Melilla y la gran superficie comercial


             Lo que seguimos sin tener: Una Gran Superficie.

  Resulta curioso, paradójico, que la reinauguración de un supermercado (SuperSpar), la cadena de alimentación más antigua de España y cuyo origen se remonta a la etapa final del franquismo, y que ya estuvo en Melilla a principio de la década de 1990, se nos presente como el mayor relanzamiento de la economía de Melilla desde la «Revolución Industrial». Visitas de las autoridades al «supermercado», calificativos de rango histórico y toda la propaganda desplegada como si estuviésemos ante no se sabe qué acontecimiento.

      Habrá que recordar que en ese mismo lugar, estuvo radicado durante años, un establecimiento de la cadena vasca Eroski, muchísimo más abastecido que el actual y con un abanico de compra mucho más completo, pues incluía el menaje de hogar, juguete y un apartado de productos de alta calidad. Habrá que preguntarse porqué cerró esa cadena y qué cosas ocurrieron para que Eroski abandonase Melilla.         

     La cadena alemana Lidl acaba de abrir sus puertas en Melilla con un centro mas bien normalito y algo pequeño, para los que uno está acostumbrado a ver en el resto de España. La visita del embajador de Alemania en España, muy de alabar y de agradecer, recuerdan a las imágenes del inmortal «Bienvenido Mister Marshall «, en este caso Herr Reinhart.  Sobre las escenas vividas y escamoteadas, en la inauguración de este «Centro Comercial», tampoco califico de grande, afirmo lo mismo que se decía del reinado de Tiberio, que cuando menos se digan de lo sucedido, mejor. No sé que imagen se habrán llevado los alemanes de Melilla. Como todo, es puro escaparate, diga lo que digan la propaganda, porque al Lidl no le rodean ni infraestructuras de comunicación, ni aparcamientos en la zona para soportar una gran afluencia de vehículos. se ha vuelto a ver el tradicional aparcamiento salvaje e invasor de aceras, que en nuestra ciudad ya empieza a ser una costumbre o quizá una obligación, ante la carencia de vías urbanas y de zonas de aparcamiento.

     PD: Melilla sigue sin gran superficie comercial, hecho anómalo en España. Cualquier ciudad con más de 70.000 habitantes tiene una. Ni Spar, ni Lidl, ni Día. La sensación es que nos siguen dando gato por liebre. Lo importante, lo que deberíamos tener, seguimos esperándolo y sin tenerlo, hasta que los dueños de la economía melillense lo decidan. Habrá tiempo de hablar de todo.

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Grupo escolar García Valiño. Fin


          El día de la inauguración, 19/03/1942

    La crónica de la inauguración fue escrita (en El Telegrama de Rif) por el falangista y cronista oficioso del franquismo Julio Martínez Abad. La 1 piedra se colocó el 6 de enero de 1941 y cualquier dato estaba lleno del significado que las nuevas autoridades querían imponer a los nuevos tiempos. Los niños iban disfrazados de «flechas y pelayos», algo así como las centurias infantiles de Falange, además, y había unos niños específicamente vestidos de flechas marinos. El Comnte. Gral de Melilla, Rafael García Valiño, llegó acompañado por sus ayundantes oficiales: Vara de Rey, Pesquero y Córdoba.

            En el  patio del colegio, que se ve abarrotado en la fotografía, estaban tanto los niños y vecinos del barrio, como los de otras partes de la ciudad, pues el día 19 de marzo era festivo en el franquismo. Era la alternativa franquista al 1º de mayo.

            El clero estuvo representado por el Canónigo Magistral de Málaga Victorino García, Sebastián Carrasco como Vicario de Melilla y bendijo el colegio el párroco del Ave María Sr. Estrada, Al frente de la Sección Femenina de Falange estaba Matilde de La Guardia. El primer director del Grupo Escolar fue el también Inspector de 1ª enseñanza Sr. Serrano. El número total de alumnos en su inauguración fue de 350 y al término del acto se repartieron galletas entre todos los niños presentes. La obra física del Colegio iba firmada por el arquitecto municipal Enrique Nieto y Celestino Roselló como contratista.

    En los discursos, plagados de referencias patrióticas y heroicas a los tiempos del Cid y similares, destacaron, por su rencor, las siguientes palabras de García Valiño: «celebramos hoy la paz y la reconstrucción, de cuanto destruyó la horda marxista, que arrancó la fe religiosa a los maestros, que quitó los crucifijos de las escuelas (el tono recuerda a algunos de los tiempos actuales), y más tarde llevo a los niños a aquellas formaciones, que eran verdaderas mascaradas y paso forzado al crimen y la vesania del frente Popular».

          Al final  y como siempre: Padrenuestro, Cara al Sol e Himno Nacional brazo en Alto.