El Mercado del Real


              A solo un año del fin de la legislatura autonómica (2019), el gobierno de Melilla ha definido como prioridad «salvar o encontrar un futuro» al mercado del Real. Hace 5 años* (2013), lanzamos un aviso sobre el declive irremediable de este tipo de mercados en Melilla. A lo largo de ese lustro, el mercado de Cabrerizas, que en principio iba a ser solo remodelado, ha desaparecido definitivamente. El mercado central se encuentra en crisis completa, y el del Real en situación terminal.

            La proliferación de fruterías en las inmediaciones de los mercados, de autoservicios, de supermercados, de pescaderías e incluso la venta ilegal de productos perecederos en los alrededores, han acabado por lastrar las posibilidades de supervivencia de los mercados tradicionales. Son demasiados años sin llevar a cabo medidas eficaces, o sin ni siquiera tomar medidas.

                      El mercado del Real apenas tiene ya activos 12 puestos, de los más de cien que llegara a albergar. La pérdida más significativa fue el cierre en sus instalaciones del establecimiento de comidas preparadas «El Asturiano», que ha fijado su ubicación definitiva y única en la calle Ibáñez Marín. Las instalaciones del mercado del Real fueron inauguradas en 1941. Hoy es un edificio frío en invierno, muy húmedo y se encuentra completamente destartalado. Sus pasillo están vacíos, carece de despacho de pan, y el último establecimiento de «ultramarinos», desapareció hace más de cinco años. Solo resisten la cafetería,  tres carnicerías y otros tantos puestos de frutas y verduras, más los del pescado.

                 Los mercados tradicionales o de abastos, la célebre plaza, tienen el gran handicap del horario. Para tener un futuro tendría que buscarse  alguna actividad alternativa, pero la proliferación de la misma  oferta en cualquier manzana del barrio, impide encontrar una solución. En su estado actual, el mercado del Real no tiene futuro. Es un edificio obsoleto con varios problemas, uno de los principales es la cubierta de uralita o amianto, que debe ser sustituida completamente. En realidad debería ser remodelado de modo completo, pues ya solo es la carcasa.

            El desarrollo económico de la ciudad está descontrolado, con cientos de establecimientos del mismo tipo. Otros sectores económicos vigilan mucho la posible competencia. Debe existir un límite y tope para cualquier actividad. No pueden darse licencias infinitas en un determinado sector, y restringirlas hasta el paroxismo en otros. Hay desorden y eso se deja notar en la ciudad. Desde Navidades está anunciada una visita del gobierno de Melilla al Mercado del Real, que todavía no se ha producido.

        Nota:https://elalminardemelilla.com/2013/07/15/la-caida-de-los-mercados-en-melilla/

 

 

La colina del sílex en Melilla


                                                    El país berebere

               El país berebere, como acertara a llamarle Angelo Ghirelli, ocupaba toda la parte norte de África, desde el mar Rojo, hasta el océano Atlántico. A lo largo de muchos años, Ghirelli recorrió todo el norte de Marruecos documentando la presencia humana, reconocible claramente desde el Paleolítico. Paul Pallary, arqueólogo francés, estuvo por la zona en el principio del siglo XX, visitando la isla del Congreso e incluso la comarca de Melilla. En Chafarinas concluyó que la falta de agua  solo podía llevar a la conclusión de que las islas fueron habitadas antes de su separación del continente, o que los nativos de la zona tenían medios y capacidad para acceder hasta ellas y llevar agua. En la isla recogió muchas abundantes muestras de sílex tallado.

               En Melilla, Pallary encontró jaspes y sílex tallados también en una cantidad abundante, tanto en la propia ciudad, como en las colinas circundantes, en torno a los cauces del río de Oro y sus arroyos y en dirección al monte Gurugú. La región es rica en basaltos, jaspes y calcedonia, materiales fáciles de extraer y de tallar. En el lecho del río encontró un hacha de ofita.

                                            Sidi Guariach, la colina del sílex

                  Sidi Guariach no tenía hace varios miles de años el aspecto actual, probablemente formaría una colina de mayor volumen, con cavidades naturales, y con un arroyo en las inmediaciones, llamado ahora de Alfonso XIII. La guerra, los desmontes posteriores y la apertura de carreteras alteraron la zona. Sin embargo, esas alteraciones pueden sacar a la luz yacimientos ocultos, como la cantera de sílex de Sidi Guariach, citada por José Mª Tomassetti, soldado de reemplazo en Melilla en 1992. Esta investigación y trabajo de campo,  publicada por la UNED de Melilla en 1996, fue sin embargo la última. Nadie más ha parecido interesarse por las «industrias líticas en sílex» de la comarca de Melilla.

                    El conjunto de Sidi Guariach es descrito por Tomassetti como un conjunto de dos cerros y un amplio abastecimiento de agua, con la presencia de hasta cuatro pozos y un arroyo. «El cerro está modelado sobre calizas/molasas pliocenas que se asientan sobre un profundo paquete de traquiandesitas, también pliocenas». En esa época, 1992, identifica la existencia de restos arqueológicos, no conservados posteriormente, y de los que no se ha vuelto a tener noticia. La acción erosiva y humana, alteraciones del terreno, propician el afloramiento de restos y de materiales sin necesidad de excavación previa. José Mª Tomassetti también identificó la existencia de dos fallas, en dirección al colector principal, en dirección E/W.

                   Pasados 25 años de estas prospecciones, la zona está todavía más alterada, por la urbanización y parcelación del terreno para nuevas urbanizaciones. Sin embargo, en una de esas parcelas, delimitada por la calle de Carlota O´Neill en su borde superior, afloran a simple vistas grandes piedras de esa primitiva cantera de sílex. Algunos bloques podrían estar desplazados, pero otros no, pues están fijados al terreno. Además, las parcelas están en niveles diferentes, y las curvas muestran claramente la distinta composición geológica del terreno. Los grandes fragmentos de sílex están en la parte más baja, o sea la más antigua geológicamente.

                                            La industria lítica

      Todo el material extraído en 1992, hasta 825 fragmentos, «estaban fabricados en el sílex local, de calidad media y con frecuentes inclusiones cristalinas y fosilíferas, en estado natural de color marrón e intensidad variable». Del total de las piezas halladas, se descartaron 318, dadas sus alteraciones o fragmentaciones múltiples. El conjunto se encuadraba en dos amplios grupos, los restos de talla y los útiles propiamente dichos.                Esto que mostramos son los restos de la cantera, visibles gracias al gran deterioro del terreno. La abundancia del sílex hallado, los restos de las fallas, e incluso el agrupamiento (natural o artificial) de grandes bolos de basalto en una de las franjas, harían que mereciese la pena una exploración arqueológica exhaustiva, antes de su irreversible pérdida final.

          Entre los restos de talla y lascas de sílex encontrados, destaca uno que por su forma pudiera tratarse de un bifaz de tipo Achelense, en opinión de un experto. Este útil prehistórico estuvo en uso hasta el Paleolítico medio, lo que podría documentar una presencia constante de población mauritana en la comarca de Melilla, de tierras fértiles y abundante agua.

         Toda esta investigación coincide con la publicación en Ceuta de un libro sobre la obra de Angelo Ghirelli, por el doctor en Historia Antigua Enrique Gozalbes Cravioto, que además es autor de la obra «La ciudad antigua de Rusadir», obra imprescindible sobre la evolución histórica de Melilla.

 

 

 

 

Convivir con el amianto


            Lo instalaron entre 1940 y 1980, en cantidades casi epidémicas, y todavía sigue junto a nosotros/as. Hay un pacto de silencio que nadie se salta, la ciudad está inundada de este mineral letal, pero no hay un solo plan previsto para su retirada. Mientras tanto, en una situación de colapso sanitario, se siguen invirtiendo cantidades mil millonarias en maquillaje urbano, como las falsas zonas peatonales del barrio del Real, Carlos de Arellano, barrio del Industrial, o el pseudo carril bici del Paseo Marítimo, mientras se racanea hasta el extremo las inversiones en el futuro de la ciudad. Nos es lógico gastar 10 millones de euros en las zonas mencionadas, y no planificar una verdadera alternativa medioambiental para Melilla.

            Hay algo que ya hemos conseguido y es que el amianto o uralita ya esté en las carpetas de las mesas de los despachos, aunque nadie se atreva a hablar de él en público. En los primeros días de enero comenzó la retirada del amianto en el cementerio de la ciudad, en secreto, sin la menor noticia pública, pero eso sí, con todas las protecciones requeridas para este tipo de material. El contraste es tremendo entre las imágenes de la zona sellada en el cementerio, mientras que se hacía explotar un techo de uralita sobre las mismas narices de los ciudadanos en el hospital del Docker, y no solo el que pudimos fotografiar, pues tenemos constancia de que se repitió el incidente, caída de arboles sobre las cubiertas de uralita, en al menos otros dos barracones. En el acuartelamiento Pedro de Estopiñán, una gran sección de uralita está a punto de hundirse.

             La advertencia resulta curiosa y alarmante a la vez: respirar polvo de amianto es peligroso para la salud, en el cementerio. Mientras tanto, numerosas zonas de la ciudad conviven con amianto fracturado, como el cuartel Gabriel de Morales, junto al de Santiago, o lo tienen casi encima, como las viviendas sociales de la calle Luis de Ostáriz, y que recientemente se ha cubierto con una malla protectora. Los ciudadanos pasean bajo el amianto en el Mercado del Real, y en los pabellones deportivos de la Hípica y en el  Lázaro Fernández, o incluso lo tienen como techo de viviendas, como una que identificamos en la calle Nápoles. Está por todos lados, incluso en forma de bidones de agua, en forma masiva y en pleno centro de la ciudad.

            Tan preocupante como la que se ve, que ya es mucha, está la que podría haber sido eliminada de manera clandestina, cuando el Ministerio de Defensa abandonó estos cuarteles. Junto a los restos de barracones con techumbres de uralita, están los que ya no la tienen, y de la que parte está fracturada en el suelo o desaparecida y evaporada. Las preguntas son directas: ¿Cuándo fue eliminada toda esa uralita, quién lo autorizó o miró hacia otro lado, y sobre todo a dónde fue a parar?. Fragmentar y triturar la uralita de forma clandestina, en los vertederos de escombros, es una de las peores soluciones posibles, además de un delito medioambiental, y un riesgo gravísimo para la salud de los ciudadanos. Hay muchísimas preguntas, ninguna respuesta.

La estrella desorientada


            ¿Qué hacemos hablando de la Navidad un 25 de enero?. Cuento de Navidad (A Christmas Carol), es la obra del escritor inglés Charles Dickens que materializó el espíritu de estas fiestas, pero no solo eso, pues el inmortal escritor victoriano recreó también una serie de personajes que tiene también vida más allá de las páginas escritas, y que denotan una gran capacidad de penetración en el alma humana. El espíritu de la navidad acaba alcanzado, y una vez que lo hace tarda en salir, pero eso sí, regresará al año siguiente.

           Todo esto viene a cuento de que al día presente, el de la conversión de san Pablo, la estrella de Navidad sigue presente en el campanario de santa Mª Micaela. No es que moleste a nadie, pero este año, por el ciclo del calendario litúrgico, el miércoles de Ceniza coincidirá con San Valentín, el día 14 de febrero, lo que abrirá la puerta de la Cuaresma. Toda una curiosa conjunción que se presta a interpretaciones diversas.

           La acedia, el peor de los enemigos del espíritu, se ha apoderado del alma de la Melilla. La iluminación del carnaval casi coincidirá con esta solitaria y desorientada estrella de Navidad. Los adornos de las navidades pasadas se han instalado por las calles y los barrios más alejados del centro, como si nadie los viese. No ha existido demasiado interés ni al colocarlas, ni por lo que parece tampoco al retirarlas. Este año, la iluminación navideña de los barrios exteriores ha estado impregnada del cicatero ánimo de mister Scrooge, totalmente desangelada y falta de espíritu; instalando en ellos los adornos de «las navidades pasadas».

            Hoy es 25 de enero, 2º aniversario del gran terremoto del año 2016. Para la historia de la ciudad, este día quedará fijado como una extraña efeméride. La estrella señala hacia Oriente, en el día de Saulo de Tarso, el gran Pablo, el hombre que nunca estuvo con Jesús, el Cristo, pero que sin embargo supo hallar un significado nuevo.

 

 

Almería, arqueología urbana


     La historia de Almería es en parte  similar a la de Melilla. Su historia arranca con la factoría fenicia de Urci, luego sigue con la ocupación romana y la ciudad como tal, la que la historia ha legado y conecta con el presente es la construcción musulmana, fundada o reedificada por Abderramán III. El principal legado es el nombre, que en ambos casos tiene el mismo origen.

      La extensión de la Almería musulmana fue enorme y coincide casi con el centro de la actual capital. El legado andalusí aparece por cualquier lado. Almería se rindió mediante pacto el 26 de diciembre de 1489, lo que significó que se respetó todo el area urbana y rural. Esto hizo que la ciudad fuese evolucionando desde la antigua hasta la moderna sin mayores sobresaltos, salvo los naturales (terremotos), y las guerras. La ciudad antigua se está reedificando y en Almería se respetan las fachadas y la obligación de la excavación arqueológica previa. Son innumerables los casos de solares paralizados por los obligatorios trabajos arqueológicos, de los que se hace cargo la Universidad de Almería, el Ayuntamiento y el Museo municipal.

      Melilla fue un territorio de guerra desde su mismo origen, lo que obligó a la reutilización de materiales, a la explanación y a la transformación de toda la ciudad original y su entorno rural. No desapareció todo, pero el mandato de la guerra no admitía veleidades conservacionistas. Luego hubo un claro desinterés durante toda la etapa franquista, que eliminó lo poco que había quedado, como el posible cementerio histórico bajo el auditorium Carvajal.

                                   Arqueología en las ciudades

      Al enfrentarse a una excavación hay dos líneas a seguir. Una y la más honesta es excavar y sacar a la luz lo que se encuentre, la otra es ir buscando un objetivo fijo y prescindir de todo aquello que no se considere relevante para el plan previsto, lo que lleva a descartar muchas cosas para siempre. En el primer caso todo lo que se encuentre es bueno, porque ayuda a conocer el pasado, en el segundo la consecuencia es que se pierde el interés por el yacimiento, si no coincide con lo buscado. Esto ocurre en Segovia además de en Melilla. Los vicios y las virtudes están presentes en todas las ciudades.

     Excavar en ciudades tiene consecuencias, porque si lo encontrado es importante paraliza la obra prevista. Por ello la arqueología debe contar con dinero suficiente para resolver pronto lo hallado en un yacimiento y no paralizar de modo eterno una obra. El yacimiento plantea luego dos opciones. Una es mostrar al público lo encontrado, lo que lleva aparejada su conservación  y mantenimiento. La otra opción es estudiar lo encontrado y luego taparlo, pero preservando los restos.

     De todos estos tipos hay yacimientos en Almería. Alguno, como el de la calle Arráez está ya bajo la obra nueva, incorporado a sus cimientos. Otro está en plena fase de excavación, como el de la calle Méndez Núñez, junto al paseo de Almería, pero son más los que esperan una oportunidad o decisión oportuna, como el existente en la rambla de Obispo Orberá y el de la calle Gravina. Estos dos, sobre todo el último, son muy grandes e incluso el último deja ver edificaciones de gran tamaño.

      Los yacimientos suelen estar cerrados y escondidos de la curiosidad pública, pero siempre se abren en alguna ocasión, o se encuentra un lugar por donde meter la cámara, observar y fotografiar. Muchas cosas han desaparecido porque no existían observadores. La observación  es necesaria para fomentar el conocimiento público y para estimular la acción pública, para que no abandone durante años los yacimientos, evitando su pérdida, y llegado el caso, su integración en el contexto urbano. El yacimiento de la calle Arráez, junto al convento de Las Puras, era magnífico.

 

La rampa de la discordia


                   Situación límite en las clínicas radiológicas Remartínez

   La Justica les está dando la razón, pero lentamente, tanto que las Clínicas radiológicas de los doctores Remartínez resisten a duras penas el estrangulamiento de pacientes y diagnósticos procedentes del INGESA (Instituto de Gestión Sanitaria), a base de reducción de gastos corrientes, reducción de plantilla y de jornada laboral, y también a costa de la salud laboral de sus empleados y gestores. Hay que recordar una vez más, que la parte concertada que el INGESA gestiona mediante concursos públicos, había sido ganada por estas clínicas, la de Tomografía Computerizada y la de Imagen Diagnóstica.

     Hace unos días, el INGESA, ante la pérdida de médicos especialistas en Melilla (radiología y endocrinología) y la inexistencia de otras (dermatología), hacía hincapié en la dificultad para cubrir estas plazas en la ciudad. No explicaron ni porqué se marchan los especialistas, ni porqué está sin cubrir la de radiología, cuyo responsable y propietario de la plaza está expedientado por el propio organismo gestor.

                               Todo por una rampa

      Las clínicas de los doctores Remartínez fueron también apartadas del catálogo de compañías de prestación de servicios sanitarios, excepto DKV, Maphre y Sanitas, eliminando el derecho del paciente a escoger su propio médico y especialista. Quien tiene opción para ello, invierte su propio dinero y recursos, en pagar los diagnósticos que considera de mayor calidad, con los mejores medios técnicos, y los mejores especialistas.

     ¿Cuál fue la causa de la exclusión ambas clínicas del concurso de prestación de servicios diagnósticos que habían ganado?. Una rampa, esta que mostramos, que tiene una accesibilidad suficiente, mientras que algunos organismos públicos, clínicas médicas, consultas y todo tipo de establecimientos de cara al público siguen sin tenerlas. Esta rampa es una muestra clara de que la ley y las exigencias de accesibilidad puede aplacarse a favor o en contra.

        ¿Qué es la accesibilidad suficiente?. Es sencillo, la clínica de tomografía computerizada fue fundada antes de existir cualquier normativa de accesibilidad, pero se fue adaptando a todas las ulteriores reformas. Un documento notarial de 7 de abril de 2016 da fe de que esta clínica cuenta con rampa de acceso exterior y una rampa elevadora interior, dos aseos, de los cuales uno está adaptado para personas impedidas o con movilidad reducida. Durante años han entrado y salido de allí las camillas hospitalarias con pacientes para diagnosis clínicas. En la clínica de imagen diagnóstica esta eliminado el escalón de la calle, existe un ascensor interior y tanto el ortopantomógrafo como el mamógrafo están situados en la planta baja del inmueble, y no el sótano. Estas deficiencias inexistentes, fueron tenidas en cuenta por el dictamen del Consejo de Estado, para anular la concesión pública de la diagnosis clínica a estas empresas y clínicas melillenses. También y es igualmente importante, cuentas con todas las medidas de seguridad elaboradas por el Consejo de Seguridad Nuclear.

          La accesibilidad suficiente quiere decir que ambas clínicas son accesibles para cualquier persona con discapacidad, sin que cumplan de modo exacto la última normativa aprobada. Este criterio fue aplicado por la Consejería de Fomento, en la Comisión Técnica de Accesibilidad, en su sesión del 5 de junio de 2016, para seguir permitiendo la actividad comercial de una farmacia antigua, sin que tuviese que ser demolida. La rampa actual difiere en 8 centímetros de los criterios actuales.

         Todos podríamos nombrar al menos 10 lugares en los que hay atención al público, en los que si se aplicase con el mismo rigor la última normativa de accesibilidad que a las clínicas Remartínez, ni siquiera podrían estar abiertos, y eso sin entrar en la de sanidad y seguridad laboral. Lo peor de todo es la calidad diagnóstica que se está negando a la ciudadanía melillense, además del perjuicio que se está haciendo a estas dos clínicas emblemáticas de la ciudad.

El enigma del cierre de Zara


      A la fecha de hoy, las firmas conseguidas para evitar el cierre de Zara en Melilla se sitúan en 3339. La iniciativa fue de la melillense Tala Moga de Ossorno. El número de firmas es similar al de las recogidas para impedir la exclusión de los radiólogos Remartínez del sistema de diagnóstico concertado de la Seguridad Social. En Palencia, ciudad en la que finalmente Zara no cierra sus puertas, las firmas recogidas fueron  2187. Son iniciativas que demuestran la capacidad de reacción del ciudadano ante hechos que le afectan de modo directo. Las iniciativas han sido difundidas a través de la plataforma Change.org. El poder fomenta la indolencia y la pasividad de los ciudadanos/as, por ese esta plataforma supone una herramienta de comunicación y de acción ciudadana, que si se utilizase más, se cambiarían más cosas. Al Poder político y económico es difícil pasarles la factura de acciones erróneas o contra los ciudadanos, por eso cualquier plataforma de acción resulta saludable.

                              La política informativa de Inditex

      La llegada y apertura del Parque comercial Murias el pasado 30 de noviembre llegó acompañada de todo tipo de noticias y de rumores. En un principio se pensó que Zara (marca insignia del Grupo) cerraría sus puertas ese mismo día, luego la incertidumbre se prolongó a lo largo de todo el mes de diciembre y con la llegada del nuevo año la información y los rumores han desaparecido.

      La política de comunicación de Inditex no existe, al menos en el sentido clásico y tradicional. No hay notas de prensa, no hay campañas publicitarias y no existen las confirmaciones o desmentidos. Todo lo que puede saberse sobre Inditex está en su página web oficial. Fuera de ahí no existe absolutamente nada, el cero absoluto. No hay biografías oficiales sobre Amancio Ortega, ni tampoco biografías no autorizadas. Tan solo existen una serie invariable de datos, que se repiten a lo largo y ancho de cualquier crónica o noticia. Solo se muestra aquello que no se puede ni quiere ocultar, como la compra de un yate o de un jet privado. Minucias si se tiene en cuenta que es la 4ª persona más rica del mundo.

        Hasta 1999 se ponía en duda su propia existencia, se pensaba en un nombre pantalla, detrás del que estarían los verdaderos propietarios de Inditex. Sin embargo, ese año apareció publicada su primera fotografía. Todo esto se cuenta en el libro Amancio Ortega, de cero a Zara, de los periodistas Xabier R. Blanco y Jesús Salgado, en el que se cuenta todo lo que se sabe y todo lo que debe saberse, que no es demasiado.

                                  El futuro de Zara de Melilla

           Nada puede decirse sobre su futuro en el centro comercial urbano. Se sabe que Zara Home no desaparecerá y tiene anunciadas sus rebajas hasta el próximo 1 de marzo. Es de suponer que el resto de las plantas, Man, TRF, Woman y Kids permanecerán abiertas hasta la misma fecha. A partir de ese día nada hay seguro, ni quien lo sepa, como tampoco los motivos que llevó a Inditex a anunciar su hasta ahora fallido cierre. Solo algún  encontronazo con el lobby de los alquileres podría justificar ese proceder. Alguna de las marcas del Grupo Inditex ya están en el Parque Murias, así como está también anunciada la franquicia de bajo coste Lefties.

        En el libro de Blanco y Salgado, publicado en La esfera de los libros, Inditex exige a sus trabajadores confidencialidad absoluta, en cualquier parte de la empresa en la que se hallen. Nada puede saberse sobre lo que pasa dentro, ni nadie comunica nada acerca de la política presente o futura del Grupo.

      Nota:https://elalminardemelilla.com/2017/11/30/el-nuevo-eje-comercial-de-melilla/