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Calle de Orán, bordillo gigante
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Altura desproporcionada del bordillo
El bordillo de los gigantes
La espectacularidad de este bordillo de la calle de Orán, en el Barrio de La Victoria, sorprende desde el primer momento. Es muy difícil adivinar el sentido de un bordillo de este tamaño y calibre. Parece un despeñadero o incluso un acantilado urbano. Impide el aparcamiento junto al mismo, los coches deben retirarse de su proximidad, si es que alguien quiere salir por el lateral derecho de su vehículo. La único explicación posible es que cuando se construyó la casa y la acera, el suelo no estuviese a ese nivel, y que la diferencia de altura proceda de un rebaje posterior del terreno. Tampoco perderemos más tiempo en buscarle explicación a este despropósito. Lo que debe solventarse es su existencia.
Nadie puede caminar por esa acera y si se utiliza como zona de juegos por los niños, entonces resulta peligroso, pues carece de barandillas que impidan la caída al precipicio. Es una acera que va desde ningún sitio, a ninguna parte. No es útil mantenerla en esa situación.