El efecto del espejo


            Siempre existe la posibilidad de redondear un final, hacerlo más atractivo o fijarlo en nuestra memoria con una buena imagen. No escogemos los finales, pero sí los hacemos buenos o no depende de nosotros. Un final no puede alterarse, pero hay que saber detenerse. Hay imágenes que no puede pasarse por alto, ni dejarlas perder. Hay días que sobre la bahía del puerto compartido de Melilla Y Beni Enzar, en la línea de playa que hace siglos se extendía sin obstáculos hasta el río Muluya, se produce el efecto espejo. Esos días se inician cubiertos de bruma, con nubes altas que retrasan la aparición de la luz solar, pero la nitidez del fondo resulta diáfana. El campo de visión no se agota. Cuando el Sol lentamente consigue abrirse paso, se enciende como una antorcha sobre el mar, produciéndose un espectacular efecto espejo.

         Esta hermosa imagen, este efecto único, solo es posible verlo desde las Torres del V Centenario (en su lado sur), construidas por  la Ciudad Megalómana de Melilla. Algún día habrá que echarlas abajo, de momento ya se ha desmontado su ascensor panorámico, sin embargo, al menos, para el futuro quedará la constancia de estas imágenes, que sí merecen la pena. El Alminar es un blog que utiliza las imágenes como complemento imprescindible de la palabra escrita, y con las imágenes también se descansa. Es lo que pretendemos e iniciamos en este primer día de diciembre y que anunciamos en el día último de noviembre. Hemos prolongado un poco el final, eso sí puede hacerse.

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