La muralla de caliza amarilla


         Tenemos localizados tres segmentos de la muralla de caliza amarilla (Florentina, parque Lobera y plaza de Armas), dos están enterrados y solo uno a la luz, el primero mencionado. Había otro segmento más, estaba en las laminadas escalinatas de acceso a la Batería Real, pero fue picado a conciencia y eliminado sin consideración y sin criterio científico alguno. Las fotos que realicé en diciembre de  2010, muestran claramente la diferente composición de la muralla, e incluso los restos de la argamasa original. Diferente composición significa diferente periodo de construcción.  Esto prueba realmente que el baluarte y el caballero de La Concepción se construyeron sobre la antigua alcazaba árabe, e incluso ésta sobre algún resto de construcción anterior.  Así que cuando se escribía: «se afirma sin pruebas que el baluarte de La Concepción se construyó sobre una edificación anterior de origen árabe…….», se estaba haciendo esa afirmación más acorde con los deseos de un origen hispano inmaculado, que con la evolución histórica de la fortificación de Melilla.

         Había otro segmento mucho más grande de muralla de caliza amarilla, según me comentaron  los operarios que trabajaban en la reinterpretación  de Melilla La Vieja, pero la orden fue igualmente taxativa: «pasarla por la piqueta». Las fotografías lo muestran claramente. Aquí había algo anterior, que no era hispano, y que quedó empotrado dentro de las fortificaciones que se construyeron a partir de  1525, cuando el Rey Carlos I ordenó el repliegue de los castellanos hacia el peñón rocoso, abandonando La Alafía o Plaza de Armas, por considerarse demasiado insegura.

                Las Crónicas de la conquista de Melilla, nunca publicadas en la ciudad y que no están en ningún archivo o biblioteca, hablan de que se trajeron: «gran cantidad de maestros para reedificar», no para construir o hacer nuevo.

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Obras, caos, accidentes


          El permanente estado de obras al que está siendo sometida la ciudad desde hace tres años, sin demasiada coordinación, iniciando una fase sin que la anterior está acabada, está provocando un caos circulatorio y unas dificultades casi imposibles de salvar para los automovilistas. Hay puntos negros que nunca se solucionan, hay zonas en donde el peligro de accidentes crece de manera exponencial.

   Esta es la intersección de la calle Mar Chica con la calle Valencia. En mayo estaban abriendo zanjas para instalar las tuberías de conduccion de agua y se produjo un accidente. Esta foto es de hoy, en donde la instalación de tuberias de distribución de agua a las casas tienen levantadas todas las aceras laterales y se ha producido otro accidente. Así es siempre, así es todo desde hace tres años. Se gobierna durante diez años, pero se hace todo en los dos últimos. Se levanta la ciudad al completo y las ya saturadas calles se convierten en una ratonera circulatoria de la que es difícil