Poetas y escritoras en Melilla


Sobre el oficio de escribir

Se escribe para explicar y narrar lo que acontece, o para recrear mundos desaparecidos o imaginados. También para evitar que se pierdan experiencias, acontecimientos, hechos. Pero al escribir también dejamos constancia de nosotros mismos. Homero, el primer escritor, narró lo sucedido en Troya, para evitar que aquellos hechos y nombres legendarios se perdieran, pero también obtuvo la inmortalidad de su nombre, aunque no sepamos nada de él. Se escribe para trascender la propia temporalidad, nuestra finitud. Que quede algo de nosotros, cuando ya no estemos.

La narrativa suele dar muchas más pistas, pero la poesía es más complicada, al menos la poesía personalista e intimista. Quien escribe este tipo de poesía busca su propia explicación, sobre sentimientos y recuerdos que quiere fijar para que no se pierdan, o quizá para entenderlos. Sin embargo, quien escribe así se expone, se muestra, aunque parcialmente, pues solo se abre una pequeña cortina que permite al lector o lectora asomarse a sus sensaciones, que quizá le recuerden a las suyas.

Cristina Hernández o el retorno de los brujos

El Sonajero del Chamán nos remite a los misterios evaporados, al interior del bosque, al mundo invisible del Hades o al páramo de la Tundra. Es la búsqueda de saberes perdidos frente a la sensación de desamparo que ofrece el mundo de la modernidad, en el que no queda utopías vigentes, ni creencias que resistan el duro embate de la racionalidad. El poemario cuenta con una cuidadísima introducción de Antonio César Morón.

No hay combate si desnudarse es morir,

si no sabemos si una mano cóncava

da o pide .

Si la oquedad vigila o si el hueco acecha.

Hay un cultismo justo, para proteger los secretos a las miradas más impías, buscando su propia gnosis, en un camino que se recorre en soledad o en compañía, para que no todo sea en vano.

Si soy de lirio o de marfil, nadie me advirtió.

Una oscuridad me encubre, un manto de nieve,

pues ciego sería quien solo ve en la superficie.

Elena Fernández o el sexilio voluntario

Ninguna o ningún melillense ha ganado el premio internacional de Poesía Ciudad de Melilla. Este Sexilio voluntario es la obra que más cerca ha estado, en el año 2012. Melilla es tierra de vates, sustantivo que es a la vez masculino y femenino. Es un cultismo, porque seguimos en ese terreno.

Sexilio es la reivindicación de la libertad, de escoger a dejar de ser aquello que supuestamente nos corresponde. En estos versos se aluden a sucesos de los que no tenemos referencia. Solo tenemos el nombre desnudo de la rosa. Este libro anticipa o muestra una vocación de ruptura de la autora con lo anterior a ella.

La lucidez hará de mí la trampa

que esconde en la manga el pesimismo,

que anda amontonando la hermosura

y barajando amontonar el dogma.

Yo juego pues a derrumbarlo todo

y seguir apostando a otras preguntas.

¿Cuál es la fruta del amor, que no de la pasión? La uva. Aquí no hay artificios literarios, ni lugar en el que esconderse, son «espadas como labios1«, o disparos como versos. Todo es efímero, por eso es más intenso e irrepetible. Nada volverá a suceder. Nada nos encontrará igual que en este instante. Son sensaciones y momentos atrapados en poesías, para recordarnos en el futuro, al que también llegaremos.

Pilar Álvarez y las guerras de Melilla

Adentrarse con una novela en las guerra de Melilla, la ciudad que volcó tres veces España (1909, 1921 y 1936). Será esta última y definitiva guerra la que escoge la autora para componer su narración, de amor y encuentro en los pasillos y entresijos del ya desaparecido hospital militar Fidel Pagés, el descubridor de la anestesia epidural.

Gonzalo, soldado de aviación en la Base de Hidros del Atalayón, en donde fugazmente se fijará en Blanca. En un momento y tiempo en el que preguntar por algo era exponerse, Blanca inicia la búsqueda de Gonzalo y sobre lo sucedido en la base de hidroaviones. Nombres en clave, nombres conocidos, personajes como Paquita, que van desgranando historias pasadas, la rutina diaria de un hospital. Subterráneos que escondes secretos y personas. Monjas que atraviesan los pasillos. Es la historia que permanece en las piedras o que se disipa con ellas.

Nota: 1 Título de un libro de Vicente Alexandre

El síndrome de Junio Bruto


Conspiración contra el Gobierno de Melilla

Si algo odiaban los romanos era a la monarquía, a las que identificaban con todos los excesos y arbitrariedades posibles. Julio César jamás pretendió proclamarse rey, pero los romanos creadores de bulos, eran los más eficaces de la época, y hasta diríamos que de cualquiera. Así pues, hicieron creer hasta el último ciudadanos de Roma, que pretendía precisamente eso. Además, los romanos eran los mejores conspiradores, nadie como Lucio Sergio Catilina, ninguno a su altura.

No osaríamos decir que ahora mismo hay en Melilla alguien equiparable al divino Julio, pero si podríamos identificar a los dominados por el «síndrome de Junio Bruto». ¿Quién fue Junio Bruto, cuándo y cómo lograron convencerle de que César pretendía proclamarse rey? No lo sabremos nunca, pero el dominado por este síndrome creyó ser un salvador de sus conciudadanos , y no dudó en unirse a los oligarcas y a las clases dominantes de Roma, totalmente opuestas a los intereses de la ciudadanía.

Julio Cesar ya lo había obtenido todo, y no deseaba nada más. Hay cierto consenso entre historiadores en atribuirle una gran magnanimidad. Rehuía honores, iba prácticamente sin escolta. Nunca fue derrotado en combate, como Napoleón; ni tampoco se permitió un exceso o el ser dominado por la ira, como Alejandro en Persépolis. César sí tuvo un orador y escritor enloquecido en contra suya, Cicerón, dominado por la amargura y el rencor.

Lo que sí está claro es que Roma estaba dominada por el resentimiento, por el de quienes habían perdido el poder y pretendían recuperarlo, y por quienes no disfrutaban de todo el que creían merecer. Así pues, encontraron en un hombre joven, Junio Bruto, la mano cercana con la que derribar a quien consideraban ya un tirano. No traiciona el enemigo, ni el rival político, sino el familiar, el amigo o el compañero de partido.

El elogio es gratuito, pero la lealtad no, decían también los romanos. Las lealtades políticas se recompensan con cargos y dádivas, pero esas necesitan ser constantemente alimentadas. No hay nada más destructivo que el elogio y el halago inmerecido, porque disuelve cualquier perspectiva. Anula la voluntad y el entendimiento, como parece estar ocurriendo. Para huir de los cantos de sirenas, el astuto Ulises se ató al palo mayor. Su triunfo fue el regreso y no hundir el barco, como le aconsejaban las sirenas.

Estamos frente a u una adversidad muy grande, la mayor que se haya conocido en Melilla, en España, en el Mundo, tras la finalización de las II Guerra Mundial. Pretender ahora desestabilizar un gobierno, cualquier gobierno, como ha hecho VOX con su moción de censura, constituye una irresponsabilidad, que será repudiada por el pueblo, cuando tenga ocasión de volver a manifestarse.

Los ciudadanos/as de Melilla llevamos meses viendo con estupor y cierto espanto, las maniobras desestabilizadoras en el interior del propio gobierno. A la incompetencia ya estamos acostumbrados, por eso ya ni se le da importancia. Sin embargo, sí causa desánimo y enfado, que no se deje trabajar a un gobierno en el que hay personas muy capaces y competentes, que solo pretenden darle una oportunidad a esta ciudad, quizá la última, después de tantos años de malos modos.

Quien se haga responsable de una eventual zozobra del gobierno, no tendrá otro lugar en la historia que el de Bruto, o el de Bellido Dolfos, el valedor de Dona Urraca.

Religiosas Adoratrices en Melilla


Las Religiosas Adoratrices, Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, fueron fundadas en 1856 en Madrid por Micaela Desmaisières y López de Dicastillo, con el siguiente objetivo: Contribuir a mejorar la calidad de vida de mujeres en situación de prostitución y/o víctimas de Trata de Personas mediante un proceso de desarrollo humano, formación integral, capacitación desde el enfoque de derechos, trabajo en red institucional y la búsqueda de alternativas laborales que la comprometan en la transformación de su entorno familiar y social. Una fundación increíblemente moderna para su época.

La fundadora pertenecía a la aristocracia española, y era una dama de Corte, abandonará esa actividad por completo tras visitar el Hospital de San Juan de Dios y ver la crudísima realidad de las mujeres sometidas a la prostitución. En apenas unos años tendrá creada su fundación, en la que se integrará con el nombre de Madre Sacramento. Para los usos de la Iglesia Católica, alcanzará el estado de beatificación en 1925, y el de santidad en 1934; a cuyo santoral pertenece con el nombre de Sta. Mª Micaela (15 de junio).

Las Religiosas Adoratrices en Melilla

Con el Ejército de África establecido en la ciudad desde 1908, si en algún lugar había mujeres sometidas a la esclavitud de la prostitución, era precisamente este. Llegaron a Melilla en 1938 y se establecieron en la ya desaparecida Casa del Reloj, antigua sede de la Feria Internacional de Muestras del Protectorado Español. Allí permanecieron hasta la mitad de la década de 1960, cuando se trasladaron al nuevo convento y colegio de la frontera de Beni-Enzar.

En 1953 se inauguró en el barrio de La Victoria la nueva iglesia de Santa Mª Micaela, sin embargo, las Religiosas Adoratrices no participaron de ese nuevo templo, al que se llevó la imagen de la Madre Sacramento, en donde permanece desde entonces. Las obras del nuevo convento, Iniciadas por la Alta Comisaría, se demoraron mucho, tanto que en 1956 desapareció el propio Protectorado Español de Marruecos. Costó mucho tiempo acabar las nuevas instalaciones, de las que apenas hicieron uso durante una década (1963-1972), pues abandonaron la ciudad en esa última fecha.

Pese al objetivo básico y principal de las Religiosas Adoratrices, que recibieron el premio de Derechos Humanos Rey de España en 2015, su colegio y talleres se convirtieron en uno de los más prestigiosos de la ciudad, por cuyas aulas pasaron centenares de jóvenes melillenses. Pese a sus tres décadas de estancia en la ciudad, quedaron pocos testimonios de ellas, siendo hasta el día de hoy unas grandes desconocidas.

Hoy, desde El Alminar, y gracias a la aportación de Boira, una lectora y colaboradora del blog, ofrecemos y compartimos unas fotografías que empezarán a llenar ese espacio de desconocimiento y de olvido. Desde nuestra ciudad se trasladaron a Almería, en donde siguen al frente de su convento y colegio.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2012/03/04/el-convento-de-adoratrices-de-melilla/

La pandemia que nos rodea


            La intervención sanitaria de la ciudad de Melilla es inevitable. Los contagios seguirán aumentando hasta un número que duplicará la cifra actual en los próximos días. El Estado ultima el desembarco sanitario en la ciudad. La zona del Patio del Cura, y su edificio anexo, serán el centro neurálgico del Hospital de Emergencia que se levantará en los próximos días, ante el inminente colapso del Hospital Comarcal, a punto de alcanzar su límite máximo de capacidad y cobertura . No llegaremos al final del presente mes sin el confinamiento forzado. 

El Coronavirus nos acecha. Estamos mucho más cerca de él de lo que creemos. Esta mañana, los pocos pacientes que esperábamos el turno para la vacuna contra la gripe, cuya campaña ha empezado sin demora, fuimos apartados momentáneamente del pasillo. Llegaba un posible paciente Covid, conducido por los enfermeros del 061, para la realización de la prueba PCR.

Nos rodean los llamados asintomáticos, y también los pacientes diagnosticados, con la infectacion activa, que siguen saliendo a la calle para hacer cualquier tipo de actividad o gestión que consideran imprescindible. Queremos creer que toman sus precauciones, pero también afirmamos que desconocen por completo la capacidad contagiosa del Coronavirus. Es una irresponsabilidad completa.

La esperada segunda ola ha resultado ser más amplia de lo esperado por las previsiones más pesimistas. Casi no quedará país alguno sin ser puesto al borde del hundimiento sanitario, pero no ocurrirá lo mismo con la economía. Algunos países , con más infectados y mayor número de fallecidos, resistirán mejor que otros con menos contagios y menor número de víctimas mortales. Todavía sigue siendo imposible prever nada, ni tan siquiera a una semana vista. Pero el número de visionarios siguen aumentando.

Los centros de salud se han convertido en la última línea de resistencia frente al avance de la pandemia. Ahora coinciden dos pandemias, porque la gripe también lo es, como muchas otras catalogadas por la Organización Mundial de la Salud.

Melilla al borde de la intervención sanitaria


Melilla está fuera de rango

Melilla no tiene capacidad normativa, ni material, ni fuerza sanitaria, para hacer frente a la Pandemia de Wuhan. La cifra de 890 contagiados, cuatro de ellos médicos, y de 40 ingresados en el Hospital Comarcal, parecerá buena en los próximos días.

Por primera vez en muchos meses, Mohamed Mohamed Mohand, Consejero de Sanidad y Políticas Sociales ha comparecido solo. Esta vez no estaba acompañado del director del INGESA, ni de ningún representante de la Delegación del Gobierno, ni de su partido, ni de su gobierno, tan habituales en los primeros tiempos, los de las cifras asumibles del primer confinamiento. Al cadalso, «al collar igualitario», como le llamaban los revolucionarios franceses, se sube solo. En esos 7 escalones que te transportan de la gloria pasada al abismo del olvido, no puede haber compañía alguna. Solo el gerente de Televisión Melilla le acompañaba en su particular calvario.

Del confinamiento preventivo al forzado

En el mes de marzo iniciamos un confinamiento preventivo, el de los próximos días será forzado, porque la situación epidemiológica o infectiva es 10 veces peor. Las frases del Consejero (que transcribimos literalmente) Moha Mohamed Mohand son lapidarias y no ofrecen esperanza alguna: «Melilla está en una situación de preconfinamiento, que será total y perimetral, en la medida en que la situación se agrave a lo largo de los próximos días». Tras esta frase introdujo la condicional de «salvo que consigamos doblegar la curva», cosa que no va a suceder. Resulta curiosa esta norma general de llamar curva a lo que son líneas ascendentes.

Esa frase pareció más bien una plegaria, deseable por todos, pero que no se sostenía con el resto de su contundente, solitaria y nada esperanzadora comparecencia, de la que destacamos estas frases: «No ha habido ningún pequeño indicio de que la tendencia (al alza) pueda aminorar o mejorar. La situación se complica por encima de los que preveíamos. La presión en el Hospital Comarcal es difícil de asumir». «Nos espera una semana terrible». «Hasta pasados 10 días no vamos a saber cómo doblegamos la curva, ni sabremos si las medidas implantadas, de las más duras de todo el Estado, tienen consecuencias. Nos esperan días muy difíciles«.

¿Qué ha fallado? se preguntaba el Consejero. Posiblemente todo, respondemos, aunque haya que decir que gran parte de esa responsabilidad es individual y también colectiva. Pero como no se puede cortar la cabeza al pueblo, Moha Mohamed Mohand, ofreció la suya si fuese necesario, que lo será, pero es algo que no deseamos; porque eso querrá decir que la ciudad habrá volcado, y que habrá sido intervenida sanitariamente por el Estado. Como en Chernobyl, probablemente ha habido un incumplimiento sistemático de todas las medidas y normas sanitarias de seguridad pública.

Desembarco sanitario en Melilla.

En los próximos días se alcanzará el confinamiento total y la suspensión de las comunicaciones aéreas y marítimas. El desembarco sanitario del Estado se está preparando en el Ministerio de Sanidad. El despliegue del Hospital de Campaña y quizá del buque Hospital serán una realidad en apenas unas jornadas. Mustafa Aberchán, en delicada situación de salud por la infección pandémica, siempre abocó por esta solución, dada la falta de capacidad del Hospital Comarcal, frente a esta situación de epidemia. Desde El Alminar, le deseamos un completo y pronto restablecimiento.

Solo hay una cosa que no concuerda en la aparición pública del Consejero de Sanidad. Las competencias y responsabilidades sanitarias de su área son mínimas, frente a las del INGESA y del propio Estado. A lo mejor, no es su cabeza política el precio a pagar por esta catástrofe.

Siempre volveremos y finalizaremos con el hospital paralizado por el Partido Popular y que hoy podría estar en servicio.

El puente viejo y la calle Alta


El puente viejo comunicaba la calle Alta con el Hospital del Rey en la Melilla antigua, la de la larga noche de los 400 años. La diferencia del nivel entre las calles lo hacía necesario, de hecho es el único puente existente en el interior de la ciudad vieja. Son las calles originarias, las primeras tras la conquista de la ciudad en 1497: Horno, Alta, Ledesma, Veedor, san Miguel, Acosta, Soledad, san Antón, La Concepción, Estopiñán, san Juan, Florentina, plazas de la Parada, doña Adriana, Avanzadilla y callejón del Moro, cuya denominación carece de sentido histórico.

El antiguo Horno de la calle a la que da nombre, se encuentra en situación de desmoronamiento. La calle san Miguel tiene todos sus inmueble en ruinas salvo uno y las demás van por el mismo camino. La zona vieja o barrio de Medina Sidonia se salvó gracias a las viviendas protegidas construidas allí entre 1983 y 1991, precisamente para eso. Se pensó acertadamente que un núcleo estable de población mantendría activa esa parte de la ciudad. Queda una sola tienda y una decena de viviendas de residentes de toda la vida, y los pabellones militares en donde nació Fernando Arrabal, el melillense más insigne.

Al puente viejo se accede por un callejón sin nombre, en el que lo primero que aparece es un inmueble cerrado y en ruinas. El acceso al puente está cerrado por una verja. Era un puente de más de dos siglos de antigüedad, quién sabe si anterior, que fue completamente desfigurado en una restauración mixtificadora. Es un lugar perdido, porque colinda con la zona de almacén de lo que hoy es el Archivo Histórico de Melilla. Encima de este lugar sin nombre se ven casas de ruinas de la calle Alta.

Melilla necesita un plan, y más en esta zona, si se pretende que sea un recurso turístico o para la propia ciudad. La pandemia lo está paralizando todo, pero las ideas y los proyectos pueden empezar a desarrollarse en cualquier momento.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2011/06/29/las-reglas-de-melilla-la-vieja/

Uso y significado


El significado es el uso en el lenguaje. Usamos las palabras que conocemos, porque los significados que no conocemos no nos serían útiles. Lo que es más útil es aquello que más se utiliza y que todos/as conocen el significado. El criterio de utilidad es lo que da sentido al uso. Si algo no se usa carece de utilidad.

Sin embargo, esto no va sobre lenguaje y significado, sino sobre el carril de bicicletas. Que existan no quiere decir que se esté construyendo una ciudad sana y que defienda al peatón, es más, muchos tramos ni siquiera se utilizan, porque quien los realizó no pensaba en eso, sino en entrar en los programas de subvenciones por la construcción de carriles para bicicletas. El uso no era determinante. Ninguna ciudad destruye sus propias arterias urbanas.

Si decimos que el conjunto del Paseo Marítimo, el barrio del Industrial y el del Hipódromo constituyen una de las zonas más pobladas de la ciudad, y con mayor desarrollo comercial, no estamos afirmando algo que sea desconocido. Lo que sí es sorprendente es que se esté destruyendo la circulación rodada, en una zona de la que hay que entrar o salir, porque es una zona residencial, e incluso laboral.

Cuestiones sobre el carril de bicicletas

Era una obra necesaria, pero fue una obra apresurada, mal ejecutada, porque sobre todo fue una obra electoral, ese fue su verdadero sentido. Ahora se obliga al peatón residente o paseante en la zona, a atravesar dos tipos de circulación, la de los vehículos y la de las bicicletas y patines eléctricos, y ya ha habido atropellos, alguno de ellos graves. En ciudades la velocidad máxima para bicicletas y patines es de 10 km/h, pero aquí es de 30 km/h y el carril a veces parece un velódromo. Afortunadamente, la mayoría de los ciclistas tienen más cabeza que quienes les construyen los carriles.

Uso, desuso y utilidad

Hay un tramo utilizado, que es el que enlaza la plaza de España con el recinto de la Hípica, el resto no vale nada. El problema es que cegaron un carril de salida del Paseo Marítimo, para hacer progresar un carril que no lleva a ninguna parte, y carece de uso. La delimitación del carril, con las ruedas viejas, se come 30 cms. de la calzada, lo que dificulta la maniobrabilidad de los vehículos aparcados , y restan la amplitud suficiente para que por allí pasase un autobús urbano que llevase a la gente hasta la misma playa, porque eso sí sería movilidad urbana sostenible.

Sin embargo, lo que tiene menos sentido es que la prolongación del carril de bicicletas no siguiese hacia la zona de casetas de la hípica y el Dique Sur, que es la verdadera zona que habría que haber dedicado a un verdadero carril bici. La pintura roja es un sucedáneo, algo así como las huevas de lumpo al caviar. Peatonalizando la zona baldía, creando un gran aparcamiento, se hubiese prolongado en 1,5 kms. el propio carril y se hubiese creado una verdadera zona peatonal y saludable. Toda esa obra no valdrá para nada y desaparecerá del mapa, el día que Defensa abandone el Cuartel de Caballería.

Mientras llega la posibilidad del gran mordisco urbanístico, hay que que seguir alimentando al tiburón tigre de la construcción, aunque sea a base de chanquetes. Prefirieron colapsar la salida de un barrio residencial de primer orden, antes que tocar la zona tabú de «las casetas de la Hípica». Existen dos formas de equivocarse, una es cometiendo el error, la otra no corrigiéndolo. Estamos en esta última.