- Ayuntamiento de Melilla
- Teatro de La Ópera
- Guardia Civil
Melilla, entre La Flauta Mágica y Don Giovanni
La Ópera es una obra musical con acción dramática, escrita para ser cantada y representada con acompañamiento de música.. En la ópera hay de todo, tenores, barítonos,sopranos, mezzosopranos,y sobre todo, una orquesta. ¿Por dónde se descabala una ópera?. A veces el fallo está en el acompañamiento musical, o sea, que la música no está a la altura del «libreto». Ocurre que también alguien puede desafinar, desentonar o dar la nota, pero fundamentalmente, y lo importante es que alguien cante, o dé el cante. ¿Qué busca la Guardia Civil en Melilla en su peregrinaje de consejería a otra?. No lo sabemos, pero lo más probable es que busque a alguien que «cante». Vamos a decirlo más claro. El teatro de La Ópera de Melilla está representando el mismo argumento desde hace 14 años, ya todos sabemos la partitura, la cansina música, y el argumento completo. Todo es una salmodia a la que ya nadie hace caso. Se estaría buscando a alguien que se salga de la partitura por cansancio, o simplemente, a algún personaje que se haya salido por su propia cuenta del argumento musical, que invariablemente se repite desde el año 2000.
El Instituto Armado es de lo poco fiable que queda en este país, y como te caiga encima, ya es imposible sacudírselo de los hombros en modo alguno. Suelen llegar hasta el final, sin contemplación alguna, ya sea Agamenón o su porquero.
El desfile de furgones de La Guardia Civil de una consejería a otra ha sido y será la comidilla de toda la ciudad en los próximos días. Todo el mundo quería saber a quién se llevaban, pero que se sepa, solo han recogido documentación. Han hecho las cosas muy bien, como debe ser, con la presencia de la jueza titular y sin advertir a nadie. Es la única manera de encontrar lo que se busca y de hallar también aquello que no se estaba buscando. En estas situaciones, los cuerpos especiales de la Guardia Civil no hacen preguntas, solo informan de lo que van a hacer, recogen la documentación y se van sin decir nada más.
El melillense es muy escéptico, porque ya ha visto decenas de estas operaciones espectaculares, no es la primera vez que entran en una consejería, o incluso detienen a un consejero, y luego todo queda en agua de borrajas. A lo mejor el título que nos viene bien es el del «Enfermo imaginario». La solución en los próximos días.