La intervención sanitaria de la ciudad de Melilla es inevitable. Los contagios seguirán aumentando hasta un número que duplicará la cifra actual en los próximos días. El Estado ultima el desembarco sanitario en la ciudad. La zona del Patio del Cura, y su edificio anexo, serán el centro neurálgico del Hospital de Emergencia que se levantará en los próximos días, ante el inminente colapso del Hospital Comarcal, a punto de alcanzar su límite máximo de capacidad y cobertura . No llegaremos al final del presente mes sin el confinamiento forzado.
El Coronavirus nos acecha. Estamos mucho más cerca de él de lo que creemos. Esta mañana, los pocos pacientes que esperábamos el turno para la vacuna contra la gripe, cuya campaña ha empezado sin demora, fuimos apartados momentáneamente del pasillo. Llegaba un posible paciente Covid, conducido por los enfermeros del 061, para la realización de la prueba PCR.
Nos rodean los llamados asintomáticos, y también los pacientes diagnosticados, con la infectacion activa, que siguen saliendo a la calle para hacer cualquier tipo de actividad o gestión que consideran imprescindible. Queremos creer que toman sus precauciones, pero también afirmamos que desconocen por completo la capacidad contagiosa del Coronavirus. Es una irresponsabilidad completa.
La esperada segunda ola ha resultado ser más amplia de lo esperado por las previsiones más pesimistas. Casi no quedará país alguno sin ser puesto al borde del hundimiento sanitario, pero no ocurrirá lo mismo con la economía. Algunos países , con más infectados y mayor número de fallecidos, resistirán mejor que otros con menos contagios y menor número de víctimas mortales. Todavía sigue siendo imposible prever nada, ni tan siquiera a una semana vista. Pero el número de visionarios siguen aumentando.
Los centros de salud se han convertido en la última línea de resistencia frente al avance de la pandemia. Ahora coinciden dos pandemias, porque la gripe también lo es, como muchas otras catalogadas por la Organización Mundial de la Salud.