Escultura de una mujer desnuda


 

Nueva estatua junto al Auditorium Carvajal

    La entrada del Auditorium Carvajal está siendo remodelada desde hace tiempo. Se están llevando a cabo obras de adecentamiento y ornamentado de la zona. Aquí están los locales de ensayos de los grupos de teatro y de música de Melilla, también los almacenes de los vestuarios y utensilios de esos mismos grupos. En el pasado hubo bastantes robos de materiales, pero eso no es ninguna novedad en ninguna parte de la ciudad.

     Hasta ahora no había visto esta estatua, que representa a una mujer desnuda. No consta autor, título de la obra o su motivación artística. Es una escultura de corte y pose académica. El rostro no llega a estar definido, y tiene las piernas aparentemente rotas. Si la escultura está concebida así, podría representar o ser un símbolo del maltrato a las mujeres, pero eso es algo que estamos imaginando.

        La otra posibilidad, aunque más improbable, es que ya haya sido objeto del vandalismo urbano, o de la ira hacia las estatuas y representación artísticas de formas humanas. En un pasado muy remoto, hubo cuatro esculturas de sacerdotisas  desnudas en el tanatorio municipal, que fueron atacadas hasta su total aniquilación, en una investigación que todavía tenemos pendiente.

     También, hace dos o tres años,  fue robada y nunca recuperada, una figura femenina del escultor Mustafa Arruf en el Paseo Marítimo de Melilla. Por el momento dejamos abierta la duda y la especulación. No podemos afirmar nada, solo observar, mirar y dar cuenta de lo que sucede.

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Redada en la Edad Media


 La Feria Medieval comienza con una redada

     Intentar obtener unas imágenes antes de la inauguración oficial de las cosas supone encontrarse con lo inesperado. Esta mañana, junto a las escaleras de acceso a Melilla La Vieja, en la Puerta de La Marina, se llevó a cabo una redada contra los menores no acompañados que viven y deambula por la ciudad antigua, el núcleo fundacional melillense. Eran más de 10, estaban sentados en las escaleras y la gente que atravesaba el túnel de acceso tenía miedo. Alguien debió llamar a la policía. Los menores que ya no viven en el baluarte de La Concepción, no tienen oficio, ni beneficio y eso es una situación social y personal explosiva. Circulan a diario desde El Pueblo hasta la Alcazaba, en busca de cuevas en donde alojarse, o de limosnas, con las que comprar pan y algún que otro alimento. También de pegamento para esnifar. El que no esté maleado ahora, lo estará en apenas unos meses. Nadie puede resistir en la calle de una forma noble.

     Sin opciones, techo, cobijo, alimento o futuro, no hay manera de desarrollar una vida digna. Esto lo ven todos los días, todos y todas las melillenses que acuden a La Plaza de Las Culturas para pasar una tarde de ocio con amigos e hijas. Lo ven todos los melillenses que residen en la ciudad vieja. Los únicos que no lo ven, hacen como si no lo vieran, son nuestras autoridades. Ellos viven en otro mundo y en otra realidad.

   En Melilla se están produciendo robos violentos y con grandes daños para los ciudadanos, pero sus estadísticas y sus medios de propaganda dicen otras cosas, por eso no hacen caso de nada. Como cuando antaño El Generalísimo llegaba a una ciudad, era vaciada previamente de vagos y de maleantes. ¡Que nuestras autoridades sigan sin ver nada, para que puedan seguir viviendo en su mundo feliz!.

 PD: El trato que las fuerzas policiales ofrecieron a los menores fue impecable, tanto el de los policías locales uniformados, como el de los funcionarios de paisano. Las imágenes fueron, como siempre, fruto de la casualidad.