El invierno azul


                 Llega la hora de los ciudadanos

    Azul es el color del PP, la jornada electoral de mañana se produce en pleno invierno. No es que la vida haya sido de color rosa en los últimos años, pero a partir de mañana todo quedará teñido de azul, el color del invierno. Hay una obra inconclusa, pero editada, de Carlos Barral titulada: «El azul del infierno». No creo que fuese un vaticinio sobre lo que se nos viene encima. Va a ser un invierno muy largo. Los peores campos de Stalin estaban en lo que se denominaba «el círculo polar» y también fueron bautizados como «el infierno helado».

        No digo que el PP esté detrás de los intereses económicos que están llevando a la ruina económica al Mundo, pero sí creo que esos intereses económicos depredadores están detrás de ellos. Albergo muchas dudas acerca de que Mariano Rajoy, encuadrado dentro de la derecha moderada, sea capaz de pararlos. El ultraliberalismo, los neoconservadores, y el Tea Party están agazapados, esperando su oportunidad de quedarse con lo que queda del Mundo, con la parte que todavía no les pertenece.

       El PSOE no ha sido capaz de parar la crisis, en realidad casi no la vio venir y cuando la tuvo encima ya era demasiado tarde, pero tampoco son responsables de ella. Es más, creo que los intereses oscuros y sórdidos que acechan detrás de todo esto, han empeorado deliberadamente la situación para que la derrota socialista sea absolutamente manifiesta, para que no quede ninguna duda.

       No me caben dudas de la sinceridad de Rubalcaba, no las tengo tampoco de la buena fe de Mariano Rajoy. Igualmente no albergo dudas de las malas intenciones de los causantes de la crisis económica. Creo que nos esperan años muy duros, con mucha gente desprotegida, casi sin recursos para paliar el  «invierno económico» que se nos viene encima. Por estas razones, no entiendo el modo con la que se justifican despilfarros inaceptables, como el famoso copón de vino del que se habla últimamente. Este vivir de espaldas a la realidad de Melilla no tiene explicación.

         Los grandes capitalistas, los que se han enriquecido, los que se siguen enriqueciendo, los que están protegidos por sueldos desproporcionados, la banca, las grandes fortunas. En definitiva, todos aquellos contra los que no se van a tomar medidas de ningún tipo, no van a padecer ninguna crisis, realmente tampoco la están padeciendo. Aquí se trata de recortar derechos laborales, sociales e individuales conquistados durante décadas, a través de los siglos.

              No entiendo como la gente, el electorado, puede ir voluntariamente al precipicio y votar a aquellos que directamente van a seguir haciendo recaer el coste de la crisis, sobre las mismas espaldas, sobre las espaldas de los desprotegidos, de los que lo están ya, y de los que lo van a estar en el futuro (trabajadores,jubilados,pensionistas,parados y funcionarios,pequeños empresarios,autónomos). La única decisión posible es pensar con quien se estará más protegido de los intereses voraces e insaciables del Capital, o si lo prefieren, con quién se estará menos a la intemperie. En Italia y en Grecia había gobiernos de derechas y han caído igualmente.

            El electorado es libre, pero hay salidas que son falsas y no las hace mejores el que otras hayan demostrado ser «harto insatisfactorias». Lo que queda claro, al menos para mí, es que desde el día 21, llega la hora de los ciudadanos, la hora de exigir una gestión justa y eficaz, y el no volver a pasar una al despilfarro y al gratis total, en el que se ha instalado la clase política, supuesta gestora de la crisis y del dinero de todos. Ya no se puede dejar todo en sus manos y mirar hacia otro lado.

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Trabajos en altura


  Las chimeneas de ENDESA

      A menudo vemos las cosas a una distancia en la que no parecen tan grandes, como las chimeneas de ENDESA en Melilla. El otro día, Gracia, una colaboradora nueva, me sorprendió interesándose por una antigua entrada sobre viejas «chimeneas» industriales en Melilla. También pude ver un blog sobre chimeneas que «ella» elabora o participa en él y que he añadido a la lista de enlaces de El Alminar. Ayer me fijé por primera vez y vi como limpiaban las chimeneas. No parecían tan grandes, no parecían tan altas. Desde hace unos  dos años, un nuevo sector laboral se ha abierto paso en Melilla, el de «trabajos en vertical» o «trabajos en altura».

           No es que haya muchos edificios altos en Melilla, no es que sean demasiado altos los edificios, salvo las Torres del V Centenario. Estas chimeneas de ENDESA sí son altas y nunca las había visto limpiar. Hace muchos años, venían a Melilla los «cortadores de palmeras» de Elche y se subían hasta la copa para podarlas, suspendidos sobre un cinturón y con un machete afiladísimo por toda herramienta de trabajo. Luego llegaron las escaleras mecánicas y las motosierras y acabaron con aquel sorprendente trabajo manual y oficio clásico.