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Villa Amor y chimenea Bóvila
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Ben Mizzian y Franco I
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Ben Mizzian y Franco II
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Claudio Temprano y Mizziam
La leyenda del chalet olvidado
En la carretera de Farhana, en la que se conoce como milla de oro de Melilla, en la que viven la familias más adineradas de la ciudad y también las de más abolengo, se encuentra Villa Amor, la propiedad en la que vivía la familia del que fuera General de Franco y del Reino de Marruecos. Lleva muchos años abandonada y cerrada. Su antiguo esplendor está hoy perdido, y los nombres de un suceso que pudo cambiar la historia de España, camino del olvido.
Claudio Temprano, Ben Miziam y Franco
Como casi todos aquellos años, 1924 fue un año de guerras en el territorio norte marroquí. Las tropas españolas se encontraban en muchos lados, pero las de este suceso, estaban situados en el poblado de Abada, en octubre de 1924. La zona había sido ocupada y pacificada, según la terminología imperante, y los Ttes. coroneles Claudio Temprano, de Regulares, y Francisco Franco, del Tercio de Extranjeros, se encontraban sentados, probablemente descansando. De repente, un grupo de rifeños intentó recuperar la posición e irrumpió en la población.
Temprano y Franco solo pudieron ver a un rifeño que les apuntaba con un rifle Mausser, con peine de cinco balas. Es conocida la proverbial capacidad de tiro de los rifeños, ambos militares solo tuvieron tiempo de tirarse al suelo, y esperar la muerte en apenas un minuto, el tiempo que se necesita en disparar, abrir el cerrojo, soltar el casquillo de la bala, volver a cerrarlo, apuntar y volver a disparar de nuevo.
Los oficiales Francisco Franco y Claudio Temprano hubiesen acabado sus vidas en aquel lugar, si no hubiese aparecido Mohamed Ben Mizzian, otro tirador rifeño, más rápido que el que apuntaba a los españoles, pero igualmente preciso en su disparo. Ben Mizzian no falló en su único disparo, como tampoco lo hubiese hecho el tirador rifeño que apuntaba a Franco y Temprano, de haber tenido la ocasión de hacerlo.
La forja de un rebelde y de dos generales
La primera parte de este título da cuenta de la novela de Arturo Barea, soldado en 1921 y que acabó luchando en el lado republicano. Describe de manera inigualable la brutalidad de la guerra de Marruecos, el tremendo caldo de la corrupción que asolaba al ejército, y que lo llevaría a la pérdida completa en Annual. Esa guerra bárbara y brutal, endurecería para siempre el carácter de los dos militares sobrevivientes, Franco y Mizzian, cuando ambos exportaron al suelo peninsular lo aprendido en el Rif y sus métodos de guerra.
El suceso de Abada explica la amistad y la deferencia con la que Franco trató siempre a Mizziam, le debía la vida, y eso es algo que solo sabe el que ha estado en una zona de combate. Ben Mizziam fue Capitán General en Galicia y Canarias, y Franco le dispensó siempre, por su condición de musulmán, de realizar la ofrenda al apóstol Santiago, y de acudir a actos y banquetes oficiales, durante el mes de Ramadán. Al producirse la Independencia de Marruecos en 1956, le fue permitida la marcha, conservando el rango y el escalafón en el Ejército de España.
Mohamed Ben Mizziam había nacido en Beni-Enzar, en donde fue inaugurado un Museo en su memoria hace algunos años, y que parece que ya está cerrado. La inauguración levantó gran polémica en su momento, por el perfil militar del general hispano marroquí, conocido por su dureza tanto en el campo español, como en el campo marroquí.
Claudio Temprano Domingo era nacido en Ceclavín, Cáceres y falleció apenas un mes después del suceso narrado, el 19 de noviembre de 1924, entre Xeruta y Zoco el Arbaa. En el antigua cuartel de Regulares, en donde hoy está la Base Militar, había una placa con su nombre, que desconozco si seguirá existiendo. Daba cuenta del hecho por el que le concedieron la Laureada, a título póstumo, y de que su nombre no caería en el olvido.
Notas: Claudio Temprano, el héroe olvidado de Ceclavín (02/06/2006) y Mohamed Ben Mizzian, cuando la mano de Alá salvó a Franco (12/06/2006), El Faro de Melilla. Autor: Enrique Delgado