El Real Madrid C, en Melilla


    Noticia de la zona templada

    ¿Por qué escribimos de fútbol? En realidad, escribimos de Melilla y del mundo, por medio de su club. Es algo que está en el debate ciudadano y que suscita interés.  Además, permite mantener una frecuencia de escritura en el blog, y contar otras historias, escribir en otros registros. No acomodarse en uno solo. Catorce años escribiendo ya son muchos.

          Real Madrid C

El Real Madrid C es el club inferior al Castilla, de la cantera del Real Madrid CF. En realidad, es el tercer equipo en el organigrama de un de los equipos más poderosos del Mundo. No son los juveniles, como se oía en la grada, esa categoría tiene su propio equipo. Hay que tener mucho cuidado al enfrentarse con estos equipos, porque no son lo que aparentan. El gran aldabonazo lo dio en 1980 el Castilla, al presentarse por primera vez en la final de la Copa del Rey, convirtiéndose en el primer y único equipo filial que lo consigue. La final fue contra el primer equipo, el Real Madrid CF.

De todos los equipos que hemos visto esta temporada en el estadio Álvarez Claro, el Real Madrid C ha sido el primero que no salió agarrotado por el «miedo escénico». Salieron con un patrón muy configurado y demostraron que tenían muy estudiado al equipo titular melillense, al que han vencido en la presente temporada por la misma diferencia (2-1). El factor campo no ha tenido influencia alguna. Ver a un equipo filial es interesante, porque juegan de manera diferente a otro club de la categoría, la 2ª RFEF, conocida como el «Gulag«, porque se sabe cuando se entra, pero no cuándo se sale. Son equipos que no suelen hacer faltas ni tampoco juego bronco, algo habitual en estas honduras. Como suele decirse: juegan y dejan jugar. Sus objetivos son otros,como ensayar tácticas, consolidar jugadores, y generalmente mantener la categoría, porque un mismo club no puede tener dos equipos en la misma división.

La UD Melilla marcó el primer gol del encuentro, en el minuto 43, al filo del descanso (I. Fernández), pero lo que parecía una puerta abierta hacia la necesaria victoria, fue solo una circunstancia ordinal. En solo 6 minutos de la 2ª parte, el Real Madrid C empató el partido primero (Carlos), y luego lo acabó ganando, 1-2 (De Llanos). A lo largo de la primera parte, el tercer equipo del Real Madrid desmostró un control firme sobre el espacio de juego. El equipo titular melillense sigue jugando bien, pero con pocas ocasiones claras de gol. Sus estadisticas son las de un club templado, casi las mismas victorias que empates y derrotas (8-7-9), y los mismo goles a favor que en contra, 28. La 10ª posición en la tabla clasificatoria le hace estar más lejos del ascenso, al que ya no va a llegar, que del descenso, en el que no va a caer. Esta temporada es, está siendo, de supervivencia. Si se quiere salir de la «categoría gulag», harán falta otras cosas. Curiosamente, el equipo melillense es el único que ha derrotado al líder, el Guadalajara.

Sin las victorias sobre el Melilla, el Real Madrid C estaría en la línea de descenso directo. Le han aportado 6, de los 27 puntos que posee, en su 13ª posición. El público futbolístico melillense, acudió a su estadio, atraído por la presencia del Real Madrid C,

Nota: ¿Qué hacían las mangueras de riego encendidas durante la salida de los equipos, y del trío arbitral?

Héroes, dioses y tumbas


 

En 1915 se puso sobre la mesa la posibilidad de crear un nuevo cementerio sobre la llanura de Mezquita, dada la gran distancia existente entre los barrios exteriores y el cementerio de la Purísima, que empezaba a quedarse pequeño, es más, ya se le consideraba colmatado. Un año después, en 1916, se compra una amplia propiedad a los cabileños de Mazuza, para edificar el «gran cementerio de Melilla». Nada de esto se realizaría.

El 8 de junio de 1915, quedaron concluidas las obras del nuevo mausoleo de los caídos en las campañas de Africa, construido con suscripciones nacionales populares. El vicario episcopal Miguel Acosta, asistido por el coadjutor Martín Pinazo, y el capellán castrense Francisco Ontiveros, bajo la presidencia del general Villalba, bendijo los osarios, las bóvedas y la capilla del nuevo Mausoleo. La construcción del Mausoleo destinado a albergar los restos de los héroes de las Campañas de África, se inició el sábado 7 de enero de 1911, con la presencia del Rey de España Alfonso XIII, del presidente del Consejo de Ministros José Canalejas, la Reina Victoria Eugenia y otras autoriades del Estado y de la ciudad de Melilla. En aquellos momentos y en aquellos años, nadie podía saber que todo iba a dar un vuelco extraordinario, no solo en Melilla y en Marruecos, sino en España entera, cambiando nuestra historia para siempre. El Rey Alfonso XIII visitó con todo su séquito, el Barranco del Lobo, lugar que fue la primera señal de lo que iba a venir, y cuyas consecuencias también fueron muy trágicas, sobre todo en Barcelona.

Al año siguiente de esta efeméride, José Canalejas fue asesinado en Madrid en un atentado terrorista anarquista, el 12 de noviembre de 1912.  En los fondos documentales de Patrimonio Nacional hemos encontrado una extraordinaria fotografía de Alfonso XIII y Canalejas en Melilla en 1911.

Centro de Historia y Cultura Militar

Dependiente del Ministerio de Defensa, este Centro se dedica a la recopilación de datos, hojas de servicios, nombres, fechas, lugares, de todos los militares muertos en Las Campañas de Marruecos, entre 1893 y 1927. La primera de todas es la denominada como Guerra de Margallo, cuyo panteón fue erigido en 1896. Sin embargo, en 1909 debieron añadirse todos los muertos en el desastre del Barranco del Lobo. Hoy en día alberga, además de la tumba del general Margallo (Laureado de San Fernando), otros 45 nichos identificados, 7 de ellos Laureados, y el del propio General Pintos. La denominada como «restos anónimos Barranco del Lobo», contiene los restos de algo más de 400 fallecidos. Estas cifras, con ser ya muy abultadas, se multiplicarían por 20, en lo que adquiriría un nombre propio imborrable, Annual. Esta hecatombe de un ejército español, probablemente la mayor de la historia, cambiaría la inicial concepción del Mausoleo de las Campañas, que pasaría a convertirse en uno de los osarios colectivos más grandes de la nación.

Melilla tiene enterrados en su cementerio a 47 militares con la máxima distinción militar, la Gran Cruz Laureada de San Fernando, y un único bilaureado, el general José Sanjurjo, desde 2017. La novedad que alberga el trabajo de los militares que se encargan de las Campañas de África en el Centro de Historia Militar, es el acceso a los datos mediante códigos QR. De momento está operativo el de los 47 laureados enterrados en el cementerio de la Purísima, con el que se puede acceder a sus datos biográficos, hoja de servicios, partida de defunción, y fotografía personal.

Todos los nombres de los muertos

¿Se llegará a conocer el nombre de todos los muertos y su número total? Es difícil de saber, pero cada año se aproximan más a la cifra total. El caso es que en lo posible no se olvide ningún nombre y ninguna historia. La cifra total conocida hasta ahora es de 14.908 nombres, de los cuales 7998 son fallecidos documentados y 6909 desaparecidos. La base de datos está en actualización constante, y se envían a los que se suscriban a ella mediante un correo electrónico identificado. Eso sí, la mayor parte de ese total son y permanece sin identificar. En el Mausoleo inaugurado por el monarca Alfonso XIII, en su osario central, bajo la cúpula, se encuentran los restos mortales de los 2997 militares sacrificados en la masacre de Monte Arruit.

   La base de datos, financiada por el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, está gestionada por los militares Francisco y Pedro Moreno Lara, y el Centro de Estudios Sesmero. Los datos pueden ordenarse de diferentes modos (campañas, provincias, edades) y cuenta también con una relación de las unidades militares que actuaron en Marruecos.

Nota:https://drive.google.com/file/d/1iMEhC9ICi2AybiaOvZdIhwxdEgsFzUO3/view?usp=drive_link

Fernando Arrabal: Urbi et Orbi


En la ocultación del portentoso escritor Mustafa Arruf siempre presente en la Fuente de las Maravillas fa

Así comienza el texto de la bula, urbi et orbi, que esta mañana ha emitido desde París, a las 9h 31´a.m. , el melillense más universal, el dramaturgo y poeta Fernando Arrabal Terán, a una ciudad conmocionada por el fallecimiento inesperado de su escultor más importante, Mustafa Arruf, y que también es la suya, la de ambos, la de todos.

La bula de París dice: «Adiós al prodigioso escultor y entrañable amigo MUSTAFA ARRUF, ocultado en Melilla el 10 de febrero de 2025. Desde la torre del Alminar de Melilla (Enrique Delgado) y París, comunico la tremenda noticia de la ocultación de mi entrañable amigo Mustafa Arruf, fa».

A lo largo del día nos ha hecho partícipes de otros dos textos, uno de ellos en forma de poema, y otro en el que pregunta por su «soneto a Melilla», junto con otra obra de Mustafa Arruf, en un parque al lado de Barajas, y que transcribimos. Fernando Arrabal no comete errores, si hace llegar algo, o envía un texto, es porque quiere que recibas exactamente eso.

[¿sigue  siendo a la entrada del parque cercano a Barajas la prodigiosa y muy alta escultura a Melilla de MUSTAFA ARRUF con mi soneto? si así fuere ¿puedes fotografiarlos?] fa

La escultura de Mustafa Arruf a la que alude Fernando Arrabal (fa), se encuentra en el Parque Juan Carlos I, en Madrid. No la conocíamos, pero ahora sí. A cada paso que se da, se engrandece la figura de Mustafa Arruf, ensalzada por otro melillense, el más insigne de todos, y «amigo entrañable» suyo.

Y como esto va de descubrimientos, damos a conocer la existencia de un proyecto inédito del escultor melillense Mustafa Arruf, que iba a ir situado en la plaza de Héroes de España, en sustitución del águila franquista, pero que fue apartado por el gobierno anterior a 2019, y que vuelve a ser el mismo desde 2023. Al parecer Arruf tenía a un perseguidor, que postergaba en lo posible sus obras para la ciudad. Nos lo contó hace no mucho. El proyecto existe y fue presentado al gobierno mencionado. Para solaparlo se ideó un encargo a Antonio López y a García Ibáñez, para la creación de un conjunto escultórico para la plaza, por 1 millón de euros, y que fue aparcado por el gobierno presidido por Eduardo de Castro.

Nota:https://seordelbiombo.blogspot.com/2014/06/arruf-encuentros-las-esculturas-del.html

Adiós al escultor Mustafa Arruf


Mustafa Arruf es uno de los pocos melillenses que alcanzó, en vida, el honor de tener una calle con su nombre. Esto es algo reservado a muy pocos. Un artista siempre debe romper moldes, y uno ellos es el de ser profeta en su tierra, en este caso, Melilla. Mustafa Arruf sí ha triunfado en su tierra. No solo las calles melillenses están llenas de sus esculturas, sino que además fue profesor de taller, en la Escuela Municipal de Enseñanzas Artísticas, que debe llevar ya su nombre. Le faltó, eso sí, como a otros muchos, la Medalla de Oro de su ciudad natal.

Ocupar un espacio en el mundo del Arte Universal, no es tarea fácil, pero él lo había conseguido. Y no solo eso, sino también llegar a otras esferas artísticas, como puede ser la del mundo las Letras, a traves de su amistad con otros melillenses insignes, como Fernando Arrabal Terán, el más universal de cuantos melillenses lo hayan sido, y del que era amigo. Había conseguido acceder al particular Olimpo personal del gran dramaturgo, melillense de nacimiento, y mirobrigense (Ciudad Rodrigo) de adopción, al que le falta, como no, el premio Cervantes o el Princesa de Asturias. España es un país de faltas, y reconocimientos tardíos.

Mustafa Arruf nació en uno de los barrios de la expansión de Melilla, en las calles lindantes con el arroyo de Mª Cristina y el Barrio Hebreo. Esto le dejó la impronta de la humildad y la modestia, de la ausencia de cualquier rastro de vanidad, en su personalidad artística, y también personal. En una etapa oscura, sus estatuas empezaron a «desaparecer» del Paseo Marítimo (una de ellas desapareció para siempre), motivo por el que pidió ayuda a «esta modesta torre del Alminar«, y por supuesto se la prestamos. Fueron momentos de gran tensión y de enorme hostilidad hacia esta humilde atalaya de vigilancia y observación.

El consenso entorno a la calidad de su obra es unánime, y acerca de su calidad humana también. Aquel apoyo nos lo devolvió con creces, y en 2019, cuando Fernando Arrabal acudió a la ciudad para inaugurar la sala de Fando y Lis, pudimos compartir unos instantes y fotografías con el más insigne melillense, y con él mismo. La representación de sus figuras de mujeres, con extremos metálicos (precursoras del T-1000) , son el emblema del Paseo Marítimo, y una de sus grandes rupturas de moldes. De igual modo, su gran obra Encuentros, es la llave que abre el camino al centro de la ciudad, y que también es un mensaje para el futuro de esta ciudad, que no puede ser otra cosa que «tierra de encuentros». O sigue siendo eso, que es lo único que la diferencia, o será una de tantas.

¡Que la tierra te sea leve, Mustafa Arruf, amigo!

Nota:https://es.wikipedia.org/wiki/Mustafa_Arruf