El puente hundido del campo de golf


               Se gastaron 2,5 millones de euros de Fondos Europeos para el Desarrollo en un campo de golf de nuevo hoyos. Un exceso de derroche monetario y un número excesivo de hoyos, para tan pocos palos. Con cinco, hoyos, hubieran bastado. El caso es que todo el campo de golf no cabía en un mismo emplazamiento, en una sola colina (en Melilla todos es doble y cuesta el doble). Dividieron el campo en dos mitades sin posibilidad de comunicación entre sí, lo que obligaba a los golfistas a cruzar la carretera con su carrito de palos, y correr el riesgos de ser atropellados. Sumaron un despropósito tras otro. El más grande fue hacer la segunda mitad junto al Centro de Inmigrantes y tener que desecar la laguna que atraía a las aves, y podía provocar intromisiones peligrosas en los despegues o aterrizajes de los aviones.

                                     Un puente que se hunde

        Una carretera perimetral debe respetar los accidentes del terreno, para evitar zonas de ocultación o refugio. En un principio la carretera tenía badenes y zonas inundables, en las vaguadas del Río de Oro y del Arroyo de Farhana, por lo que hubo que construir puentes. Eso se resolvió y quedaba solo el problema de la servidumbre de paso de los golfistas. Y como quien hace dos puentes, hace tres, se construyó un puente nuevo, de un solo ojo, para comunicar las dos mitades del campo.

            Hacerlo de una sola vez y hacerlo bien, tampoco es bueno, porque impede reparaciones posteriores, e incluso la posibilidad de hacer otro nuevo. Siempre es mejor estar en estado de construcción perpetua. El estado del pavimento en las inmediaciones del puente está hundido, deforma ya la barandilla de uno de los laterales y resulta  peligroso para la circulación rodada.

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En Melilla, Podemos


                      Podemos, la hora del cambio en Melilla

         Los artículos 22 y 23 de La Constitución Española consagran el derecho de los ciudadanos a constituir partidos, asociaciones y a participar en los asuntos públicos. Podemos nace de la necesidad de dar voz y representar a cientos de miles de votantes que tras 35 años de Democracia bipartidista, ya no se sienten identificados con los dos grandes partidos nacionales (PP y PSOE).  La Democracia se ha convertido en una representación que se escenifica un día cada cuatro años, mientras que el resto del tiempo la ciudadanía no tiene nada que hacer. Otros deciden, deshacen y pactan por ella. Los grandes partidos se presentan a las elecciones y luego ya no se molestan en cumplir su programa electoral, o lo incumplen directamente, sin que nadie luego les pida luego explicaciones, o les castigue electoralmente por ello.

          Esta es la cara de la vieja política que ya ha empezado a resquebrajarse sin remedio, la de los miembros de la casta convertidos en políticos, y la de los políticos que se convierten en clase social. Siempre los mismos rostros y familias, alternándose y relevándose ordenadamente en el poder. Los Unos derrocándose a los otros, por medio de la Ley D´Hont La savia de este monocultivo de la política es la corrupción, el aceite que engrasa el mismo sistema, desde Almería hasta Betanzos.

                                      En Melilla, sí se puede

       Podemos ha recuperado para la política a miles de jóvenes que no se interesaban por ella, y ha atraído también a quienes estuvieron activos en el pasado y estaban ya próximos a subirse al carro de la resignación. Podemos surge en las universidades y en las calles, y eso se nota en la gente que lo compone e integra. Es la hora de devolver La Democracia al Pueblo, la participación y el interés por los asuntos públicos. Como gran novedad, Podemos presenta la posibilidad de que sean los ciudadanos quienes elijan desde la misma acera a quienes luego van a votar, y también que sea la ciudadanía la que decida el programa electoral que luego va a transformar sus vidas. En Podemos todo está abierto desde el principio, en  total oposición a los partidos del sistema cerrado, de las cuotas de poder entre las familias dominantes.  Listas cerradas y programas cerrados, que luego no cumplen.

                    Presentación de Podemos en Melilla

       En la sala de Grados de la Universidad de Granada, Campus de Melilla, un 29 de enero, a las cinco de la tarde, Podemos se ha presentado frente a la ciudadanía melillense. Una presentación muy cuidada, dirigida por Gema Carolina Aguilar, Secretaria General de de Podemos-Melilla, y flanqueada por José Manuel Cabo, catedrático de biología, y Milagros Escalona, componente electa del Consejo Ciudadano. Tres nombres para una presentación histórica.

          Detrás de estos rostros visibles, hay un trabajo muy intenso de un grupo de veinte personas, que han trabajado en reuniones sin fin, consensuando y debatiendo cada palabra, cada idea. El diseño de la presentación ha corrido a cargo de José Joaquín Guerra. Hay muchos más nombres, Podemos no es un partido al uso. La Secretaria General es la portavoz del grupo, del círculo de trabajo. En Podemos no hay dueños del partido, no hay barones, ni señores feudales. Entre otras cosas,  en Podemos la paridad es una obligación.

           La vieja política ha acabado, es la hora del cambio, de las ciudadanas y de los ciudadanos. La presentación de Podemos ha significado una revolución estética y ética. Muy sólida y bien plantada la argumentación expuesta por Gema Carolina Aguilar, que es «prima inter pares» (primera entre iguales).

             Podemos ofrece recuperar La Democracia para el pueblo, decidir a quienes se vota y qué, y todo desde el principio. Ante la mediatización y el dominio de la prensa escrita por parte del poder ejerciente, Podemos trabaja en las redes sociales, en plataformas colectivas de discusión y también en blogs, para que cada opinión y cada propuesta llegue directamente a las personas, y en sentido inverso;  para que éstas a su vez, puedan incidir y proponer ideas de modo directo a sus interlocutores.

       Estas son las novedades de Podemos. Esta es la hora de un cambio que ya ha empezado. La revolución social y política,  mediante el ejercicio pleno de la democracia, que solo existe cuando se la convoca*. Podemos es democracia desde la base, desde la primera ciudadana hasta el último.

         

Juan Carlos Monedero. Ética al servicio del Estado


         

  Creció primero la avidez de dinero, después la de poder. Esta fue la fuente de todos los males, pues la avaricia destruyó la lealtad, la honradez y las demás virtudes.. La ambición forzó a muchos hombres a hacerse falsos. Al principio estos vicios crecían poco a poco y se castigaban algunas veces. Después, el contagio se extendió como la peste y el poder se convirtió en cruel e intolerable. Todos robaban, todos saqueaban, el uno codiciaba una casa, el otro unas tierras. Desde que las riquezas empezaron a convertirse en un honor, la pobreza empezó a ser tenida como oprobio, y empezó a considerarse la honradez como malevolencia. Tras las riquezas, invadieron a la juventud la lujuria, y la avaricia juntamente como la soberbia: robaban, gastaban, daban poco valor a lo suyo, ansiaban lo ajeno, tenían confundidos el pudor, la vergüenza y todo lo divino y lo humano y carecían de escrúpulos y de mesura.  Salustio, La Conjuración de Catilina.       

               Curso urgente de política para gente decente

         ¿Cómo hacerse oír dentro del ruido circundante?, se preguntaba Wittgenstein en los albores del siglo XX. Un siglo después, el profesor Juan Carlos Monedero lo intenta,  justo cuando las redes sociales han multiplicado ese ruido por mil, y la denominada como «televisión de entretenimiento» y sus programas  asolan cualquier atisbo de propuesta moral o ética, tanto al servicio  de la persona, como de la del Estado. Ha escogido pues, el momento más difícil y la situación más complicada, pero también es el momento decisivo, aquel en el que un verdadero servidor del Estado ya no puede renunciar  a salir a campo abierto. O se intenta la regeneración de la sociedad, del propio individuo, de la vocación del servicio público y del Estado mismo, en este momento, o la amoralidad del neoliberalismo, del tanto tienes tanto vales, nos tragará a todos sin remedio.  Es un ahora o nunca, como en las frases de Salustio, único libro que no cita el profesor Monedero.

                            Las 100 propuestas de Juan Carlos Monedero

              Tener memoria significa ser fiel a los acontecimientos, solo cuando hay memoria los mentirosos tienen menos oportunidades*. Para ello tiene que existir quien relate las cosas, quien se atreva a escribirlas, y no es fácil en un mundo opaco*, como dice Monedero, u oscuro, como decimos en El Alminar. Cuando alguien mete una luz tan potente como la propuesta en el libro «Curso Urgente de política para gente decente», es normal que los murciélagos, acostumbrados a la oscuridad,  se alteren, y sus ensordecedores gritos impidan toda comunicación. En una situación así, no cabe bajar la linterna, sino mantenerla encendida en la misma dirección, apuntando siempre al fondo de la cueva.

         El libro de profesor de La Complutense resulta todo lo contrario de lo que a primera vista parece. Es un curso acelerado, urgente, de mínimos, pero su análisis se extiende a un lado y otro de lo que vemos, parte desde el principio, desde los propios fundamentos del pensamiento. Es muy denso, obliga a detenerse constantemente para pensar. No resulta un libro fácil, y sus propuestas ascienden entre las rocas escarpadas del desastre social y humano que nos rodea. Hay pocos lugares a los que asirse.

                             Toda revolución nace del dolor

        La crisis que afecta al mundo es integral: financiera, laboral. alimentaria, ecológica, energética. Afecta a la manera de organizarnos, a la manera de pensar, a la manera de pensar la economía. Para tanto roto no hay alternativa pensada ni probada*. Las revoluciones surgen solo desde la necesidad de poner freno a los desmanes de la historia, en una determinada época, cometidos por las clases dirigentes. Las revoluciones surgen desde el dolor al que se somete a una sociedad. El capitalismo condena  a dos tercios de la humanidad a la exclusión, a la marginalidad y a la violencia*, y dentro del tercio restante, el 1% de de la población que vive en las sociedades desarrolladas, acumula tanta riqueza como el resto.

     Este es el panorama social frente al que nos encontramos, y al que hay que enfrentarse. La avaricia, la codicia, la amoralidad del capitalismo y su modelo social, no conocen límites ni hartazgo, una vez que ha abierto su particular caja de Pandora. ¿Cómo o qué es ser decente en un mundo así?, en el mundo del precariado, de la quiebra social, en el que hemos asimilado que solo los mejores y más productivos son merecedores de exageradas recompensas monetarias (futbolistas de élite, dividendos y stock options en las cúpulas bancarias y de empresas).

        Espartaco se rebeló frente al Imperio de Roma y sus legiones, desde el dolor más profundo y desde la falta total de opciones. Solo cuando se carece de todo y ya no hay nada que perder, deja de existir el miedo, como ha ocurrido en Grecia. Cuando los poderosos ya no puede amenazar con nada, entonces dejan de serlo. Soberbia es la cita de Helder Cámara: «Si cuido de los pobres me llaman santo, si pregunto por qué lo son me llaman comunista».

               Acción política frente a desactivación social

      La actividad política es consustancial al ser humano, que es un ser político, pero casi sin darnos cuenta, a lo largo de décadas, la sociedad fue siendo desactivada, y los términos fueron invertidos. El adjetivo apolítico adquirió un carácter positivo, cuando en realidad era todo lo contrario. Significaba dejar la política, la sociedad, la gestión de la cosa pública,  en manos de los políticos profesionales. A la vista de cómo nos ha ido, y del estado en el que han dejado el Estado, podemos darnos cuenta del error tan grande al que hemos sido inducidos.   Si la sociedad está politizada, siempre está despierta, en vigilia para evitar estos comportamientos. Hacer de la corresponsabilidad una obligación. Ignorar no es un derecho*.

       ¿Cómo se ha llegado al desarme y la desactivación política de la sociedad?. De muchas maneras, pero principalmente con la industria del ocio televisivo, la televisión basura, el mundo feliz de las series de éxito, los reality shows, la verdadera industria del Gran Hermano orwelliano, el soma de Un Mundo Feliz. El poder de la industria audiovisual es tan poderoso – aveces sutil, a veces ordinario y vulgar- que logra presentar su veneno como medicina*.

                 ¿Se puede proponer una ética después de Wiitgenstein?

     Se puede y se debe. Todo está en el libro de Monedero, desde San Agustín hasta Gandhi, incluyendo a Bénjamin, Lukacs o Unamuno.  La revolución social que propone es la última antes de que nos conviertan en esclavos, en precarios. Es la rebelión social del nuevo Espartaco frente al Imperio del neoliberalismo, desbocado desde el tandem Reagan/Thatcher. Es la última oportunidad de recuperar la política para los ciudadanos, para reactivar conciencia la adormecida ante los desmanes y el desfalco del Estado. El modelo socialista se desvaneció con la caída del Muro de Berlín, y nos quedamos sin alternativas, mientras que las derechas quedaron indemnes y lo presentaron como su gran logro.

      La izquierda es  empatía radical en movimiento. Que socialismo es amor está en el Sermón de la Montaña. El amor es ética. Es amor porque es la afirmación de la empatía como criterio de la organización social. Cuando hay víctimas no puede haber negociación ni compresión hacia el poderoso*.

       Se nos propone pues el establecimiento de una ética al servicio del Estado y una ética del servidor público. No es extraño que ante una propuesta de semejante envergadura, se desate el molino satánico* en su contra. Los mismos contra los que luchó Don Quijote.

Nota: * Todas las citas son del libro de Juan Carlos Monedero

La razón de las colas del Registro Civil


Ciudadanos en cola desde la madrugada

          Desde hace varias semanas, las colas habituales del Registro Civil de Melilla están aumentando en progresión constante, saturando el ya colapsado Registro, y poniendo en evidencia las deficientes instalaciones con las que cuenta nuestra ciudad, con respecto a cualquier otra ciudad peninsular. La agobiante carga de trabajo que soportan los funcionarios del Registro Civil melillense, ha rebasado ya cualquier límite tolerable. Esta es la calidad de atención al ciudadano que ofrece el partido gobernante en España.

              Las razones parecen ser diversas, pero todo tiene un mismo origen, y es el establecimiento por parte del Gobierno de Rajoy,  de la ayuda de la ayuda de 400€ a los parados de larga duración y a las familias sin recursos. Al parecer, uno de los requisitos a exigir será el de estar en posesión del Libro de Familia, para las familias con hijos nacidos en Melilla,

                  En un principio la directriz era la de otorgar el Libro de Familia a los progenitores de niños nacidos en la ciudad, sin importar la nacionalidad paterna, pero con residencia en nuestra ciudad. La rumorología atribuyó la razón de la cola a la tesis contraria, o sea, que a partir de determinada fecha ya no se iban a conceder mas libros de familia a ciudadanos extranjeros. Este extremo ha sido desmentido por parte del Juez Decano de Melilla. Lo que sí se ha podido saber, es que los libros de familia se van a seguir otorgando, pero con el requisito restrictivo de que al menos uno de los progenitores tenga concedida la tarjeta de residencia. En caso de carecer de ella, se podrá obtener el libro, pero a través de las Autoridades Consulares de España en la localidad marroquí de Nador.

              Lo que sí parece estar en el fondo de todo, es la posible obtención de la ayuda a familias sin recursos económicos, creada por el anterior Ejecutivo socialista, y que tanto denostara el Partido Popular cuando estaba en la oposición.

                 Los ciudadanos empiezan a formar las colas a las cuatro de la madrugada, y durante la pasada semana de temporal de viento, no ha decrecido en un solo momento.

En el barrio hebreo de Melilla


La vida igual que hace un siglo        

          El barrio hebreo surgió en 1905, hace 110 años. Las familias hebreas que huyeron de Marruecos tras las persecuciones de Taza y Debdú, se alojaron aquí. Es en origen un barrio de refugiados. El barrio estaba escasamente acondicionado para los patrones de la época, las condiciones de vida en él eran muy míseras. En un principio se edificaron barracones de madera. Hubo un intento de trasformación del barrio, pero la gente quiso seguir estando allí. Podemos decir que el barrio tiene la misma fisonomía y diseño que hace un siglo. Las condiciones de vida con respecto al resto de la ciudad, han mantenido sus diferencias. Hay casas míseras y muy pequeñas. La vida en estas calles es muy dura. No han recibido apenas un solo euro en inversiones en los últimos veinte años. En principio era un barrio sin nombre en las calles, y sería el Ayuntamiento de La II República el que le otorgara los actuales nombres:  Hebrón, Jerusalén, Jaffa, Sión o Tel-Aviv. 

           En los primeros años de la década de 1990, la Empresa Municipal de La Vivienda, que fundara el concejal Enrique Remartínez, construyó en la calle Tel-Aviv, un único edificio de viviendas prefabricadas. La pretensión era ir sustituyendo las casamatas por construcciones nuevas. El proyecto quedó en aquélla obra y con posterioridad no se ha hecho nada más. Todo continua entre estas calles como hace un siglo. Mientras tanto, en otras partes de la ciudad se han derrochado millones de euros o se ha cambiando el pavimento una y otra vez.  Dicen que la ciudad de las culturas culturas se originó aquí. El estado del barrio hebreo debería haber cambiado. Ha habido demasiado dinero. El desarrollo de los barrios debe empezar por las viviendas y por el acceso al mundo de las oportunidades sociales, en igualdad de condiciones para todos.

La realidad escondida de Melilla


 La calle San Juan de La Cruz

         Una decena de calles  de la ciudad reciben toda la carga de inversión y remodelaciones. En algunos barrios todo se limita a la calle central, que es lo que se presenta en las fotografías propagandísticas. Gastar una media de un millón de euros en tres calles distintas, es un tipo de gestión que apenas crea empleo  máximo 30 personas) y un gran beneficio para la empresa contratista. Las obras se llevan a cabo en un plazo corto, en los meses inmediatos a las elecciones, y el resto de la legislatura, los ciudadanos se enfrentan a una realidad dura, sin cambios y con un deterioro constante de las infraestructuras que utiliza de manera cotidiana. En Melilla todo está cerca, de manera que en un corto trayecto, se pasa de una zona con infraestructuras,  o otra en la que se carece de lo más básico.

          La calle San Juan de La Cruz está en la parte alta de La Cuesta de La Viña, las barracas de San Francisco y entre la Carretera de Cabrerizas y San Antonio de Padua. Cuesta creer que en la Melilla del siglo XXI, con los presupuestos que se han manejado en los últimos 14 años, existan barrios en este estado,  y con este clase de viviendas. A pocos metros de aquí se encuentra en El Rastro, en donde la ruinosa y mal gestionada  Emvismesa (Empresa Municipal de Vivienda), construyó varios bloques de viviendas, la mayoría de las cuales sigue vacía. Se edificó sobre solares muy pequeños y se pagaron a un precio muy elevado, lo que hizo que las viviendas construidas resultaran onerosas para la capa de la población a la que iban dirigidas.

        Se ha derrochado mucho dinero, y se sigue haciendo, en obras suntuarias que no transforman nada, en determinadas calles principales,mientras que se siguen manteniendo en el mismo estado desde principios del siglo XX, a determinadas zonas de la ciudad, difícilmente habitables. En Melilla las realidades de la  excelencia y la de lo inhabitable siguen estando demasiado cerca, pero también, cada vez más separadas. Esa no es de las peores calles, pero sí de las más inaccesibles. La calle San Francisco de Asís sigue siendo demoledora.  La ciudad sigue sin un plan global y de desarrollo conjunto.

Leña seca en las calles


 

Los árboles secos de la plaza de Crono

      Al igual que el legendario caballo de Atila eliminaba la hierba a su paso,  las reformas realizadas en las calles por el Gobierno de Melilla acaban con los árboles que se encuentra. El final de clásico bulevar de La Duquesa de La Victoria fue recortado para instalar un rotonda inservible y desmesurada, que crea más problemas de tráfico de los que intentó resolver. Recortaron la longitud del paseo, eliminaron muchos bancos que servían de descanso y reposo, y lo que es peor, arrancaron de cuajo unos árboles  casi centenarios, a los que han convertido en leña seca. Escribimos del instante en el que arrancaban los árboles y también de cuando éstos definitivamente murieron. Han pasado meses y lo que un día tuvo vida, hoy es solo leña seca.

        Pese a que se están resquebrajando, perdiendo la capa que recubre el tronco, y dan claros síntomas de estar muertos, todavía intentan resucitarlos. Quizá confíen en que el demonio Crono, instalado cerca, salga del Tártaro y les insufle algo de vida. Deberían ahorrarnos el espectáculo de ver esos árboles cuarteándose, llevarlo al cementerio de los árboles, que también tienen, e instalar ahí árboles nuevos, que de sombra, que sean frondosos y que no sean palmeras con picudo rojo, si es posible.

Notas: (1)https://elalminardemelilla.com/2014/02/03/los-arboles-sobrantes/; (2)https://elalminardemelilla.com/2014/05/25/la-vision-de-los-arboles-muertos/; (3)https://elalminardemelilla.com/2011/12/10/el-cementerio-de-los-arboles/