El mar de amiantoMercado del Real Cubierta de uralita, entramado oxidado
La lucha contra el amianto
Se intenta relanzar la actividad comercial en el Mercado del Real. Es un lugar muy frío e inhóspito en invierno e igualmente húmedo pero caluroso en verano. Es un lugar difícil, pero tiene una amenaza latente, la enorme extensión de su cubierta de uralita que se proyecta sin protección por todo el espacio.
El amianto se siente y se huele. No es el olor procedente de las cañerías y desagües. Tampoco es el inconfundibles olor de la pescadería y del zonal. Es algo diferente, que pica en los ojos cuando llevas allí más del tiempo recomendable, como en el tejado de Chernobil.
En un día estable, sin viento ni agua, esa cubierta resulta amenazante, oscura, tan oxidada. Un derrumbe allí convertiría todo en una zona infranqueable. En un lugar prohibido. Pero cuando hay viento todo es diferente. La fina película imperceptible que cubre toda la uralita, expulsa miles de pequeñas partículas invisibles pero letales. El veneno se mueve. Igual ocurre con la lluvia, cuando las canaletas reparten el agua por las inmediaciones, en incluso dentro de ña propia superficie del Mercado.
Después de 5 años de lucha en solitario contra el amianto, contra la uralita, desde El Alminar, consideramos una buena noticia que se haya iniciado ña elaboración de un catálogo de este material nocivo, con impacto directo sobre ña salud pública. El siguiente paso debería ser la elaboración de otro plan para su retirada, empezado por aquellos lugares en los que se realiza actividad pública, como este mercado.
Por eso preguntamos, de modo directo, sin margen para la duda, esperando una respuesta directa: ¿ Es seguro seguir manteniendo actividad humana y comercial aquí? Está ahí presente, se le nota, se inhala. Tenemos clara nuestra respuesta. ¡ No !
El rey Gordias trenzó un nudo que nadie podía desatar. Cuando Alejandro de Macedonia inició su conquista del mundo en el siglo IV a.C., le fue presentado el ya entonces célebre enigma, que resolvió cortándolo con su espada, y acabando de una vez y para siempre, con semejante pérdida de tiempo. Ante las dificultades, siempre debe buscarse cómo salir de ellas lo más rápido posible y con el menor desgaste. Lo normal es deshacer una dificultad y no trenzarla.
Eso es lo que se ha hecho sobre el antiguo cruce de las calles Altos de la Vía, carretera del Docker, Donantes de Sangre y General Astilleros. Sobre un cruce existente y relativamente fluido, que provocaba pocos atascos, se ha trenzado un nudo gordiano que convierte todo en un atasco, y que además provoca el enfrentamiento de sentidos contrarios de tráfico en donde antes no los había, por lo que ha tenido que ser corregido antes de ponerlo en uso, con una señal amarilla. Ahora se corta y enfrenta el tráfico ascendente y el descendente, con el lateral, en una difícil ejercicio de práctica vial. En vez de hacerlo todo más sencillo y rápido, se ha convertido en justo lo contrario.
¿Quién es el responsable del cruce en nudo?
Por lo general se nombra como consejeros respectivos en cada área a personas con nulo o escaso conocimiento en la materia a gestionar (lo decimos sin ningún ánimo de crítica), por lo que dependen de aquellos que suelen ser conocidos bajo el denominador de «técnicos», sin que nadie sepa muy bien quiénes son y qué tipo de conocimientos tienen sobre cada obra en cuestión, seguridad vial en este caso. Especialmente funesta fue la resolución del nudo de comunicación en la parte alta del nuevo Hospital Universitario, con una rotonda plana, totalmente desequilibrada y con giros totalmente descentrados, en la calle Luis de Ostariz.
Se supone, y lo decimos solo con ánimo descriptivo, que el nuevo cruce procede del mismo equipo de asesores. Ambas obras son un legado de los anteriores gestores. Lo importante no es lo que solucionan con este nuevo diseño: nada; sino todo lo que han eliminado: mucho. Pese a todo, se supone que el consejero debe de retener alguna capacidad resolutiva sobre cada actuación urbana.
Melilla es una ciudad diseñada para el ferrocarril, por eso se explanó entera y se eliminaron todas sus pendientes y sinuosidades. Lo primero que se ha eliminado es la posibilidad de ir en línea recta desde el barrio de Real hasta el mismo centro de la ciudad. La ruptura del ramal de Altos de la Vía es imperdonable. El seccionamiento del pequeño y frondoso parque existente, también es una fechoría que ya señalamos en su momento.
Se ha eliminado la entrada directa a la zona militar del hospital, que antes se realizaba de modo directo, por un complejo sistema de carriles y de giros, inhábiles para vehículos de gran tamaño, Ya no se puede girar en sentido descendente desde el ramal del Docker, ni en sentido ascendente desde Altos de la Vía. Es muy peligroso el enfrentar sentidos opuestos del tráfico en la zona de corte con la calle del General Astilleros. Es posible que incluso vaya en contra de los nuevos criterios de la seguridad vial. ¿Se asesoran los técnicos con expertos en cada materia? ¿Por qué un consejero no puede buscar soluciones por sí mismo y asesorarse a su vez por otros asesores? Lo que se ha hecho en esta zona es para analizar en algún master específico. En el mismo periodo de tiempo en el que otras ciudades de nuestro entorno tienen ya hasta Metro, en la nuestra resulta cada vez más difícil ir de un barrio a otro.
Ya no hay manera de salir en línea recta desde el Real, ni de rectificar el giro, ni siquiera existe la posibilidad de tomar otra dirección. La zona de cruce y continuidad de dirección es tan pequeña, que apenas caben dos coches entre paso y paso. Todo se bloquea en cuanto la afluencia de vehículos llega a 10. Lo peor es que se ha empeorado toda la zona para el tránsito peatonal, que ahora es más largo y dominado por la solana. No ha quedado sombra ni refugio en todo el área. Ahora el tráfico rodea y cruza por cualquier lado, hasta por detrás.
IB8288 La Dama de Baza Aeropuerto Federico García Lorca En vuelo Melilla-Granada
Estamos tan acostumbrados a utilizar los aviones, que casi pensamos que son coches y que pueden usarse en casi todas las condiciones posibles. Un avión no. Una aeronave debe portarse a sí misma más la carga, o sea, los pasajeros más sus equipajes. La aeronave que opera en Melilla es el ATR 72, de fabricación italiana y francesa. Entre sus características se dice que: tiene unas prestaciones excepcionales en cuanto a maniobrabilidad, sustentación y capacidad para volar en aeródromos limitados.
El aeropuerto sin nombre de Melilla es un aeropuerto limitado, con características específicas que limitan el tipo de aeronaves que pueden operar en él. Justo a un puñado de kilómetros existe una montaña de casi un kilómetro de altura, que crea un fenómeno meteorológico denominado como panza de burro o acumulación de nubes de baja altura. Cuando esto ocurre y las nubes descienden por debajo de los 100 metros, impiden el aterrizaje en el aeropuerto de la ciudad. No puede instalarse un sistema de aproximación ILS porque implicaría la instalación de balizas y su mantenimiento en territorio marroquí, lo que resulta imposible porque implicaría tener dependencia estratégica con un tercer país, y estar pendiente de sus vaivenes.
Ampliaciones de pista y otras historias
El aeropuerto de Melilla fue inaugurado el 31 de julio de 1969, con una pista inicial de 750 metros. En 1974 se amplió la pista hasta los 975 m., que estuvieron operativos hasta 1982, en que otra ampliación la hizo alcanzar los 1080m. Otras dos ampliaciones posteriores elevarían su recorrido hasta los 1433 m. de la actualidad. Esto hace que el ATR 72 sea ahora mismo, el mayor avión que puede aterrizar en la pista melillense. Transporta hasta 72 pasajeros con los 20 kgs. de carga individual, lo que supone un total de 6000 kgs. de carga. Es un avión turbo hélice de 6 palas en su nuevas versiones, que van mejorando las prestaciones de vuelo y transporte. Puede alcanzar una velocidad cercana a los 500 kms/h.
Excesos de carga
Los transportes deberían ser un tema consensuado entre las diferentes opciones políticas y no un campo de batalla. Las características limitadas del aeropuerto hacen provocan la suspensión de vuelos, o el desalojo de pasajeros y de carga, como ocurrió ayer en el vuelo IB8288 de Granada a Melilla. El excesivo calor levantó bruma sobre el mar y la aerolínea anunció un leve retraso en la salida, que no llegó a producirse. Lo que demoró la salida del vuelo fue el exceso de equipaje. Algunos se habían excedido con el material portante. Al final el comandante del vuelo decidió no transportar la carga, y embarcar a todos el pasaje. Esto debería controlarse, y el exceso de equipaje marcarse con una determinada etiqueta, para que en caso de sobrecarga, se priorice a los pasajeros que llevan el equipaje requerido: 20 kgs por persona y un pequeña maleta de cabina. Nunca deben dejarse pasajeros en tierra, solo el equipaje excesivo.
Nota: En la zona de Romilla la Nueva, en donde se sitúa el aeropuerto de Granada-Jaén, Federico García Lorca, con 40º de temperatura, comprendimos lo duras que pueden llegar a ser las condiciones de trabajo de los pilotos de aeronaves, en su exiguo habitáculo.
Bulevar y desnivel, barriada de La Constitución 1984, 400 viviendas Bordillos, rampas, y escaleras Avenida, cambio de denominación Minas del RifBordillos y trincheras
Barriada de La Constitución
Melilla, como casi toda España, salió muy pobre del franquismo. Era un ciudad paupérrima, Rafael Ginel Cañamaque, el primer alcalde constitucional, disolvía la UCD en 1983, y se retiraba de la política. El modernismo estaba en ruinas, tras décadas de desatención. Casi toda la ciudad era de planta baja y las condiciones de los barrios y de las viviendas eran muy deficientes. Las llaves y nombres de los adjudicatarios se entregaron en marzo de 1983 y las familias empezaron a residir en el mes de junio.
La primera barriada residencial popular construida en la ciudad, para alojar a 400 familias, fue la de La Constitución. Contaba y sigue contando con una asociación de vecinos, diversos locales de negocios, y con el tiempo, se edificaría un colegio en la linde del barrio.
El único problema fue que se edificó sobre la ladera de una colina, por lo que la nivelación del terreno resultó imposible. Melilla, como Roma, está asentada sobre 7 colinas. La urbanización fue proyectada bajo el amparo de Unión de Centro Democrático y las viviendas fueron entregadas con el primer gobierno socialista, que alcanzó su primera mayoría municipal en mayo de 1983. La última etapa de los gobiernos ucedistas estuvieron dominadas por los escándalos del cemento con aluminosis. El mercado de mayoristas, que tuvo que ser derribado o los esqueletos de hormigón de los que hoy constituyen la urbanización de Minas del Rif, y que se mantuvieron en estado espectral durante una década.
En aquellos tiempos y décadas, conceptos como la accesibilidad no existían. La diferencia de altitud entre la parte baja y alta del barrio es muy notable, tanto que crean dificultades que no han sido resueltas, pese a que la barriada cumplirá ahora 40 años, casi los mismos que la Constitución a la que homenajea. Enormes desniveles, eso sí, sobre una tierra fértil, lo que hace que tenga uno de los mejores bulevares urbanos. Las rampas, las escaleras, los desniveles, e incluso trincheras sin muros siguen presentes, sin que nadie les encuentre solución.
Una de las primeras medidas llevadas a cabo por el nuevo gobierno municipal de Gonzalo Hernández fue la de retirar el nombre del Generalísimo para la avenida principal, que se mantenía incólume en 1983. Quizá fue una de las últimas capitales en retirarlo de su callejero. A las elecciones concurrieron Alianza Popular, el Partido Socialista, la Unión Melillense Independiente de Pepe Imbroda, dos listas vecinales, el Centro Democrático y Social, y el Partido Nacionalista Español de Melilla. El PSOE de Gonzalo Hernández consiguió 14 concejales, 6 AP de Eduardo Guerras y 5 concejales para la UMI. En ese año se instaló el monolito de la Constitución en el borde de la plaza de España.
Un baile de mascaras Baile de San Valentín Rapero MoradRosa Huertas El Rosario de Radio María El horno hundido El avance de Crono
Todo ha cambiado mucho en 12 años. Nos preguntan qué pasa, el porqué de la ausencia y del silencio del Alminar sobre acontecimientos actuales. Pero no pasa nada. A lo largo del tiempo cambian también los ritmos de publicación. Ahí abajo o allí fuera siguen ocurriendo cosas. Seguimos viéndolo todo. Hace ya tiempo que las personas solo observan. Los tiempos de los comentarios y del debate quedaron atrás. El tiempo político ha cambiado, ahora es muy indefinido. Han llegado ideologías inquietantes, de extremos que en un caso se vinculan con el fascismo y en otros con el comunismo. La utilización abusiva de los términos acaba por hacer imposible cualquier aproximación, así que es mejor alejarse de ellos en cualquier sentido. No regresarán como tales los extremos comunistas y/o fascistas, aunque esto acabe siendo similar al entierro de la sardina que se realiza cada año tras el carnaval. Porque lo que sí es esto, o a eso se asemeja, es a un baile de máscaras, en el que tanto el mal como el bien se camuflan, para aparentar ser una cosa que no son ni pueden ser, por propia esencia.
A veces, o quizá a menudo, el éxito es también mantenerse y regresar. Aquí en este blog regresamos muchas veces y nos hemos mantenido a lo largo de todo este tiempo que ya se antoja inmenso. El regreso del Carnaval 2023 y su farándula es un éxito, aunque sea en formas aparentemente más modestas que la anteriores. Seguimos apreciando la colisión de eventos, como la Semana de Jazz y el propio carnaval, al menos en sus actos centrales. Para próximos años, y si se mantiene el teatro Kursaal como sede del mismo, podría instalarse una pantalla de televisión en el vestíbulo, para que los que no tengan entradas, dado el limitado aforo, puedan contemplar tanto el pregón, como los concursos de disfraces y de chirigotas, caso de que remonten, como así esperamos.
¿Qué ha pasado en este tiempo? Pues muchas cosas, porque mientras la tormenta política azota un día sí y otro también, sin que se perciban claros ni días diáfanos, la ciudad bulle y vive. De todas las categorías de afirmaciones, las verdades políticas son las más efímeras, porque están vinculadas a un instante concreto y solo sirven para un contexto determinado. No es que sean comparables a las mentiras, porque estas también tienen su propia consistencia. Solo que las mentiras suelen permanecer más, y como los isótopos radiactivos se hunden en terreno porque lo atraviesan todo.
En la segunda quincena de enero, acudió a Melilla la escritora juvenil Rosa Huertas, para presentar dos novelas de su primera incursión en el campo de la narrativa adulta: La hija del escritor y Los héroes son mentira. La primera novela evoca la figura de Benito Pérez Galdós y la segunda son una recopilación de recuerdos sobre la guerra deSidi Ifni. En la última semana de enero, la emisora Radio María, que se escucha sin interferencias en cualquier lugar de España e incluso en las autopistas, se trasladó hasta el templo arciprestal del Sagrado Corazón, para realizar en directo la emisión de su rosario vespertino. Decididamente nuestra ciudad está de moda.
En la zona antigua y fundacional de la ciudad, acabó por hundirse por completo el único horno público del siglo XVIII que quedaba en pie, y que sigue dando nombre a la calle. Ya solo es un amasijo de hierro vencido y de cascotes. El abandono de la parte vieja de la ciudad es monumental. Con todas estas cosas y otras muchas, este mes de febrero quedará marcado por el concierto que el rapero Morad el Khattouti ofrecerá en la plaza de toros el próximo día 25. Las entradas de albero ya estás todas vendidas y eso que eran las más caras (65€)
El baile público del Día de San Valentín, en el que por primera vez no se ha celebrado la tradicional y pantagruélica comida en honor al santo. Mientras tanto esperaremos a la cabalgata del Carnaval, que se celebrará el mismo día que el concierto de Morad. Quizá lo de concierto del año no resulte muy alejado de la realidad. La sensación es de desconcierto, pero por otras causas. En tanto que Crono prosigue su inexorable avance, ajeno a todo.
London Community Gospel Choir Belén de Sebastián y LoliLos Reyes Magos del Cautivo La gran cúpula de luzIluminación del templo Arciprestal de Melilla
La Navidad de nuestras vidas
La Navidad de 2022 quedará en nuestra memoria para siempre, porque en 2020 no pudieron celebrarse y porque en 2021 estábanos en la etapa más dura de la pandemia en Melilla. Esta es solo la circunstancia táctica.
La circunstancia estratégica es que en las navidades de 2022 no hemos echado de menos nada de lo que se ve en cualquier otra ciudad de la península. Han sido las fiestas navideñas mejor gestionadas de la historia de Melilla, y no sólo porque se hayan sustituído por fin la iluminación del siglo XII, por la excelente iluminación estrenada este año. La ciudad ha refulgido con el dorado navideño. Han sido las mejores por la cantidad de actos, eventos, ofertas culturales y festivas a disposición de los ciudadanos. Era materialmente imposible estar en todo y en todas. La más reciente el London Community Gospel Choir, la más lejana la actuación o actuaciones de la Orquesta y Coro de Radio Televisión Española, convenientemente boicoteadas informativamente por algunos medios de comunicación locales.
Hacía años que no se veía el centro de la ciudad tan lleno de gente, ni un centro urbano en tan buenas condiciones, pese a que algunas obras no estaban terminadas y a que ha habido cierto apelotonamiento final en las mismas. Pese a todo esos inconvenientes, la población melillense ha respondido, porque cuando se ofrece calidad y esfuerzo, la ciudadanía sabe apreciarlo. También ha habido ganas de volver a pasearse a por la calles en libertad, sin restricciones sanitarias, y de reencontrarse con familia y amigos, o simplemente ganas de pasearse rodeados de gente. Todo ha estado vacío demasiado tiempo. Han sido muchas navidades de desidia desde la gestión pública. Nadie quiere reconocerlo, pero estas navidades que ya acaban, han sido las mejores en las últimas dos décadas.
La pena es que no hayan parecido las navidades de todo el gobierno local. No se ha visto a casi nadie excepto a la Consejera de Cultura y a la Vicepresidenta 1ª del Gobierno y a la Delegada gubernativa. Este año no ha habido resquicio para la intransigencia religiosa. No ha habido polémica sobre el árbol de Navidad, ni sobre obras religiosas ateas o presuntamente blasfemas. Hasta la climatología ha respetado a la programación de La Consejería. La plaza de Menéndez Pelayo ha quedado expedida de sombra multicultural. No ha faltado tampoco el Belén de Sebastián y Loli, ni los Reyes Magos de la cofradía del Cautivo.
Todo ha parecido tan perfecto, que el mejor elogio posible es que la oposición ni siquiera haya protestado. A lo mejor es que lo ha sido: perfecto. Mil gracias a todas/os los que ha hecho posible esta Navidad.
Naviera Armas Puerto de Almería La niebla El rumbo de Armas Camarotes
Aventuras de Navidad en el buque Volcán de Timanfaya
Trasmediterránea fue vendida al grupo de construcciones Acciona, que a su vez la mal vendió a la naviera Armas, que tampoco tenía dinero físico para comprarla, lo que incrementó su deuda. Armas todavía existe porque consiguió un aplazamiento de su voluminosa deuda, de los que 50 millones de euros son reclamados por Acciona infraestructuras. La situación de las navieras del Estrecho es catastrófica, a pesar de las voluminosas ayudas obtenidas del Estado, por la declaración de interés público de las líneas de comunicaciones entre Melilla y los puertos peninsulares. Los años pandémicos y la suspensión de las comunicaciones agravaron una situación económica imposible de revertir.
Naviera Armas volvió a la línea entre Melilla y Almería con su antaño buque estrella, el Volcán de Timanfaya, pero con solo tres trayectos semanales, ya que el buque está compartido con la ciudad argelina de Ghazaouet. Cada vez que el barco regresa del trayecto con Argelia, lo hace prácticamente desmantelado. En el trayecto del pasado día 23 entre Melilla y Almería, en el buque no quedaba nada. No funcionaban las bombas de vacío de los aseos en toda la banda de estribor, ni había agua en muchos de los 50 camarotes. No había toallas, faltaba ropa de cama, tapas de los aseos, e incluso las cortinas de las ventanas y duchas. Los melillenses estamos acostumbrados a cualquier tipo de circunstancias, pero la acumulación de todas ellas produjo cierto asombro entre el pasaje.
Ninguna queja con respecto a la tripulación que intentaba capear el temporal de reclamaciones, sobre una mar completamente en calma. Neptuno se apiadó de tripulantes y viajeros y no quiso añadir ninguna calamidad nueva a una situación difícil. No se ha movido una sola ola en toda esta semana. La situación mejoró algo en el viaje de regreso, al menos daban colchas y toallas y habían recuperado la bomba de vacío rota. De todo se encargan los tripulantes, que ofrecían las cartas de reclamaciones a todos los que quisieran plasmar en ellas sus desventuras. Otra pasajera, con experiencia en la atención al público, aconsejaba no hacerlo, dado el paupérrimo caso que suele hacerse a este tipo de reclamaciones. No había pues opciones. El buque tenía rumbo, estaba gobernado, pero en situación de deriva completa.
Para mayor inquietud y en el punto intermedio del viaje, se apoderó del buque una espesa niebla que impedía ver más allá de las propias barandillas. Parecía un viaje en el tiempo, y podríamos haber aparecido en la Almería del siglo XV o en la del XVIII. Las reclamaciones no sirven porque no hay organismo, institución o entidad que las atienda.
La tripulación escasa y desanimada, atendió con eficacia y amabilidad al estupefacto pasaje. Nunca se había visto nada peor, o quizá sí, pues ya son muchos viajes y la memoria no abarca todo. Balearia la naviera vinculada a la familia Matutes, perteneciente desde el año pasado al grupo empresarial de Adolfo Utor, está ganando la apuesta, pero por desestimiento de la competencia. La situación mejoró en el viaje de regreso, pero la naviera Armas/Trasmediterránea está en situación límite.
Ahora sí acabamos el año. Feliz Año 2023 a todos los/as lectores que nos siguen acompañando, y a los/as comentaristas, y a toda la comunidad alminarense.
Blog de Julio Alejandre, autor de las novelas Reporte de una boda y un entierro, Las islas de Poniente y La corona del marReporte de una boda y un entierro.