El cuartel de Santiago


                          Aproximación histórica al cerro de Santiago

       La evolución histórica del acuartelamiento de Santiago es una de las más interesantes de Melilla. Por su situación, en el centro de la comarca de Melilla, debió ser un lugar de asentamiento y población. Desde su colina se observa con perfección cualquier movimiento en la costa, así como en el interior, pues domina toda la vega del río. Durante la época de invasiones normandas y del dominio de la piratería en el Mediterráneo, no solo debió resultar un lugar adecuado para la vigilancia, sino también de refugio. El León Africano afirma que tras el desembarco de los españoles en 1494, año en que sitúa su llegada, «los lugareños huyeron a los montes próximos a la ciudad», que no podían ser otros que el de Santiago y el de Camellos, desde donde seguir observando el desembarco y refugiarse de una mayor penetración de los españoles.

        En un reciente trabajo, Jadilla Elyaznasi y Mohamed Omar Ouariachi, titulado «Lal-la Zarzut o la historia silenciada de la Melilla Tamazight», compilan las tradiciones orales sobre el carácter sagrado del monte, y también reúnen todos los datos históricos disponibles referidos al lugar. No era solo pues un lugar estratégico, en el que los españoles construyeron un fuerte con ese nombre, junto con el de san Francisco, en 1570 y que mantuvieron a lo largo de todo un siglo, hasta su pérdida definitiva en 1679. Luego y antes fue alcazaba mora, con la existencia más que probables de atalayas antiguas, que fueron utilizadas por los españoles en la conquista de ese entorno, vital para la defensa de la ciudad.

        Sin embargo, no es ahora el momento de empezar a desvelar la verdadera historia de la Melilla Tamazight y cuyo nombre autóctono ignoramos, sino de mostrar el estado del lugar, y de preguntarnos a dónde fue a parar, y cuando fue retirado todo el amianto o uralita allí existente.

         Santiago, o lugar del morabito y la alcazaba mora, muestra todavía los distintos materiales de su evolución histórica. Hay muros de mampostería de ladrillo del primitivo cuartel del Regimiento de Infantería de Melilla, los muros de cemento de la obra moderna y que alojaron al grupo de Regulares, y también los muros de piedra que nos retrotraen a los siglos de su primitivo origen. Toda conquista utiliza los materiales existentes, los transforma y les da otro uso, y sin querer preserva parte de su historia. El cerro es muy importante, y antes de iniciar alguna obra allí, sería preciso datar los materiales e incluso realizar excavaciones rigurosas, científicas y respetuosas con la historia del lugar.

                                      ¿Dónde está el amianto de Santiago? 

       Lo que resulta inquietante del lugar es aquello que se sabe que estuvo allí, pero que no se ve, la uralita o amianto. Está desmontada en todos los grandes pabellones que alojaron a las compañías de soldados. Queda solo la estructura metálica de soporte, pero el amianto no está. El que puede verse no nos preocupa, porque está localizado y debe retirarse con todas las garantías exigidas por la ley.

      Lo ocurrido con el desaparecido sí es inquietante, porque no sabemos si hay amianto fracturado en el interior del cuartel, o partículas en alguna zona oculta. La cantidad de uralita desaparecida es muy grande, y preguntamos lo mismo que en la del cuartel de Gabriel de Morales, contiguo al de Santiago. ¿Cuándo fue retirada todas esos centenares de placas de uralita del cuartel de Santiago, a dónde fue llevada, quién o quienes lo autorizaron y que medidas de seguridad se tomaron?. Si fue retirada de modo clandestino y triturada en la planta de escombros y mezclada con otros materiales estaríamos ante una irresponsabilidad mayúscula, probablemente delictiva, porque la uralita no puede ser transformada en ningún otro material, ni mezclada, solo almacenarse y conservarse en ese estado durante toda la eternidad, como pretenciosamente denominaron a este material letal: eternity. Ahora ya sabemos que se han hecho muchas cosas de modo oculto y sin que nadie más que unos pocos tuviesen conocimiento de ello.

 

13 comentarios en “El cuartel de Santiago

  1. Si algo se silencia con la intención de que permanezca oculto, es engaño. Si alguien conoce, pero calla, es irresponsabilidad. Se ha tirado amianto a espuertas en Melilla, y solo ahora este gravísimo problema está saliendo a la luz pública.

  2. La que ha liado una sola voz, un solo blog, un solo hombre y varios nombres. En la Melilla de la mediocridad cobarde, este alminar ha logrado que a muy regañadientes se hayan puesto a trabajar a toda prisa. Igual nos espera, o les espera, una sorpresa…

Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre los turbulentos y a permanecer tranquilo entre el estrépito del mundo.

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.