- Estrechamiento de la calzada
- Aparcamientos perdidos
- Elevación del suelo
- Laterales, estrechamiento y elevación
- Obras en segundo tramo
Barrio del Real, la obra que nadie pidió
La obras masivas y extensas en las ciudades deberían estar prohibidas en periodos electorales. Si en una legislatura de cuatro años no han sido capaces de adecentar el estado de la ciudad, deberían impedirse en los 6 meses anteriores a la convocatoria de unas elecciones. La ineficacia de una gestión anquilosada no puede taparse en cinco meses con una obra abusiva, que colapsa el barrio más populoso de Melilla (Barrio del Real), y que sobre todo, nadie ha pedido.
El Barrio del Real tiene 13 .000 habitantes, y una pequeña asociación adscrita a un casino, se ha erigido o ha sido utilizada como portavoz de un barrio entero, convirtiéndose en el bastón en el que se han apoyado las obras dictadas por el Gobierno de La Ciudad. No ha habido diálogo con los vecinos, ni con los comerciantes, ni con otros colectivos en los meses previos a la decisión de llevar a cabo la obra. Hace no muchos años (la desmemoria en Melilla es intencionada), la peatonalización parcial de una parte del Centro de la Ciudad y del Rastro fue impedida y dejada en el cajón, porque los comerciantes de la zona constituyeron una plataforma y lo paralizaron. Aquí ha sido al revés y una asociación y un casino, nunca una asociación de vecinos, han servido de palanca y motor de estas obras, que únicamente suponen un cambio de decorado en el suelo. Nada más. No dudamos de las buenas intenciones de la asociación, pero la obra es electoralista y derrochadora. Las mismas buenas intenciones de aquellos que hemos dichos desde el principio que no estábamos de acuerdos con esta obra y nos hemos mostrado la disconformidad desde el principio. Los problemas del barrio continuarán en donde estaban.
Pérdida de aparcamientos y estrechamiento de la calzada
Las obras van retrasadas. Deberían haberse iniciado en septiembre y se demoraron hasta el mes de diciembre. Como son obras electoralistas y pretenden inaugurarlas antes de las elecciones autonómicas de mayo, han imprimido un mayor ritmo y han cortado dos manzanas completas, provocando atascos y unas dificultades elevadas de circulación en todo el barrio. Ahora mismo hay calles cortadas y sin salida por todos lados.
Una visita a lo que ya hay hecho permite ya formarse juicios claros de lo que va a pasar. Es solo un cambio de decorado, pero va a ser dañino y supone poner 1,2 millones de euros en el suelo. Se ha elevado la plataforma de la calle La Legión, por lo que habrá un pequeño desnivel, aunque muy molesto, para acceder a la calzada, tanto entrando por la calle principal, como por las laterales. La calzada se estrecha mucho y están a nivel tanto las aceras y el paseo central, como la propia superficie de rodadura de los vehículos, lo que la convertirá en algo peligroso para los peatones, que pensarán que están en una calle peatonal y no será así.
La pérdida de aparcamientos será muy superior a los «50» declarados por el Área de Fomento y defendidos por los portavoces de la trasformación. Las aproximadamente 2oo plazas de aparcamientos públicos existentes en la actualidad, quedarán reducidas a la mitad en el mejor de los casos. El estrechamiento en el acceso de las calles laterales hacia el bulevar principal, también reducirá varios aparcamientos en cada calle. Las dificultades para maniobrar y para el tránsito de los vehículos serán grandes, en un barrio con gran densidad de tráfico. El Barrio del Real no es solo residencial, sino también comercial, administrativo y de ocio. Las necesidades de aparcamiento son muy grandes y estas obras, cuando estén finalizadas, dificultarán estas actividades del barrio.
Queda por solucionar el problema de las terrazas, su traslado del paseo central a los laterales y la eliminación de más aparcamientos. Todas estas cosas han sido escritas y dichas, pero no se han querido oír.