El renacer del Mercado Medieval


    El renacido mercado medieval llegado a Melilla en 2005, ahora bajo el nombre de Mercado Renacentista, ha reconectado con aquella primigenia fiesta de hace casi 20 años, a la que El Alminar no ha faltado ninguno. Se ha visto mucha gente, de todas las comunidades melillenses,  acudir a este evento, que es casi la puerta del verano en la ciudad.  En los días finales de junio todavía está en Melilla casi toda su población y eso se nota en la gran afluencia de público a la ciudad vieja.

  Resulta un acierto la reproducción de las diferentes poblaciones que componían las ciudades medievales españolas, y es un aspecto que habrá que definir más en los próximos años, de seguir celebrándose esta actividad.

El Mercado Renacentista ha renacido en 2024, después de un quinquenio de suspensión, y la impresión que se obtenía era la de volver casi al punto de inicio, con ilusiones recuperadas, pese a esta larga suspensión,  debida de modo equitativo a la pandemia y a la desidia, que ya había empezado a devorar el mercado en los años anteriores a 2019. En ese último año ya todo lucía muy desangelado,  con un cambio de gobierno inminente.

  Estos mercados, bajo diferentes denominaciones,  recorren la mayor parte de las capitales españolas y ciudades grandes. La gran diferencia del mercado melillense, es que cuenta con la presencia activa de todas las comunidades poblacionales que integraban el medievalismo hispano. Es pues una mezcla de culturas y no de religiones.  Es el aspecto al que debe dársele continuidad, corrigiendo algún error, como el de zona indio-gitano (gitano-hindú), y la de barrio por zona.

La presencia de población en la habitualmente vaciada ciudad vieja,  la roca fundacional de Melilla, es un objetivo que debe estar entre los prioritarios de la ciudad.  Hay demasiado abandono acumulado en la última década.  Esperemos que las imágenes del Renacimiento signifiquen lo mismo para esta parte de la ciudad,  núcleo común de todas las comunidades melillenses.

   Es tiempo de Orcos,  y ellos y su tienda han sido las estrellas del regreso del mercado medieval. A lo largo de todos estos años hemos dado cuenta de muchos y diversos aspectos de este primer evento veraniego. Hemos sido testigos de su pasado esplendor y de su lenta decadencia, en la que también influyó la crisis de 2008. Esperemos que este se el primer paso hacia un nuevo futuro.

Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre los turbulentos y a permanecer tranquilo entre el estrépito del mundo.

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