Noticias del parque Murias


 

                La masa de hormigón es un conglomerado de cemento, piedras, cenizas volantes y agua. Las hormigoneras hacen girar de modo constante esta mezcla para conseguir una masa lo más homogénea posible, en la que no debe quedar aire. Una vez seco conforma lo que pudiera llamarse una “roca artificial”. El cemento es el conglomerante que unifica toda la masa de hormigón y la hace endurecer. Según se va produciendo el proceso de fraguado genera un reacción isotérmica, genera calor, por eso el hormigón se debe mojar constantemente. La masa de hormigón tiende a igualarse con la temperatura ambiente, despide calor, y esto hace que baje la temperatura interna, con lo que se inicia un proceso de retracción. Esto quiere decir que la masa de hormigón al perder temperatura pierde volumen y puede producirse un proceso de fisuración. Si la temperatura sube mucho en el proceso de fraguado, luego el descenso es mucho mayor y pueden producirse grietas. Para corregir este efecto, en construcciones con grandes masas de cemento, se emplean las cenizas volantes, que son un aditivo para el hormigón y se obtienen de las centrales termoeléctricas. Las cenizas volantes y la presencia de agua son necesarias en el proceso de fraguado. Las primeras hacen bajar la temperatura en el proceso y el agua es necesaria para que se produzca la reacción de fraguado.

           El parque comercial Murias es una enorme mole de hormigón en masa, que no tiene armaduras metálicas. Las vigas verticales e incluso las horizontales llevan el refuerzo de acero para resistir las tracciones del hormigón, pero las plataformas o losas que conforman el suelo o el techo, según en que posición se esté, no. Los suelos se forman por fraguado, con placas de hormigón independientes unas de otras. Los puntales y el entablado de madera son consustanciales a las obras que solemos ver en las calles, sobre todo en la construcción de edificios.

               La aparición de un bosque de puntales en una significativa parte del aparcamiento del nuevo parque comercial han desatado los rumores. Los agoreros contra la gran superficie pronostican su hundimiento cada mes. En un primer momento surge la duda de si una parte del edificio se hunde o sigue en construcción. La explicación parece estar relacionada con la construcción de una nueva fase en la fachada Oeste.

                     El sobrepeso de la nueva obra de ampliación parece haber aconsejado el apuntalamiento de la parte correspondiente al aparcamiento, o justamente lo contrario, esto es, que la sobrecarga haya hecho resentirse de algún modo ese segmento de la losa y aconseje un refuerzo extra. En cualquier caso una gran superficie comercial no se implanta para luego desaparecer. Se transformará mucho, y muchas de las firmas comerciales actuales desaparecerán y llegarán otras, pero la desaparición total es algo que no parece estar en el horizonte más próximo.

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