Expediente amianto en Melilla


El primer secreto del cerro de Santiago, el amianto

Nadie habla de esto. Los acuartelamientos de la ciudad acumulan amianto para cubrir la ciudad al completo. Es un veneno letal, un agente cancerígeno de primer orden. No sabemos en dónde está el supuesto almacén de amianto al que se llevaron las miles de planchas retiradas del hospital militar. Hay una empresa encargada de su traslado y custodia, pero nada más. Esperemos que no lo estén fracturando o triturando para disimularlo entre los escombros de la planta situada junto al acantilado de Horcas Coloradas.

Si la ciudad va a asumir la gestión de los cuarteles que Defensa está cediendo, lo primero que debe elaborar es un plan de amianto, en donde almacenar las planchas de uralita, sin alterarlas en modo alguno. Debería pensarse en una instalación fija y cubierta, porque no existe transporte para este tipo de material. El gran problema de esta sociedad, es la cantidad de residuos venenosos que ha generado, y que permanecerán en el Planeta hasta su mismo fin.

Al pasear entre los derruidos barracones del acuartelamiento de Santiago, entre sus calles y plaza de armas, lo primero que se viene a la cabeza es que ha existido un plan oculto de destrucción. En los 20 años que lleva en estado de abandono, se ha dejado destruir a conciencia. Se han arrancado vigas de madera, losetas, tuberías, cables, y cualquier otro material aprovechable y reutilizable. Sin embargo, en esta colina que recuerda más a Silent Hill o Raccoon City que a cualquier otro lugar, lo primero que se viene a la cabeza es: ¿Dónde está el amianto que falta?

Hay varias toneladas de amianto fracturado en todos los edificios, en las habitaciones, en los antiguos talleres, en la capilla, en las cocinas, en la galería de tiro. El amianto fracturado es veneno en estado puro. Sin embargo, todos los barracones y edificios de las compañías están a cielo abierto. Su presencia en el suelo debería ser el triple de la que se observa, por lo que la sospecha es que se retiró de allí de manera encubierta. ¿Dónde, cuándo y cómo fue retirado todo ese material?

Un edificio abandonado puede permanecer en ese estado décadas, pero aquí ha existido demolición clandestina. No es normal que todo esté en ese estado de ruina. Está claro que todo lo que pudiera tener valor fue retirado. Mobiliario, decoración. Solo queda una zona de tejas y vigas de madera, que pudieran ser aprovechables, si se retirasen ordenadamente.

Este es el primero de los tres secretos del acuartelamiento de Santiago que desvelaremos. Las imágenes hablan y hablarán por sí solas. El primer sello está levantado.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2018/01/09/la-ciudad-deshabitada/

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El cuartel de Santiago


                          Aproximación histórica al cerro de Santiago

       La evolución histórica del acuartelamiento de Santiago es una de las más interesantes de Melilla. Por su situación, en el centro de la comarca de Melilla, debió ser un lugar de asentamiento y población. Desde su colina se observa con perfección cualquier movimiento en la costa, así como en el interior, pues domina toda la vega del río. Durante la época de invasiones normandas y del dominio de la piratería en el Mediterráneo, no solo debió resultar un lugar adecuado para la vigilancia, sino también de refugio. El León Africano afirma que tras el desembarco de los españoles en 1494, año en que sitúa su llegada, «los lugareños huyeron a los montes próximos a la ciudad», que no podían ser otros que el de Santiago y el de Camellos, desde donde seguir observando el desembarco y refugiarse de una mayor penetración de los españoles.

        En un reciente trabajo, Jadilla Elyaznasi y Mohamed Omar Ouariachi, titulado «Lal-la Zarzut o la historia silenciada de la Melilla Tamazight», compilan las tradiciones orales sobre el carácter sagrado del monte, y también reúnen todos los datos históricos disponibles referidos al lugar. No era solo pues un lugar estratégico, en el que los españoles construyeron un fuerte con ese nombre, junto con el de san Francisco, en 1570 y que mantuvieron a lo largo de todo un siglo, hasta su pérdida definitiva en 1679. Luego y antes fue alcazaba mora, con la existencia más que probables de atalayas antiguas, que fueron utilizadas por los españoles en la conquista de ese entorno, vital para la defensa de la ciudad.

        Sin embargo, no es ahora el momento de empezar a desvelar la verdadera historia de la Melilla Tamazight y cuyo nombre autóctono ignoramos, sino de mostrar el estado del lugar, y de preguntarnos a dónde fue a parar, y cuando fue retirado todo el amianto o uralita allí existente.

         Santiago, o lugar del morabito y la alcazaba mora, muestra todavía los distintos materiales de su evolución histórica. Hay muros de mampostería de ladrillo del primitivo cuartel del Regimiento de Infantería de Melilla, los muros de cemento de la obra moderna y que alojaron al grupo de Regulares, y también los muros de piedra que nos retrotraen a los siglos de su primitivo origen. Toda conquista utiliza los materiales existentes, los transforma y les da otro uso, y sin querer preserva parte de su historia. El cerro es muy importante, y antes de iniciar alguna obra allí, sería preciso datar los materiales e incluso realizar excavaciones rigurosas, científicas y respetuosas con la historia del lugar.

                                      ¿Dónde está el amianto de Santiago? 

       Lo que resulta inquietante del lugar es aquello que se sabe que estuvo allí, pero que no se ve, la uralita o amianto. Está desmontada en todos los grandes pabellones que alojaron a las compañías de soldados. Queda solo la estructura metálica de soporte, pero el amianto no está. El que puede verse no nos preocupa, porque está localizado y debe retirarse con todas las garantías exigidas por la ley.

      Lo ocurrido con el desaparecido sí es inquietante, porque no sabemos si hay amianto fracturado en el interior del cuartel, o partículas en alguna zona oculta. La cantidad de uralita desaparecida es muy grande, y preguntamos lo mismo que en la del cuartel de Gabriel de Morales, contiguo al de Santiago. ¿Cuándo fue retirada todas esos centenares de placas de uralita del cuartel de Santiago, a dónde fue llevada, quién o quienes lo autorizaron y que medidas de seguridad se tomaron?. Si fue retirada de modo clandestino y triturada en la planta de escombros y mezclada con otros materiales estaríamos ante una irresponsabilidad mayúscula, probablemente delictiva, porque la uralita no puede ser transformada en ningún otro material, ni mezclada, solo almacenarse y conservarse en ese estado durante toda la eternidad, como pretenciosamente denominaron a este material letal: eternity. Ahora ya sabemos que se han hecho muchas cosas de modo oculto y sin que nadie más que unos pocos tuviesen conocimiento de ello.