- Sobre el agua
- Sol de julio
- La antorcha del cielo
El Sol de julio también se oculta, aunque encendido como una antorcha. Su color rojo deja ver que ha convertido el aire una densa masa cálida y ardiente. Ese Sol recuerda a la profecía de Malaquías: Llegará un día semejante a un horno encendido, en que los impíos arderán como la estopa. Durante mucho tiempo, a los excesos de los poderosos solo se les ponía el límite de la justicia divina, porque en la humana no ha confiado nadie nunca, por mucho que haya que decir otra cosa.
La frase la leí hace tiempo en una novela titulada «Los Leones de Al Rassan». Parece que no dice nada, pero sí. Como todo, puede aplicarse a muchas cosas, pero encierra una verdad imposible de ser obviada. Es sencilla
Julio y su Sol convertido en una tea, en una brasa suspendida del cielo, impone un ritmo más lento, una parsimonia mayor a la hora de hacer las cosas, sobre todo, porque detrás de su paso está el mes de agosto.
El Sol de julio se pone incluso para El Alminar. Siempre quedaran historias por contar y a las que prestar atención. En los últimos días hemos saldado cuentas pendientes. Una parte de lo que tenía que ser escrito, ya lo esta. Ahora es necesario no pensar más.