Una tragedia con responsabilidades


Se derrumba un edificio modernista y muere un trabajador

       Hace exactamente un año, el 4 de octubre de 2011, El Alminar de Melilla pasó por esta esquina y advirtió del estado ruinoso y peligroso de este edificio. Hoy, un año después, hay que lamentar el fallecimiento de un trabajador, de los tres que estaban en el interior del edificio, y que iniciaban la labores de rehabilitación de un edificio, cuya ruina era practicamente absoluta. Cuando las cosas llegan a este extremo, lo milagroso es que no suceda nada. El estado de este edificio aconsejaba, a simple vista la demolición, y eso lo veía cualquier ciudadano que transitase por ese lado de la calle Polavieja, o por la contraria. No hay melillense que no haya pasado por ahí en el último año. Lo triste, lo lamentable es que haya que escribir sobre el fallecimiento de trabajadores, cuando normalmente no se debería escribir sobre ninguna muerte. Hay cosas imprevistas, que suceden en un momento y de las que nadie tiene por qué sentirse responsable.

          Sin embargo, cuando se derrumban edificios, tapias o cualquier otro elemento arquitectónico, si hay responsabilidades.  Hemos escrito mucho en El  Alminar sobre el estado de ruina absoluta y de peligro de muchos edificios de Melilla. Son edificios que vemos todos y de los que nadie comprende como la lentitud, o la inacción de la maquinaria administrativa es tanta, cuando la rapidez para cosas más fútiles es infinitamente mayor.

             Una gestión preocupada y atenta, y no tan pendiente de los titulares de prensa, de la propaganda, de las grandes inauguraciones, de los gastos suntuarios, debería servir para evitar estas cosas.

     Notas: https://elalminardemelilla.com/2011/10/04/balcon-modernista-en-situacion-de-derrumbe/

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Los pobres, los ricos y el banco de alimentos


 

                     Sobre la caridad y la pobreza

       Utilizo el evangelio como guía,  a veces,  pues en ellos y en sus ordenadas y diferentes redacciones, aparecen infinidad de temas que siguen resultando actuales.  La pobreza, los ricos y la falta de caridad son asuntos de siempre.  En Mateo 6, 1-3, aparece este comentario: «Cuando hagas limosna, que no sepa tu mano derecha lo que hace tu mano izquierda, así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto, te lo pagará».  Queda claro que el valor de la caridad es el silencio, que quede oculta. En ciertas ocasiones leemos que se va a llenar a cabo un cena benéfica en favor de determinada asociación de caridad, en donde no parece tan claro si la intención es la propia caridad o que ésta se conozca. En días pasados leímos que cierto grupo iba a realizar una cena benéfica en la cubierta de un barco de carga, y que descontado el precio de la cena, el resto iría destinado a una asociación de caridad.

       El Hadiz 1º del profeta del Islám dice que: «Los actos valen por su intención, y  a toda persona se le computarán sus obras  de acuerdo con la intención con la que las haya realizado». Queda claro que si la intención es que sea conocido el acto de caridad, entonces  será tenido en cuenta como tal.

                                  Elogio de la viuda. Marcos 12, 41-44

         Estaba Jesús sentado frente al banco de las ofrendas observando las donaciones de la gente. Muchos ricos echaban mucho dinero y se acercó una viuda que echó dos monedillas. Llamando a sus discípulos dijo: «En verdad que esta viuda ha echado más que nadie, porque ella ha echado todo lo que tiene y los demás solo lo que les sobra».

                                      El banco de alimentos de Melilla

           Una amiga y colaboradora del Alminar me pidió que me ocupara del Banco de Alimentos de Melilla, una entidad que recoge y reparte todo tipo de productos alimenticios, bien procedentes de excedentes o de donaciones. Hay varias asociaciones e instituciones que colaboran en el reparto de alimentos: Hijas de Mª Inmaculada, la Asociación por la Solidaridad e Igualdad Social (ASIS), o Cáritas, son solo algunas de ellas. Las personas con necesidades alimenticias se inscriben en las listas de registros de estas entidades colaboradoras, que comprueban la veracidad de la necesidad,  y cada seis meses son llamados para hacerles entrega de determinados productos. La realidad es que las necesidades son mucho mayores de las que luego pueden hacerse cargo. El tiempo de espera es largo y lo repartido no suele ser abundante. Luego se da la tradicional «picaresca» y los rumores sobre le reventa de productos son constantes y extensos, pese a que los controles sobre las familias son exhaustivos, en palabra del presidente de la institución en Melilla, Juan Paredes.

                                          La solidaridad en Melilla

    Los más solidarios de entre los ciudadanos/as  melillenses son las personas normales con ingresos absolutamente normales, que dedican una parte efectiva de su dinero a la caridad. Esos ciudadanos/as, nunca serán conocidos y su fin no es otro que el ayudar a los que lo pasan mal. La carga de la solidaridad y de la crisis, está siendo solventada por las familias y por ciudadanos anónimos, mientras que los ricos  están aportando solo cantidades testimoniales, y a veces ni eso. En una entrevista publicada en días pasados en el diario El Faro, la asociación ASIS, confirma que las donaciones de particulares son las que permiten, en gran medida, la labor humanitaria de asociaciones como la suya.    Otra parte importante de esa solidaridad no conocida ni divulgada, se lleva a cabo  en las llamadas «tiendas de barrio», que hacen cuentas a las familias en apuros y van cobrando el dinero como pueden.

             Melilla debería tener un banco de alimentos que repartiera productos donados por los supermercados, por distribuidores de alimentos, y por familias ricas, que destinando apenas un pequeño porcentaje de sus mercancías o de sus ganancias, podría cubrir ciertas necesidades de productos alimenticios básicos en familias melillenses, al menos una vez al mes. Todo lo que no sea eso, es meramente testimonial y poco, muy poco efectivo.

           Es un insulto social, que Melilla pague 1€ por consumición de cerveza a partir del mes que viene a personas sin necesidades, existiendo decenas de familias que no pueden comprar arroz, garbanzos, pastas alimenticias o lentejas. Podrían destinar ese € por consumición al banco de alimentos y no a gente que ya tiene dinero.

          Notas: (1) http://www.elfarodigital.es/melilla/sociedad/107741-asis-atiende-a-traves-del-banco-de-alimentos-mas-de-230-familias.html

La réplica de la Nao Victoria en Melilla


            La embarcación denominada como Nao es aquella en que toda su propulsión se efectúa por medio de velas. No hay pues líneas de remeros. Es lo que nos comentaba el otro día el marino y colaborador del Alminar , Carlos Esquembri. La Nao Victoria es una de las cinco embarcaciones que participó en la 1ª vuelta al mundo y la única que regresó a España, al puerto de Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522. Las otras cuatro naves eran: Trinidad, San Antonio, Concepción y Santiago. El viaje lo habían iniciado tres años antes, 1519, en el puerto de Sevilla, las cinco embarcaciones citadas con 234 tripulantes a bordo, de los que sólo volvieron 18, comandados eso sí, por el capitán español Juan Sebastián Elcano. El otro comandante de la expedición, el portugués Fernao de Magallaes murió luchando en Filipinas. La placa con los nombres de los 18 expedicionarios supervivientes, está ubicada en el Ayuntamiento de Sanlúcar.

                                       La Nao Victoria en Melilla

           La réplica de la Nao Victoria podrá ser visitada hasta el próximo domingo día 14 de octubre inclusive, en horarios de mañana y tarde. Las mañanas de los días laborables están reservadas para los escolares melillenses entre las 10 h 00  y las 14 h  00 de la tarde.  El horario vespertino va desde las 16h 00 hasta las 20 h 00. Los días festivos e incluso el sábado, se mantendrá en principio el mismo horario, aunque las visitas matinales se iniciarán a partir de las 11 h 00.

          La Nao Victoria ha llegado a Melilla traída por la Fundación Gaselec, que ha suscrito un acuerdo con la Fundación Nao Victoria que es la que gestiona la réplica de la famosa y legendaria embarcación. La verdadera Nao Victoria desapareció en alta mar, en un viaje de regreso a España.

                 Notas:  (1) http://es.wikipedia.org/wiki/Victoria_(nao), (2) http://www.fundacionnaovictoria.org/