- Torre Eiffel desde Las Tullerías
- París desde Torre Eiffel
- Louvre. Victoria de Samotracia
Un alminar, un torre, un faro, un campanario, deben verse desde lejos. Cumplen funciones variadas, desde la de defensa, hasta la de orientación y guía. Incluso también desde los campanarios y alminares se invoca a aquello que está, o debería estar por encima de nosotros. Está concluyendo el año cuarto de la existencia del Alminar, concebido y creado con las mismas funciones que tiene ahora (servir de altavoz a todos aquellos a los que no tienen voz, ver y mostrar las cosas de otra manera y servir de protección y guía todos/as los que quieren acercarse hasta sus inmediaciones o formar parte de su comunidad. Si el alminar es alto, o la torre, o el campanario, llama la atención de todos, tanto de los amigos como de los adversarios. Cuanto más alto, más se le conoce e incluso se le respeta. Cuantas más personas se congreguen en torno a él, otorgará más protección, y causará también más temor a los enemigos.
Todos los humanos ascienden y caen, cualquier torre por muy alta que sea puede caer, pero también, si alguien se empeña en derribar algo muy alto, deberá llevar a cabo un mayor esfuerzo. Cualquiera que sepa algo de tácticas militares, sabe que es mucho más difícil y requiera más constancia e inteligencia un asedio, que una defensa. Uno puede llevar a cabo una defensa eficaz, con pocos medios y efectivos.
Estamos en el último día de la semana quincuagésima del año, en la que hemos vuelto a rebasar por segunda vez en apenas dos meses, las 12.000 visitas en el conjunto de la semana y superado por tercera vez en nuestros 1300 días de existencia, las 5000 visitas en una sola jornada. Son unas cifras que estremecen, pero que no nos mueven de nuestra pretensión de objetividad y modestia absoluta. Cuanto más alto subimos, más precavidos nos volvemos, porque cada vez la atención que recae sobre El Alminar es mayor. Cuanto más alto se está, el campo de visión es mayor, pero hay que tener siempre un cuidado extremo, porque la distancia que separa la victoria de la derrota es muy estrecha.