- El Escorial
- Reliquias del Escorial
- El Escorial, patio principal
- El Escorial, cúpula lateral
El relicario más grande del mundo
La tumba más digna posible para un padre, Carlos I, edificada por su hijo, Felipe II. El padre murió en el Monasterio de Yuste en Cáceres, el 21 de septiembre de 1558; el hijo en el Monasterio del Escorial, un 13 de septiembre de 1598. El Escorial supuso una ruptura arquitectónica con el Barroco imperante. La sobriedad y la austeridad de su edificación estaban ideadas para mandar un mensaje al futuro. El emplazamiento del edificio estaba escogido cuidadosamente, en un entorno hostil y selvático de la Sierra de Guadarrama. Muy frio en invierno, ardiente en verano, y siempre azotado por los poderosos vientos del Monte Abantos. Un colegio, una inmensa biblioteca, y una comunidad de monjes benedictinos sin ninguna concesión a la comodidad. Austeridad por encima de todo. Resulta curioso que tras siglos de despilfarro capitalista, hoy «la austeridad» sea el modelo escogido para la sociedad mundial. Eso sí, austeridad solamente para las clases populares, pues los ricos, los gobernantes, los políticos siguen instalados por el perpetuo despilfarro. Todo lo contrario del ejemplo personal del propio Rey Felipe II, cuya austeridad llegaba a extremos inverosímiles en un Jefe de Estado.
Hay personas que son difícilmente clasificables, y este monarca es una de ellas. Su religiosidad era extrema y rigurosa, pero también era una gran apasionado de las artes adivinatorias y de los horóscopos. Al igual que otros muchos dirigentes, tenía su propio «adivino» personal, como Trasilo y el emperador Claudio. Vestía siempre de negro, para atraer la influencia benéfica del planeta saturno sobre su persona.
A veces creemos saberlo todo sobre una cosa o persona, y la búsqueda constante nos sorprenderá con un nuevo detalle. Dentro de ese pequeño esbozo del Monarca español, encaje perfectamente que fuese un aficionado, apasionado o devoto, cada cual escoja el adjetivo que quiera, a las reliquias de los santos y al convencimiento firme de su poder benéfico. Hay que imaginar el potencial de un Rey absoluto, para este tipo de coleccionismo. Iniciadas las obras del Monasterio, cursó órdenes a todos los lugares bajo su dominio, para que le fuesen remitidas todas las reliquias posibles. En el Monasterio de El Escorial se albergan varios miles. solo en las primeras entregas, efectuadas entre 1571 y 1611, se recibieron 7200, distribuidas de la siguiente forma:
– Insignes……………….. 460 – Cabezas enteras…………..144
– Notables………………. 255 – Canillas grandes………….306
– Menores……………….1006 – Constancia del nombre…678
– Cuerpos enteros……….12 – Pequeñas…………………. 4168
Todo esto aparece perfectamente detallado en el libro «Las reliquias del Monasterio del Escorial», de 1000 páginas; disponible y descargable en internet. Ediciones Escurialenses, año 2004 *.
Nota: Entre esos miles de reliquias, perfectamente organizadas, distribuídas y separadas incluso por sexos, se encuentra «un dedo» de Juan El Bautista. Hay que reseñar también que fueron objeto de un gran expolio por las tropas francesas, durante la invasión Napoleónica.
PD: http://rbme.patrimonionacional.es/getdoc/684b6508-335a-44b3-89ec-77a23bf25585/Reliquias.aspx