El pan nuestro de cada día


                                      La pobreza en Melilla

           Nunca llegué a imaginar que en España, cumplir con esta sencilla frase del «padrenuestro«, fuese una obstáculo casi insalvable para cientos de miles de personas. Parecía más la frase de agradecimiento de una oración, que una realidad que llegara a plasmarse en nuestras calles. Conseguir el pan y algún alimento básico para una familia, se ha convertido en una autentica odisea, en una realidad silenciosa que sucede ante nuestros ojos, sin que casi nadie se de cuenta de ello.

               Melilla, la ciudad del derroche, tiene un solo comedor social para atender a los melillenses que viven bajo el umbral de la pobreza, que alcanza ya a una de cada cuatro familias. Casi todos los días, tanto en los bancos de alimentos, como frente a las parroquias de la ciudad y en las sedes de otras organizaciones de carácter social, se forman colas de personas, mayoritáriamente  mujeres, en busca de algún producto alimenticio o algo de dinero, con el que salir adelante ese día.

          Mientras esta situación se produce a diario, decenas de asociaciones, deportes elitistas y clubes deportivos, algunos muy onerosos, siguen recibiendo subvenciones ingentes, que solo sirven para acrecentar sus ya abultadas deudas. Hay asociaciones sin fin y sin fines, cuya suma de subvenciones supera y multiplica las cantidades invertidas en asistencia social directa. Las dos realidades que coexisten en Melilla tienen diferencias cada vez más nítidas. La realidad oficial, vive de espaldas a la realidad social.

                                 El donativo de la viuda

          Alzando sus ojos vio a los ricos que echaban sus donativos en el tesoro del templo, vio también  a una viuda muy pobre que echaba unos céntimos y dijo: «Esa viuda ha echado más que nadie, porque todos esos han echado donativo de lo que les sobra, ella, en cambio, sacándolo de su falta, ha echado todo lo que tenía para vivir». Lucas 21, 1-4

       Esta parábola es muy generosa para con los ricos y poderosos, que cada vez se comportan con más indecencia. Ni siquiera hacen donativos con lo que les sobra, y mucho menos con lo que tienen. Los pobres se están sosteniendo unos a otros, mientras la reclamada «cultura de la ejemplaridad» brilla por su ausencia absoluta. Los que menos tienen están sosteniendo a quienes se han quedado sin nada. La generosidad de los pobres es la única que existe. La cada vez más depauperada y menguada clase media, sigue sosteniendo a los más desfavorecidos. Las viudas, tal y como dice la parábola, están sosteniendo con sus exiguas pensiones a familias completas.

    Los ricos siguen evitando en todo lo posible pagar impuestos y quieren cada vez mayores exenciones fiscales y mayores subvenciones para sus cada vez más lucrativos negocios, sostenidos y mantenidos por la Administración Pública, a la que tanto denostan. Ninguna viviría sin el respaldo del Estado.

        Hay últimamente una iniciativa absurda y moralmente incalificable, de un supuesto rico*, que no ha encontrado mejor forma de hacer parodia  de la necesidad, que esconder sobres con dinero en las ciudades, y ofrecer las pistas de la colocación de los sobres, a través de twitter. El gran magnate ha donado hasta la fecha 18.000€ y además, los rendidos medios de comunicación le dan espacio público. Nadie debería molestarse en coger esos sobres.

   Nota:   http://www.pensamientocritico.org/eapnma0314.pdf

  *http://www.elmundo.es/cronica/2014/06/22/53a5c8ff22601d6e398b4585.html

 

Las higueras de Trara


        Melilla es una ciudad de higueras.  Ahora que nos estamos fijando en ellas las encontramos en todas partes. Estas son las que están más al norte de la ciudad, muy cercanas al depósito de agua de Trara, y cerca de la fuente homónima. Están sobre el mirador natural del barranco de Cabrerizas, también conocido como Barrio de Colón. Es la zona más alta habitada de la ciudad, ya que se encuentra sobre una cota de 84 metros de altitud.

        La higueras proporcionan una sombra abundante y sobre todo embriagan con  su olor. En donde hay una higuera se deja notar por su aroma, que alcanza incluso aunque se esté a varios metros de distancia. Estas están en la zona norte de la ciudad, son casi las últimas, pues más allá solo está el reino de los pinos. Son las higueras más extremas y situadas en el punto más elevado. Dentro de lo que es el depósito de agua de Trara, también hay dos higueras, que no solo proporcionan sombra, sino también sabrosos frutos. Primero las brevas, al inicio del verano y en su final los higos. Hay refranes relativos a sus frutos que dicen: con brevas vino bebas, y con higos agua y vino. Sin embargo, nada debe beberse tras tomarlas: sobre brevas, nada bebas.

          Sobre el mismo mirador del barranco hay tres higueras y junto al borde de la calle México hay otras dos, muy grande y de gran sombra. No existen en las parque de la ciudad, solo se pueden encontrar las silvestres, en patios de casas y en antiguas huertas. Muchas de las que fotografiamos hoy, no existirán en apenas unos años, pues se encuentran en patios de casamatas, que en el futuro serán derruidas para construir viviendas. La especulación y la extensión del cemento acabarán con todo. Este barranco es una zona que debería estar protegida, cuidada e incorporada al cinturón verde de Melilla.

             Un absurdo que no vamos a dejar de señalar, es que esta calle se llame de la Vía Láctea, cuando su nombre debería ser el «de la fuente de Trara» o del «barranco de Cabrerizas«.

Los largos días de junio


     Barranco de Cabrerizas

                      De la noche más corta y los días más largos

         El dominio de la luz solo se manifiesta en el mes de junio con un incremento de diez minutos a lo largo del mes. Los días empiezan muy pronto, a las 06 h 44´desde el día 18, y se prolongan hasta las 21 h 49´ del día 30. A partir de ese día el Sol va retrasando su salida minuto a minuto, mientras que adelanta su ocaso casi del mismo modo. Hay casi dos semanas en las que las luz del Sol se mantiene en su punto máximo. Junio abre la puertas de un largo y cálido verano que se extiende a lo largo de los  meses, julio y agosto, y hasta bien entrado septiembre.

           Iniciado el mes de julio, el periodo de vigencia de la luz solar se mantendrá casi en todo ese tiempo de modo uniforme, retrasándose el amanecer significativamente a partir de su mitad. A lo largo del mes de julio la luz solar se reducirá en 42 minutos, pero se mantiene en su parte más tórrida. El ocaso solo se adelanta un cuarto de hora en julio, situándose a las 21h 32´en su último día. Las noches son cortas, el aire se calienta a lo largo de días muy largo, y no da tiempo a que descienda la temperatura en su etapa nocturna. El verano es el tiempo del insomnio, de las dificultades para dormir y de los sueños inquietos. Es  tiempo de siestas,  de aturdimiento y de higueras.

   Nota: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/06/27/actualidad/1403882291_329326.html

                          

El óxido que corroe Las Torres


 

        Se desmorona la estructura metálico del ascensor panorámico

     La megalomanía suele jugar malas pasadas a aquellos que quieren perpetuar su memoria o la de algún acontecimiento singular, mediante una obra magna.

              Las Torres del V Centenario de la Conquista de Melilla (1997), son probablemente una de las peores obras públicas de la historia española de la ciudad. Tuvieron problemas desde su inicio. y las obras se demoraron en su finalización. La estructura metálica es la parte más afectada por la corrosión, apenas veinte años después de su construcción. El ascensor panorámico no funcionó nunca y el estado de su estructura es terminal. Probablemente haya que desmontarla. Hace unos años tuvieron que ser retirados los cables del ascensor por su peligroso estado, y en el día de ayer se ha caído un trozo grueso de metal de la estructura que lo soporta. Ese es el motivo que ha llevado a acordonar toda la zona.

              No hay nada que no se haya dicho o escrito sobre el estado de Las Torres, cuya parte superior, en donde iba a ubicarse el restaurante giratorio, se inunda cada vez que hay un aguacero. Han estado más de una década sin mantenimiento adecuado en la estructura metálica, cuyo estado es muy comprometido, según pudieron observar quienes estuvieron a cargo de las últimas reparaciones.

              El final de estas Torres de la Administración Pública del Estado en Melilla será, en un plazo no muy largo de tiempo, el del abandono y la demolición.

            Nota: https://elalminardemelilla.com/2012/01/17/torres-del-v-centerario-de-melilla/

Aparcamientos en la jungla


      La ciudad ya no tiene regla alguna. No se respeta nada y nadie hace respetar nada. La Policía  Local, en donde puede y la llaman, intentar poner algunas notas de orden en un tráfico en el que ya rige  «la ley de la jungla». No hay normas, salvo las de la selva. Se puede aparcar en medio de una calle, sobre el paso de cebra, frente a las murallas de la ciudad, en calles de tráfico prohibido, en sentido contrario al de la ciruculación, e incluso ocupando el espacio de dos o tres vehículos, u obstaculizando por completo el paso de vehículos en las esquinas, incluso en las mismas narices de la Policía Local, aunque para esto último hace falta valor.

         Las señales ya no sirven. Como hemos visto en las últimas entradas, están arrumbadas en el suelo o ya no indican nada que alguien respete. La ciudad está sin control, sin rumbo y solo se mantiene en pie por su su propia inercia. Estamos en un callejón sin salida.

La tormenta de San Juan


Lo que San Juan anuncia en Melilla

        ¿Quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente?. Pues entonces dad el fruto que corresponde a la enmienda y no os hagáis ilusiones pensando que Abrahán es vuestro padre; porque os digo que de las piedras estas es capaz Dios de sacarle hijos a Abrahán. Además, el hacha está ya tocando la base de los árboles, y todo árbol que no da buen fruto será cortado y echado al fuego. Mateo 3, 7-10

        La tormenta ha rodeado Melilla en una de las noches de San Juan más extrañas de los últimos veinte años. El Sol dio paso a las nubes a media tarde para luego volver a salir y volver a asentarse las nubes, que abrieron definitivamente paso a la tormenta.

           Los romanos eran muy supersticiosos y por eso ordenaban sacrificios rituales y propiciatorios antes de cualquier celebración o festejo. Un rayo en medio de un fasto, era uno de los peores augurios posibles. Gobernar con temeridad, desoyendo los consejos de los dioses o con absoluto olvido de los designios del destino, era algo que  si podían, jamás se permitían. Se puede actuar con temeridad durante mucho tiempo, pero no siempre, porque al final, el destino es algo que acaba dando alcance a cualquiera que se enfrente a él.

         Visto todo lo que ha sucedido esta noche, ya da igual que la hoguera se encendiese antes de tiempo, sin los cohetes de aviso, que los fuegos se iniciasen antes de la media noche y que los bomberos apagasen la hoguera de San Juan antes de cumplirse la media hora. El poco público asistente, abandonó el Paseo Marítimo en cuando pudo. Mas que irse, la gente parecía huir.

          La tormenta rodea la ciudad y todos los presentes han podido ver los rayos. El final que anuncian ya no puede demorarse más.

Los mil del Corpus Christi


 

             Mil es la cifra de melillenses que arropa a la procesión de La Patrona de la ciudad, la Virgen de La Victoria. Mil es la cifra de los/las asistentes a las procesiones de la Semana Santa, en los días en los que no procesionan los pasos más emblemáticos. Mil, sobre todo mujeres, es la cifra que arropó el trayecto de la Custodia del Corpues Christi, en la soleada tarde del domingo 22 de junio, en la puerta del verano. Destacaba la presencia de mujeres y sobre todo de niñas, entre los que procesionaron por las calles del centro de la ciudad. Mil son los que asisten, en conjunto, a los distintos oficios religiosos en las distintas parroquias. La gran mayoría de esas asistentes son siempre mujeres, incluso en los rezos del rosario, que suelen realizarse por las tardes. Pese a esta evidencia, que se repite en otras muchas ciudades, la presencia de mujeres en La Iglesia siguen siendo testimonial y de escasa relevancia, pese a que en nuestra ciudad ya hay dos mujeres como Hermanas Mayores de cofradías (Maripi Castellanos y Francisca Muñoz), y otra al frente de Caritas, Pilar Illázquez.

              La mítica cifra, mil, conforma la última línea de defensa de la Fe de Cristo en Melilla. No hay más, pese a que hubo muy significativas ausencias entre la cúpula cofrade de la ciudad, a la tradicional procesión del Corpus Christi, una de las celebraciones litúrgicas más importantes de La Iglesia. La gran procesión del Corpus es la que se celebra en Toledo cada año, en la que se procesiona la gran Custodia de Arfe (1), a la que acompañan las cofradías más antiguas de España.

            La Fe de Cristo vive momentos de transición en Melilla. La mezcla de las cofradías con el Poder político ejerciente, al que cubren de honores, y la intromisión de este último en la vida religiosa de la ciudad, crean una imagen de dependencia que en nada beneficia a la regeneración de todo este mundo, que cada vez da más la sensación de ser testimonial. Las religiones son usadas para favorecer un determinado aspecto de la ciudad, pero los recelos siguen estando presentes por debajo. La práctica ortodoxa de la religión aumenta en las tres confesiones religiosas mayoritarias de Melilla, y la Mesa Interconfesional es solo un organismo sin calado ninguno en la vida ciudadana, aunque muy bien promocionado y publicitado. No todo puede ser religión, y la religión no es todo. En apariencia se fomenta un cosa, y lo que se extiende es justamente la idea opuesta.

            La Iglesia conserva una gran capacidad de influencia en la vida española, pero como tal, solo tendrá futuro si abre sus puertas a las mujeres en todos sus ámbitos, el del sacerdocio incluido, por no decir el principal. Las relaciones en el mundo de la feligresía melillense son complicadas y existen graves desencuentros que se manifiestan en esta escasa presencia de público en las calles. Es una lástima porque las niñas y niños tienen ilusión, pero el mundo al que se enfrentarán les hará ver la realidad de modo muy distinto.

             En La Iglesia hay demasiado pasillo, demasiado arribismo, y esto lo ha dicho el propio Papa Francisco I, en declaraciones que han pasado con rapidez al arcón del olvido (2). Con todo esto nadie ha acabado, porque nadie se da por aludido. La relación con La Iglesia cambia mucho en una ciudad, dependiendo de quien sea su representante, ya se trate de un Obispo, de un Vicario Episcopal, o de un párroco. No hay estructuras de participación estables y democráticas en la vida de La Iglesia, independientes de quien la represente. En la actualidad existen muchos problemas y no se soluciona ninguno. El miedo a hablar y a exponerse frente al Vicario, sea quien sea, es muy intenso. «La Iglesia no es una democracia, y te irá muy mal si te enfrentas con ella», esta es la frase que le dijo un Vicario episcopal, hace años, a una conocida mujer cofrade de la ciudad. Las cosas parecen haber vuelto a aquel tiempo, en los que nadie se atreve a hablar más claro.

          Los consejos parroquiales, previstos en el Concilio Vaticano II, son solo humo. También es cierto que todas esas estructuras adosadas (cofradías, órdenes, movimientos), son tan jerárquicos y tanto o más tradicionalistas, que la propia Iglesia.

            Nota: (1) http://www.toledo-turismo.com/es/corpus-christi_201

                          (2) http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2013/04/22/francisco-en-la-iglesia-tambien-hay-trepas-en-busca-de-gloria-iglesia-religion-papa.shtml