



El alminar o minarete redondo de Sidi Ouariach quedó totalmente arruinado tras los episodios sísmicos de 2016, de los que se cumplirán 6 años el próximo día 25. Así lo reflejamos en un artículo del mes de abril. Tres años antes habíamos subido hasta su parte más alta y ya comprobamos su deteriorado estado, con el cemento en descomposición y la casi inaccesibilidad hasta la parte alta, en donde estaban los altavoces y el pararrayos. Desde el punto de vista artístico era un minarete fuera de lugar, redondo, cuando casi todas las torres de oración del norte de África son cuadradas, porque esa es la tradición arquitectónica dominante norteafricana. Era demasiado grueso como para imitar a los finísimos y esbeltos alminares otomanos. En realidad era un mazacote, y desde 2016 una ruina en proceso de desmoronamiento.
Desde el pasado verano, se están llevando a cabo las obras de ampliación del cementerio musulmán, el mejoramiento de los accesos e instalaciones, la ampliación de las zonas comunes, de la mezquita, y también se edificará allí una madrasa o escuela islámica ,y la sustitución del alminar. Ya está casi derribado el viejo y se ha iniciado la cimentación y el primer cuerpo del nuevo , que constará de cinco cuerpos y cúpula.
Nada de esto sería reseñable, si no fuera porque esas obras están colindantes con el perímetro fronterizo, y porque esa es la senda de aproximación a la pista del aeropuerto de Melilla en su cabecera norte. ¿Puede elevarse frente a ella, aunque esté en un lateral, una torre de 26 metros de altura, que sería la más alta de la ciudad?
Suponemos, aunque nadie ha dicho nada al respecto, que la edificación cuenta con los respectivos informes y avales de AENA, la Agencia Española de Navegación Aérea, del Ministerio de Defensa y en ultima instancia de la Delegación del Gobierno. AENA debe certificar la no intromisión de la torre en las rutas de aproximación y despegue. Recordamos aquí, que se pretende que lleguen hasta la ciudad aviones más grandes, que necesitan de una requisitos distintos a los actuales. Tienen que iniciar el descenso desde mayor distancia y necesitan giros más amplios para su aproximación y alineamiento.
Pero existe algo más, la Ley 8/1975 de 12 de marzo, de zonas e instalaciones de interés para la Defensa Nacional. Este Ley, no derogada por La Constitución, y de la que hablaremos en otras ocasiones, atañe directamente a Melilla, y regula las construcciones en el perímetro de Defensa de Melilla, que no pueden existir, salvo que estén autorizadas, en una zona de exclusión de al menos 200 metros desde el límite fronterizo. Es por otra parte lógico que no pueden existir edificaciones que alteren la visibilidad y la maniobrabilidad en el entorno más inmediato a la frontera. Cualquier obra debe contar con el visto bueno del Ministerio de Defensa y la aprobación de la Delegación de Gobierno. Esta Ley es tan importante, que obliga a que cualquier compra o venta de inmuebles o terrenos dentro de Ceuta y Melilla, cuenten con la obligatoria firma del delegado/a del Gobierno en la ciudad.
Si todo está en orden, la noticia solo es que ya ha caído el viejo alminar y que ha comenzado la instalación del nuevo, pero esa Ley existe, y también es parte de la noticia.
Nota:https://elalminardemelilla.com/2016/04/07/sidi-ouariach-la-ruina-del-alminar/