La utilidad de expresarse en libertad


                  El repentino cambio de un jardín abandonado

       La adulación es el arma del diablo. La adulación corrompe y adormece. Convertir la prensa en propaganda es peligroso, porque al final uno no llega a distinguir la realidad de la ficción. Al final siempre se necesita que alguien muestre  las cosas como son, o lo más cercanas a la realidad posible, pero no es usual que se quiera ejercer ese ingrato y nunca recompensado papel.  Nadie puede presumir de tener la verdad en sus manos, o de ser el más objetivo de todos. No podemos sustituir unos dogmas por otros, una nomenclatura determinada por otra de distinto color. Cuando se está en el Poder nadie quiere que le diga la verdad, o al menos en el modo en que  se exige desde la oposición. Cuando la tortilla da la vuelta, todo vuelve a empezar.  El otrora censor exige libertad de prensa y quien antes la reclamaba como un derecho,  ejerce hoy la censura sobre todo aquello que no le parece conveniente.

                       El jardincillo de Altos de la Vía

        Este jardín presentaba un lamentable aspecto en el mes de agosto. Todo estaba seco, descuidado y con aspecto de erial. Tres meses después, los servicios operativos de parques y jardines han debido pasarse por allí, adecentar la zona, plantar césped y hoy presenta este aspecto, totalmente distinto al del verano. Solo el blog de La Otra Melilla lo había denunciado, aparte del Alminar. Nos leen en el Consejo de Gobierno que no acepta consejos, pero de eso ya éramos conscientes y por eso lo tenemos siempre en cuenta.

    Nota: https://elalminardemelilla.com/2012/08/23/bellos-rincones-descuidados-en-melilla/

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Las mejores aceras de Melilla, (II)


         Esta acera pertenece a la calle Roberto Cano y ha sido desposeída de su función de acera. Quisieron impedir que aparcaran los coches de mala manera y lo que han conseguido es eliminar el paso de los peatones.  En caso de abrirse la puerta lateral de la Iglesia Arciprestal, o hacer uso de los salones parroquiales del fondo, el transeúnte debe caminar por la calzada, o cambiarse de acera, con todo lo que eso conlleva. Justo en el otro lado se encuentra la sede del Partido Popular de Melilla y a lo mejor, la reforma solo pretende que caminemos por la acera de enfrente,  en donde se está más seguro y a salvo de todo. Hay un refrán popular que dice: «No es prudente mear contra corriente».  ¿Porqué algunos nos empeñamos en transitar por aceras difíciles o poco frecuentadas, cuando justo cruzando la calle hay otra más grande, amplia y que ofrece mejores cosas?. No hay respuestas fáciles, ni únicas. He escrito muchas veces que la cohesión,  la urdimbre que teje El Alminar es la del día a día. Hay que tocar temas transversales, que nos afectan a todos y también aquellos que conforman lo cotidiano,  pero dándoles también, cuando el tema lo permita, cierto toque de sentido del humor.