En torno al fuego verde


           La llama verde fue una de las mayores sorpresas y descubrimientos del año en curso. Encontrarme con su existencia fue algo completamente inesperado. Nunca antes había pensado en ver y producir llamas verdes. Alguien dijo aquí que era cosa de brujos y de brujas. Sin embargo, lo portan como ornato en una cofradía de Cristo, aunque muy antigua. Quizá tengamos un poco de todo. Contemplar el fuego es  relajante. La palpitación de la llama hipnotiza. No sé quién o por qué se dice que el fuego purifica. El fuego lo consume todo. No se mezcla con nada y se aviva con el aire, del que extrae el oxígeno indispensable para la combustión.  La purificación por el fuego fue un recurso bárbaro de La Inquisición, con el que se quemaron a mujeres y a herejes. Por mucho que se pida perdón por semejante atrocidad, jamás podrá borrarse el daño de haberlo hecho.

               El fuego quema y se asocia indistintamente con el infierno y con el amor. Esto llama también la atención, conceptos antitéticos asociados bajo la misma metáfora. Se nos amenazó durante siglos con las llamas del fuego eterno, pero San Juan de La Cruz, al escribir sobre el amor místico,  hablaba de la llama que consume y no da pena, y Lope unía ambas cosas: creer que un cielo en un infierno cabe. Una vez encendido el fuego, de cualquier clase,  es muy difícil de apagar y exige alimento y cuidado constante.  Cuesta más trabajo mantener el fuego que iniciarlo. Muchos prefieren la segunda labor, la más fácil, nuestro trabajo, de siempre, es el primero, el más dificultoso. Las denominaciones opuestas existen también en botánica, resulta muy llamativo ver las denominaciones comunes de las plantas. En Melilla hubo un árbol, al que no he vuelto a ver florecer, al que se llamaba como árbol del amor o de Judas. Creo que las podas acabaron con él.

            Encontrar la combinación exacta, la mezcla adecuada, el grado de intensidad suficiente para que la llama caliente e ilumine, pero no queme ni nos deje pronto a oscuras, centra ahora nuestra atención. Ahora se entiende el por qué el presidente de aquella cofradía guardaba en celoso secreto la mezcla y composición  del fuego verde. Hay algo más difícil de conseguir que el propio fuego verde y es el silencio en torno a él. Necesitamos el silencio. No oir, no escuchar nada y dejar que únicamente nos ilumine la llama verde.

                El rojo que hay detrás es aparente. Es una combinación buscada para crear un determinado efecto visual. El fuego verde arde con mucha intensidad. Su llama es muy viva y resulta atractiva. El verde es más intenso y puro cuando se acerca a su final y la llama es más débil y su oscilación más pausada. No ha resultado tampoco la imagen buscada, se acerca a lo que pretendemos, pero no estamos cerca de la combinación buscada. La alquimia es un proceso que combina cosas de diversa índole para producir efectos o cosas diferentes. Algo de eso también pretendemos. Combinar lo que es diferente, para buscar y provocar sensaciones distintas. Hay que huir siempre de los caminos marcados. Que nadie nos encuentre en el lugar en el que creen que estamos. El mundo se mueve contantemente y nosotros también. Las cosas fijas son las que guían. Después de esto, el silencio se asentará sobre El Alminar. Llega agosto, el que fríe el rostro. El adormecedor canto de la chicharra se adueña de los campos.

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El mar blanco


 Las salinas del Cabo de Gata

                     Es el gran producto para la conservación de los alimentos. La sal generó una industria, las salinas, y un comercio muy próspero por todo el Mediterráneo. La sal puede encontrarse en estado sólido, y  en manantiales y en pequeñas lagunas de escasa profundidad. Es de suponer que el encuentro con este mineral soluble con el agua, se produjo de modo casual. Luego el ser humano, sobre todos los romanos, con la experimentación y la observación sacaron de ella todo su potencial. Las salinas del Cabo de Gata están llenas de agua todo el año. Solo al finalizar el mes de julio se ha evaporado casi todo el agua y ofrecen esta impactante imagen. Es un mar blanco, que luego se transformará en pequeñas colinas blancas. La extracción de la sal no es un asunto fácil. Las lagunas tienen que tener una determinada profundidad, pues de ella depende la calidad y cantidad de la sal. Se necesita también un Sol implacable, como el del Almeria, que provoque la constante evaporación del agua hasta convertirlo todo en este campo de sal de intenso color blanco. Por mucho que se vaya al mítico y afamado Cabo de Gata, siempre podrá encontrarse una imagen diferente.

Finaliza el Ramadán mas largo


 

 

El mes de Ramadán, el noveno del calendario islámico,  o mes del ayuno, es el acontecimiento con mayor impacto sobre la cotidianeidad melillense. Un mes lunar dura 29 días y 12 horas. Esto provoca que el mes de Ramadán rote a lo largo de todo el año, adelantándose su celebración unos 11 días sobre el año precedente. Un ciclo completo del mes sagrado de los musulmanes dura 33 años, por lo que el mes de ayuno no volverá a coincidir con el calendario cristiano hasta pasar esa cifra de años.

                  Este Ramadán que concluirá el próximo lunes en Marruecos y en las ciudades de Ceuta y de Melilla, es el más largo posible, pues se desarrolla en el tiempo en el que los días, o predominio de la luz solar,  son más largos. Apenas unos días de la festividad de San Juan, se inició el mes de ayuno en nuestra ciudad, concretamente el día 28. Mañana lunes será el último día de ayuno para la comunidad musulmana melillense. El martes es el día de celebración del fin del Ramadán o Eid al-Fitr , que se inicia en las primeras horas del día con el rezo colectivo de «la comunidad de los creyentes».

                  El ritmo de la ciudad, de las personas, cambia por completo. Una semana antes de su inicio se vive una gran agitación y una actividad mayor, pues el inicio del mes del ayuno ralentiza la vida durante el día. Todo parece vacío, adormecido, más pausado. El Ramadán es uno de los cinco pilares del Islam. Mañana lunes concluye el ritual de expiación que supone el ayuno. La renovación no solo debe ser física, sino también espiritual.

El farallón de Tres Forcas


                Los textos de los antiguos geógrafos griegos y romanos escribían el nombre de «Promontorium Russadir», sin que haya quedado muy claro nunca su emplazamiento. No sabemos quién citaba al anterior o quién lo vio con sus propios ojos y a qué se refería. Dentro del gran macizo del cabo, el peñón calcáreo sobre el que se asiente Melilla La Vieja resulta poco visible. El gran accidente geográfico del Cabo Tres Forcas resulta claramente llamativo desde muchas millas de distancia. En la navegación costera o de cabotaje que se practicaba en la época era lógico que su enorme mole llamase la atención de los navegantes fenicios, que nunca escribían el emplazamiento de sus puntos de atraque o de costa en el que intercambiaban sus mercaderías.   El cabo Tres Forcas está lleno de leyendas, de nombres históricos, de morabitos, de lugares sagrados, de historia en definitiva.

               El farrallón es una roca alta y lajada que sobresale sobre el agua, y es muy común en costas de origen volcánico, como la del Cabo de Gata, como la del macizo de Tres Forcas. Sus laderas son muy abruptas y sus calas son de difícil acceso a pie. Este tipo de rocas ha jugados muy malas pasadas a los marinos y navegantes a lo largo de la historia. En Punta Negri hay un barco griego embarrancado desde hace más de 15 años.

               El barco de la naviera Armas pasa en su ruta hacia la población granadina de Motril, algo más cerca que los de la otra naviera, Acciona. Al hacer los trayectos en horarios diurnos y si se cuenta con la visibilidad de un buen día de poniente, se pueden ver los perfiles del Cabo. Resulta siempre muy atractivo y subyugante contemplarlo y verlo disminuir o agrandarse según el trayecto que se esté haciendo.

               La actividad volcánica del macizo montañoso del Gurugú debió ser muy lejana en el tiempo. Tanta, que no ha quedado noticia o constancia alguna de ella. Lo que menos se conoce del mítico monte, es que haya sido un antiguo volcán.

La violencia contra las mujeres


 

                              Mujeres maltratadas en Melilla

     No se pueden escribir sus nombres, ni dar ningún dato que las identifique. Tampoco se puede decir en qué lugar están acogidas, pero son mujeres en peligro.  Son mujeres muy jóvenes , una apenas rebasa los 20 años, la otra no ha llegado a ellos. Ambas tienen hijos y han sufrido situaciones de gran violencia física. En la actualidad viven con el miedo rodeándolas. Miedo a los maridos que las persiguen y amenazan, pese a tener órdenes judiciales de alejamiento. Se refieren a sus hijos como «sus tesoros», por ellos luchan e intentan salir adelante como pueden.  A pesar del dramatismo de sus historias, no pierden la sonrisa. Son mujeres muy jóvenes pero tienen coraje y voluntad de salir adelante. Necesitan eso sí, el apoyo institucional y judicial necesario para librarlas de las amenazas con las que se enfrentan a diario.

        Todos los días  leemos noticias sobre violencia contra las mujeres, pero en muy raras ocasiones nos encontramos con casos así, cara a cara. ¿Porqué algunas personas dedican parte de su tiempo a ayudar a otras, a ocuparse aunque sea mínimamente de sus asuntos?. Primero porque somos humanos, y porque no se puede vivir de espaldas a la realidad. También porque alguien a quien conoces, José Adongo (inmigrante camerunés llegado a Melilla en 1992), te encuentra en el parque y te cuenta el caso de estas dos mujeres a las que acompañaba, y también daba protección. En segundo lugar porque hay que mantener la llama de la solidaridad y la ayuda humana. Quien hoy demanda protección puede ofrecerla en un futuro, y quien hoy la ofrece puede necesitarle en otro tramo de la vida.

                         Las historias de Meriem y Nour

       Son dos historias diferentes, pero también es la misma, porque Meriem y Nour comparten lazos familiares. Proceden de una población cercana a Melilla. A muchas mujeres en gran parte del mundo, solo el matrimonio les ofrece una expectativa para salir de casa y tener alguna expectativa de promoción social. Están desamparadas en origen y en destino y esta opción solo es lo más parecido al juego de «la ruleta rusa».  Si todo sale mal, como es el caso, se encuentran a un lado y otro de la frontera de los veinte años, una con dos hijos en el caso de Mariem y otra con uno, el caso de Nour.

         En el río revuelto de la falta de opciones y de expectativas sociales, resulta demasiado fácil engañar a una mujer con promesas, que en raros casos se verán cumplidas, e inducirlas a cometer el error de sus vidas. Los malos tratos y la violencia física sobre Nour se iniciaron nada más casarse, pero la peor parte de esa situación se produjo en Marruecos, por lo que no tiene rastro documental en el que apoyar su testimonio. El ex marido fue absuelto en Melilla de la acusación, pero sin embargo tiene una orden de alejamiento sobre la que fuera su esposa, que ya ha incumplido varias veces. La persigue de modo constante y aparece corriendo en dirección a ella desde cualquier parte, para mantenerse luego alejado pero acechante. Su situación es la más peligrosa de las dos. Las amenazas telefónicas son constantes y Nour ya se ha visto obligada a cambiar varias veces del piso de acogida. Ella aguantó menos tiempo en su matrimonio y sin embargo vivió las mayores situaciones de violencia física. Actualmente está acogida en una residencia para mujeres maltratadas y tiene en trámite la concesión de la residencia por este motivo.

               Meriem es algo mayor que Nour. Tiene 22 años y dos hijas. La más pequeña, que no cuenta con un año de edad, tiene problemas físicos por el traumático embarazo al que se vio sometida.  La falta de alimentación adecuada y de cuidados médicos, el marido le obstaculizaba acudir a las revisiones, hizo que pasara toda la gestación con claros síntomas de desnutrición y anemia. Meriem soportó más tiempo la situación de maltrato y como ella misma dice:  «hemos derramado juntas lágrimas de sangre en nuestras vidas». Pese a su poca edad, han vivido situaciones de violencia extrema. Al igual que su amiga, con la que comparte lazos familiares.

                   Lidia Falcón, la Gran Sacerdotisa contra la violencia

      La abogada y feminista Lidia Falcón publicó en 1991 el libro Violencia contra la mujer, que puede considerarse una auténtica Biblia de la historia, causas y objetivos de la violencia contra las mujeres. La sociedad patriarcal y el machismo, su gran ideología, inmersas en el modo capitalista, tienen como objetivo el sometimiento de las mujeres al modo de producción domestico. Pese a estar escrito hace 25 años, el libro presenta una vigencia asombrosa. Realmente es un Manifiesto Feminista del por qué de la violencia contra las mujeres.

            Solo en unos pocos países, que no me atrevo a llamar desarrollados, las mujeres han escapado al perverso mundo del sometimiento que la sociedad patriarcal tiene reservado para ellas. El machismo es una ideología de dominación, en reinvención constante. Los nuevos machismos es el nuevo y último trabajo de Lidia Falcón. Su otra gran aportación es el concepto de «terrorismo machista».

                  Las soluciones para la violencia contra las mujeres

          La educación para la no violencia es la piedra angular de todo el arco. A esto se deben añadir las campañas contra la información sexista y toda la producción fílmica y literaria que nos invade, en donde se presenta la violencia contra las mujeres de manera demasiado explícita, y a veces casi recreándose en las imágenes y descripciones. Pro todo esto son discusiones de contenido teórico y de propuesta de modelos.

         La parte principal es la protección real y efectiva de las mujeres que son víctimas del terrorismo machista. Las administraciones, las emisoras de las campañas contra el maltrato, suelen estar insensibilizadas en los escalones más altos. Solo a partir del tercer nivel, el de las trabajadoras/es, que están en contacto directo con los casos, se detecta una mayor implicación en la lucha contra esta lacra social. Deben agilizarse los trámites para la concesión de la protección, de la residencia  y de la ayuda jurídica y policial necesaria.

     Son delitos que deberían perseguirse de oficio, y no exponer a la mujer a la presentación constante de denuncias, porque las amenazas y el miedo fuerzan a que muchas veces retiren esas demandas o perdonen a sus maltratadores. La ley no puede amparar del mismo modo al verdugo y a su víctima.

        En el caso que nos ocupa, el de Nour y Mariem, deberían habilitarse procesos rápidos para la concesión de la residencia, una protección judicial y policial efectiva y proporcionarles la formación necesaria para que puedan alcanzar sus propios medios de vida.

Las campanas ardientes de San Agustín


      El libro de Las Confesiones de San Agustín siempre ha estado en mi casa, era un libro familiar presente en casi todos los hogares, del que jamás había leído página alguna. Mi interés por sus confesiones surgió de leer a Wittgenstein, que estaba fascinado por ese libro. Tras encontrar esa puerta de entrada, suelo releer y buscar en sus confesiones alguna cosa que me sea útil. Es muy interesante todo lo relacionado con la herejía de los maniqueos.

                         La prodigiosa vida de San Agustín

    Agustín nació en Tagaste, lo que hoy sería Túnez, en el año 354 de Nuestra Era. Durante un largo tiempo se dedicó a una vida licenciosa, narrada por él mismo en «Las Confesiones». Dedicado a la lujuria, al robo, a los amores deshonestos, o como él mismo decía: «Al gusto por hacer el mal». Durante años visitó todos los lupanares de la costa africana, o las ciudades más famosas por tener los más atractivos de todos ellos: «me revolcaba en su cieno, como si se tratara de un ungüento oloroso». Aborrecía las Sagradas Escrituras por aburridas y se convirtió en seguidor de una herejía, la maniquea.

     San Agustín muestra claramente dos cosas, una es la perniciosa influencia que ciertas cosas, aparentemente buenas y bellas, pueden tener sobre los blandos espíritus de los adolescentes. La otra es la gran importancia que tienen «las compañías» sobre los jóvenes. Esta última es la gran preocupación de cualquier padre o madre. Agustín tuvo una madre, Mónica (que acabaría siendo santa), que anduvo detrás de él, no dejándole solo en sus fechorías e intentando mitigarlas en todo lo posible. Al final consiguió detener la loca carrera de su hijo, aunque tuvieron que pasar más de diez años para ello. Agustín vió una luz durante una predicación de San Ambrosio.

      Desde ese momento, se convirtió en un exégeta de las Sagradas Escrituras y en firme azote de toda herejía, especialmente duro fue con la que había sido su secta nodriza, la de los maniqueos. A partir de ese momento y además de explicar claramente cuales son los caminos que conducen al «pecado», ideó  La Ciudad de Dios, un lugar imposible y a salvo de todo mal. Actualmente, proliferean en todas las religiones, grupos que intentan preservar a los suyos de todo mal, o de todo contacto con el supuesto «pecado». Construyen oníricas ciudades de Dios, en las que si hay algo ausente no es el pecado, y sí la presencia de Dios, en cualquiera de sus múltiples interpretaciones.

     Si San Agustín enseñó algo, y enseñó muchas cosas, fue que tanto el bien , como el mal, debe ser descubierto por uno mismo. De lo que hay que dotar a las almas de las personas, es de instrumentos para  discernir ambos caminos,  incluso de que después de haber caído en el malo, uno sepa darse cuenta y rectificar su rumbo. Aún así, muy pocas cosas pueden evitarse, pero se debe intentar.

                  Iglesia de San Agustín en Melilla

    Fue un anterior almacén del anexo cuartel de Intendencia, comprado por los vecinos del Real y convertido en Iglesia en 1938. Este año han conmemorado el 75 aniversario de la fundación de la parroquia.     El pasado domingo al tomar la curva del la iglesia en dirección al centro de la ciudad, pudo observar que el reflejo solar del ardiente julio, provocaba un efecto óptico que parecía incendiar las campanas. Parecían arder en llamas figuradas.

Incluso el Sol se pone


 

       El Sol de julio también se oculta, aunque  encendido como una antorcha. Su color rojo deja ver que ha convertido el aire una densa masa cálida y ardiente. Ese Sol  recuerda a la profecía de Malaquías: Llegará un día semejante a un horno encendido, en que los impíos arderán como la estopa. Durante mucho tiempo, a los excesos de los poderosos solo se les ponía el límite de la justicia divina, porque en la humana no ha confiado nadie nunca, por mucho que haya que decir otra cosa.

       La frase la leí hace tiempo en una novela titulada «Los Leones de Al Rassan». Parece que no dice nada, pero sí. Como todo, puede aplicarse a muchas cosas, pero encierra una verdad imposible de ser obviada. Es sencilla

          Julio y su Sol convertido en una tea, en una brasa suspendida del cielo, impone un ritmo más lento, una parsimonia mayor a la hora de hacer las cosas, sobre todo, porque detrás de su paso está el mes de agosto.

           El Sol de julio se pone incluso para El Alminar. Siempre quedaran historias por contar y a las que prestar atención. En los últimos días hemos saldado cuentas pendientes. Una parte de lo que tenía que ser escrito, ya lo esta. Ahora es necesario no pensar más.