escupir en la calle.

No solo hay una transmisión directa, sino también mediante el depósito de la carga infectiva sobre superficies, que tocamos con las manos y que podemos trasmitir a otros o a nosotros mismos. De aquí la importancia del uso de la mascarilla o cubrebocas, del lavado de manos, de la higienización de superficies, y de no tocarnos a nosotros mismos hasta no habernos lavado o desinfectado las manos. ¿Son estas obligaciones compatibles con la actividad humana? Con algunas claramente no, salvo que se respete con rigor la distancia social y la ventilación constante de lugares cerrados, y aun así, seguiremos dependiendo en gran parte del azar. Ocurra lo que ocurra, no abandonen nunca su mascarilla.

Hablamos de enfermedades respiratorias como el virus de la influeza, el rinovirus, el enterovirus y todos los coronavirus, como el SARS o neumonía, surgida también en China.

Pronto, lejos, tarde

Toda epidemia debe tener un foco, esta es una de las conclusiones del Ole J. Benedictow en su libro La Peste Negra, porque allí permanece y allí debe ser extinguida. En el primer caso parece que el origen primitivo fue el Yemen, y en el caso actual es Wuhan. En la actual situación seguimos desconociendo casi todo, pero el impacto que tendrá sobre la historia y economía mundial será equivalente al de una revolución. Al igual que en el siglo XIV, condicionará la agenda histórica de las próximas décadas y definirá al siglo XXI.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) indica que a día de hoy, el virus ha alcanzado a 24.854.140 personas, provocando 838.924 muertes. El continente más afectado es América y el que menos África. El libro sobre el que basamos el presente artículo ofrece similitudes en las reacciones entre los siglos XIV y XXI. Algunos dirigentes mundiales están más en sintonía con los gobernantes del año 1348.

Cuestiones finales

Ya ha pasado medio año desde su inicio y no parece que hayamos alcanzado el ecuador pandémico. Entonces como ahora, las clases dominantes no perdieron su poder e influencias, mientras que las populares afrontaron el choque de la pestilencia en toda su crudeza. Las autoridades medievales actuaron siempre tarde, mientras que la epidemia no perdió un solo día. Cuand o asomaba su faz y se distinguía de otras enfermedades, la epidemia llevaba ya un mes y medio infectando todo sin contención alguna. No parecen existir, en el presente, diferencias significativas entre hemisferios o entre habérsela encontrado en invierno o en verano. En 1348 todo era hemisferio norte. No se puede pasar por alto el dato de recluir sin más, a toda la población mundial durante 3 meses. El siguiente asalto será la vacuna, pero antes está la campaña de la gripe, en la que Melilla siempre está a la cola en cuanto a número de vacunaciones. Hay mucho que seguir contando.

Nota:https://www.who.int/es

Cuando Eroski cambió nuestras vidas


El Parque Murias y el fin del paelocomercio

Corría el 30 de noviembre de 2017 y el Parque comercial Murias abrió sus puertas en la ciudad, entre grandes expectativas de consumo y de empleos. Esto es lo que escribimos hace 3 años: «Con su apertura el pasado 30 de noviembre de 2017 se ha subsanado una anomalía económica de Melilla, la inexistencia de centros comerciales o de grandes superficies. Dicen que hay “un tiempo para cada cosa y una cosa para cada tiempo”. No hacerlas cuando corresponden es un error, y hacerlas a destiempo subsana en parte el error cometido, pero no corrige los efectos perniciosos del retraso».

En 1996 la Confederación de Empresarios de Melilla y la Asociación de Comerciantes de la Ciudad se opusieron de manera anacrónica, a dar los pasos para iniciar los trámites para instalar una Centro Comercial en la ciudad. Loockout empresarial o cierre patronal, desmanes de todo tipo, e incluso el boicot a la feria de 1997, con apoyo de sindicatos y partidos políticos, hicieron desistir al gobierno de la época de equiparar a la ciudad con el resto del Estado.

Años después, la propia Confederación de Empresarios de Melilla quebró, le fue embargada su sede, la tradicional Cámara de Comercio, y abandonó su actividad tras dos años de impagos de salarios a sus trabajadores. Los restos de aquella directiva empresarial, han retrasado todo lo posible la renovación en la directiva de los empresarios melillenses. Ni se entendió la lección de entonces, ni tampoco la de ahora. El camino fácil fue el del comercio mayorista, las importaciones a mansalva, los pingües beneficios, el contrabando y la destrucción económica de la ciudad.

Cuando se produjeron las manifestaciones de comerciantes y empresarios de 2018, ya era tarde. La cosas solo podían empeorar y lo han hecho, de modo probablemente definitivo, porque el comercio transfronterizo no volverá. Sin embargo, después de 20 años de paleocomercio, solo aliviado por la instalación de las franquicias en el centro de la ciudad, se autorizó la apertura de un nuevo gran supermercado, que se unió a todos los ya existentes, y que alteró la frágil estructura comercial de la ciudad.

Los modos del gobierno de Ignacio Velázquez no eran admisibles, pero probablemente la instalación de aquella gran superficie, impulsada por el grupo Eroski, hubiese forzado la renovación del comercio en Melilla. Al final el remedio y la enfermedad estuvieron a la misma altura.

Cierre de frontera y colapso comercial

El descenso de descarga de mercancías en nuestro puerto ya era una realidad en 2018. El intento de convertir la Estación Marítima más cara del mundo en un centro comercial bis, ha resultado un fiasco. La ampliación del Puerto una quimera y un engaño.

El Parque Comercial Murias, en unas previsiones quizá algo elevadas, contaba con una clientela potencial de 400.000 personas. El estrangulamiento fronterizo provocado por el monopolio del comercio atípico, impedía la entrada y salida normal de los ciudadanos de ambos lados de la frontera (españoles y marroquíes). Las autoridades extintas no hicieron ninguna previsión de futuro, y el cierre de las aduanas comerciales, previas al cierre total pandémico, han hecho el resto.

La gran superficie de Eroski, la que cambió nuestras vidas, lleva desabastecida todo el mes de agosto, entre la angustia e incertidumbre de los trabajadores, atrapados entres los Ertes y los EREs. Se habla de Carrefour, pero en esta situación social y económica de desconocida duración, nada puede aventurarse.

Los Cortados de Horcas


Los arenales de Horcas Coloradas

La erosión de las enormes paredes de caliza y areniscas blancas y ocres durante millones de años, y que forman los acantilados de Horcas Coloradas, famosos por otras muchas cosas, se acumulan en franjas de arena blanca y fina, que le dan al agua un especial color esmeralda, nombre con el que ha sido bautizada la neo playa, aunque en los planos de cartografía militar solo figure el nombre que da título a este artículo.

En realidad la playa estuvo ahí siempre desde hace al menos 5 millones de años, pero resultaba inaccesible para la población melillense, hasta la construcción del nuevo Paseo Marítimo de Horcas Coloradas, llevada a cabo durante el mandato del presidente socialista Rodríguez Zapatero (2004-2011) y estando Gregorio Escobar al frente de la Delegación de Gobierno (2008-20011). La infraestructura, que no tiene nombre oficialmente, bien podría tomar el nombre de Gregorio Escobar, su impulsor.

Orogénesis del territorio melillense

Los acantilados de Horcas tiene un perfil similar desde la playa del Quemado, bajo el barranco del mismo nombre, pasando por Aguadul, y Punta de Rostrogordo, la del Morrillo y hasta la zona de la Alcazaba, que es en donde se inicia la obra del nuevo paseo marítimo.

Un antiguo libro titulado Las rocas endesítico-basálticas de la zona del Río de Oro de Alfredo San Miguel Arribas, proporciona todas las claves necesarias para entender la singular composición y orografía de toda esta zona. Enormes erupciones volcánicas post-alpinas, que el autor sitúa en el comienzo del Plioceno como muy tarde (5 millones de años), arrojaron coladas de lava que cubrieron todo la zona, y que puede verse en la zona alta del macizo, de color grisáceo oscuro, y en otros muchos puntos del territorio melillense, menos alterado por la complicada historia del último siglo, como en el macizo o colinas de Hidúm.

«Las coladas descansan sobre molasas y calizas con abundantes conchas, de colores blancos, blanco y gris claro ligeramente amarillento, correspondientes al Vindoboniense en unos casos y al Pontiense marino, constituidos por areniscas tiernas y arenas o arcillas sabulosas, amarillentas y grises, con intercalaciones de bancos calizos». Todo esto nos sitúa en la edad geológica de finales del Mioceno y comienzos del Plioceno. Las coladas volcánicas correrían sin interrupción hasta el borde marino, siendo muchos de los barrancos que hoy conocemos, como el de Hidúm o Farhana, consecuencia de plegamientos posteriores.

La colada de basalto volcánico mejor conservada se sitúa, según el autor del libro en las colina de Hidúm y/o cerro de la Carga, en los que se puede encontrar la roca volcánica conocida como Malpaís. Claro que han pasado 6 décadas desde la publicación de este trabajo, y algunas de esas zonas han sufrido una transformación muy elevada.

Playa Esmeralda

Situada en la zona más extrema del nuevo paseo marítimo, bajo el acantilado calcáreo de Horcas, presenta una enorme fractura en su continuidad, con desplome completa hasta el suelo, producto de un gran movimientos sísmico, no sabemos si anterior o posterior a los últimos 500 años. El enorme terremoto de Lisboa en 1775, el de Baza en 1531, o el de Almería de 1522, muy bien pudieron haber causado este desplome, con efectos invisibles desde la Ciudad Vieja. Es una línea de playa antiquísima, que no ha necesitado de aportaciones artificiales para mantener sus propios depósitos de arena.

Bombas volcánicas

El libro de San Miguel Arribas, aclara el misterio de las enormes piedras de color gris oscuro, que aparecen bajo el suelo en muchas obras de la ciudad. Son bombas y materiales basálticos arrojados en esas enormes erupciones volcánicas, cuyo principal emisor era el monte Gurugú, de desconocido nombre antiguo, pero que contaba con el apoyo de al menos otros cinco conos volcánicos en las inmediaciones.

Nota: Los rocas endesítico-basálticas de la Zona de Río de Oro Melilla. Alfredo San Miguel. Instituto Lucas Mallada de Investigaciones Geológicas (1949)

La plaza vieja de Almería


Eliminarán los ficus porque impiden ver el Ayuntamiento

      Todo el conjunto de edificios que conforman el Ayuntamiento de Almería llevan varios años en rehabilitación, y la última fase del proyecto era la remodelación de la Plaza Vieja o del Ayuntamiento, un cuadrado porticado rodeado de 21 ficus con más de medio siglo de antigüedad, que pretender ser sustituidos «porque restan visión a los edificios históricos que componen la plaza».

        La excusa resultan tan absurda como el dicho de que «los árboles no dejan ver el bosque». Es absurda pero absolutamente real, porque es la que figura en el proyecto de remodelación. El alcalde de Almería es el Popular Ramón Fernández-Pacheco, que quedó lejos de la mayoría absoluta, pero gobierna la capital almeriense con el apoyo Ciudadanos, partido en desaparición y la ultraderecha de Vox. Es alcalde de Almería desde 2015, tras la precipitada y no explicada dimisión alcalde, también Popular, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador.

         Los 21 ficus de la Plaza Vieja proporcionan abundante sombra al lugar, en una de las ciudades más necesitadas de ella, como es Almería. Los ficus son uno de los árboles que proporcionan más sombra, ya que sus copas son grandes y extensas. El problema es que «no permiten ver los edificios históricos», afirman los técnicos municipales, en su informe. Cualquiera que conozca la plaza sabe que esto es una burda mentira, pues las líneas de ficus están a suficiente distancia, como para permitir la contemplación de los edificios y la realización de fotografías. El proyecto dice que serán sustituidos por 25 árboles de sombra, no especifica cuales, y 15 conjuntos arbustivos, o sea maceteros. Dejarán las palmeras, porque «al ser tan altas no impiden la visión de los edificios», dicen también los técnicos paisajísticos municipales.

          El proyecto precisa del visto bueno de la Administración andaluza, que ya rechazó la eliminación de los ficus, cuando la socialista Susana Díaz estaba al frente de La Junta de Andalucía. EL nuevo gobierno andaluz, al frente de la Junta desde 2018, ya ha atravesado su ecuador, y sabe que no repetirá resultados, porque Ciudadanos desaparecerá y Vox seguirá desinflándose, por lo que es probable que los socialistas recuperen el gobierno Autonómico. Esto hace que las prisas hayan convertido en imperiosa la necesidad de aprobar esta reforma ahora, que no cuenta con el refrendo de la mayoría de la población de la capital.

          Además, toda Almería sabe, que lo que más inquina causa a la derecha almeriense, es el célebre monumento de «Los Coloraos» o Pingurucho, que recuerda el pronunciamiento de los liberales que desembarcaron en Almería en 1824, para promover el restablecimiento de La Constitución de Cádiz, frente al Rey Fernando VII. Su sustitución también está en la base del proyecto del alcalde Fernández-Pacheco, del Partido Popular.

         Como puede comprobarse en las fotografías, los ficus no impiden visión alguna.

 

Nuevo rumbo en la cultura melillense


              Si existen modos perdurables de cambiar el mundo, uno de ellos es la Cultura. Elena Fernández Treviño, Consejera del área en Melilla, ha decidido moverse, plantarle cara a la desidia cultural que nos atenazaba desde hace décadas y variar el rumbo y reinventar los espacios, como por ejemplo el de la Plaza de Armas. Ella es una de las revelaciones de este gobierno (la otra es el consejero Rachid Bussian y su verano deportivo), beneficiada por la sentencia ceutí que desorganizó consejerías y gobierno. Las atribuciones de Cultura parecen haberle sentado como un traje a medida. En medio de la desolación tenemos algo. El dicho es claro «y de un mal a veces puede sacarse un bien.

                 Frente al amplio sector inmovilista que promueve el cerrojazo y la autarquía como única opción frente a la pandemia, la Consejera de Cultura ha decidido dinamizar las calles  y noches melillenses con actividades culturales en «modo seguro», que también es posible. La caverna atiza desde todos los frentes, dispone de lanceros, mercenarios, agoreros, veletas y todo un despliegue mediático que cubre todo el espectro de redes sociales, en una plena y llamativa actividad estival. No falta ni siquiera la labor de zapa en las propias filas autonómicas, prestas a filtrar cualquier cotilleo o diversos «dimes y diretes». Pero esto también lo decía Lope de Vega en El perro del Hortelano: Tapices tienen oídos y paredes tienen lengua.

               Música en el auditorium Carjaval, música en las calles, exposiciones en las fachadas del Gobernador y la reinvención de la Plaza de Armas, en sentido opuesto a lo que veníamos viendo en los últimos tiempos. La transformación es completa, de la parte baja y mirando a tierra, a la zona alta y en vista hacia la ensenada, hacia el mar. Hemos pasado de la música a la Luna, a la de la Ensenada. Aforo limitado en la zona del concierto, con controles de temperatura en los accesos a la plaza de, con reparto de mascarillas por si alguien necesitaba alguna. La vida debe volver y seguir su curso. Si luego las circunstancias imponen otra cosa, al menos se habrá intentando.

                 Escribimos esto hace unos días y lo repetimos: La principal preocupación es la salud, pero desde El Alminar pensamos que “el contagio no es irremediable” sino más bien evitable.  Nuestra visión es esperanzada, porque el azar también es una opción con la que contar, si se cumplen todas las recomendaciones necesarias y se es riguroso en su observancia., podremos salir de esta peste sin contagiarnos.

                                     Música en la Ensenada, con Vega

            Vega fue la protagonista de este su primer concierto en solitario en Melilla, ya estuvo anteriormente en un festival de cantautores. Es cordobesa, aunque afincada en Galicia. Participante en la 2ª edición de Operación Triunfo. Ha estado dos veces nominada para los premio Grammy latinos. Todo un lujo en la noche melillense. Vega ( Mercedes Mígel Carpio) se ha hecho un hueco propio en el mundo de la canción y de las cantautoras españolas, con un estilo muy personal e intimista.

                La consejera Elena Fernández está al pie del cañón, no delega las actividades en otros, sino que las dirige en persona. Se arriesga, se atreve y mueve el espacio cultural en un verano funesto. Se encuentra frente a una oportunidad única, de las que raras veces se dan, para dejar una impronta en la cultura melillense, necesitada de renovación, nuevas propuestas y abierta a todas y a todos. Sabe lo que hace y lo que quiere hacer, no improvisa, porque sus ideas vienen con ella desde hace tiempo. En apenas unos días, unirá el pasado con el futuro, en una decisión que nadie se había atrevido a llevar a cabo.

 

 

Tiempos de peste y miedo


Las ciudades vaciadas

Granada, Córdoba, Almería

       Las pestes duran dos años. La Covid 19 acabará en el próximo año, o al menos empezará a remitir. Hemos recorrido ciudades guardando todos las medidas recomendadas, más todas aquellas que aconseja la cordura. Las economías de los países no podían pararse más. Un Estado, al igual que una familia, vive de sus ingresos. Si la rueda se detiene de modo permanente, entonces llegará el colapso. Hemos visto cosas y tomado notas, porque el verano está solo en su mitad y el otoño se augura muy incierto. La incertidumbre, que es mucha, trae detrás el temor y ambas cosas se notan en las ciudades.

         Hay necesidad de salir y moverse. El riesgo que se corre es casi el mismo que quedándose en la propia ciudad. Se sale lo indispensable y también por necesidad. La salud psíquica también es importante, después del larguísimo y duro encierro en Melilla. Los datos de comunidades y rebrotes están ahí, pero eso también parte era la Covid oculta.

            En España, los meses vacacionales son julio y agosto, y aunque es la época del calor, las ciudades se veían llenas de gente y activas. El verano del año 2020, el que nadie olvidará, porque durará dos años, la situación ha sido diferente. La población sale a la calle, pero solo lo indispensable. No se ve bullicio en ningún lado y solo aparecen llenos lugares muy determinados y casi todos relacionados con el ocio.

         La principal preocupación es la salud, pero desde El Alminar pensamos que «el contagio no es irremediable» sino más bien evitable. Es lo que hemos visto y palpado. Nuestra visión es esperanzada, porque el azar también es una opción con la que contar, si se cumplen todas las recomendaciones necesarias y se es riguroso en su observancia. No se puede bajar la guardia ni un solo momento y hay que evitar aquello en lo que percibimos riesgo.

             En aquellas ciudades en donde la peste ha golpeado de modo implacable, la gente no comete excesos y el uso de las mascarillas es generalizado. Hay un 10% de personas que siempre intenta burlar, cualquier norma, pero eso será siempre así. Lo que podemos evitar, está siempre relacionado con nosotros mismos.

          Este año no hemos interrumpido las publicaciones del Alminar. Las reflexiones parten siempre desde una mismo y son saltos en el vacío, pero también son necesarias. Queda la incertidumbre económica, la que más preocupa. Hay gasto, pero es el indispensable. Se ven tiendas vacías, tiendas ya cerradas y las que tienen actividad, están muy reducidas de visitantes. Todo está en el ambiente. Estamos en medio de una peste.

 

Vlad Drácula y el Fatih


Todos conocen la leyenda. Muchos conocen la historia, pero muy pocos conocen la verdad.

          Acontecimientos políticos han traído a la actualidad una vieja historia ya olvidada, la de Mehmet II el Fatih, conquistador de Constantinopla, y la de Vlad Drácula. El primero era hijo del sultán Murat Han, y el segundo de Vlad Dracul, de la orden del Dragón, voivoda de Transilvania y Valaquia.

           Cuando queremos decir que algo es imprevisible e inestable, decimos que es balcánico, porque en esa región europea que llega hasta Los Cárpatos, nada puede predecirse. Todo parece estar en calma hasta que estalla. Es la tercera gran península europea.

             El Imperio romano de Oriente y que en Europa conocemos como bizantino, cambió la historia del mundo, ya que su existencia en el siglo VII obligó a que la expansión árabe tuviera que dirirgirse hacia el norte de África y buscará la penetración en por el sur, por el Estrecho de Gibraltar. En los siglos sucesivos contuvo la expansión del Imperio Otomano, que apuntaba al corazón de Europa. Los Balcanes sufrían las constantes invasiones otomanas por parte de Murat, pero los reinos estaban divididos entre los de tradición católica (Hungría) y los de obediencia ortodoxa (Rumanía). Hasta 1451, fecha de su muerte, el sultán Murat estaba reduciendo el Imperio Bizantino a poco más que el área de Constantinopla. En los planes de Murat no entraba la conquista la ciudad.

        En aquello tiempos, era frecuente que los hijos fueran a la vez garantía y rehenes de los pactos. Por esta razón Drácula y su hermano Radu fueron enviados a la corte de Murat, junto a su propio hijo, Mehmet Celebi. Fueron compañeros de estudios hasta 1448, cuando Vlad Drácula fue liberado y regreso a Transilvania para recuperar el poder para la orden del Dragón. Los  amigos y compañeros de estudios acabarían siendo encarnizados rivales, e igualmente crueles. En todos los artículos aparecidos en estas últimas semanas, tras la reconversión de Santa Sofía en mezquita, no se ha mencionado la relación entre el Fatih y Vlad Tepes, el empalador, cruelísima técnica que aprendió en sus años en la corte otomana en Edirne.

      ¿Cuál es la verdad en la historia? Dicen que no hay mejor cuña que la de la misma madera, y eso fue Vlad Tepes para los otomanos. Quien mejor los conocía acabó siendo su peor pesadilla y enemigo. De todos los nombres de aquel tiempo hay dos que no han sido olvidados, Mehmet y Vlad.

       En 1453, con la neutralidad del reino católico de Hungría, Mehmet conquistó Constantinopla. Radu Drácula se quedó en la corte otomana, convirtiéndose en consejero de confianza del Fatih, del que se cuenta que  su intimidad fue total con el nuevo sultán. Radu tenía el sobrenombre de «el hermoso».

         En los siguientes 20 años, Drácula unificó el reino de Transilvania e impidió una vez tras otra, los intentos de invasión del sultán Mehmet y sus tropas, a las que derrotaba en todas las batallas , con una crueldad extrema. En una ocasión estuvo incluso a punto de capturar al Fatih. En 1476, en la región de Bucarest, Drácula fue derrotado. Su cabeza fue enviada a Constantinopla y allí clavada en la muralla. Mehmet II el Fatih, obtuvo la gloria de Constantinopla, pero no encontró la paz tras la conquista. Vlad Drácula se lo impidió. Mehmet II murió solo 5 años después que Drácula.

Nota: Vlad, la novela de Drácula, C. G. Humphreys. Edit. Zeta.