- Calle de Gaeta
- Calle Gravelinas
- Calle Pavía
La destrucción de las calles
Hay cosas que se deterioran por la falta de mantenimiento y de la longevidad de los materiales, pero también hay cosas, que siendo nuevas o recientes, son destruidas por la acción de las personas. Cualquier ciudad debe enfrentarse a ambas categorías. En este caso es la del vandalismo urbano, presente en todos los lugares y que en nuestra ciudad, adopta formas específicas. Estos dos pivotes del paso de cebra de la prolongación de la calle de Gaeta (Barrio de La Victoria), han sido devastados por la termita humana. Sin embargo, puede apreciarse que no es una destrucción brutal y bárbara, incluso parece poseer cierta estética. Es como si el vándalo estuviese enviando un mensaje, o dejándo uan rúbrica, en este insolito tipo de destrucción.
Ya lo dijo uno de los poetas malditos, Rimbaud: «uno puede extasiarse incluso en la destrucción». El primer caso fue el de la mujer de Lot, que no pudo evitar mirar hacia las ciudades de Sodoma y Gomorra, aniquiladas por la ira divina.
Nota: En otras calles del barrio, parece haber mas obras firmadas por el mismo destructor/artista.
Parecen roídos por ratones gigantes.
La gente sigue necesitando que alguien se ocupe de sus cosas, de aquelo que ve todos los días, sin que nadie parezca interesarse por ello.
En otras calles hay más obras de vandalismo urbano, firmadas por el mismo artista-destructor, o de su escuela.