Letanía de San Mariano de Melilla


     San Mariano de Melilla es un santo que nada tiene que ver con el presidente electo de España Mariano Rajoy. A San Mariano se le invoca últimamente en nuestra ciudad, de modo uniforme y como un «mantra» de los Hare Krisna, en letanía taumatúrgica que repiten, cual salmodia, todos los medios de propaganda. Nuca se había visto nada semejante, que a  un mes de tomar posesión como presidente del gobierno de España, ya esté arreglando problemas en nuestra ciudad.

     Ha desaparecido la presión migratoria sobre nuestra frontera de un solo plumazo y sin necesidad de tomar ninguna medida. En el Centro de Menores de La Purísima, ya no se está al borde del colapso, sino que se ha reducido notablemente, palabra de la Consejera, la afluencia de menores acompañados. El paro en nuestra ciudad ya no es alto, lo es, pero por lo menos ya figuramos como una región europea, la frase es textual. La saturación del Hospital Comarcal ha desaparecido como por ensalmo.

    Ya no tenemos los peores barcos ni los peores aviones, sino que los cruceros hacen cola para atracar en nuestro puerto, nuestra Estación Marítima, la más cara de Europa, ya figura en una guía de Excelencia. o ¿era su excelencia?. No, eso era otro 20N. Y por si estos fueran pocos milagros, ha aparecido, como venida del cielo otra compañía aérea, Hellit.

      En cuanto a relaciones exteriores se nota ya una evidente mejoría. Se ha pasado de exigir contundencia y firmeza ante Marruecos, a oír que las relaciones entre ambos países tienen que estar basadas en la cordialidad y en el entendimiento. Y además han perdido las elecciones los socialistas marroquíes.

        ¿Qué más se puede pedir?. Todo, todo lo que uno quiera, desde la ampliación definitiva del Puerto de Melilla, hasta la creación de una autovía marítima entre nuestra ciudad y Marsella. De aquí al 28 de diciembre todas las propuestas se pueden escribir y depositar en un buzón de Correos preparado al efecto, que no hay que confundir con el de Los Reyes Magos.

  Letanías de San Mariano de  Melilla

         PP, óyenos

         Mariano, óyenos

         PP, óyenos

Mariano, digno de alabanza

Mariano, padre de la sabiduría

Mariano, apóstol de la templanza

Mariano admirable

Mariano amable

       Ruega por nosotros

Por los problemas de la frontera

       Ruega por nosotros

Por la alta tasa de paro

       Ruega por nosotros

Porque seamos región europea

      Ruega por nosotros

Por la ampliación del Puerto de Melilla

      Ruega por nosotros 

Mariano, que sufriste a Zapatero

         Óyenos, Señor

Mariano, Salvador de España y de Melilla

Mariano, vencedor del masón

      Ruega por nosotros

 

Noviembre


            Noviembre es un mes sonoro, precede al invierno. En Melilla suele ser de temperatura agradable y suave. Tengo siempre buenos recuerdos de este mes, entre otros, el más importante es el de haber bautizado a mi hija en la Iglesia de La Concepción en Melilla La Vieja.

            En El Alminar de Melilla ya vivimos nuestras propias efemérides. En este mes hemos superado las 10.000 visitas, 1253 en solo dos días, 660 en uno solo. El Alminar se extiende y se alza, con el apoyo de todos y cada uno de sus visitantes, con sus colaboradores y opinadores anónimos. Ahora se empieza a sentir el vértigo porque estamos a la vista de todos y se empiezan a esperar cosas, respuesta. Hay un tema en el que todavía no he entrado a fondo, el de la política local, pero en una ciudad tan politizada como esta, es preferible pasar siempre por «la tangente», es la única manera de mantenerse sin caer.

           Los tiempos que se avecinan son inciertos, es la hora de los ciudadanos más que de los partidos. Ciudadanos que vigilen y estén atentos a la gestión que se hace del dinero público. Quien quiera copas de vino, que se las pague de su bolsillo. Por cierto, el Partido Popular de Melilla celebrará su victoria electoral con un copa de vino el próximo día 2 de diciembre y por primera vez, los que quieran acudir a la misma, deberán pagar 15€. Algo hemos empezado a avanzar. La crítica, la vigilancia, la exigencia democrática, siempre es más útil que el servilismo y la doblez, y sobre todo, consigue y otorga algo que es muy importante, el respeto.

             Concluyo esta reflexión con aquello que ha sido lo más visitado este mes y estos días, las sensacionales fotografías del Monumento al Alzamiento Nacional y un recuerdo a lo que ocultó, el Café la Peña. Vamos a seguir aquí y quien quiera y quien nos busque, solo tendrá que alzar la vista y mirar siempre hacia la luz de El Alminar.

  Nota: El nonaguillo que mira a cámara es impresionante.

Historias de la pista de carros


         

                  El respiradero del aljibe

    Es una historia que apenas se menciona con una línea en los libros, pero tras los acuerdos con Marruecos en 1863, en los que se reconocía el derecho de Melilla a ampliar su territorio, el terreno pasó directamente de las manos de sus antiguos propietarios bereberes, a manos de terratenientes españoles. Todos estos terrenos que se extienden a un lado y otro de la pista de carros, están prácticamente en las mismas manos desde la guerra de 1909, que hubo que llevar  a cabo para conquistar el terreno pactado medio siglo antes.

     Las gloriosas victorias de nuestro ejército en las campañas de 1909, realmente supusieron la conquista de los Altos del Real y del Aeropuerto, así como la consolidación del resto del perímetro. En esas campañas se labró su inmortal fama el General Marina. La gran herencia de la mentalidad feudal española, es la propiedad del terreno, que otorga riqueza, poder y estabilidad en el futuro. La compra y la venta de terreno ha sido y sigue siendo, el gran negocio de Melilla, el objeto más ansiado. Quien tiene terreno tendrá riqueza.

           Estos parajes pertenecen a varias familias melillenses que las poseen desde aquella época. Toda esta zona de veredas, sendas y terrenos lindantes con el arroyo de Alfonso XIII, guardan todo tipo de historias, algunas procedentes del Neolítico. Muy cerca, en las laderas españolas del monte santo de Sidi Ouarich, subsiste o subsistía uno de los más importantes asentamientos neolíticos de Melilla, superior en riqueza arqueológica al asentamiento ocasional de Chafarinas.

              Desde que vi este pináculo me pregunté qué podía haber sido. No hay memoria en la zona, muy próxima al campo de golf, lujo realizado con fondos europeos para el desarrollo rural. Al parecer todo esto eran huertas, terreno rural que espera pacientemente próximas recalificaciones. Quizá esto sea el respiradero de un aljibe o alberca que todavía debe existir. De ser así sería una solución adecuada para ventilar y oxigenar el depósito de agua, preservándo de cualquier tipo de contaminación.

Svetlana Alilúieva, la hija de Stalin (Светлана Сталина)


La muerte de la hija de Stalin en Wisconsin, EEUU

          » En Occidente corren demasiadas falsedades sobre la vida privada de mi padre y de los miembros de mi familia» ; Svetlana Stalin.

    Aunque conocida ahora, la muerte de la única hija viva del dictador soviético ocurrió el pasado 22 de noviembre en una residencia de ancianos en Wisconsin, EEUU.  Que gran diferencia entre cualquiera de los vástagos de cualquier dictador fascista:  Franco, Pinochet y tantos otros que una vez expulsados del poder  dejaron las arcas familiares llenas a rebosar y la suerte de esta mujer, la única entre los tres hijos de Stalin.

    En estos días se sigue hablando de ella como de «la hija que renegó de su padre», como la necrológica firmada por David Alandete en El País. Imagino que en medios de la derecha y en círculos tabernarios de moda, se recordará que Stalin asaltó un banco en Tiflis, capital de Georgia, como si eso fuera algo malo, o en palabras del propio León Trostky: «Solo hay una cosa peor que robar un banco, y es fundarlo».

           La hija de Stalin (Светлана Сталина)

 Svetlana Stalin huyó a Occidente en 1960, ante la imposibilidad de vivir en un mundo, el soviético, que había condenado oficialmente el stalinismo. En aquellos años, incluso ella alteró el orden de los apellidos, adoptando el Alelúieva de su madre, para evitar así el «odiado» Dzhugashvili de su padre.       En esos mismos años, y ante la imposibilidad de que Carmen Franco, la hija del tirano español  le diera un heredero varón al dictador, se permitió por una Ley de las Cortes Franquistas, la alteración del apellido Martínez-Bordiú Franco, por el inverso, para hacer pervivir así el insigne apellido del tirano.

        Aún hoy, en Rusia, los nietos y nietas de Stalin, siguen sin poder usar el apellido del dictador soviético, vencedor, mal que les pese a muchos, del nazismo hitleriano, el peor régimen político al que se haya enfrentado jamás la humanidad, enfrentamiento que costó a Rusia más de 30 millones de víctimas directas.  

                      El cariño a su padre y a su madre   

      Svetlana fue utilizada por la CIA y a la larga se convirtió en un juguete roto de Occidente. su muerte en una residencia de ancianos, completamente empobrecida así lo refleja. Quizá por eso escribió en 1963 la obra : Rusia, mi padre y yo; para deshacer mitos sobre el suicidio de su madre Nadia Alelúieva, la muerte de su hermanastro Yacob en un campo de concentración nazi o cualquier otro sobre su propio padre. sus propias palabras ante el lecho de su padre no dejan lugar a dudas: » En aquellos días, en la despedida de su cuerpo en la Sala de Columnas del Kremlin, quise a mi padre con más fuerza y ternura que en toda mi vida. En aquellos días en que se calmó por fin y su faz se volvió hermosa y tranquila».        

     Sobre su madre  Nadia, dice lo siguiente: » Mamá era severa con nosotros, no por aridez de alma, sino por rigurosa exigencia interior hacia nosotros y hacia ella misma. Mamá ha quedado grabada en mi alma como una mujer muy hermosa, elegante, de gráciles movimientos, sin embargo, rara vez nos acariciaba. En cambio mi padre me cogía constantemente en brazos, le gustaba darme besos sonoros y jugosos».     

         Para mí Svetlana fue un ejemplo intelectual de como mantener el amor hacia su padre, sin justificar ni uno solo de sus crímenes. Igual que los de la Fundación Francisco Franco, que hasta reciben dinero del Estado por mentir.

                    ¡ Que descanse en paz Svetlana Stalin!  

Melilla, monumento al Alzamiento Nacional, y III


El mayor monumento franquista de Melilla

       En cierta ocasión el Consejero de Economía Daniel Conesa, al que hay que agradecer el tono distendido y cordial  con el que suele hablar siempre, aunque no nos guste lo que diga, se expresó sobre este monumento diciendo que: «Se estaba estudiando un plan para eliminar la simbología  franquista del mismo».

              Creo haber demostrado ( con la ayuda de estas inigualables fotografías),  y, en mis siempre modestas contribuciones, que no es que el Monumento al Alzamiento Nacional tenga simbología franquista, sino que el monumento, en su totalidad, es un símbolo franquista, desde el pico del águila hasta su misma base, desde su concepción hasta su finalización. En cuanto a la autoría de Enrique Nieto, miembro activo de Falange, en la prensa de la época se decía solamente que el afamado arquitecto había supervisado los planos. No hay ninguna entrevista con el arquitecto, nada que destaque o precise cuál fue su contribución exacta, por lo que cabría deducir, que ni el propio Enrique Nieto estaba orgulloso de un Monumento realizado «por imperativo legal».

          El monumento al Alzamiento Nacional es un mamotreto que rompe la armonía visual de la avenida. El valor arquitectónico es nulo, el espaldón que representa al águila tiene forma de suelo de zapato, no tiene ninguna catalogación específica como Bién de Interés Cultural (fue lo que alegamos en el Juicio cuando fuimos juzgados por haberlo pintado de malva) y faltaría más, que se haya derribado el interior del Cine Nacional, que sí tenía esa catalogación, y se mantenga este adefesio, basándose en los mismo que no alegaron para permitir la demolición del interior modernista del hoy Teatro Kursaal.

     Pero sobre todo, lo peor, lo que resulta sumamente ofensivo, es el motivo por el que se erigió ese monumento en ese lugar, que fue el de hacer olvidar para siempre la memoria del Café La Peña y de su último arrendatario, el concejal republicano Julio Caro de Córdoba, asesinado en los últimos días del mes de julio de 1936.

                       Las fotografías

   Concluyo hoy la selección de 12 fotografías de las 70 que me proporcionaron sobre la inauguración del monumento. Son fantásticas, un auténtico tesoro para la historia de Melilla. Es una lástima que apenas tengamos fotos de la Melilla republicana, de su vida, de sus acontecimientos, de sus actos conmemorativos, infinitamente más festivos y populares que éste, en el que se nota en cada instantánea que  todo es forzado.  Una compañera de trabajo me comentaba que las mujeres le recordaban a la serie «Amar en tiempos revueltos» y es que es eso precisamente. Las fotos de las mujeres me parecen fantásticas, por eso coloco hoy dos más como despedida.

   Nota: En la fotografía de la 2ª entrada, el militar que aparece entre los dos Rafaeles (Álvarez Claro y García Valiño), es el General Bartomeu, que había llegado unos días antes.

El Obispado cubre la marcha de los Paúles


    Fundación Sta. Mª de La Victoria

      Las órdenes religiosas y congregaciones que forman la tupida red de La Santa Madre Iglesia, son completamente autónomas. Por este motivo, Monseñor Catalá Ibáñez, Obispo de Málaga, no ha tenido responsabilidad alguna en el repentino abandono Paul de lo que hasta ahora habían sido sus centros más emblemáticos (parroquia de San Agustín, Centro Asistencial y guardería de Las Damas y Luisas de Marillac). Las Hijas de la Caridad dependen de los Paúles.

         Los superiores de la Congregación de los Padres Paúles comunicaron al Obispado de Málaga sus intenciones de abandonar los mencionados centros, en el pasado mes de junio. Esos cuatro meses son los que ha tenido Monseñor Catalá Ibañez, para solucionar esta crisis en el seno de la iglesia melillense. Se vio salir humo, pero no se sabía de qué importancia era el fuego. En los últimos c meses el Obispo de Málaga ha visitado dos veces la ciudad. En teoría era visitas protocolarias, con agenda marcada y pública, sin embargo, detrás de ellas está claro que se necesitaba evaluar el alcance de «la rebelión Paúl» en Melilla. Eran demasiados centros y muy emblemáticos, para resolver la situación en un solo golpe de timón.

       El principal problema era como iniciar el curso en la guardería de Las Damas y Luisas del Bario del Real, pues no se podía iniciar el curso y cambiar la dirección en el primer trimestre. Así, sin hacer ruido, el Obispado malagueño encargó a la Fundación de Santa Mª de la Victoria que se hiciera cargo de la dirección del Centro en la calle del General Villalba. Luego había que sustituir la dirección Paúl de la parroquia de San Agustín por otra diocesana y como último acto, el más trascendente, el cerrar la página histórica de la presencia de Las Hijas de La Caridad en Melilla.

      Ahora hemos conocido las dimensiones de la crisis, pero probablemente, nunca conozcamos ni sus fundamentos ni sus causas. La Santa Iglesia actúa así desde hace dos milenios. Cuando la feligresía huele y ve el humo, es porque ya han apagado el fuego. Por esta y otras muchas razones, al Iglesia sobrevive como Institución y de las herejías que se enfrentaron a ellas ya solo queda un nombre en los libros de historia. Con la Orden del Templo de Jerusalén, acabaron en un solo día, con un solo golpe de maza.

                       Como almas que lleva el diablo

     Así han salido esta mañana, a las 7h00, las cinco últimas Hijas de la Caridad de la historia de Melilla. No se han dado cuenta ni los trabajadores , ni los residentes. Han sido despedidas únicamente por Monseñor Ramón Buxarrais, que se levanta todos los días a las cinco de la mañana. El trance ha debido ser muy doloroso y no han querido exponerse a las despedidas de los ancianos. En cualquier caso, no se merecía acabar así la presencia de estas hermanas en Melilla, tras 87 años de duro trabajo y entrega absoluta a los desfavorecidos. Algunos dirán que esto ha sido la voluntad de Dios, pero yo afirmo que por todos lados, se ve la voluntad de los hombres.

Nota: http://www.fdevictoria.es/

Melilla, monumento al Alzamiento Nacional (II)


 

            La leyenda de los  rafaeles

          Rafael Álvarez Claro era el omnímodo Alcalde de Melilla, Rafael García Valiño era el Comandante General. Decían en aquella época que todo lo que pasaba en Melilla lo decidían «los rafaeles», los dos mencionados, aunque otros comentarios sitúan en tres a esos poderosos rafaeles, que no eran precisamente ángeles protectores.

          Todo se preparó con detalle aquel 20 de julio de 1941, para la solemne inauguración del que es el gran monumento fascista y franquista de Melilla. Desde el desfile de gigantes y cabezudos, estos son los originales, hasta la bendición del Monumento. Hubo desfiles (Falange, Sección Femenina y La Legión),  e incluso verbena popular a la que había que acudir con un riguroso protocolo. La verbena se celebró en el Parque Hernández, al que solo se podía entrar por la zona de la Plaza de España y para salir solo se podía hacer por las puertas laterales. Una vez recogido el tiket de entrada se tenía derecho a una consumición y a un bocadillo.

             Se publicaron unas severas normas que aconsejaban tanto una vestimenta decorosa, como la manera de comportarse. Está claro que no se fiaban de la gente, no confiaban en el pueblo. Como dijera Unamuno, vencieron pero no convencieron a nadie y eso se nota en la actitud de los notables. La abundante presencia de uniformados, incluso entre el público asistente, buscaba entre otras cosas, la sensación de vigilancia permanente, casi de acoso, sin el casi. 

         Pese a todo, sorprende la alegría y las ganas de pasárselo bien de la gente, intentando olvidar por un momento, la escabechina humana que habían organizado en Melilla todos esos que están en las fotografías. La foto con los cabezudos es muy interesante. Por esta vez no voy a poner ni los nombres de las autoridades, ni los discursos. Quien quiera leer todo eso tiene a su disposición la hemeroteca de El Telegrama del Rif en la Biblioteca Pública. Aquí solo me interesa el paisaje humano, el rostro de las personas, en amplio y notorio contraste con el de las autoridades.    En ese momento de 1941, 4000 melillenses habían pasado o estaban presos en el campo de concentración de Zeluán. La gente fue forzada a asistir, pero pese a todo intentaron pasarlo lo mejor posible. El clima de amedrentamiento era máximo y la actitud arrogante de algunas autoridades, militares y falangistas es notoria. Pero de todos, me quedo con el inigualable posado de Rafael García Valiño, junto al otro Rafael, su homónimo y Alcalde de Melilla.