En el buque fantasma


Cuándo se construyó en 1980, no cabe duda de que era un buque de lujo. Por eso mismo recibió el nombre de Nordlandia, de hecho, fue un barco destinado a cruceros en el Mar Báltico, entre Alemania, Dinamarca y los países nórdicos.

Es un barco de la Guerra Fría, y todavía se le nota algo de ese esplendoroso pasado entre sus ocho cubiertas, sus larguísimos pasillos, sus cientos de camarotes, sus amplios espacios, muchos de ellos cerrados, y sus acabados en madera.

Es un gigante del mar, que cubre la línea entre Almería, Melilla y Nador. Cuando este barco inició su andadura marina, nosotros navegábamos en el Vicente Puchol y el Antonio Lázaro antiguos, los barcos anteriores a «los canguros», el gran logro de la era Céspedes.

Las cosas han ido cambiando poco a poco. En los primeros contratos se establecía que los buques no podían rebasar los 20 años de antigüedad. Los siguientes fijaron el límite entre 20 y 30, luego que no pasaran de 40, y finalmente se eliminó la engorrosa cláusula.

Todos nos quejamos y asombramos con la historias que surgen cuando los barcos van llenos. Sin embargo, la mayor parte de los días del mes, salvo en sus comienzos y finales, o determinados fines de semana, los barcos van y vuelven casi vacíos. Pasada la vorágine de la operación salida de Melilla, que este año ha coincidido con la OPE (Paso del Estrecho), los barcos volvieron a navegar vacíos, bajo bandera chipriota, o de Malta, que tanto da.

Este viejo y enorme buque, adquirido por Acciona en 2015, volvió a realizar su rutinario trayecto, con apenas un centenar de viajeros, cuando su capacidad es para más de 2000. Hemos vistos barcos y aviones despegar y navegar vacíos, con sus fantasmas y recuerdos pasados. El contrato marítimo y aéreo también es esto, desde siempre, solo que en ocasiones hay demasiado ruido. También que los que elaboran y firman los contratos luego no saben defenderlos. Nada que no haya pasado antes.

El buque fantasma de Balearia


El misterio del barco fondeado

En Melilla nada pasa desapercibido, y menos un domingo, en los que no hay casi nada que hacer en la ciudad, ni casi a donde ir. Una de esos lugares a los que ir es la playa, y dentro de ella la mejor distracción posible es mirar hacia la bocana del puerto, y ver llegar barcos o aviones. Eso ahora, porque mientras se mantuvieron las restricciones, ambos puertos permanecieron casi vacíos y sin actividad.

Si algo llama la atención es un barco, y mas uno que no se mueve, que está en situación de fondeo. Hemos visto muchos, es una práctica habitual en los cargueros o mercantes. Sin embargo es algo que no suele suceder con un buque de pasaje, como este de Balearia.

Todas las instituciones y empresas, ya sean públicas o privadas, tienen delegaciones de prensa, que por lo general no suelen informar de casi nada, salvo de movimientos propios. Si salen a confirmar o desmentir una noticia, es porque el suceso ya ha cobrado algún tipo de trascendencia pública, antes nunca. Este barco de Balearia lleva en esa situación desde el pasado sábado 14, por tanto lleva en esa zona ya 4 días, sin que Capitanía Marítima ofrezca la mas mínima explicación.

¿De dónde venía, a dónde va?. Nada se sabe, todo son especulaciones en las redes sociales, en donde escribimos de prestado. Algunos/as, se aventuraron a explicar que estaba esperando hueco o muelle de atraque para hacer una maniobra de carga o descarga de mercancía. Algo que no se sostiene porque el puerto de Beni Enzar puede albergar al menos a 4 buques en su zona de pasaje, y como puede comprobarse, está en la mitad de su ocupación. Los más osados se atrevían a hablar de Covid entre la tripulación o el pasaje. La única evidencia es que el barco sigue ahí, y que por las noches se sitúa en paralelo con el muelle y faro del puerto de Melilla.

La bruma de estos días a contribuido a su ocultación, la escasa visibilidad a que casi se confunda con los colores del mar. Un marino jubilado nos comenta que no es lógica esa situación en un buque de pasaje, porque cada día que está fondeado, supone un daño económico para la naviera, Balearia en este caso.

La última explicación oficiosa, es que está inmovilizado esperando cubrir una ruta entre la ciudad marroquí de Beni Enzar y la francesa de Sète, el miércoles 18, o sea, mañana, aunque la página oficial informa de la salida desde la localidad francesa y no desde el puerto de Beni Enzar. El barco fondeado sigue una extraña maniobra. Mañana se resolverán las dudas que se han creado.