Distintos trabajadores y una misma causa
Un soleado domingo de octubre albergó a medio millar de trabajadores en defensa de sus derechos y en contra de los recortes sociales, en merma constante los primeros y en aumento los segundos, por un Gobierno que ganó las elecciones sin decir en ningún momento lo que pensaba hacer, induciendo al error o al engaño a 11 millones de electores. Recuerden aquello de: No tocar las pensiones, no subir el Iva ni los impuestos, no tocar sanidad ni la educación, no exigir más esfuerzos a los trabajadores públicos y no llevar a cabo amnistías fiscales con los defraudadores.
Ya no les está saliendo ninguna cuenta. Todos los días afirman alguna cosa y se desdicen y hacen la contraria a la semana siguiente. Las concentraciones sirven para mantener viva la llama, aunque sea débilmente, con un objetivo que en principio se antoja lejano, pero que pudiera cambiar en cualquier momento, el de recordar qué hacer en las próximas elecciones generales, que ni en sus mejores sueños, llegarán a celebrarse en el 2015. No más allá de 2013, cuando empiece el bienio negro de los recortes duros (2013-2014), el Gobierno estará en un estado de postración tal, que se verá obligado a adelantar elecciones. Ya lo debería haber hecho, pues está incumpliendo de modo manifiesto y palmario su programa electoral, haciendo todo aquello que dijo que nunca haría.
Los trabajadores de la construcción de Melilla
En una misma sociedad, hay muchos mundos paralelos. Unos sufren en recortes de sueldos, y otros en las prestaciones de desempleo. El paro se incrementa en cualquier sector y la protección social disminuye para todos. Los trabajadores del sector de la construcción en Melilla está resultando muy afectado la situación de crisis. La disminución de la obra pública está incrementando el paro en la construcción, mientras que en la obra privada aumenta la precariedad laboral.
Las grandes obras públicas, puestas en marcha por el gobierno anterior están detenidas, mientras que una gran obra privada como el parking de Isla de Talleres solo emplea a tres trabajadores melilllenses, pese a la inversión de 14 millones de euros realizada por el Gobierno local.