El interior del Cine Nacional


 Un documento certifica que debió conservarse el interior

       La ventaja de un blog en internet es que la información puede ser modificada, corregida y completada. Es una información viva. Se puede colgar cualquier cosa en cualquier momento. Este certificado, califica el conjunto existente del Cine Nacional como BIC , osea, es la certificación del interior del Cine Nacional como Bien de Interés Cultural y algo a proteger.

           Por mucho que dijeron los propagandistas, por mucho que callaron los que debieron hablar, el hall de entrada del Cine Nacional era mucho más hermoso que el actual. Aparte de todo, era la decoración original, era algo antiguo y propio del diseño de Enrique Nieto. Los mármoles rosados superaban con mucho en calidad y belleza, a las maderas de sauna finlandesa actuales. Las escalinatas de mármol de la entrada, por las que se accedía a la planta 1ª,  eran inigualables en comparación con las actuales.

      Lo que ha sucedido en el Cine Nacional es una iniquidad artística, que ha costado 18 millones de euros y por la que pagamos la friolera de 700.000€ anuales,  en un plazo de 30 años. Como siempre y es algo que ya he detectado, desaparecen todas las fotografías anteriores del edificio demolido, para evitar que se puedan hacer comparaciones. Borran hasta el pasado. Ya no hay fotografías del hall de entrada del Cine Nacional, ni de los detalles de la decoración original que persistían y que fueron declarados a conservar, en la certificación que adjunto y que ilustra esta entrada.

  Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/06/09/%c2%bf-hacia-donde-va-el-gasto-del-kursaal-nacional/

  PD: Añado las fotografías de los mármoles modernistas que prometieron conservar y que  acabaron destrozados por un coche. La fotografía es una colaboración del senador socialista Julio Bassets Rutllant.

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Edificios en ruinas. La historia en peligro


             Otro edificio de Enrique Nieto espera la ruina

    Los edificios se caen a pedazos o se desmoronan. Nos da lo mismo hasta quien sea el autor y si es del emblemático Enrique Nieto, mucho mejor. Hace no mucho, alguien decía, en referencia a los almacenes Montes:  «Que el hecho de que fuera una obra de Enrique Nieto, no le otorgaba derechos para no ser derribado». Ante esa observación, irónicamente advertí  de que la autoría del afamado arquitecto, era más bien una garantía para la demolición.

      Este edificio es obra de Enrique Nieto, es de la década de 1930. Es el único de Melilla con toda la fachada de madera, en sus tres frentes. Se asemeja bastante a los edificios de la famosa avenida de A Coruña, en la que todos los edificios son acristalados y montados sobre fachadas de madera. Hace ya años, cuando empecé a trabajar en el INE, estuve yendo a ese edificio durante varios años, para realizar la Encuesta de Presupuestos Familiares, a las familias que en él residían. En la actualidad y casi desde hace una década, ya no vive allí nadie. La fachada de madera está toda apuntalada, cuando se caiga ya no habrá nada que conservar, en breve obtendrá la declaración de ruina técnica y adiós muy buenas.

        Mientras tanto, el Gobierno de Melilla ha ampliado hasta el 31 de diciembre el plazo para el arreglo obligatorio de fachadas de edificios modernistas. Se ve que al otro decreto no le habían hecho caso los propietarios y por eso amplían el plazo. Hasta la fecha solo se ha puesto una multa de 600€. La única solución son multas verdaderamente duras y expropiaciones de propiedad, como hace en todas las ciudades de España.

        Hay que hacer un inventario de edificios modernistas, los actualmente existentes, protegerlos con declaraciones específicas, obligar a su reparación y conservación y expropiar cuando sea necesario. O se actúa con decisión o nos quedaremos sin nada.

Parque Hernández,sala de lectura infantil


                La gestión de una ciudad es esto. Es también dar la mayor oferta posible de opciones, gastando la menor cantidad de dinero que se pueda. Esta última ecuación es imposible de entender o aplicar en Melilla, también en otras ciudades de España, pero claro, la que nos afecta es la nuestra, porque es en la que queremos las cosas. Llega un fin de semana y ya no hay ningún lugar al que llevar a los niños/as que no sean los habituales parques. Las bibliotecas están cerradas y no hay lugares en donde puedan llevar a cabo actividades lúdicas de mesa o de aprendizaje. En esta zona del parque se eliminó la antigua y tradicional pista de baile y patinaje y ya no hay niños por esta zona. Es una parte abandonada y solitaria del Parque Hernández.

           Cualquier cosa sería más deseable que este estercolero, un basurero de lujo en el centro de la ciudad. Se podría hacer una sala de proyecciones de películas infantiles. Una televisión plasma de grandes dimensiones, unas cuantas butacas, un reproductor DVD y no sería difícil emplear esta sala en cosas provechosas para los niños/as. Tampoco sería caro. Incluso se podría instalar un pequeño «ambigú» con meriendas a bajo precio para los niños. Podría estar incluido el bocadillo y la proyección de la película infantil. Ideas sobran, pero no hay voluntad de salir de esta entropía que devora a la ciudad de Melilla. Es una inercia que corroe y va degradando la ciudad poco a poco.

          Se gastaron 3 millones de euros en la reforma de este parque. Se acaban de pedir otros 8 millones para inversiones, en general, pero lo que tenemos, son estas cosas.