Melilla está fuera de rango
Melilla no tiene capacidad normativa, ni material, ni fuerza sanitaria, para hacer frente a la Pandemia de Wuhan. La cifra de 890 contagiados, cuatro de ellos médicos, y de 40 ingresados en el Hospital Comarcal, parecerá buena en los próximos días.
Por primera vez en muchos meses, Mohamed Mohamed Mohand, Consejero de Sanidad y Políticas Sociales ha comparecido solo. Esta vez no estaba acompañado del director del INGESA, ni de ningún representante de la Delegación del Gobierno, ni de su partido, ni de su gobierno, tan habituales en los primeros tiempos, los de las cifras asumibles del primer confinamiento. Al cadalso, «al collar igualitario», como le llamaban los revolucionarios franceses, se sube solo. En esos 7 escalones que te transportan de la gloria pasada al abismo del olvido, no puede haber compañía alguna. Solo el gerente de Televisión Melilla le acompañaba en su particular calvario.
Del confinamiento preventivo al forzado
En el mes de marzo iniciamos un confinamiento preventivo, el de los próximos días será forzado, porque la situación epidemiológica o infectiva es 10 veces peor. Las frases del Consejero (que transcribimos literalmente) Moha Mohamed Mohand son lapidarias y no ofrecen esperanza alguna: «Melilla está en una situación de preconfinamiento, que será total y perimetral, en la medida en que la situación se agrave a lo largo de los próximos días». Tras esta frase introdujo la condicional de «salvo que consigamos doblegar la curva», cosa que no va a suceder. Resulta curiosa esta norma general de llamar curva a lo que son líneas ascendentes.
Esa frase pareció más bien una plegaria, deseable por todos, pero que no se sostenía con el resto de su contundente, solitaria y nada esperanzadora comparecencia, de la que destacamos estas frases: «No ha habido ningún pequeño indicio de que la tendencia (al alza) pueda aminorar o mejorar. La situación se complica por encima de los que preveíamos. La presión en el Hospital Comarcal es difícil de asumir». «Nos espera una semana terrible». «Hasta pasados 10 días no vamos a saber cómo doblegamos la curva, ni sabremos si las medidas implantadas, de las más duras de todo el Estado, tienen consecuencias. Nos esperan días muy difíciles«.
¿Qué ha fallado? se preguntaba el Consejero. Posiblemente todo, respondemos, aunque haya que decir que gran parte de esa responsabilidad es individual y también colectiva. Pero como no se puede cortar la cabeza al pueblo, Moha Mohamed Mohand, ofreció la suya si fuese necesario, que lo será, pero es algo que no deseamos; porque eso querrá decir que la ciudad habrá volcado, y que habrá sido intervenida sanitariamente por el Estado. Como en Chernobyl, probablemente ha habido un incumplimiento sistemático de todas las medidas y normas sanitarias de seguridad pública.
Desembarco sanitario en Melilla.
En los próximos días se alcanzará el confinamiento total y la suspensión de las comunicaciones aéreas y marítimas. El desembarco sanitario del Estado se está preparando en el Ministerio de Sanidad. El despliegue del Hospital de Campaña y quizá del buque Hospital serán una realidad en apenas unas jornadas. Mustafa Aberchán, en delicada situación de salud por la infección pandémica, siempre abocó por esta solución, dada la falta de capacidad del Hospital Comarcal, frente a esta situación de epidemia. Desde El Alminar, le deseamos un completo y pronto restablecimiento.
Solo hay una cosa que no concuerda en la aparición pública del Consejero de Sanidad. Las competencias y responsabilidades sanitarias de su área son mínimas, frente a las del INGESA y del propio Estado. A lo mejor, no es su cabeza política el precio a pagar por esta catástrofe.
Siempre volveremos y finalizaremos con el hospital paralizado por el Partido Popular y que hoy podría estar en servicio.
¿Esperan a algo para cerrar los colegios y los institutos?
centralmente no es su entera responsabilidad, porque el INGESA es más lo que parece. Pero su titular es políticamente nadie.
Lo que no me vale ahora es querer jugar a ser mayor y ahora irse por la puerta pequeña del Imaginarium. Moha, en su insolente bisoñez, se soñó capitán general capaz entre la mediocridad reinante de mostrar ante sus amistades en Delegación de que él es el futuro del POSE en la ciudad. Frivolidad más desde la soberbia y la candidez que desde la maldad. Y con muchas papeletas para estrellarse…se ha estrellado, para desgracia nuestra.
Él no es más que un responsable, pero lo es. Más allá de que la gente pasa olímpicamente, que lo mismo te tira una bolsa de basura en mitad de una calle que aparca en triple fila a comprar tabaco. Desprecio en sí.
Años y años de dejadez en generar civismo, hermandad, empatía, etc., en la ciudad, pues ahora no hay rebato al que tocar.
Pero volviendo al Niño Maravillas (ya no citaré más a Pepe Megías, no se vaya a sentir más importante de lo que es)…Ante una situación global que precisa soluciones globales…con quién ha contado en estos meses, especialmente durante el ojo del huracán que había más margen para pertrecharse? A quién ha convocado? Qué aliados, qué sinergias, qué prevención, protocolos, refuerzos?
Más que por lo que ha hecho, a quien se erigió como príncipe de la Pandemia, es lo que no ha hecho. Hizo de cigarra en vez de hormiga. Y va a llover fortísimo en los próximos 20 días, como mínimo.
Magnífica respuesta, Icono. Un complemento certero a mis artículos. Yo escribo desde cierta distancia, la del francotirador. No sé cómo, pero tienes una sintonía casi perfecta con lo que aquí se escribe. Sin ruido de fondo.
Fabio, las esperanzas cortesanas
Prisiones son do el ambicioso muere
Y donde al más astuto nacen canas.
El que no las limare o las rompiere,
Ni el nombre de varón ha merecido,
Ni subir al honor que pretendiere.
El ánimo plebeyo y abatido
Elija, en sus intentos temeroso,
Primero estar suspenso que caído.